ARYA [+18](EN PROCESO)

Arya_1996 által

592 246 394

La batalla diaria por vivir, por ser feliz, por superar todos los obstáculos para llegar a un objetivo aveces... Több

CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPÍTULO 5
ROSTROS APROXIMADOS :)
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
capítulo 9

CAPITULO 1

144 48 126
Arya_1996 által


Arya

Volví...

Volví al lugar que se llevó una parte de mi...

Que me destrozó y en donde todos me señalan y miran con lástima.

Siempre ame esta universidad, era mi plan perfecto, termine el instituto con notas sobresaliente, gane mi beca, logre convencer a mis padres de que era lo que en realidad quería, y créanme no es nada fácil convencer a dos abogados, pero lo hice, supere cada maldito obstáculo para llegar aquí, aunque sí sabía lo que me esperaba hubiera estudiando leyes como mis padres querían.

Pasó un año desde mi ataque, desde mis tres días en el infierno.

Pude seguir mi carrera online, claro la prestigiosa universidad no quería una demanda por lo que fueron muy considerados y me lo permitieron, lo que me ayudó mucho pues estudiaba tanto que había días en que llegaba a olvidarme de lo jodida que estaba. Hasta que las pesadillas me devuelven a la realidad, la maldita realidad...

Este es el primer día de mi segundo año de carrera. Tengo tantos sentimientos encontrados, creí que me iba a echar atrás y volver a casa corriendo en cuanto vi la fachada de la resistencia que ahora sería mi hogar, pero reuní todo el valor que tenía y entre, espero que esto sea un punto a favor para superar mis traumas, según mi psicóloga, la Dra Stevens, es un gran paso, aunque yo crea que sigo siendo un pedazo de mierda insignificante, pero bueno... Ella es la que sabe.

Deje mis cosas sin cuidado por la habitación, por suerte mi compañera no estaba, tenía más tiempo para seguir en mi burbuja lejos de las personas. En breve tendría que salir a mi primera clase. Me senté en mi cama y respire hondo varias veces para llenarme de valor y enfrentar mi primer día.

Estaba frente a la puerta, mirando la perilla, llegue tarde así que ya estaría el aula llena.

Sabía que tenía que llegar temprano para evitar esto.

— ¡Mierda! Vamos Arya — murmure, respire profundo y entre.

Solo quedaba un asiento libre delante de todo. ¡Ge.nial! Véase el sarcasmo.

Todos me miraban y no era de extrañar que mi historia fuera de conocimiento público en el campus. Una voz me sacó de mis pensamientos.

— Señorita llega quince minutos tarde — me riño el profesor — ¿Cómo se llama? — preguntó con una ceja enarcada.

¡Ay no!

— Arya Mongomery — dije lo más bajo que pude.

El pobre anciano puso una mirada de pánico, parecía tener ganas de que la tierra se lo trague y ahí caí en que seguramente conocía mi caso.

— Tome asiento — concluyó mirando su escritorio.

Tome asiento y solté todo el aire que no me di cuenta que estaba aguantando.

Los murmullos no se hicieron esperar pero los ignoré, como supongo que voy a tener que hacer todo el semestre.

— Según estadísticas, el segundo año se les hace más difícil y tiene un alto número de bajas, así que este año implementaremos el trabajo en parejas. — dijo el anciano que ya me caía pésimo. Ya era un desafío estar acá y ahora le agregan que si o si tenía que hablar con alguien. — Así que desde la entrada hacia las ventanas miren a la derecha y encontrarán a su compañero — prosiguió el profesor.

Mi compañero me miró con cautela, yo con odio, no quería hacer esto.

— Hola, soy Thomas Vega — estiró su mano para que la estreche.

— Arya — dije recibiendo el saludo. — Si quieres cambiar de compañero no me ofende — mire al frente sin ver que expresión ponía, seguro piensa que estoy loca.

— ¿Todos están bien con sus compañeros? — preguntó el profesor.

Todos y Thomas dijeron que sí al unísono. Lo miré un segundo y seguí tomando apuntes.

Pobre chico no sabe dónde se metió.

La clase terminó y Thomas me pasó su celular. Enarqué una ceja sin entender que quería.

— Agendate, así estamos en contacto.

Lo tomé con un poco de vergüenza, le pase mi celular para que haga lo mismo, no quería que me mande mensajes con la excusa de que guarde su número, no se me da nada bien lo de socializar.

— Em... Avísame cuando quieras que estudiemos o si necesitas ayuda en algo — comentó el chico, tímido, se me hizo raro lo menos que parecía era tímido. Tiene un rostro precioso pero con algo de frialdad en sus ojos. Asentí terminando de guardar mi cuaderno y salí dejando a Thomas atrás.

Llegué a la residencia sin muchas ganas, como andaba últimamente, ya no había ni rastros de esa chica alegre y ocurrente que alguna vez fui.

Entré a mi habitación y vi a una chica de espaldas colgado un póster en la pared, era delgada, de piel clara, con pelo castaño largo. Se giró y me miró con sus ojos color miel. Supongo que es mi compañera.

— Hola — me mostró una gran sonrisa — Soy Alice Pirce.

— Hola, Arya Mongomery. — vi el momento justo en el que su expresión cambió.

— Oh... — murmuró y no sabía cómo seguir la conversación así que me acerqué a mi cama para empezar a sacar mis cosas. — Soy de primer año. — dijo después del silencio incómodo. — ¿Y tú?

— Segundo año de medicina — le respondí sin mucha importancia, comenzando a deshacer la maleta, que dejé tirada en la mañana.

Supongo que noté mis nulas ganas de hablar porque se giró y siguió con lo que hacía antes de que llegara.

Una semana después.

Mi celular vibró en mi escritorio, me acerqué y para mi sorpresa era Thomas, nunca habíamos hablado por mensajes.

Puse los ojos en blanco cuando leí el nombre con el que guardó su número.

— Arya

— CompiThomas. — conteste burlandome

— Ser amigable es lo mio.

— No creo que sea una de tus principales cualidades. — me pareció todo menos amigable, tenía una mirada dura, fría.

— Muy observadora. ¿Quieres comer algo, así hablamos?

Mierda, mierda...

Leí y releí mil veces el mensaje sin decidirme, no quiero volver a ser tan confiada como el año pasado. Aunque Thomas parecía un buen chico hace una semana que cursamos juntos y solo le hablé cuando era estrictamente necesario hacerlo.

— Yo invito. — agregó

Okey, comida gratis este chico sabía comenzar una amistad.

— No puedo resistirme a comer gratis.

— ¡Genial! Te busco en cinco ¿Dónde vives?

— Residencia femenina norte

— Ok

Me tomó un segundo asimilar lo que había hecho.

¡Carajo, que mierda hice!

— ¿Estás bien? — Alice me miraba con cara de preocupación.

— Un compañero de clase me ha invitado a comer y le he dicho que sí.

— ¿Y por eso te has puesto así de pálida?

— No se si estoy lista para estar con un hombre a solas. — me senté frente a ella. No me puedo creer que esté hablando tan cómoda con alguien, Alice me da mucha tranquilidad aunque no nos conocemos nada. Es raro, lo sé.

— ¿Es un plan romántico?

— ¡No!

— Okey, okey no te alteres. — sonrió levantando las manos en señal de rendición. — Si te parece buen chico y te sientes cómoda con él no le veo nada de malo y si ves que es mucha presión me llamas y te rescató.

— Me parece un buen plan. — conteste buscando una campera.

Ahora que tenía un plan de escape estaba más tranquila.

Mi celular vibró. Era un nuevo mensaje de Thomas.

— Estoy afuera.

Cuando salí lo encontré fumando apoyado en un auto negro. Y para qué negarlo era una linda vista, tenía un cuerpo ejercitado sin ser exagerado, pelo negro y ojos azules tan intensos que era casi imporsible no mirarlo. Sonrió de lado mientras me miraba.

— Hola compi Thomas. — sonreí burlona, él rió.

— Arya Mongomery. — sonrió abriendo la puerta del copiloto y rodeo el auto para sentarse frente al volante. — ¿Qué se te antoja comer?

— Mmmm nose ¿Algo grasoso? — dude un instante, él parece ir al gimnasio, no creo que le agrade mi idea.

— Vamos por esas hamburguesas entonces. — me sonrió de lado y no pude evitar sonreírle.

Encendió el auto y comenzó a conducir no se a donde, tampoco quería preguntar, estaba tan nerviosa. Puso música para llenar el silencio.

¡No entres en pánico, no entres en pánico!

Llegamos a una cadena de hamburguesas muy famosas.

Ya en la mesa y con nuestras hamburguesas, empecé a sentirme más cómoda con él, creo que estoy dándole el beneficio de la duda.

— ¿Qué te hizo elegir medicina? — la pregunta me tomó por sorpresa.

— Supongo que me gustan los retos. — me encogí de hombros. — ¿Y a ti?

Me sonrió ampliamente

— Supongo que me gustan los retos. — concluyó. Una risa escapó de mis labios y Thomas me siguió.

— ¡Qué original! — ironice

Después de romper el hielo hablamos de cosas variadas, me contó que trabajó en un restaurante como este, de su relación a distancia, su familia. Yo hablé de mi familia y de cómo peleé para estudiar medicina, lo que pareció sorprenderlo. Admito que no fue nada desagradable como había imaginado que sería.

Podríamos seguir siendo compañeros sin matarnos después de todo.

Tres semanas después.

Mi relación con Alice y Thomas fue mejorando, por suerte se volvieron buenos amigos y un gran apoyo.

Alice fue muy comprensiva con mis constantes pesadillas y no me pidió explicaciones al respecto. Lo agradecí muchísimo.

Hoy tenía que desayunar con Thomas y otros compañeros de curso. Me da un poco de ansiedad pero tengo que ser más sociable, según mi excelente psicóloga que me soporta a distancia porque no quiero contarle mis dramas a alguien nuevo. También lo hacía porque Thomas debe estar aburrido de desayunar siempre solo conmigo.

Terminé de prepararme y me mire al espejo, empecé a amar mi cuerpo no en la medida que lo hacía antes pero de a poco fui aceptando las cicatrices que me quedaron del año pasado. Aunque la mayoría estaban cubiertos por tatuajes, yo sabía exactamente dónde estaban. Me puse en pantalón estrecho mis botas de guerra y una sudadera. Dejé mi melena colorada suelta, hace poco volví a usarla así y me encantaba.

Thomas ya estaba abajo esperando.

— Hola idiota. — dije llegando a su lado con una sonrisa.

— ¿Idiota? — puso una mano en el pecho con una falsa expresión de dolor aunque luego sonrió y me abrazó.

La primera vez que me abrazo para saludarme casi me agarra un ataque de pánico, pero me fui acostumbrando. Y ahora se sentía como algo muy familiar.

Thomas

Llegamos al café, Arya bajó conmigo y entramos entre bromas.

Me encanta su sonrisa más de lo que me gustaría admitir. Nose si es por que Raquel se está portando muy extraña últimamente, pero pasó la mayor parte del tiempo con Arya, la familiaridad con la que nos tratamos me hace sentir tan bien que no puedo evitar abrazarla cada vez que la veo, su perfume dulce me da la calma que necesito para empezar todos los días. Es un gran apoyo para mí, el año pasado no la pase tan bien, hice amistades vacías para no pasar todo el rato solo, pero con ella era distinto.

— Eey — Arya me miraba riendo — ¿Se te apagó el cerebro o que?

— ¿Qué? — ella se rió ruidosamente

— ¡Vamos idiota espabila! allí están tus amigos. — señaló una mesa con tres chicos y efectivamente eran ellos.

Caminamos hasta la mesa donde nos esperaban Luke, Mike y Jack. Los tres se percataron de nuestra presencia y nos miraron aunque enseguida las miradas quedaron sobre Arya. «Los odio». Arya es hermosa y siempre pasa lo mismo en cualquier lugar donde entramos. Ella es pelirroja lo que da un punto extra para que todos la miren, no era delgada y frágil como los estereotipos de belleza dicen que tienen que ser la mujeres, su cuerpo lucía fuerte con curvas marcadas y ojos tan claros que llegaban a parecer blancos si no la mirabas bien, lo que yo claramente hacía por que sabía que en realidad eran grises.

Nuestros compañeros seguían embobados repasando las curvas de mi... de Arya.

¿Mi arya?

Quería arrancarles los ojos, ya me arrepentí de no desayunar solos los dos.

— ¡Vega! — grito Mike sonriendo, yo no podía ni sonreír, me senté sin saludarlos.

Mucho no les importó estaban ocupados desnudando a Arya con los ojos.

Aclaré mi garganta para que el trío baba me prestara atención. — Ella es mi Arya. ¡Mi compañera Arya! — corregí apresuradamente. Arya me miró con una ceja enarcada y sabía que la había cagado, aunque me sorprendió su respuesta y para bien.

— Hola. — dijeron al unísono presentándose y estrechando sus manos

— Hola soy su Arya — contestó sonriendo burlándose de mí.

— Creo que a su novia no le gustaría nada esta presentación — acotó Jack mirándola más de la cuenta.

— No la molestes. — Luke le pegó en la nuca, todos rieron y yo lo miré con agradecimiento,lo último que quería era que Arya se sienta mal, él me guiñó el ojo.

Desayunamos entre bromas y charlas sobre la universidad, Arya se levantó un momento, la miré extrañado, será que estaba incómoda y no me di cuenta, no sería la primera vez que me pasaba mi novia dice que siempre se sentía incomoda con mis amigos por que yo no le prestaba atención, por eso nunca tenía mucho tiempo para verlos últimamente sin que ella me arme drama.

— Voy al baño — me dijo en el oído, su cercanía me hizo perderme por un segundo, hasta que mire a los tres idiotas mirando como Arya se alejaba, está claro que no le miraban el pelo.

— ¿Te la estás tirando? — dijo Mike de pronto.

— No, no solo somos amigos y ella no es de esas. — conteste incómodo no quería que hablen así de ella.

— Pero te gusta — agrego Jack

— Somos amigos nada más, nos llevamos muy bien y tengo novia ¿se acuerdan?

— Si una novia que pasa de ti.— esta vez fue Luke, me quedé en silencio, tenía razón, Raquel estaba pasando de mi desde hace semanas. Cada vez hablábamos menos, aunque me decía que era por los estudios la notaba tenza cada vez que hablábamos y ni hablar de mencionar el sexo, eso era un tema olvidado hace mucho entre nosotros.

«Osea que mi mano derecha volvió a ser mi mejor amiga.»

— Sigue siendo mi novia y no voy a hacer nada con nadie estando con ella, no soy así. — solo recordar las infidelidades de mi madre me da repugnancia hacer algo parecido.

— Pero te gusta, eso es obvio. — mire a Jack entrecerrando los ojos, este sonrió y levantó las manos en signo de rendición.

— Vale, vale tema vetado comprendo.

Arya volvió y todos se quedaron en silencio, genial la verdad unos astros en el arte de disimular.

— Okey, no se pongan tan contentos de que vuelva. — Arya puso los ojos en blanco y se sentó a mi lado.

— Estábamos hablando de chicas y sexo no creo que te guste mucho la charla. — Mike le sonrió como angelito después de decir eso.

— Que raro hombres hablando de mujeres y sexo, me han dejado perpleja. — ironizó y me hizo sonreír.

— Aunque me lo esperaba de ti. — me dijo sonriendo amplia mente. — La cara de pervertido te delata. - Los cinco no aguantamos la risa y nos ganamos muchas miradas molestas.

Y esta se convirtió en nuestras nueva tradición, desayunar los cinco juntos entre bromas e ironías, los chicos fueron acostumbrándose a la belleza de Arya y no la miraban como si se la quisieran comer cada vez que la veían, eso hizo todo más ameno, aunque sospecho que Jack está interesado en ella, lo que no me entusiasma para nada. Pero no me preocupa, a lo largo de este mes Arya demostró que puede manejar bien ella sola al meloso de Jack, aunque no los dejó solos ni locos. 

Olvasás folytatása

You'll Also Like

ALEVOSÍA [+18] LuzK által

Ifjúsági irodalom

4.9M 432K 81
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...
34.6K 1.8K 43
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
261K 15K 51
❝ El Chico De Omegle ❞ El verano de Abi iniciaba y su aburrimiento no se quedaba atrás. Uno de esos días de aburrimirnto, descubre una página nu...
223K 22K 44
Vanessa nunca fue creyente del amor. Elliot jamás creyó que alguien lo pudiera amar. El amor es Gris a los ojos de ambos, gris ante los dos de difere...