Llego el fin de semana, el día se tornaba muy hermoso, los pajaritos cantaban en la ventana de mi habitación y los arboles se mecían al son del viento.
Me levante de mi cama inmediatamente para asomarme a la ventana y saludar a la hermosa naturaleza, la brisa golpeaba mi cara suavemente. Es hermoso vivir en un día como este, no quiero decir que los días lluviosos sean malos, por el contrario ¡adoro los días lluviosos! Pero esté es mi favorito.
Me preparo un café y me siento en el sillón de papá, agarro mi móvil para revisar si tenia algún mensaje de Mat pero por el contrario encontré mil mensajes de Tebi y cinco llamadas perdidas .
¡Hola, Susan!.
¡Es hoy!. La fiesta de Helen.
Quiero que vengas a mi casa, necesito que me ayudes a escoger algún traje perfecto para la ocasión, apenas leas
este mensaje ¡VEN INMEDIATAMENTE!
Pd: Te tengo desayuno.
Pd2: ¿Crees que debería llevar
condones?. Ok ya, Susan te espero antes de las 10, no me hagas ir hasta tu casa
por ti.
Volteo mis ojos.
Y así como diría Mat “que fastidio”.
Tecleo en mi móvil:
Eres un idiota Tebi, tienes suerte que me
darás desayuno.
Bien, dame cinco minutos.
Dejo mi móvil en la mesita y subo a mi habitación para arreglarme un poco.
¡Vaya Susan! eres mas ojeras que persona. No sé como Mat se fijo en mí… ni hablar de mi frentesota, ¡oh por los dioses! Apesto.
Lavo mi cara, cepillo mis dientes y me pongo unos shorts y una camiseta y salgo a casa de Tebi.
Voy a golpear la puerta cuando inmediatamente la puerta se abre para ver a Tebi con una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Susan! —dice Tebi abrazándome fuertemente.
—Me… vas ahogar —hablo con dificultad.
Tebi me suelta inmediatamente —¡Oh, lo siento Susan!. Sigue, mi madre esta terminando de preparar el desayuno, le dije que vendrías así que preparo tacos, sabe que te gustan.
Sonrió —Tu madre si es cool.
—¡Susan!, bienvenida cariño —dice la mamá de Tebi asomandose desde la cocina.
—Señora Reyes, muchas gracias, ¿Cómo esta?.
—Muy bien querida, ¿cómo estas tú Susan?.
Sabia a lo que se refería la señora Reyes.
—Bien, me siento muy bien.
—Eso es bueno cariño. Bien, el desayuno esta listo, Tebi ven ayúdame a pasar a la mesa, Susan cariño, ve siéntate no te preocupes, Tebi y yo llevaremos todo a la mesa.
La señora Reyes hacia unos tacos exquisitos, para mi eran los mejores tacos del mundo y disfrutaba desayunando en su casa.
—Bien chicos, buen provecho, yo los tengo que dejar debo ir al trabajo. Susan, Tebi me conto de la fiesta que irán hoy, por favor, te lo recomiendo, que no haga alguna locura, que no tenga que ir luego a pagar algún vidrio roto.
—¡Mamá!.
Rio —No se preocupe señora Aby, pero ya sabe como es de terco su hijo.
—Lo sé, es igual de terco a su padre. Bien adiós chicos, cuídense mucho.
—Adiós señora Aby.
Terminamos el exquisito desayuno y Tebi rápidamente me arrastra hasta su habitación.
—Hey Teb, no seas tan apresurado.
—Lo siento Susan, es que estoy algo emocionado y nervioso. Ya sabes, Helen es la niña que me gusta desde la primaria y… que me haya invitado a su fiesta es un gran avance.
—Bien, si tú no dices.
—Por supuesto que si, en fin —Tebi abre su closet y comienza a sacar ropa y a tirarla en su cama—. Cúal crees que deba ser el traje adecuado para llevar, tal vez este, o este, ¿tú que dices, Susan?, ¿crees que este me haga ver sensual? O como crees que debería verme.
—Tebi, tú no tienes que aparentar verte diferente, solo… sé tú mismo.
Tebi levanta una ceja —Hoy es mi día, tengo que verme muy guapo.
Después de unas horas Tebi eligió su ropa “adecuada”.
Eran las 12:00 del medio día, Tebi y yo nos distrajimos jugando un juego de mesa, Mat me había llamado para decirme que pasaría por Teb y yo en la noche.
—¿Y cómo vas con Mat? —pregunta Tebi de un momento a otro.
Doy un suspiro dramatico recordando la noche en que estuvimos en su lugar favorito —Yo diría que muy bien.
—¿Y qué tal? —Tebi me ve espectante.
—¿Que tal qué?.
—Ya sabes... el sexo ¿te gusto?. Oh por supuesto que si, imagino que cogen como televisor viejo.
—¡Tebi! —me sonrojo.
—¡Qué!, es normal, el sexo no es tabú.
Lo veo seria un rato para luego soltar una carcajada.
—Tebi, lo hace increible, me hace sentir en las estrellas... —suspiro.
Tebi abre sus ojos —Vaya, entonces Mat es un experto en sexo. Quíen lo diría, el chico al que llamabas 'amarguras' tan callado y tan serio e irritante, fuera todo un maestro en el sexo —rie.
Despues de un rato chismeando con Tebie me dirijo a mi casa, al abrir la puerta encuentro a Edwar sentado en el sillón de papá con unos papeles en su mano.
Sus ojos encuentran los mios —Hola, Susan. Estuve revisando los correos y hay uno de la Universidad de Toronto —dice Edwar algo emocionado.
Hace unos días atras había pasado mi solicitud para entrar a la Universidad de Toronto y no podía creer que habían respodido tan pronto.
Abro mis ojos —Dejame ver.
Edwar me pasa el sobre para que yo lo abra.
Comienzo a leer para mis adentro y mis ojos se abren llenos de sorpresa y emoción.
—¿Qué dice? —pregunta Edwar espectante.
Le doy una sonrisa a Edwar —¡Dice que fui becada para la Universidad de Toronto!.
—¡Susan! —grita mi hermano de emoción. Me alegro mucho por ti.
Mis lagrimas comienzan asomar —Fui becada... —una sonrisa aparece en mis labios.
Subo a mi habitación y me tiro a mi cama.
Iré a la universidad el año que entra y eso es bueno pero a la vez siento algo de pánico, tendré que convivir con nuevas personas, no será igual que la escuela, ¿y si no hago amigos?, ¿o si los chicos de allí son mas molestos?. En fin, no pensare eso y me enfocaré en mis estudios, y en seguir escribiendo.
Volteo a ver a Pupi que da vueltas alrededor de la jaula.
—Pupi, pronto nos iremos de aquí a comenzar una nueva vida.
Abro la jaula para sacar a Pupi.
—Lograré adaptarme a la ciudad, en las vacaciones vendremos a visitar a mamá, si estamos juntos podré soportar la ausencia de las personas que queremos. He iremos a donde sea que el destino nos lleve.
***
La tarde pasa rápidamente, después de hablar un buen rato con Mat por Cam y platicar sobre la fiesta de esta noche y sobre el correo de la Universidad, me dirijo a buscar mi vestuario para esta noche, Mat llegaba en una hora y quería estar lista antes de tiempo.
Busco entre mi closet algo adecuado para ponerme. Mientras reviso veo entre mi ropa el hermoso vestido rosa que papá me había regalado en el ultimo cumpleaños que pasé con él. Le echo un vistazo y mis ojos se cristalizan al recuerdo de esa vez.
—¡Feliz cumpleaños Susan! —dice mi padre entrando en mi habitación con globos y en su mano una caja adornada.
—¡Papá! —salto de la cama rápidamente y le doy un abrazo.
Papá sonríe —Feliz cumpleaños a ti mi pequeña Susan.
—¿Cómo amanece la cumpleañera? —dice Edwar entrando por la puerta y sonriendo con un pastel en sus manos.
Mamá aparece después.
—Creo que la cumpleañera amaneció más radiante el día de hoy —dice mamá con una sonrisa.
—¡Oh me siento muy feliz y emocionada, me tomaron por sorpresa y me encantan las sorpresas!.
—Controla tus emociones, Susan —dice mi madre.
—Toma Susan, abre tu regalo —dice mi padre sonriente.
Tomo la cajita adornada con hermosas cintas y la abro delicadamente. Mis ojos se abren al ver un hermoso vestido rosa, lo saco para admirarlo mejor. Es el vestido más precioso que mis ojos han visto. Era un vestido con un hermoso velo encima, con muchas flores estampadas a sus lados y una cinta rosa en la cintura, era muy hermoso, era un vestido hecho para una princesa.
Agarro el vestido y le echo un vistazo. Decido llevarlo puesto el día de hoy. Después de que papá falleció no lo había usado desde entonces.
Estando ya lista bajo rápidamente, pensé que Edwar seguía en su habitación pero lo encuentro sentado en el sillón de papá viendo una película, al verme sus ojos se abren y veo como sonríe lentamente.
—Hacia ratos que no te veía con ese vestido, te ves muy bonita hermana.
—Oh, gracias Edwar —me sonrojo.
Alguien golpea la puerta y corro rápidamente sabiendo quien es.
—¡Mat!, ¡hola!.
Mat me ve de arriba abajo y luego me da una gran sonrisa mostrando sus perfectos dientes y sus preciosos hoyuelos.
—¡Woh, Susan!, te ves hermosa, claro que lo eres pero te ves aún mas hermosa.
Noto un pequeño sonrojo en sus mejillas.
Le doy un beso.
—Ustedes son tan cursis —dice Edwar viendo la escena.
Mat sonríe de lado.
Que excitante.
—La cursilería es un fastidio pero a veces toca serlo con tu chica.
—Claro —dice Edwar sonriendo—. Ahora… —Edwar se pone de pie y se aproxima—, eres el responsable de mi hermana, tráela a casa antes de las 12.
Mat asiente.
Pasamos al frente a la casa de Tebi, después de tocar cinco veces la puerta Tebi abre.
Su gran sonrisa de oreja a oreja nos recibe, Mat y yo lo vemos de arriba abajo, lleva puesto un pantalón rosado y una camisa de mangas de color blanca y unos zapatos negros de punta.
Mat y yo volteamos a vernos para luego soltar una carcajada.
Tebi frunce el ceño.
—¿Qué es lo gracioso?, tú Mat, te da envidia que llevo un outfit mejor que el tuyo tan simple.
—Tebi ¿es en serio?, esa no era la que habías elegido, esa ropa se te ve ridícula —digo controlando mi risa.
—Viejo, ¿de que época eres? —dice Mat.
—Escuche que a Helen le gustan los chicos que se visten como en los 90', así que decidí cambiar mi outfit a ultimo momento.
—Tebi, tu ultima neurona se te daño ¿verdad? —digo.
—Bueno en vez de criticar mi elegante prenda, deberíamos irnos ya.
Despues de un buen trayecto llegamos a la que se podría llamar Mansión. Habían varios autos aparcados y muchas personas entrando a la casa de Helen. A Tebi y a mi no nos sorprendía mucho el lugar tan grande y súper fino que era el hogar de Helen, la casa de sus padres era igual o mas grande que esta, pero Mat estaba boquiabierto y sus ojos muy abiertos viendo el lugar.
—No me jodan, ¿en esta inmensa casa vive solo una chica? —dice Mat sorprendido y dudoso.
Tebi y yo nos reímos.
—Claro, al fin de cuentas es Helen Bustamante, la chica más adinerada de este pueblo —digo.
Salimos del auto y comenzamos a caminar hacia la entrada. Había allí un hermoso jardín con una fuente hermosa y muchos pinos con luces alrededor. Habían varios chicos aquí afuera, bebiendo, riendo y otros revolcándosen en el césped. Al entrar a la casa, habían muchas personas por todas partes, a pesar de ser tan inmensa la casa se veía pequeña con tanta gente dentro.
—Chicos, ¿y si incendiamos ente lugar y nos vamos? —digo mientras veo alrededor.
Mat y Tebi se voltean a ver confundidos.
—Es broma —digo al rato.
—¡Hola chicos!, bienvenidos a mi house —dice Helen con una enorme sonrisa—. Siéntanse como en su casa, pueden beber, en la cocina hay trago, comida, refrescos, golosinas, en fin... lo que quieran —vuelve a sonreir.
La música estaba muy alta por lo tanto Helen hablo casi gritando.
—Helen, esta muy hermosa tu casa y… tú también estas… —dice Tebi sin poder terminar de hablar.
—Lo sé, mi papi compro esta casa para mí porque quiere tenerme cerca de él, aunque sabe que no pienso quedarme a vivir para siempre en este mugroso pueblo, después de navidad pienso irme para Grecia a seguir con mi modelaje, aquí solo vendré en vacaciones.
—Bien planeado —dice Mat.
Volteo a verlo y Mat me hace un gesto de “¿qué?”.
Helen le da una sonrisa picara.
Helen desaparece de nuestra vista y Mat, Tebi y yo seguimos adentrándonos hasta llegar a una alberca donde habían muchas personas bebiendo alcohol, otros fumando y otros metidos en la alberca bailando y bebiendo. Dirigí mi vista hacia un grupo de chicos en la parte del fondo, allí vi a Kein, el chico más popular de la escuela y el mas guapo según la mayoría de las chicas que chorrean la baba por él. Kein es adorado por las chicas, no esta mal, es un chico que mide casi dos metros, su cabello es muy crespo y rubio, sus ojos son tan azules como el cielo, su nariz es muy perfecta, tiene en su labio inferior una perforación y su tés es tan blanca como el papel. En mi opinión no es la gran cosa, es un cabeza hueca, en la primaria me obligaba hacerle sus trabajos, siempre se burlaba de mi frente junto con Helen. Una vez en la cancha de deporte recibí un balonazo en mi cara de parte de él (después se disculpo hipócritamente delante del profesor diciendo que había sido sin querer, ¡perro!). En fin, ese es Kein Mendez.
—Bien chicos, creo que iré por un trago y recorreré esta mansión —dice Tebi con una sonrisa picara.
—Si vas a tener sexo usa protección niñito —dice Mat con una pequeña sonrisa.
Tebi le da una sonrisa de lado y desaparece de nuestra vista.
—Sabia que esta fiesta seria aburrida —digo cruzando mis brazos. Las fiestas no son lo mio.
—Todas las fiestas son aburridas, lo único bueno de las fiestas es la comida —dice Mat agarrando un plato lleno de papitas que había en una de las mesas.
—En eso coincido contigo bebi —le doy un beso y luego lo abrazo fuertemente.
Mat me ve por un tiempo para luego hablar.
—Es impresionante como puedes llegar a amar a alguien en tan poco tiempo.
Mis ojos se encuentran con los de él.
—Desde cuando lo empezaste a sentir.
—Desde el primer día que te vi entrar a la cafetería de mi abuelo.
Frunzo el ceño en confusión.
—¿Pero me odiabas en ese entonces?.
—Eso creía yo, pero mi corazón decía lo contrario, no quería sentir nada por ti, y luchaba contra eso, por eso me comportaba así, pero al final gano el corazón, y aquí estamos Susan Gonzales, estando en lo que mas me fastidiaba... en una relación.
Sonrió —Te amo para siempre Mat.
Mat iba hablar pero una voz masculina lo interrumpió.
—¡Hey!, ¡Susan!.
¡¿Y este men que hace aquí saludándome?!
—Kein, hola —digo sin muchas ganas.
Mat pone cara de confusión.
Kein voltea a ver a Mat.
—Hola viejo, que tal soy Kein, amigo de escuela de Susan.
¿Amigo? ¿Desde cuando somos amigos?.
Mat alza una ceja —Soy Mat.
—Hacia ratos no te veía Susan, estas… —Kein me observa de arriaba bajo- cambiada.
Ok, esto se siente raro.
—Ah… de acuerdo Kein, un gusto saludarte pero debo volver con mi novio y mi amigo que esta por alguna parte, bay.
Kein sonríe y muerde su labio inferior.
—Nos vemos luego —dice Kein susurrando a mi oído.
¿Qué diablos le pasa a Kein?, ¿desde cuando me habla de esa manera tan… no sé, ¿sexy?
Kein desaparece, volteo a ver a Mat, tiene sus brazos cruzados y al verme levanta una ceja.
—Por lo visto tienes mas amigos aparte de Tebi.
—¿Qué?, claro que no, no sé porque Kein dijo que era su amiga, nunca lo fuimos.
—Pues el chico lo dijo con mucha seguridad.
¿Esta celoso?
—Es un tarado, en la primaria me trataba como una basura, ¿Cómo vas a creer que una persona como Kein pueda ser mi amigo?.
—¿En serio?.
—Por supuesto, hasta se burlaba de mi frente junto con Helen —digo apenada.
Mat sonríe —No debes sentirte avergonzada de tu frente, a mi me gusta, puedo darte muchos besos ahí.
Rio —¡Hey! es en serio —cruzo mis brazos—. Como puedes decir que te gusta mi frente... ¿recuerdas cuando te pegue en tus partes por burlarte de mi frente?.
Mat rie —Lo recuerdo muy bien, ese dia me hiciste ver el diablo.
—Tú te lo buscaste —digo a la defensiva.
—Lo sé y me arrepiento haberte llamado así, pero es mi forma de enamorar.
Levanto una ceja —¿Tú forma de enamorarme es burlandote de mi frente?
Mat alza sus hombros —Y lo logre... en fin es la verdad, a demás aún y con tu frentesota eres hermosa.
—No pues, gracias por lo de “frentesota” que ánimos en serio.
Mat me regala una sonrisa para luego acariciar mi mejilla con su mano suavemente —Te amo aún y con tu frente.
Río.
—Creo que debemos ir a buscar a Tebi —digo viendo de un lado a otro.
—Ve buscándolo tú, yo iré a buscar un baño y te alcanzo ¿va?.
—Va.
Mat me da un beso y desaparece de entre la gente.
Doy un fuerte suspiro y voy en busca de Tebi, no me imagino lo que este haciendo, en que términos lo encontraría.
Busque en la cocina, en la sala de estar, en unos pasillos, hasta varias habitaciones pero por ningún lado estaba.
Al finalizar mi buscada, agarre la punta de mi cabello para enrollarlo en mi dedo. Me puse a pensar en donde mas podría estar Tebi, así que se me ocurrió que en esta súper casa habría una terraza, camine rápidamente en busca de algunas escaleras que diera a la terraza. Frene en seco al ver una puerta entre abierta, la abrí y efectivamente habían escaleras, comencé a subir y al llegar arriba el aire frio golpeo mi cara. Junte mis brazos para protegerme del frio y camine hacia al frente, me angustie un poco al ver allí a Tebi sentado en el borde de la terraza, me acerque hacia él y posé mi mano sobre su hombro.
Tebi se sobresalto un poco —¡Susan!, ¿qué haces aquí?.
Tebi trae en su mano una botella de Whisky en su mano.
—Lo mismo te pregunto a ti, Tebi. ¿Qué haces en este lugar y sentado aquí? Es peligroso, mira nada mas la altura por Dios.
Tebi inclina su cabeza —No me regañes ahora Susan, estoy bien, solo… déjame disfrutar de la brisa.
—De acuerdo pero, levántate de ahí Tebi. Es peligroso, además estas bebiendo y podrías…
Tebi agarra mi brazo.
—Entonces acompáñame, esta noche necesito a mi mejor amiga.
Tebi esta muy raro y sé que paso algo con Helen, así que no pude evitar preguntarle.
—¿Paso algo con Helen?.
Tebi hace un gesto para que me siente y obedezco.
Tebi da un suspiro —Helen, mi chica inalcanzable. Tenias razón Susan, Helen nunca va a querer ser mi novia.
Noto algo de tristeza en sus ojos y hace que se me arrugue mi corazón.
—Oh Tebi, te lo dije, ahora tu corazón esta en el borde de la tristeza y desesperación.
—Y en el borde del abismo —Tebi mira hacia abajo.
Rio —Literal.
—Pero me siento feliz por ti, Susan. Tienes un chico que te ama.
—Si, y no sabes lo tranquila y segura que me siento cuando estoy con Mat.
Allí me quedé un buen rato con Tebi, acompañandolo en su dolor, mis mejillas y nariz ya se estaban poniendo rojas y el frio se apoderaba de mi. Me pongo de pie y Tebi voltea a verme.
—Debemos volver y buscar a Mat.
—De acuerdo, salgamos de aquí.
Bajamos de la terraza y una vez estando abajo comenzamos a buscar a Mat.
Agarro mi móvil y trato de marcarle pero se va a buzón.
—¡Carajo! —digo al colgar el teléfono.
—Tranquila Susan, de seguro se quedo dormido en algún rincón de esta mansión.
—Mat no estaba tomando. Sigamos buscando.
—Yo iré al auto, los espero allí.
—¿No me ayudaras a buscarlo?.
-No me siento en las mejores condiciones y siento ganas de vomi... —Tebi vómita al lado de unas escaleras.
Hago una mueca de asco —De acuerdo solo... quedate en el auto de Mat.
Continuo mi búsqueda. Que locura, hace poco corría buscando a Tebi y ahora a Mat, Dios mío ¿por que los hombres son así?. Mientras camino preguntando a uno y a otro por Mat, llego a un pasillo donde escucho murmullos, trato de concentrarme en el sonido pero la música me lo impide. Me dirijo hacia el fondo y rápidamente volteo a ver hacia una pequeña sala de estar. No podía creer lo que estaba viendo, esto no podía estar pasando de verdad.
Helen se encontraba sentada de espalda encima de las piernas de Mat. Me encontraba en shock, no podía moverme, mi boca se encontraba abierta, una lagrima salió de mi ojo derecho. Helen voltea a verme y me da una sonrisa de satisfacción, Mat asoma su cabeza por un lado, sus ojos se veían desorientados.
—Susan– dice Mat con voz cansada.
No sabia qué hacer, mi corazón estaba inundado de dolor y decepción.
—Me acabas de romper el corazón, Matias —digo con lagrimas en mis ojos.
Mat se sobresalta —Susan, espera, no te vayas… yo no me siento bie...
—Tal vez el “Para siempre” es solo una ilusión.
Sin dejar que Mat hablara, Salí rápidamente de aquel lugar, con mis ojos inundados de lagrimas camine hasta llegar al auto Mat donde se encontraba Tebi viéndome con los ojos cansados.
—¡Susan!, ¿qué te pasa?, ¿y Mat?.
—Tebi, salgamos de aquí, no quiero estar aquí – dije entre lagrimas.
—¿Pero qué paso?.
Veo a Tebi a los ojos y no puedo aguantar, lo abrazo fuertemente y comienzo a llorar amargamente.
Le cuento a Tebi lo que había pasado, después de salir de aquel lugar he irnos caminando hasta llegar a la avenida, Tebi no podía creerlo.
—Hey, tranquila Susan, hablaras bien de esto mañana con él, seguro tendrá una explicación.
Volteo a ver a Tebi en confusión.
—¿Tú de qué lado estas?, ¡acabo de decirte lo que vi con mis propios ojos, no lo estoy inventando Tebi!.
—Cálmate Susan, por supuesto que estoy de tu lado, eres mi amiga pero recuerda que Mat también es mi amigo y estoy seguro que Mat te dará una explicación sobre todo esto, deja que te de una explicación, es lo mínimo que mereces. Tú y yo sabemos como es Helen...
Mis ojos vuelven a inundarsen de lagrimas.
—No puedo quitarme de la cabeza a Helen encima de Mat y…
Tebi me interrumpe.
—Hey, ven aquí, tranquila Susan ya veras que todo esto se arreglara.
Tebi me abraza, seguimos allí parados hasta que paso un taxi y nos subimos.
Llegamos a mi casa, Tebi me acompaño hasta mi habitación, no quería irse hasta no verme dormida, asentí y recosté mi cabeza sobre sus piernas para luego entrar en un profundo sueño.