Ocho horas ¿Para Qué?
Dime, ¿Que Recibo?.
-Kenny Loggins
Finn
Jugaba con las llaves de la casa entre mis manos, los minutos pasaban como si fuesen años.
Ya empezaba diciembre, la época que todo mundo adora, pero para mi, era la mas detestable y molesta de todo el año.
El tener que comprar la decoración de la casa, los regalos, las cosas navideñas, galletas de jengibre, bastones de caramelo, el delicioso vino espumoso, chocolate caliente, el convivir con la familia, las cenas, los villancicos, la nieve que se queda atascada en la entrada de tu casa, el frío, tiendas llenas con precios altísimos, y el amor en el aire.
Pero sobre todo, mi cumpleaños.
Nos reuniríamos Nick, Quincy, Jaeden, Chosen, Jack y yo, La banda llegaría allá, porque necesitaríamos ensañar, le tocaría un par de canciones a Sadie.
Estábamos a tan solo unos cuantos días de la pedida de mano de Sadie y no sabía cómo rayos lo haría en tan poco tiempo, ya llevábamos casi cinco días seguidos yendo a tiendas para comprar las cosas básicas, los vasos, los globos, snacks, serpentinas entre otras cosas.
Simplemente el organizar todo para ver cómo montaríamos el lugar, pero ahora faltaba lo más importante, el decorarlo.
Música, comida, decoración, los amigos, le haría la bienvenida perfecta a Sadie a Canadá, había invitado a varias de sus buenas amigas, las Levy y la que se hace llamar su mejor amiga, la famosa Chiara Aurelia.
Días atrás, habíamos hablado por teléfono, "le haces algo a Sades y te quedas sin hijos" me había amenazado, gracias Chiara, supongo que no tendrás sobrinos, imagino que Sadie ya le hablo de mi, tal vez por eso me dijo eso.
Pero dulcemente acepto a venir para darle la sorpresa de que estará un día entero con mi Sadie.
Mi plan era que estuviera todo el día distrayéndola para que no pudiera descubrir todo lo que le estaba organizando.
Aparte de las Amenazas y discusiones con Ella, sabía que era la persona que más conocía a Sadie en todo el mundo después de Mitchell, entonces le hice la pregunta más importante, ¿Cual sería un día perfecto para Sadie?
1.- El punto número uno en hacer en la lista era que Richard pasaría por todas las chicas en la limusina para llevarlas al Spa más caro de todo Vancouver.
Quería que Sadie conociera más personas, y este sería el día perfecto para presentarles a todas las novias de mis amigos, y claro está que Millie y Sophia también estarían incluidas.
A pesar de que ya se hayan conocido en la escuela, solo habían intercambiado un Par de palabras, quería que Sadie pensara que este lugar no era tan malo, y que no todas las chicas serían malas con ella, que mejor que las levy y Chiara la acompañarán en este día para darle ánimos.
2.- Después de esa placentera y emocionante ida al Spa, todas ya tendrían la manicura y el cabello arreglado, que mejor que rematar en el "Sunset Grill" el restaurante favorito de Sadie, ya que era vegano, comerían y estarían charlando un largo rato hasta llenarse, el volver a ver a sus amigas después de un buen rato de no verlas, sería emocionante para ella, quería que se sintiera lo más feliz y cómoda del mundo, quiero que sea Perfecto.
3.- tercera parada, el centro comercial, le daría a Sadie una tarjeta de Crédito para que pudiese gastar en todo lo que ella quiera, básicamente ese día era suyo, quería que lo disfrutara al máximo y que se comprara algo lindo.
4.- Después de haberse comprado cientas y cientas de cosas, llegaría lo segundo más emocionante, el arreglarse, quería que se pusiera más hermosa de lo que ya está, pero creo que eso no se va a poder, porque para mi, ella siempre es la chica más bonita de todo el mundo.
5.- La pedida, ella llegaría al lugar sabiendo que solo es una fiesta de bienvenida, estarían ahí todos mis amigos y sus amigos, quería que esta noche fuera la mejor de su vida.
Pero lo más emocionante de esto, es que no sería una pedida como cualquier otra, si no que sería la gran fiesta del año, una fiesta con temática, cada invitado tenía que venirse disfrazado de algún personaje de su película favorita, si no estaban disfrazados no podrían entrar.
Es por esto que la zanahoria no sospecharía, ya que solo pensaría que sería una fiesta de bienvenida y nada más.
Claro estaba que yo ya había hecho mi investigación y descubrí más acerca de Sadie, ya sabía muchas de sus cosas favoritas, pero no me bastaba el saber que le fascinaba Star Wars y que Amaba las hamburguesas de Lentejas.
Tenía que obtener más información, soy sumamente perfeccionista y obsesivo, no quería que hubiera alguna imperfección en este día, quiero que lo recuerde como uno de los mejores de su vida.
Ya sabía cuál era su comida favorita, su lugar preferido, su tienda de ropa favorita, su bebida, su película, su pasatiempo, su libro preferido, su canción y banda favorita, inclusive cantante.
Sabía todo a la perfección de ella, La cosa más mínima lo sabía, Ya era todo un Socrates con la filosofía, un Shakespeare con las novelas, Un Einstein con la ciencia, Un Lincoln con la política, Spielberg con las películas, o tal vez solo era un loco obsesionado stalker que se veía haciendo estupideces para saber más acerca de La Niña que le gustaba, yo me daría miedo.
Y durante esta búsqueda, logré saber que una de sus películas favoritas era "el hombre manos de tijeras", ese sería el disfraz Perfecto para mi pelirroja y para mi, ella seria la Kim de mi Edward.
Había comprado un bonito vestido blanco como lo porta Winona Ryder en el filme, tendría su cabello de fuego suelto y simplemente se vería hermosa.
Mi disfraz no era para nada cómodo, estaba demasiado ajustado y debía de ponerme unas cuchillas que hacían semejanza a unas tijeras.
No entiendo cómo Johnny Depp pudo ponerse algo tan incomodo, pero haría todo lo posible para que le diéramos vida a los personajes tal y como ellos lo hicieron en la película, haría todo por verla feliz.
-Comida lista, lugar Listo, decoración Listo, invitados Listo, Música... ¡Más que lista! Tienen al mejor Dj del mundo, o sea yo.
Pero me preocupa algo Finn... me falta el novio, creo que habías dicho que Wyatt seria, ¿no?.- dijo Quincy acercándose a mi mientras tachaba cosas en su pequeña Lista, reí falsamente ante su comentario sarcástico y le arrebaté la libreta.
-Cállate Don comedias y ve por Nick, tenemos que estar ahí en menos de media hora.- tache la parte donde decía que faltaba el Novio.
-Mi pequeño Finnjamin ya creció, ya eres todo un señor amargado amigo mío, parece que fue ayer cuando yo apenas cumplía los 5 años y te llevaron a mi casa para que te conociera, si que eras un bebé lindo, pero veo que te descompusiste, que tragedia.- negaba y hacía como si se secará una lagrima. Rodeé los ojos y abroché mi cinturón de seguridad, Nick manejaría hasta el lugar.
Después de las peleas tontas de mi hermano y Quincy, habíamos llegado, Trague saliva, estaba nervioso, no había tenido el tiempo de percatarme que cada día más se acercaba el día de la boda, y el ver el lugar donde se haría oficial el compromiso, me daba escalofríos.
Un ruido me distrajo de mis pensamientos, Escuché unos leves golpecitos en la cajuela indicando que la abrieran, era Chosen.
El nos ayudaría a cargar todas las pesadas cajas de la decoración, lo salude por la ventana y abrí la cajuela.
Mire al frente y ahí estaban todos los chicos, Ayla se encontraba probado los instrumentos, mientras Malcolm y Jack jugaban con los micrófonos como si fuesen espadas.
Toque la bocina del coche y miraron hacia donde estaba el auto, se percataron de que había llegado, sin dudarlo, corrieron hasta la Jepp de Nick para poder darme un fuerte abrazo.
-¡Sal de ahi tonto! Queremos darte un abrazo, aunque no lo creas te extrañamos.- dijo Jack dándole leves golpecitos a la ventana del auto, desabroche mi cinturón riendo, y salí corriendo del coche para poder abrazar a mis amigos.
-Tienes que contarme muchas cosas Finnanzas.- era Malcolm mientras se ajustaba sus anteojos, asentí nervioso y nos fuimos abrazados los tres hacia una de las tantas mesas que había en el lugar de la fiesta para Sadie.
****
-Entonces, me estás diciendo que rompiste con la Iris, Iris Apatow, el amor de tu vida.
Te fuiste de vago a Los Angeles, y te comprometiste con una chica pelirroja hermosa, énfasis en el que es hermosa, y para colmo ¿¡que te hizo caso!?.- dijo Jack casi desmayándose, lo tranquilizaba y lo callaba ya que todo mundo nos volteaba a ver cómo si fuéramos unos raros.
-Bueno... si, digamos que todo comenzó por un contrato por dinero, per-. No pude terminar de decir ya que Jack seguía exaltado y no podía parar de hablar.
-Estuviste en Hollywood, pudiendo estar cerca de cualquier actor famoso, yendo a tiendas lujosas, hospedado en el hotel más caro de todos Los Angeles, la suite mas grande y codiciada, con toboganes, parque acuático, Spa, bolos, cine, golf, mini súper, restaurantes para millonarios tragando lo que quisieras, con chicas hermosas a tu lado, y en este folleto dice que los clientes más frecuentes del hotel son Bill Gates y Steve Jobs.
No puedo creerlo... tú si pudiste vivir mi sueño americano, ¡oh! Y para colmo... ¡estuviste en las mismísimas calles de Beverly Hills! ¡COMO EN LAS PELÍCULAS!
Con otra chica diferente que no era ni la misma Iris ni Sadie.- asentí con la cabeza frustrado, me hacían ver como un canalla.
-¿Te quedaste a dormir en su casa? ¿Solos?.- abri los ojos como platos y negué con la cabeza, iba a contestar pero solamente me interrumpían.
-No Jack, recuerda que Se acostó con ella.- dijo Malcolm seguro mientras asentía con la cabeza, le daba mordidas a su hamburguesa, vaya...este chico cuando no deberia de hablar, habla, pero cuando se requiere, no lo hace, bien ahi Craig.
-Es cierto, gracias Malcolm lo había olvidado, y te acostaste con ella que por cierto tendrás graves problemas bro, su papá es un reconocido director de cine y su mamá es muy famosa por ser actriz.- dijo Jack para seguir hablando, me atraganté con la malteada de chocolate y levante la mano negando con la mano.
-¿QUE? ¡NO! A ver nonono.- me pegaba en el pecho para que pudiese respirar.
-¿Por que carajos todo mundo piensa que me acoste con Elsie?.- puse mi mano sobre mi frente mientras soltaba un leve quejido.
-Fui a ver una película a su casa, y es todo.
Ese Finn ya murió, ahora está el nuevo y renovado Finn Wolfhard, el Chico trabajador y estudioso, el que quiere un buen futuro sin fiestas en la discoteca, alcohol, chicas, y vicios, el que solamente piensa en una sola chica y esa es Sadie.
Quiero ser mejor persona si quiero comprometerme con alguien, aprender nuevas cosas y probar diferentes.
Aunque no lo crean, ya están comenzando a gustarme las matemáticas, y ¡ya puse atención en la clase de historia! Y eso que es con la amargada de la Señora Kidman.-
Aunque no creo que cuente mucho ya que esa señora fácil llama la atención de medio adolescente, les decía a los chicos, es una mujer preciosa.
Aparte, empezaré a aprender a cocinar, Sadie me dijo que me enseñaría, inclusive aprenderé a bailar, se lo mucho que le gusta bailar a Sadie y pues no me vendrían mal unas clases de baile, Se que Caleb sabe, le dire que me enseñe, ya verán.- puse mis dos manos en mi cadera y sonreí con confianza, ellos dos se voltearon a ver confundidos, y limitaron a carcajearse entre los dos.
-Si claro, de Sadie te lo creemos, pero... ¿trabajador y estudioso? ¿Que te gusten las matemáticas? Eso es imposible.- Suspire y asentí, eso nadie me lo creería, pero quería demostrarle a Sadie que si puedo, que no era el inútil que pensaban todos que era.
-Y lo más gracioso, ¿aprender a bailar? Debes de querer demasiado a Sadie para todo esto, y más queriendo poner música de Madonna en la fiesta.- tome el hombro de Jack y le di una sonrisa sincera.
-dejando las bromas atrás, ¿realmente la amas, no?.- era difícil de creer que para una persona como yo con la reputación que tenía antes, que pudiese afirmar que quería comprometerse a algo, claro, empezó como un contrato, pero esto ya era algo real, con sentimientos verdaderos, fue lo más hermoso que pudieron haberme dado.
-Iris fue a la chica que más quise en el mundo, la ame como a nadie en la vida, con ella imaginé que estaría mi para siempre, con una relación de verdad y no solo de una noche como lo solía hacer antes.
Pero el que me pusieran ese obstáculo de casarme con alguien a la que ni si quiera conocía, me torturaba, me hacía pensar que me quitaría toda mi adolescencia de un suspiro, pero eso fue lo que me hizo reflexionar, que no me quitaría nada ya que ya no soy un niño.
Sadie es algo... ahh... no lo sé Jack, no encuentro palabras para describirla, nunca había apreciado a alguien con unos ojos tan bonitos como aquellos, ese cabello pelirrojo que cautiva a quien sea, con esas mejillas salpicadas en pecas, ella es mi única definición de perfección.
Yo pensaba que el llegar a ser feliz era cuando conoces a esa persona que es correcta para ti, en el momento y lugar correcto de tu vida.
Pero ella me enseño a que la felicidad no se trata de alguien más, si no de ti.
Ahora mismo puedes ser feliz sin depender de alguien más, aún así seas el único ser viviente en la tierra, me enseño a apreciar cada segundo de la vida.- mire hacia arriba y sonreí como tonto al recordar a Sadie.
-Me alegro que hayas encontrado equilibrio en tu vida bro.- me dio un leve golpe en hombro, sabía que estaban orgullosos de mi, Malcolm por más serio que sea, era de esas personas que se ponía feliz por los logros de sus amigos.
El rubio nos junto a Los dos en un fuerte abrazo.
Pero rompió el momento cursi con uno de sus comentarios tontos.
-Vaya... eso sí que da diabetes, bueno pues, que no se diga más, preparemos todo esto, que me entusiasma conocer a la chica que hará que llegues tarde a los ensayos.- quise defenderme con un argumento pero mejor opté por darle un sorbo a mi malteada, Ayla llego a darme una caja pesada mientras me giñaba el ojo.
-vayan colgando las luces, vuelvo para ensayar.- fue directo hacia donde estaban Chosen y el otro Jack, ellos estaban descubriendo cómo demonios colgaban una bola disco, agradecía eternamente por haber traído una chica para que nos ayudara con la decoración, si no, estaríamos fritos
-Bonita playera Liliana.- amaba molestar a la rubia nombrándola por su segundo nombre, traía una bonita camiseta de David Bowie, se volteó indignada mientras me daba las llaves de su auto.
-Dijeron que debía de mover el auto de la entrada, ¿no quieres ir a darle una vuelta Michael?.- me dijo con un tono burlón, solté un bufido, ella sabía perfectamente que no se manejar y que de igual manera, odiaba mi segundo nombre.
-Estoy bien así, gracias de todas formas "Ayla".- me dio una sonrisa victoriosa, y se dirigió con los chicos para arrebátales la cosa brillante.
****
-Me veré genial como Indiana Jones, ya verás.- decía Jack Mientras jugaba con el látigo de su disfraz.
-Si Claro, solo te falta la inteligencia y que en verdad te persigan las chicas.- dijo Malcolm mientras se cambiaba sus gafas a unas más parecidas a las de Harry Potter, buscaba su varita por toda la negra túnica, Jack tomo la espada láser de juguete de Jaeden y comenzó a pegarle a Malcolm en las nalgas.
-¿Ah si? A ver si eres tan Bueno peleando conmigo, ¿oh que? Me lanzaras uno de tus hechizos tontos como...¿como es? ¿Patronus fantasma? ¿Espectro phantomus? .- el rubio frunció el ceño y el pecoso mirándolo de mala gana se sobaba el trasero.
-!¿AUCH?! ¿pero que demo-? ¡ES EXPECTO PATRONUM! Ninguna de las dos imbecil... no lo entenderías.- Se cruzo de brazos el pelirrojo.
-Hey hey eso es Mío, ¡es edición ilimitada, solo 520 personas lograron tener una de estas bellezas.
Mejor vayan y ensayen de una vez, ve a tocar tu...¿que tocas? ¿La pandereta?.- señaló a Malcolm, el Se puso la mano en el pecho todo indignado, era bastante gracioso ver pelear a mis amigos.
-Y tu la guitarra esa rara, deberías de arreglarla le hace faltan mas cuerdas, conozco un amigo que repara instrumen-. No termino por decir más ya que Jack le aventó la espada láser.
-Eso Se le llama un bajo pende... ¡pensante!.- negó, y tomó a Malcolm de la túnica para llevárselo con Ayla, Jaeden levanto los hombros sin preocupación y retomo su posición de poner más globos en la pared.
Me senté para por fin darle una mordida a mi hamburguesa de la tarde, había estado toda la semana metido en esto de la organización que no me había dado un descanso para mi.
Mire a mi alrededor y el lugar se veía espectacular, todo el lugar estaba lleno de brillo y luces, los pequeños foquitos navideños iluminaban toda la pista de baile, dichas series de luces le daban un aspecto demasiado acogedor al lugar, en medio de toda la decoración se encontraba la bola disco, las serpentinas de colores y los globos con helio.
Posters de las películas favoritas de Sadie invadían todo el lugar como también las portadas de sus álbumes favoritos, quería que esto le recordara a su hogar, con todas sus cosas y sobre todo con su familia, es por eso que le había pedido a Nick que le hablara a Mitchell.
Spencer, Caleb y la pequeña Jacey, todos vendrían igualmente de sorpresa, sus padres no tendrían el tiempo ya que un negocio de última hora de su padre los mantendría ocupados, y más sabiendo que en estos momentos necesitaban recuperar todo su dinero como nunca.
Su avión había aterrizado esta tarde aquí en Vancouver, Mitchell era el único Sink que no me dirigía ni una sola palabra, no quería saber nada de mi, me aborrecía.
No lo culpo, pero si quiero que Sadie sea mi esposa, primero tenía que llevarme bien con su familia.
-¿Nervioso?.- llegó Jaeden a sentarse a mi lado, mire hacia mis vans negros, y asentí cansado.
-No creí que así terminaría mi adolescencia, pero.- me interrumpió el ojiverde para poner su mano sobre mi hombro.
-Pero es lo que quieres, ¿no es así?.- nos comenzamos a mirar, desvié la mirada para observar hacia arriba, el cielo tenía una noche bastante bonita, las estrellas eran bastante visibles y la luna era llena.
-Puedo decir que por fin tengo algo claro en mi vida, Jaeden.- irónicamente lo había dicho sin pensarlo, eso me hizo asegurarme que era lo que deseaba, lo mire apenado, mis mejillas habían agarrado un tono más rojizo.
Me dio una risita Juguetona y me dio un abrazo, me sorprendió su acto, y le devolví el gesto.
-Estoy feliz que lo hayas conseguido, felicidades.- sonreí y le susurré un pequeño "Gracias".
-Hey, yo si quiero tener sobrinos, ya te estás tardando Martell, ¿Cuando le dirás a Sateen?.- el se rascó su cabello castaño, mientras comenzaba a tartamudear.
- Es c-complicado... no s-soy tan rápido como t-tú.- le di un leve golpe en su hombro, mientras el se lo sobaba, me miraba incrédulo.
-Es noche, vete a descansar, mañana será el día, y tienes que estar tranquilo y descansado. Yo terminare de decirle a los chicos que hacer, no te quedes haciendo una de tus estupideces y por favor compórtate.
Tienes que estar antes de las 4 para que podamos terminar los últimos detalles, Sadie llegara aquí a las 7, entonces tienes que ponerte algo decente, que te hace falta.- me dio la mano para que me parara.
-Vaya... no tartamudeaste ni una sola vez .- le dije para molestarlo, comenzó a golpearme el estómago en broma y me reía de él.
Me acompaño hasta el auto donde aguardaba Rich para llevarme a casa, me abroche el cinturón y el prendió el auto.
-Adios, tonto.- negó mientras rodaba los ojos.
-Adios mi amor.- pare el pico, y me acotó la puerta del auto en la cara.
****
Sadie
La luz que pasaba por la ventana de la habitación me había despertado, había olvidado cerrar las enormes cortinas rojas afelpadas del cuarto.
Me estire mientras daba un pequeño bostezo, fui al baño ya que iba a refrescarme un poco, amarre mi cabello pelirrojo en una coleta alta para poder lavar mi rostro, termine secándome con la toalla.
Iría a ver dónde estaba Finn, desde a noche no lo había vuelto a ver, y desde que me dejó aquella extraña nota, no habíamos tocado el tema de absolutamente nada.
Cada quien se fue a la escuela por su cuenta esta semana, y cuando era necesario el convivir, me saludaba, se hacía algo simple de comer y se lo subía a su habitación para después terminárselo e irse afuera a quien sabe que hacer.
Esta casa siempre estaba sola a excepción de mi, ya que el salía todo el día y regresaba hasta noche para hacer sucesivamente lo mismo, calentarse alguna sopa instantánea, subir a nuestra habitación para encerrase y terminarlo, y después marcharse.
Había terminado la primera semana de clases, que alivio, pero ya estaba harta de ser la mala del cuento, así que iría a terminar esta tonta discusión de una vez por todas y disculparme por lo estupida que me había comportado.
-Hey Finn, Se que he sido una completa idiota esta semana, pero también fue tu culpa, tu siempre empiezas todo, y me provocas, ¿que? No a ver, no no.- puse mis manos en mi frente mientras soltaba un leve quejido, estaba caminando por toda la habitación frustrada, pensaba cómo se lo diría, siempre se como lidiar con estas cosas y mantener la calma como si no pasará nada, pero si alguien me dijera que nombrara mi mayor debilidad, definitivamente diría que es Finn Wolfhard.
El hace que me vuelva vulnerable, que solamente el pueda dominarme, que con solo verlo, el es el único que me controla, con tan solo verlo me de escalofríos por cada rinconcito de mi cuerpo.
-Finn, vengo a decirte algo realmente importante, como tú aceptaste tus errores yo también debo de aceptar los míos, es por eso que vengo a disculparme.- asentí y baje las escaleras con confianza, estaba lista.
Fui hasta el sofa, donde normalmente es donde se encontraba Finn, cambiado todos los canales de la televisión con un bote de Pringles a su costado, seguro estaría haciendo lo mismo.
-Finn, yo...¡no puedes comer sopa instantánea toda tu vida! Discúlpame por favor y-yo...- observe toda la enorme y cara sala, pero no veía por ningún lado al pecoso, mire por todas las partes y no había rastro de el.
-¿Finn?.- estupida, "no puedes comer sopa instantánea toda tu vida" que buena manera de disculparte con alguien Sadie.
Desvíe mi mirada y Algo verde resaltaba en el comedor, fui directo a la mesa principal y sobre aquel fino cristal, había un cupón de un salón de belleza, el papel se veía bastante elegante, "Cita para 10 personas, 1:30 en el "Luxury Wine" incluye Manicura, pedicura, lavado y peinado, con productos de lujos importados de Marruecos e India, tratamientos a base de hiervas y plantas finas bañadas en oro" fruncí el ceño, para que rayos tenía esto, ¿en serio? ¿Iría con Jaeden y sus amigos al spa a un día de chicas? No lo juzgó solo se que no encontraba algo más razonable para esto.
-Finn demonios ya sal de dónde estés y explícame esto.- di un pequeño brinquito ya que Richard había salido de la nada con un par de bolsas con comida, las puso en el buró de la despensa para después acercarse hacia donde me encontraba parada yo.
-Señorita Sadie, es bueno verla, ¿ya se encuentra lista?.- dijo este para darme una sonrisa, yo solo fruncía el ceño.
-Rich no se de que estás hablando, no entiendo nada, ¿puedes decirme qué pasa?.- le puse mi mano sobre su hombro y escuché un fuerte claxon de un auto afuera de la mansión, lo mire más extrañada de lo normal y este me miraba juguetón, asintió.
-Afuera encontrará la respuesta Señorita Sadie.- tome mi bufanda roja que estaba en el perchero y gire la manija dorada.
Abri mis ojos azules lo más que pude al no entender que era lo que estaba sucediendo, una de las enormes limusinas de los Wolfhard estaba estacionada enfrente del BMW de Finn en la entrada de la casa, voltee a ver de nuevo a Richard y el solo me hizo señas con las manos de que siguiera, me acerque al auto y encontré algo que no lo podía creer, era Chiara.
Ella salió rápidamente de la limo con un vestido bastante caro y arreglada como siempre, pero eso no le impido tirarse al suelo conmigo en un fuerte abrazo, la extrañaba demasiado.
-¿¡PERO QUE? ¿Chiara? Que demonios haces aquí, ¿yo? No.- entre risas y lágrimas, intentaba hablar con ella, en ningún momento me había soltado de su abrazo.
-¡nena! No te preocupes cariño, ¡Hoy tendremos el mejor día de nuestras vidas! Así que ponte cómoda y súbete, tienes que conocer a todas las chicas, son súper lindas, las amarás.- subí a la limo y varios rostros conocidos había observado, abrace cómo nunca a una de mis También mejores amigas, a las hermanas Levy, Sophie y Tess.
Me habían llenado de besos hasta que noté que
Millie y Sophia también estaban dentro, Millie estaba demasiado feliz de verme que comenzó a llorar de emoción, dijo que estaba muy feliz por todo, ella se había vuelto ya una chica bastante importante en mi vida, casi como Chiara, hablábamos todas las noches y esta semana ella había sido la que me había hecho compañía por las tardes, y Sophia ni que dudarlo.
Por una vez después de tanto tiempo, me sentía querida y en un hogar, le di un fuerte abrazo para después separarnos y presentarme con las demás chicas que estaban dentro.
Me habían dicho que eran novias de los amigos de Finn, la famosa Sateen, Morgan y Kylie. Eran las chicas más agradables y dulces de todo el mundo.
Mientras charlábamos y nos conocíamos mejor, comíamos bocadillos y un par de sodas que estaban en el estante del enorme vehículo, risas y mas risas invadían el lugar, veíamos lo hermoso que era Vancouver, Morgan era de las mas alocadas del grupo, es por eso que se decidió por abrir el techo corredizo de la limosina para que viéramos la cuidad mejor.
Cantabamos canciones que ponían en la radio mientras el aire frío nos pegaba en la cara,
la gente nos veía extraño por ver a 10 adolescentes riéndose y tomando sodas arriba de una limosina.
Baje tantito a descansar sobre el cómodo sillón que se encontraba dentro y aproveché para preguntarle a Richard a donde nos llevaría, toque la pequeña ventanilla del auto y la abrí.
-Hey Rich, realmente no se que está pasando, las indicaciones que me diste fueron que disfrutara y me relajara, pero la única condición es que no preguntara nada, pero... debo de hacer tarea para el lunes, tengo examen de Química... ¿crees que esta sea la única excepción de que me digas para donde vamos?.- le dije mientras recargaba mi barbilla sobre el asiento.
-que mala educación señorita Sink, debería de entender que ordenes son ordenes y seguir la regla más importante, ¡No preocuparse!.- arruge la nariz al escuchar la voz diferente, era un poco más chillona y molesta, tal y como era la de Mitchell.
-tu no eres Richard... ¿e-eres?.- Se quito el sombrero elegante y el bigote falso, realmente estaba ahí , era Mitchell.
-¿que? ¡Mitchell! Qué haces aquí, no puedo creerlo, baboso casi me pegas un susto.- lo abrace fuertemente mientras le daba un sape en la cabeza, un coche le había tocado el claxon a mi hermano.
-¡Sadie! Casi choco por tu culpa tonta, ahorita que lleguemos me abrazas lo que quieras, se que me extrañaste demasiado.- me miró presumido, era demasiado orgulloso, por algo era mi hermano.
-bien bien, lo siento.-rodé los ojos y cerré la ventanita para volver arriba con las chicas.
Cuando Mitchell Se estaciono, Habíamos llegado al spa, unas señoritas tomaron todos nuestros abrigos para después sentarnos a cada una en una diferente silla donde harían todo su trabajo, eras unos sillones enormes y cómodos, parecían de la realeza.
Candelabros con diamantes puros caían sobre el techo, había bastantes postres y dulces en el mostrador para que pudiéramos tomarlos.
Las únicas clientas que habían en el lugar, éramos nosotras, una señorita se acercó a nosotros y nos sonrió.
-¿Usted es Sadie Sink?.- le devolví el gesto y asentí sonriendo, la chica aplaudió con sus dos manos indicando que todas las señoritas que trabajaban ahí vinieran y se acercaran a cada una de mis amigas, empezaron a darles un catálogo de lo que harían ahí mismo, ellas me miraron emocionadas mientras daban chillidos y grititos de Emoción.
-El señor Wolfhard reservo todo esto para ustedes, todo Luxury Wine sera suyo, así que si necesitan algo más en lo que pueda ayudarles, toquen esta campanita que esta por aquí, no me queda nada más que decirles que disfruten.- la mire atónita mientras todas me molestaban con el nombre de Finn.
-Ya me está empezando a caer bien Finn.- me ruborice un poco ante el comentario de una de las Levy, Sophie, mientras le daba su mano izquierda a la señorita para que la empezara a limar y arreglar.
Mientras Millie se encontraba fascinada escogiendo el color de su esmalte.
Mire a Mitchell a lo lejos y el solo me asintió mientras Se sentaba de uno de los sillones de espera, tomo una revista y tomó un poco de su soda.
Me había confirmado que era real, no era ningún tipo de broma.
Después de tanto tiempo me había vuelto a sentir como una adolescente, nos arreglaban el cabello mientras nos hacían un cómodo masaje, después d eso, empezaría la manicura y la pedicura, estuvimos así un largo rato mientras platicábamos anécdotas, estas chicas eran asombrosas, y realicé que había extrañado demasiado a mis amigas, estaba contenta de verlas de nuevo, era todo un sueño para mi.
Cuando todas terminamos de arreglarnos volvimos a subir a la limo, me emocionaba lo que seguía, y más teniendo en cuenta que Finn había hecho todo esto para mi, lo único que no comprendía era el Para que.
Todas ya teníamos hambre, me paré del sillón afelpado del coche para mirar hacia donde sería la siguiente parada, sonreí al ver que sería mi restaurante favorito, era vegano, ¿como rayos Finn sabía todo lo que me gustaba?.
Cada quien pidió algo de comer y todas estaban fascinadas por la exquisita comida que saboreaban en sus bocas, la bomba de sabores nuevos era excelente para un día como este.
Sophia sacó su cámara instantánea para tomar Polaroids y me tomo una foto con Chiara.
Al terminar Mitchell nos daba un par de pistas para que adivináramos a donde iríamos, al abrir la puerta del lujoso auto, vimos que habíamos llegado a un enorme centro comercial.
-Bien esto no debería de gustarme mucho, ya que se que van a abusar de esto que les voy a dar, pero me dijeron que esto es para que puedan comprarse todo lo que quieran, cortesía del señor Wolfhard claro.- Mitchell dijo en broma las últimas tres palabras y era una tarjeta de crédito, podríamos gastar todo lo que quisiéramos, Millie me tomo del brazo para arrástrame con todas las chicas.
Recorrimos todo el Mall hasta ir a mínimo casa rincóncito del lugar, salimos con cientas y cientas de bolsas, la gente millonaria de ese lugar nos fruncía el ceño pero viendo esto nos reíamos aún más fuerte.
Estuvimos disfrutando todo esto por un largo largo rato hasta que el cielo ya se estaba obscureciendo, después de aquel y hermoso genial día Mitchell se dirigió hasta la mansión, estacionó el auto como en la mañana y todas nos bajamos.
Estaba triste ya que sabría que por lo menos después de un tiempo de estar con mis amigas, no sabía si las podría ver estos días, cada una se despido de mi pero nadie se veía triste, era todo lo contrario, sonreían y se secreteaban cosas, esto comenzó a darme un poco de desconfianza al pensar si todo esto solo había sido una especie de broma y fue conveniencia para comprar cientas de cosas, para aprovecharse de todo el dinero de Finn para que vinieran el día de hoy.
-Nos vemos luego amiga.- Chiara me dio un beso en la mejilla y cerró la puerta de la limosina como si fuese cualquier cosa, las demás ni si quiera me voltearon a ver, inclusive el mismo Mitchell no le había importado el quedarse un rato para que pudiéramos charlar.
Me dirigí hasta la enorme puerta de la mansión para después entrar despacio, estaba un poco decaída, como siempre, no había rastros de Finn en ningún lado, subí las escaleras y fui directo hasta el cuarto de huéspedes.
Al entrar, todo estaba aburrido y triste, no había mucho que hacer, lo pensé un poco y decidí ir hasta el cuarto principal, donde podría estar Finn.
Dudaba el entrar o simplemente irme de aquí, cuando me arme de valor lo abrí sin pensarlo, para mi sorpresa note que sobre la cama, había un precioso vestido blanco y una nota en el, me resultó bastante familiar aquella prenda, había velas por doquier y todo era bastante acogedor.
-ponte lo que esté sobre la cama, en media hora tienes que estar lista ya que ahora si el verdadero Richard pasara por ti.
Ojalá te haya gustado todo lo que planee para ti todo el día de hoy, pero esto no ha terminando, te verás hermosa, Kim.
-Edward Scissorhands
Al terminar de leer aquella carta, tome el vestido entre mis manos y no lograba captar lo que quería decirme, mi corazón comenzó a latir fuertemente al ver que era exactamente idéntico al vestido de Winona Ryder en mi película favorita.
Mire el reloj y ahora solo faltaban 25 minutos para yo estuviera lista, apresurada comencé a quitarme lo que traía puesto hace un rato para ponerme aquel bonito vestido de algodón.
Me mire al espejo e inclusive el peinado me asentía tal y como aquella tela blanca, todo estaba a la medida, el maquillaje discreto, pero sobre todo mi cabello, me había hecho flequillo, así me parecía aún más pero solamente que en pelirroja.
Baje las escaleras y Richard me esperaba afuera en el auto, suspire nerviosa para terminar abriendo la puerta para poder subir con el.
Los nervios me comían, no tenia ni la menor idea de lo que se vendría, cuando Richard apago el coche me entrego un pequeño listón rojo, me dijo que me lo amarrara para que pareciera venda y que no viera absolutamente nada, trague saliva y asentí.
Lo único que tenia como guía era su voz, solo escuchaba los zapatos finos de tacón de Rich mientras subíamos la escaleras, el me guiaba y me sostenía para que no me cayera, al decirme que tuviera cuidado con el ultimo escalón logre sentir ya un lugar un poco más plano y sin escaleras.
Todo estaba silencioso y la brisa pegaba en mis hombros descubiertos, me daban leves escalofríos, ya que se empezaba a notar la pequeña brisa del viento helado del invierno, mi época favorita del año.
Cuando Richard quito el nudo de la venda, parpadee un poco para que pudiese ver que estaba frente mio, al abrir completamente los ojos observe a cada uno de nuestros amigos viéndome Felices en este bonito lugar, me sonreían contentos, todos traían puestos disfraces, no había ninguno que faltara, inclusive había caras nuevas, estaba emocionada de conocerlos.
-¡Sorpesa!.- me gritaron todos, las luces comenzaron a prenderse en fila para poder alumbrar todo el enorme lugar, serpentinas y globos caían sobre mi, pero lo más sorprendente de esto es que comenzó a nevar tal y cómo en la película.
No sabía que decirles, estaba completamente sorprendida y emocionada a la vez, todo estaba decorado con cosas que me gustaban, los posters de mis películas favoritas, las portadas de mis discos favoritos, y aunque ya hubiéramos comido por la tarde, todos mis platillos favoritos estaban sobre una bonita mesa de cristal.
Cientos y cientos de diferentes postres y snacks Para comer, botana mas que nada, era un jardín inmenso, pero lo más asombroso de esto, es que estaba sobre un enorme edificio, y cuando te acercabas hacia la punta de la terraza, tenias la preciosa vista que daba a toda la hermosa cuidad de Vancouver de noche.
Al escuchar unos pasos acercarse hacia mi, voltee hacia atrás, fue cuando observé lo más bonito que pude ver en mi vida.
Era Finn, después de todo era Finn, traía puesto un traje negro de cuero que le llegaba hasta el cuello, para complementarlo, traía una camisa blanca desabotonada como la traía Edward al inicio de la película, su cabello azabache estaba despeinado como siempre, estaba un poco maquillado con cicatrices por todo su rostro, su tes era más blanca de lo normal para que pudiese verse aun mas pálido de lo que ya es, esto hacia que le resaltarán mas los pómulos de su rostro, pero aun eran visibles sus hermosas pecas en las mejillas.
Era increíblemente igual que hasta en sus manos tenia las cuchillas de Edward como en la película, se veía exactamente idéntico como yo me veía como Kim.
Se acercó a mi mientras me veía con esos ojos hermosos marrones que me erizaban la piel, me sonrió tiernamente y me susurro " te ves hermosa zanahoria", me ruborice un poco, quería disimularlo, pero después de todo no podía dejar de mirarlo.
Sin lastimarme, tomo mis dos manos con la punta de la cuchilla y sin dejar de verme directo a mis ojos azules, las beso.
Todo mundo veía la bonita escena fascinados, la nieve caía entre los dos mientras pequeños copitos de nueve se pegaban en nuestros disfraces.
El frío incrementaba, pero por el calor que invadía mi cuerpo al verlo, no lo notaba.
Todo mundo nos aplaudía, el no paraba de verme con ese gesto de encanto.
Cuando terminó aquel espectáculo, comenzó la fiesta, todos bailaban y bebían soda en sus vasos, después de haberme presentado con todos, fui directo con mis amigas y las regañé en broma por haberme hecho eso de irse como si nada y dejarme pensando que no me querían volver a ver.
-Lo siento Sades, teníamos que hacerlo, si no sospecharías.- dijo Sophie Levy mientras le daba sorbos a su bebida, venía disfrazada de Dorothy, La Niña del Mago de Oz.
-Aparte te hubiéramos arruinado esta hermosa bienvenida, ¡es simplemente hermoso todo esto que hizo Finn! Ya no es tan odioso como pensaba.- me dijo Chiara mientras arreglaba su peluca corta, ella venia de Mía Wallace, la protagonista de la película "Pulp Fiction".
-Te ves simplemente hermosa Sadie, es que simplemente todo es perfecto en ti, me alegro muchísimo de estar aquí contigo.- abrace a Millie sin pensarlo y ella me lo devolvió, agradecía mucho que ella hiciera todo lo posible por hacerme sentir en un hogar, ya sabíamos demasiado una de la otra, y eso me hacia muy feliz.
Puso un poco de labial en sus labios y me jalo hasta la pista de baile para que comenzáramos a bailar.
Su vestido largo le asentía demasiado bien, realmente se parecía a la Princesa Leia.
Finn
-¿Crees que ya debo de hacerlo?.- me encontraba con Mis amigos y la banda charlando, Jaeden jugaba con su espada láser contra Chosen, que Irónicamente eran padre e hijo, ya que el era Luke Skywalker y Chosen, el villano mas tenido de toda la galaxia, Darth Vader.
-Tal vez... deberías de esperar un poco, creo que todavía es muy pronto amigo.- dijo Jack Para ponerse sus lentes obscuros, el venía de "Pete Maverick" el personaje que interpreta Tom Cruse en la famosa película "Top Gun".
-Si, relájate Finnjamin, disfruta también la fiesta, que no sólo es el compromiso de Sadie.- dijo el otro Jack ajustándose el látigo de Indiana Jones, asentí un poco ruborizado mientras veía de lejos a la hermosa Sadie.
-Hey, ¡Schnapp! ¿No te veo desde la secundaria? ¡Si que has crecido! Y vienes de?... ¡claro! Daniel LaRusso, el Chico del karate kid, Te queda muy bien.- al escuchar ese nombre, mis venas comenzaron a arder por todo el cuerpo, que demonios hacía el aquí, Louis Se acerco hacia mi mientras nos daba un fuerte abrazo para juntarnos a Noah y a mi, traía ese incómodo chaleco rojo, venía de Marty Mcfly de "back to the future" y lulu su prometida, de Jennifer Parker, la novia de Marty.
-si, ya sabes que no puedo faltar a las icónicas fiestas de Wolfhard, y muchas gracias Louis, no podía perderme la oportunidad sabiendo qué hay mucha gente que ama al karate kid.- me sonrió sarcástico, yo solo le daba una mirada asesina.
-¡Oh! Finn, es cierto, no te molesta que lo haya invitado, ¿verdad?.- me dijo Louis con ese tono Ingles molesto que tiene, se que no lo había hecho a propósito, pero sabía que Noah si.
-no, Para nada Louis, no te preocupes, disfruten la fiesta.- no dude en ir directo con Sadie e invitarla a bailar, sería el momento.
Fui hasta donde estaban Nick y Quincy, le dije que pusiera el disco especial que le había dado, el me sonrió y sacó el famosísimo soundtrack de la película taquillera "footloose".
-¿Seguro que estás listo?.- me dijo Quincy para sacarlo de su caja, asentí seguro, Nick comenzó a negar, pero cuando vio que no cambiaba de opinión, solo suspiró derrotado.
Se acomodaba la peluca de su disfraz mientras me daba un sermón, venía disfrazado de uno de sus personajes de anime favorito.
- vale, pero si es por tus estupidos impulsos te juro Finn que.- no termino de decir ya que Quincy puso en el Toca discos el vinilo, lo miro molesto.
-Te queda muy bien el disfraz de Edward niño, solo que no Se...tal vez te falta lo atractivo.- fue lo único que le dio gracia a mi hermano de todo lo que dijimos, rodeé los ojos y me despegué de la barda.
-Mira quien lo dice Beetlejuice.- la música comenzó a sonar fuertemente y fui directo hacia donde estaba Sadie, sus amigas comenzaron a emocionarse.
-Hey Sadie ahí viene tú príncipe, bueno... quiero decir tú ¿sapo?.- mire incrédulo a Sophia que venia vestida de la mujer maravilla.
Sadie me miró con esos bonitos ojos azules que tiene y me sonrió.
-me concede esta pieza, ¿mi lady?.- me incline haciendo una reverencia, escuché unos grititos de fondo "WUUUUU".
Era Gaten junto con Caleb, ellos venían de Los personaje famosos de los cómics de Stan lee, Gaten eran Peter Parker, mas conocido como Spider-Man y Caleb de Black Panther.
Caleb le soltó un codazo, El ruloso lo miro molesto pero después no le importo ya que siguió besando a Lizzy, su novia, que venía de Gwen Stacy.
-no creo que podamos bailar así tontito.- levante una ceja confundido y mire hacia donde apuntaba Sadie con su dedo, claro, había olvidado ese pequeño detalle, no tenía manos con que bailar.
-o-oh, claro, Bien, emm.... me concede esta pieza ahora si, ¿mi lady?.- me quite las cuchillas de las manos y se las encargue a Ayla que estaba ahí mismo conversando con las chicas, por un lado, era extraña verla con un traje azul mío, se lo había prestado ya que ella vendría cómo David Bowie en el video musical de "life on Mars".
Entrelace nuestras manos tímidamente para jalarla hasta la iluminada pista de baile, todas las miradas se posaron en nosotros, comencé con algo lento, ya que realmente no sabía bailar.
-Finn, ¿que haces?.- decía Sadie entre risas, y era cierto no sabía lo que hacía, solo me movía de un lado a otro como Idiota.
-shh déjame impresionarte con mis pasos de baile.- le daba vueltas y simplemente girábamos de un lado para otro como locos al ritmo de la música, intentaba imitar los pasos de baile de la película, pero obvio me salía mal.
-solo Se que si definitivamente usabas eso para impresionarme la primera vez que nos conocimos, no funcionaría Finn.- negaba jugetona, me mordí el labio inferior y seguí su juego.
-¿Ah si? Entonces...¿que impresionaría a Sadie sink?.- le dije coqueto, me acerqué mas hacia ella dejado nuestras caras a pocos centímetros de distancia, pudiendo ver más cada facción de la cara de sadie, ella soltó una risita y miro hacia arriba pensando.
-No lo sé... dices que tienes más encantos para impresionarme, ¿No es así? Así que dime.- me dijo para rodear sus dos brazos en mi cuello y dejarnos aun más cerca, tragué saliva, y de la pequeña bolsita del pantalón de mi disfraz saque una cajita, ahí venia el anillo.
Las luces se posaron en Sadie y en mi, todo mundo gritó de emoción cuando me hinqué en el suelo. Sadie Se puso más pálida de lo normal y sentí el latido de su corazón en mi pecho.
-No Se si esto te vaya a impresionar pero... creo que no hay nadie en el mundo que me impresione mas y me vuelva loco cada día mas que tú, no quiero que esto suene cliché como en las películas cursis que te encantan ver, pero no puedo hacerlo de otra forma.
Te amo de esta manera porque no conozco otra forma de amarte, es por eso que preguntándote esto puedo descubrir otra forma de hacerlo, Sadie Elizabeth Sink.
¿Te quieres casar conmigo?.
Holaaaaaaaa, Bueno pues, creo que ya saben la respuesta porque no le quede de otra a la sadie JAJSJAJSJ, quería acabar este capítulo de otra forma, pero creo que empezaremos intensos el siguente 😋👍🏻, ya estoy comenzando a escribirlo, es por eso que les dejo este capítulo largo por aquí, espero les guste tanto como a mi, di muchísimas referencias a mis películas favoritas y artistas favoritos, espero no les haya molestado y que les hayan entendido, se que muchas son películas noventeras y no ochenteras, pero quería que salieran todas, si les molesta puedo cambiarlo :(, ¡FELIZ AÑO A TOD@s! Las amo <3.
Atte: yo