La esposa del príncipe | Naru...

By Inari_nun

3.7K 359 830

Descubrir que la esposa que comienza a amar lo engaña sólo es el motivo de su venganza, en esa y sus siguient... More

Capítulo I: Aún no me conoces.
Capítulo II: Aún hay tiempo.
Capítulo III: Aún te cuidaré.
Capítulo IV: Aún no lo acepto.

Prólogo.

1.3K 115 246
By Inari_nun

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Parejas:

• Obihina/Sasuhina.

• ItaIno.

• Shisusaku

Advertencia: Universo alterno.

.

.

.

Guardó silencio cuando llegó al final del pasillo, había seguido a su esposa al verla actuar tan extraño desde la mañana, pensando que se escondía de nuevo para ir a comunicarse con su padre, avanzó con pasos cortos y se detuvo al frente de la puerta de servicio. No entendía porque ella siempre huía si se trataba de un asunto relacionado a su padre o su hermana, e imaginando el peor escenario, (dónde la familia Hyūga tramaba algo en contra de su padre), prefería descubrir de una vez por todas el gran misterio de Hinata.

Su mano descanso en la puerta de la habitación que usaban los empleados para guardar productos de limpieza, que a diferencia de otras puertas, no era lo suficientemente delgada como para dejar ver el interior, aunque sean sólo sombras. La corrió ligeramente, esperando ser silencioso para no ser descubierto, antes de que pudiera echar un vistazo, la voz suave de su esposa erizó su piel. Parecía como si ella se estuviera quejando, aunque no precisamente de dolor, sus gritos ahogados demostraban el placer que sentía. Se avergonzó de escuchar sus gemidos, creyendo entender ahora porque su esposa iba y se escondía en esa habitación. Hinata al igual que él, simplemente era humana, alguien que necesitaba satisfacer sus deseos más escondidos, y como ambos prometieron no exigir al otro un acercamiento íntimo, entendía que ella quisiera intentarlo por cuenta propia.

Dispuesto a no dañar la privacidad de la ojiperla y pensando que era mejor retirarse antes de verla por accidente, el Uchiha tomó de nuevo la puerta para cerrarla con delicadeza. Una vez más sus movimientos se vieron interrumpidos por los ruidos dentro de la habitación, ahora no era su esposa quien gemía, sino alguien de voz ronca. Se congeló en su propio lugar, ella no estaba sola.

—¡Ah!... Si continúa así, yo...— Hinata cubrió su boca, quería reprimir sus gritos para no correr el riesgo de ser descubiertos por alguien. Tenía muchos aliados que le ayudaban a esconder su aventura, pero no por ello se confiaría.

—¿Tú qué?, ¿Vas a terminar para mí, señorita Uchiha?— tomó sus caderas con fuerza y la embistió de nuevo, la pequeña mujer tembló y dobló sus piernas cuando las manos del Uchiha tocaron su punto más sensible.

—¡Sí!, ¡Lo haré!— la azabache tocó con sus manos la fría pared, sintiendo como el cuerpo de su amante se iba acercando tanto a ella que la obligaba a recargarse más sobre la madera. Su cabeza se movió en dirección al techo, arqueó su espalda justo en el instante en que un agradable corriente le recorrió la columna como si se tratara de una brasa caliente.

—¿Te gusta estar gritando aquí mientras tu esposo escribe cartas a su hermano?— Obito apoyó una de sus manos cerca de las de ella, con la otra no dejaba de atender los puntos exactos de la joven, que gemía cada que él encontraba el correcto. No se cansaba de disfrutar de Hinata, no importaba si era una mujer prohibida, no importaba si ella estaba casada con alguien de su familia. Él la había visto primero, y ella siempre correspondió a su amor —¿Disfrutas estar conmigo y no con él?— continuó provocándole, consiguiendo que ella se excite más con su juego.

—Obito-san, por favor...— cerró los ojos, encantada de recibir las calientes caricias del Uchiha, nadie jamás la podría tocar como él lo hacía. Siempre lo amaría, es por eso que desde la primera vez que estuvieron juntos, Hinata se hizo la promesa de que no permitiría que otro hombre la toque. Ella solamente le pertenecía a Obito, así como Obito sólo le pertenecía a ella —Lo prefiero, sólo deseo a Obito-san—

—Estoy en mi límite, Hinata— le susurró cerca del oído, aprovechando ese acercamiento para morder el lóbulo de su oreja y después seguir a su cuello. La joven cubrió su boca por enésima vez, ella también se estaba acercando al cielo.

—Juntos... Quiero hacerlo juntos— y como si los dioses escucharan sus plegarias, pronto sintió como Obito llenaba su interior con una fuerte descarga, ella le siguió segundos después con un grito que el Uchiha cayó con su propia mano.

—Te amo— se recargó un poco sobre ella, todavía sin salir de su interior. Sabía que no debía hacerlo, arriesgaba a Hinata si terminaba dentro de ella, pero la azabache y sus ojos hipnotizantes le hacían perder la cabeza.

—Yo también lo amo— respondió ella de inmediato, su respiración todavía era agitada, al igual que los latidos de su corazón —Nosotros— se corrigió.

—¿Nosotros?— repitió confundido, debido a ello se separó muy en contra de su voluntad, su miembro seguía erecto, señal de que necesitaría una ronda más con su pequeña ojiperla antes de partir a la misión que le encomendó su padre. Serían meses sin verla, así que ambos quisieron despedirse y amarse todo lo que no podrían en ese tiempo.

Hinata se dió la vuelta, acomodando un poco su ropa y evitando ver hacia abajo, no quería que la anatomía perfecta de su amante sea una distracción —Nosotros— colocó una mano sobre su vientre, y fue entonces que el rostro de Obito se iluminó.

—¿Estás embarazada?— su gran emoción fue suficiente para alejar cada temor de Hinata, Obito estaba feliz al saber que su amada esperaba un hijo suyo.

—El médico de Ino lo confirmó, mis síntomas concuerdan a la perfección— sin que Hinata lo espere, Obito se inclinó hacia ella para besarla, arrinconando su cuerpo de nuevo en la pared, tocando su cintura y sus muslos. Pronto comprendió que de nuevo quería tomarla.

—Escapemos juntos, ve a mi hogar con el pretexto de cuidar de Sakura. Quédate con Shisui y ella hasta que yo regrese— le pidió Obito sin apartarse de ella, sostenía sus mejillas con delicadeza y sonreía igual que el primer día que se vieron. Cuando Hinata lo enamoró diciendo que su sonrisa brillaba más que el sol, el comienzo de su amistad fue lindo, y el romance que le siguió tenía sus complicaciones, pero eso no impedía que buscaran ser felices a lado del otro.

—¿En serio escaparemos?— los ojos de Hinata se abrieron más de lo normal, admitía que si decía que iría al castillo de Madara para poder cuidar de la prometida de Shisui, nadie sospecharía de ella. Sakura siempre fue su amiga, era natural que quisiera apoyarla ahora que la Haruno enfermó por culpa de un intento de envenenamiento. Hinata ya había pedido antes ir con Sakura, y nadie en la familia de su esposo se opuso a ello.

—Sí, lo haremos. No puedo faltar a la misión que me encomendó mi padre, pero cuando regrese ya tendré un plan para irnos— le prometió Obito al mismo tiempo que depositaba un suave beso sobre sus labios, ella lo abrazó entusiasmada. Por fin podrían ser felices, ya no debería fingir estar enamorada de otro que no era Obito. El Uchiha acarició su cabeza y sonrió, sabía sin necesidad de escucharlo de parte de ella, Hinata aceptaba huir con él.

—Te estaremos esperando, por favor, regresa pronto— le suplicó Hinata aferrándose a su cuerpo, no deseaba que Obito partiera a una misión tan peligrosa, pero estaba dispuesta a esperarlo y rezar todos los días por su seguridad.

—Te lo prometo— besó la coronilla de su cabeza, rodeando más a Hinata sin importarle estar medio desnudo. Cuando Hinata sintió el bulto que presionaba su muslo, se sonrojó y mordió el labio, de nuevo su deseo de estar juntos crecía.

La puerta se cerró sin que alguno de los dos notara que alguien los veía, ajenos a lo que sucedió, Obito y Hinata se preparaban para entregarse al amor y la pasión en un juego sumamente peligroso, del otro lado de la puerta, el menor de los Uchiha caminaba hacia su habitación y limpiaba sus lágrimas de amargura. Nunca esperó que Hinata lo engañe precisamente con Obito, menos cuando él comenzaba a enamorarse de los pequeños momentos que pasaban juntos. Ella ganó su corazón, no era justo que lo lastime de esa forma.

—Esa pequeña traidora lo pagará— apretó sus manos hasta que las uñas de sus dedos se clavaron en sus palmas, ambos se iban a arrepentir del día que decidieron burlarse de él.

.

.

.

Notas de la historia:

• Puede contener errores ortográficos.

• Disculpen por estar inactiva,tomen este pequeño prólogo como compensación 🙇🏻‍♀️ la siguiente historia que actualizaré es "El ángel de los Uchiha", todavía me falta editar pero espero tenerla lista pronto :'3

• Creo que es obvio quien es el esposo de Hinata, ¿No? xd 
Pregunta, ¿Imaginan como fue que terminaron así?

• Esta historia será una mezcla de presente/pasado, con la sinópsis imagino que se pueden dar una idea. La intención es crear capítulos cortos, ojalá que sí me quede.

• Espacio para dejar sus teorías aquí 👇

Dejen sus votos y comentarios 💖

Nos leemos en la próxima actualización 👀❣️

Continue Reading

You'll Also Like

3.8M 518K 49
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...
475K 48.6K 122
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
329K 22.3K 94
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
62.9K 5.3K 33
¿Qué es lo que ocurre cuando nada es recíproco en tu relación?