blåøyde omega ;; trillizos!po...

By alexanderkirigan

189K 20.1K 8.9K

Draco ha sido entregado a una manada salvaje como oferta de paz. Será mordido y reclamado por los trillizos P... More

Prólogo
advertencias
en
to
tre
fire
fem
sju
åtte
ni
di
elleven
tolv
tretten
fjorten
femten
seksten
sytten
atten
natteen
tjue
tjueen
tjueto
tjue-tre
tjuefire
tjuefem
tjueseks
tjuesju
tjue åtte
tjue ni
tretti

seks

7.4K 1K 400
By alexanderkirigan

Draco sintió algo pinchándole la mejilla. Adormilado, manoteó para apartar a lo que fuera que lo estaba molestando.

Frunció el ceño, aun con los ojos cerrados, cuando los toques siguieron insistiendo pero en su nariz. Balbuceó algo, apenas audible, y volvió a apartar la mano.

Se sobresaltó cuando empezó a sentir cosquillas en su cintura.

"¡ESTOY DESPIERTO, QUÉ PASA!" Exclamó, asustado. Abrió sus ojos de par en par, como dos platos grandes.

Se dio de bruces con unos ojos verdes divertidos y juguetones, que lo miraban con una sonrisa de hoyuelos.

"¿Qué haces durmiendo ahí?" Preguntó James.

Draco parpadeó, bastante aturdido en el suelo. El fuego seguía vivo, pero se estaba consumiendo.

El omega gimió y cerró los ojos, se frotó los ojos con sus pequeñas manos.

"¿Qué hora es?"

"De madrugada." Contestó el alfa. James ladeó su cabeza suavemente a un lado. "Tienes la cara llena de ceniza."

Draco despegó las manos de su rostro, avergonzado. "Oh no, ¿en serio?"

"Sí, justo—."

Alguien empujó a James a un lado. El olor de Harry entró en sus fosas nasales como agua a presión, sus pulmones se llenaron del olor a roble y limón. Harry parecía desaliñado, cansado y bastante furioso, aunque no con Draco. Sus ojos grises se bañaron en pánico al ver la sangre reseca en parte de su antebrazo derecho y algunas gotas en su rostro.

"Llama a Evans." Le gruñó a James, quien bufó y subió escaleras arriba.

Los ojos verdes de Harry cayeron en Draco, quien lo miraba nervioso e inquieto. Ya había sentido el olor de Evans enfadado durante toda la tarde y la noche, no quería que Harry se enfadara con él también. No quería que fueran como Thomas y le gritasen, o que lo obligaran a transformarse en lobo y lo amarraran con un trozo de cuerda a un tronco.

El alfa se agachó hasta él, hincado sobre una de sus rodillas. Harry era tan grande, fuerte y atractivo que incluso aterraba.

Draco sintió que pudo respirar normal cuando la gran mano de Harry, la tatuada, bajó hasta la parte baja de su espalda.

"¿Por qué estás durmiendo ahí?" Su voz sonó mucho más suave y tranquila de lo que Draco esperaba. Harry no parecía irritado, ni molesto, ni siquiera inquieto. Se mantenía tranquilo, serio y con su característico ceño levemente fruncido.

Draco abrió un par de veces la boca, la verdad es que no sabía qué decirle. Ni siquiera él entendía el enfado de Evans.

"Yo, umh—." Titubeó. "No lo sé."

"El suelo no es un lugar cómodo." Harry alzó las cejas. "No te entiendo. Te pido que duermas en la cama y tú eliges dormir ahí." Suspiró cansado, cerró los ojos un momento. "Odín, lo que daría por una cama ahora."

"Harry." Lo llamó, suavemente. Recibió un tarareo grave en afirmación, el alfa seguía respirando profundamente con los ojos cerrados. "¿Estás bien?"

Harry abrió los ojos.

"Estoy cansado." Confesó, suave y con un pequeño tono de ironía no hiriente. Rio desganado. "Muy cansado."

Draco asintió lentamente, porque la verdad no tenía ni idea de qué podría decir ante eso.

"Así que vamos a la cama." Murmuró Harry, golpeteó su muslo suavemente con pequeñas palmadas y se levantó. Dio media vuelta hacia el piso de arriba. "Y lávate la cara. Tienes ceniza por todas partes."

El omega se tocó la mejilla instintivamente, avergonzado. Su madre siempre le dijo que los omegas sucios y desordenados eran los menos atractivos y útiles.

"Harry, ¿podría dormir en... algún otro lugar?" Sugirió Draco, lo más disimuladamente posible. Harry detuvo sus pasos y se giró hacia él con una ceja levemente arqueada. "Alguna otra habitación o..."

"¿No quieres dormir con nosotros?" Inquirió Harry, bastante sorprendido. "Creí que querrías estar con Evans, es lo más sano después de que te haya mordido."

No supo qué decir. Definitivamente Evans no lo había mordido, y dudaba que el alfa quisiera su compañía ahora. Podía seguir oliendo lo enfadado que estaba Evans, no entendía por qué Harry no había dicho nada respecto al olor.

"Evans no me ha marcado." Musitó, en voz baja, muy desconcertado.

El rostro de Harry se descolocó en confusión y un gran ceño muy fruncido. El alfa abrió la boca, listo para decir algo, pero prefirió cerrarla y gruñir.

"De acuerdo, en esa puerta al final del pasillo hay una habitación de invitados." Resopló, pasándose una mano por la cara, frustrado. "Puedes dormir ahí."

"Gracias." Murmuró Draco. Harry no le contestó, estaba demasiado ocupado subiendo las escaleras furiosamente. "¡Buenas noches!" Había tratado de embozar una pequeña sonrisa por si Harry se dignaba a mirarlo, pero eso no pasó. "O no." Su sonrisa decayó.

Draco caminó hasta la habitación del final del pasillo. Tenía el toque rústico pero definitivamente no era habitada muy a menudo; sábanas blancas, paredes de madera tallada, una ventana con agradables vistas a la nieve y muebles construidos a mano. No había olor a algún otro alfa u omega, ni siquiera había ropa de los hermanos por allí.

El omega se sentó en el mullido colchón, probó a rebotar un poco para comprobar la resistencia. Era suave, elástico y con muelles que lo hacían rebotar bastante alto. Gateó hasta el centro de la cama, que era demasiado grande para su gusto, y finalmente pudo apoyar su cabeza en la dura almohada.

Se arropó con las sábanas, algunas las movió de la manera que él quería. Había silencio, oscuridad y mucho más silencio. Draco se quedó mirando al techo con las manos sobre su vientre.

Podría ser un buen lugar en el que dormir permanentemente.  Era privado, bastante silencio y agradable, y además parecía seguro. También podría ser un buen lugar donde tejer a gusto, podría ser su zona segura.

Cerró sus ojos, más relajado. Podría ser un buen lugar.

Pasados lo veinte minutos, empezó a escuchar los ronquidos de los hermanos. Muy fuertemente.

(...)

"¿Entonces en tu manada os apareabais como humanos, no como lobos?" Los ojos de Blaise estaban abiertos de par en par, no daba crédito a lo que escuchaba.

Draco se rio, estaba tejiendo una bufanda blanca para Harry. El omega asintió, estaba sentado en una mecedora en el porche de la cabaña con una manta sobre sus cortas piernas. Draco no llevaba muy bien eso de vivir en un clima tan frío y gélido, estaba constantemente entre mantas y abrigos.

"Exacto." Afirmó Draco con una pequeña sonrisa, le gustaba hablar de las costumbres de su manada con Blaise. El alfa sonaba tan emocionado y curioso por saber más, que Draco simplemente no podía evitar contarle todo cuanto podía.

Blaise parpadeó, anonadado. "¿Entonces tú no aúllas si...?"

Draco rodó los ojos. "No, Blaise."

"Oh." Murmuró. "¿Y qué tipos de regalo hacen los alfas allí?"

"Cortejan a los omegas con pequeños detalles." Draco tejía concentrado. "Algunos le llevan flores diferentes cada día, otros le dedican canciones o les regalan algún trabajo manual. Esculturas, cerámica, cuadros..."

"Eso suena bonito, bastante más bonito que nuestro cortejo." Blaise se encogió de hombros. "¿Allí los alfas no le regalan sus presas a los omegas?"

"Claro que no." Negó. "Eso es algo totalmente salvaje y bárbaro, Blaise." Opinó, serio.

Blaise frunció el ceño. "Pero tú le dijiste a Evans que te encantó ese cierva."

"Aprecio el esfuerzo y el trabajo de Evans." Suspiró con pesadez. "Pero no es un regalo para un omega."

El alfa no dijo nada, miró la bufanda medio tejida entre las pequeñas manos de Draco. Sus manos eran pequeñas y suaves, pero muy ágiles con esas agujas.

"¿Y para quién es eso?" Curioseó.

Blaise se había convertido en el mejor amigo de Draco, desde que llevaba una semana y media allí.

El omega sonrió suave. "Es para Harry." Confesó. "En mi manada, los omegas también le regalan obsequios a sus alfas. Después de enlazarse, el omega teje una bufanda con sus propias manos y lo perfuma con su olor. Es una tradición muy conocida en mi manada, pensé que sería un gesto bonito..."

"¡Es un gesto precioso!" Elogió Blaise, Draco sonrió apenado.

"¿Tú crees?" Draco dejó de tejer y lo levantó un poco para admirarlo. Hizo una mueca. "No lo sé..."

"Hey, conozco a Harry desde que tenía ocho años." Sonrió Blaise. "Le va a gustar. Es un gesto muy bonito, me parece genial que quieras mostrar algunas de tus tradiciones también."

El omega rio un poco. "Gracias, Blaise." Suspiró suave y volvió a tejer.

Durante unos minutos se mantuvieron ahí; Draco tejía y tarareaba mientras Blaise observaba y escuchaba al omega cantar suavemente.

"Oí que Evans está enfadado." Habló Blaise, después de varios minutos.

Draco lo miró a los ojos.

"Sí." Desvió su atención a la bufanda de nuevo.

"Eso es raro, normalmente es el más agradable de los tres." Hizo una mueca.

"A mí me ha parecido el más terco y salvaje de los tres." Opinó Draco, con su rostro serio. Sus manos siguieron tejiendo, pero esta vez más molesto.

Blaise parpadeó.

"¿Qué? Pero Evans es—."

"No parece lo suficientemente maduro como para aceptar que todo esto se basa en un tratado de paz." Lo interrumpió. Dejó de tejer y se centró en Blaise. "La única razón de esta unión es que ambas manadas queremos la paz. Harry y yo lo hemos hablado, nuestra relación no irá más allá de lo necesario."

"Hablas como un auténtico diplomático." Murmuró Blaise. "Suenas... frío."

"Es lo que es." Se encogió levemente de hombros. "Acepto su marca y acepto mi destino. Una buena Madre Omega se centra en lo importante."

"Estás hablando como si los sentimientos no importaran." Blaise frunció el ceño.

Draco dejó las agujas sobre su regazo. Entrecerró un poco los ojos y suspiró.

"¿Y lo hacen?" Resopló con suavidad. "Ningún matrimonio concertado es feliz, Blaise."

"Creo que empiezo a entender por qué Evans está enfadado." Suspiró Blaise.

"¿De qué hablas?" Espetó Draco, un poco desconcertado.

"Evans siempre ha querido tener un omega, pero ese omega debía ser aceptado por los tres. Eres el primero de muchos en ser aceptado, él quiere hacer las cosas bien. Piensa que eres especial, creo que deberías darle una oportunidad al menos." Sugirió el guardaespaldas. "Los Potter siempre han sido exigentes, la mayoría de omegas eran rechazados a la primera."

"Ni siquiera me han cortejado, yo quería ser cortejado por mi futuro alfa." Señaló enfadado. "Ellos no llegan ni a la altura de los pies de la clase de alfa que quería en mi vida."

"No han podido cortejarte porque no había tiempo."

"¡Exacto, porque es un tratado de paz!" Bufó Draco con irritación. "Sólo estoy aquí para ser un buen omega, dar a luz a cachorros y mantener a mi pueblo con vida. No sabes lo difícil que es para mí irme a dormir y saber que mañana seguiré aquí, en una manada de lobos extraños a más de cien kilómetros de mi verdadero hogar."

Blaise suspiró.

"Estoy intentando que te adaptes bien, en serio." Suplicó Blaise.

"No quiero adaptarme, este no es mi lugar, jamás lo será." Razonó Draco. "¿Quieres una buena postura de omega firme? Oh, la tendrás. ¿Alguna cena importante con alguna otra manada? Ahí estaré. Pero no me pidas que empatice con esta manada, Blaise, porque no lo haré."

"Draco, tranquilo." Murmuró Blaise con suavidad. "Te estás alterando y Harry—."

"¡Tengo derecho a alterarme, Blaise! ¡Llevo una semana y media aquí aguantando toda este lío de emociones!" Draco quería llorar, gritar furioso y abrazar a alguien. Una mujer iba paseando por allí y miró a Draco con extrañeza. "¿Qué? ¿Nunca has visto a un omega sufrir un ataque de histeria?" Le exclamó, la mujer abrió los ojos sorprendida y se apresuró a irse.

"Draco, hablo en serio, Harry puede sentir todas tus emociones por el lazo. Si no te calmas va—."

Unos apresurados pasos impactaban contra la dura nieve, como si estuviera corriendo. Harry apareció en el porche de la cabaña, algo agitado. Su cabello oscuro estaba mucho mejor peinado y cuidado que otras veces que Draco haya visto, mucho mejor que hacía una semana cuando tuvo esa pelea con Evans.

Se veía guapo con su abrigo que era más delgado que el de omega. Los alfas tenían un calor corporal mucho más alto que los omegas, además de que Draco estaba acostumbrado a climas más cálidos. Las botas militar de Harry se acercaron a Draco con más tranquilidad, el cuál estaba muy indignado.

"¿Y ahora qué pasa?" Su voz grave y masculina se oía un poco más agitada.

"Nada, no me pasa absolutamente nada." Siseó Draco entre dientes, cruzándose de brazos.

Harry parpadeó confundido. Miró a Blaise en busca de ayuda, quien se encogió de hombros.

"Acabo de correr dos kilómetros por ti, ¿no puedes mirarme aunque sea un poco?" Pidió Harry.

El omega enderezó su espalda y se negó a mirar a Harry.

"¿Estás enfadado conmigo?"

Draco miró sus uñas.

"¿He hecho algo que te ha molestado, Blaise te ha molestado?"

El omega bufó.

"¿Está cerca tu celo, por eso estás tan irritante?"

Draco abrió los ojos y su boca, ofendido. "¿Cómo que—? ¿Mi celo? Por supuesto que eso no afecta a mi mal humor. ¡Eres un insensato si piensas eso! ¿Cómo se te ocurre sugerir algo así?"

Harry entrecerró los ojos, con una cara de incredulidad absoluta. No entendía el mal humor de Draco.

"Creo que ya sé qué te pasa." Murmuró Harry, aun con sus ojos suavemente entrecerrados con curiosidad. "Blaise, ¿podrías dejarnos un momento?"

"Por supuesto, alfa." Asintió Blaise, se levantó de su silla. "Nos vemos, Draco." Le sonrió suavemente antes de bajar del porche de la cabaña e irse.

Cuando Blaise se fue, sólo quedaron Harry y Draco. Draco se mantenía con sus brazos cruzados mientras miraba a Harry con la mayor indignación de todas. Para el alfa era incluso divertido, porque Draco arrugaba toda su cara en una mueca molesta.

"Bien." Suspiró suavemente Harry. "¿Podemos pasar adentro?"

"Estoy bien aquí." Aseguró Draco. En realidad, estaba muriéndose de frío y le apetecía algo de calor corporal de Harry. Pero él no iba a suplicar por ninguna ayuda.

"¿De verdad?" Resopló divertido. "Tus manitas se van a congelar, sería una lástima."

Draco lo apuñaló con la mirada. "No tengo manitas. Tengo manos de una talla muy normal."

"Claro que no. Mira tus deditos, son como ramitas." Harry tomó su mano con una de sus gigantescas y fuertes manos, y empezó a pinchar los deditos de Draco.

El omega le dio un manotazo, Harry sonrió divertido de manera ladina. "¡No son manitas!" Justificó.

"Sí que lo son. Son como el triple de pequeñas que las mías." Observó, muy seriamente.

"Tal vez tú eres muy grande."

"¿Vas a entrar o no? Hablo en serio, tus dedos de ramitas se van a congelar."

"¡No son ramitas!" Exclamó exasperado e irritado. "¡Y por supuesto que no voy a entrar ahora! Estoy enfadado contigo."

"Así que estas enfadado conmigo." Repitió.

"Sí."

"¿Puedo hacer algo para que dejes de estar enfadado?"

"No."

"Así que va en serio eso de que no vas a entrar a casa."

Draco parpadeó. "¿Es que me estaba riendo cuando lo dije? Claro que no voy a entrar."

Harry tarareó afirmando. Pasó sus manos por el cuerpo de Draco y en un rápido movimiento lo cargó como a una novia en su noche de bodas. Draco empezó a patalear y a exclamar como si lo estuvieran secuestrando, así que Harry tuvo que echar la cabeza un poco hacia atrás porque no quería que las manitas de Draco lo arañaran.

"¡Bájame ahora mismo! Esto es un atentado contra mi opinión."

"Tú eres un atentado contra mí." Bufó Harry cansado, Draco no pesaba apenas pero se quejaba como nunca. "Sólo te estoy cuidando. Cálmate y no me golpees."

"¿Llevarte a una persona en contra de su voluntad es cuidar para ti?" Inquirió Draco, mientras Harry entraba en la cabaña y cerraba la puerta principal con su pie. La cabaña estaba helada.

El alfa resopló.

"No me estoy llevando a cualquiera, joder. Estoy llevando a mi omega en contra de su voluntad." Corrigió.

"¿Y eso es mejor?"

"Un pelín mejor."

"Oh gracias, ahora no me enfadaré." Exclamó con ironía.

"¿Ves? No es para tanto." Harry sonrió cuando Draco lo fulminó con sus ojos grises.

El alfa llevaba a Draco hacia la habitación, Draco empezó a removerse nervioso e inquieto.

"¿Qué estás haciendo?" Espetó Draco.

Harry se sentó en el centro de la cama, gateó como pudo con sus rodillas mientras seguía cargando a Draco. Sus largas y fuertes piernas vestidas en pantalones vaqueros negros y ajustados se doblaron al estilo indio. El alfa sentó a Draco en su regazo, entre sus piernas.

Draco trató de alejarse e irse. Aún seguía enfadado, con ganas de llorar, con ganas de un abrazo y con una impotencia descomunal. Era un lío de hormonas y emociones desastrosas.

Harry no dejó que se fuera, lo agarró bien de la cintura y los muslos. Hizo que abriera las piernas y colocó cada una de ellas a uno de sus costados.

"¿Qué estás haciendo?" Repitió Draco, inquieto y nervioso.

"Estás sufriendo un ataque de histeria, relájate." Pidió Harry, calmado. Su mano izquierda sostenía su cintura fuerte y su mano derecha acariciaba su muslo.

Draco trató de apartarlo. "Yo no estoy sufriendo na—."

Sintió un agradable cosquilleo por su médula espinal cuando las fuertes manos de Harry lo empezaban a masajear. Draco sintió que todo su cuerpo se volvía una espesa gelatina, su omega quiso llorar aliviado. Ese alfa lo estaba atendiendo a él, lo estaba tranquilizando y llenando con su aroma. Draco se sintió vulnerable y a su vez relajado.

Harry sonrió suave ante la reacción de Draco.

Era como masa blanda que se había sometido a su tacto y buscaba más. Draco cerró sus ojos cuando la mano en su cintura empezó a acariciar su costado muy tranquila y suavemente.

"Mírate, sólo estabas algo estresado y angustiado porque necesitabas a tu alfa." Lo arrulló Harry, su grave y masculina voz ronca hacía vibrar hasta los huesos de Draco. El omega quiso apretar las piernas. "Sólo querías que tu alfa estuviera pendiente de ti, ¿verdad? Que te toque y te quiera como mereces."

"Harry." Draco se sentía extraño. Tenía sueño y quería apoyarse en Harry, buscar calor.

"¿Tienes frío?" Cuestionó, Draco asintió torpemente. "Voy a quitarme el abrigo, ¿vale?"

Cuando las manos de Harry abandonaron su cuerpo un momento, Draco quiso llorar por alguna razón. Harry se apresuró a deshacerse de su abrigo y lo pasó por los hombros de Draco, quien rápidamente se aferró a la tela y olisqueó el aroma.

Harry besó su sien con un suave y casto beso.

Atrajo a Draco a su pecho, el omega apoyó su cabeza y se removió. El alfa lo abrazó cuando Draco comenzó a removerse más, pidiendo en silencio los fuertes y abultados brazos de su alfa. Harry apoyó su barbilla sobre la cabeza de Draco, besaba su cabeza de vez en cuando y frotaba su espalda y sus muslos.

Supuso que Draco no estaba acostumbrado a guiarse por su instinto, por eso estaba tan tenso y se sentía inquieto. Sabía bien cómo podría quitar esas impotencias en Draco, pero no iría tan deprisa.

"Qué omega tan precioso y bueno tengo." Lo elogió Harry, tranquilo. Draco se removió. "Tan inteligente y astuto."

"Me siento estúpido haciendo esto." Admitió Draco, su voz estaba amortiguada por los duros pectorales del alfa.

Harry sonrió un poco, pero eso Draco no lo supo.

"Es normal." Besó su cabeza una vez más. "No te preocupes, no es estúpido ni extraño. Es muy necesario."

"Me siento como un idiota."

"Tu omega está inquieto, es lo normal. Nos enlazamos hace una semana y no he podido atenderte como es debido." Harry vaciló unos segundos. "Lo siento, Draco."

"¿Por qué?"

"Se supone que debo de cuidarte, lo estoy haciendo como una mierda." Suspiró cansado.

Draco tomó un breve silencio.

"Ambos somos nuevos en esto, si te sirve de consuelo." Se encogió un poco de hombros. Respiró hondo y llenó sus pulmones de más roble y limón. "Estamos aprendiendo, es bueno."

"Tampoco quiero que veas todo esto como un acuerdo." Pidió Harry, en un pequeño murmullo. "Puede que la razón por la que te haya conocido fuera por un tratado de paz. Pero en esta manada el lazo es muy importante, no quiero que desprecies mi marca en tu cuello."

"Evans sigue enfadado conmigo, ¿verdad?"

Harry hizo una mueca.

"Se le pasará." Lo tranquilizó. "Ahora no pienses más en eso."

"¿Cómo sabías que así podría calmarme?" Draco se apartó un poco para poder mirar al alfa.

"No tenía ni puta idea de si funcionaría." Admitió. "Había otra manera, pero me parece que esta es la más correcta ahora."

Draco tarareó y cerró sus ojos, se sentía adormilado. "No estoy seguro de si me has tranquilizado o drogado."

"¿Mi omega tiene sueño?" Murmuró Harry divertido, Draco sintió un cosquilleo por todo su cuerpo. La voz de Harry, cuando era más baja y susurrante, era más grave y ronca.

"Un poco. Tal vez bastante." Murmuró.

"Vamos a dormir entonces." Harry pasó ambas manos por los muslos de Draco. Los agarró y se recostó hacia atrás, su cabeza descansó contra la cómoda almohada. Draco quedó sobre él, siendo tan pequeño y manejable como Harry había supuesto la primera vez que lo vio.

Draco frunció el ceño.

"¿Voy a dormir así?" Inquirió. "Quiero decir—, ¿sobre ti?"

Harry frunció el ceño, desconcertado.

"¿Te molesta?"

El omega mordió su labio inferior, inquieto. "¿Y si te aplasto y no puedes respirar?"

El alfa se quedó callado unos segundos, parpadeando.

"¿Eres consciente de que pesas menos de cincuenta y siete kilos?" Arqueó una ceja.

Draco resopló, exasperado. "¿Y? Me he estado descuidando últimamente, estoy más gordo." Susurró avergonzado.

"Draco, peso noventa y siete kilos." Harry alzó las cejas. "No me hables de peso. Y tampoco estás gordo." Palmeó el muslo derecho de Draco. "Estás genial."

Draco apartó su mano de un manotazo.

"Claro que estoy gordo." Siseó en voz baja, con su ceño fruncido.

"¿Por qué hablas en voz baja? Estamos solos."

Draco rodó los ojos. "No puedo contigo, hablo en serio." Suspiró con pesadez.

"¿Por qué dices eso?" Inquirió Harry. "Si no me dices las cosas no puedo ayudarte. A ver, ¿cuánto pesas?"

Draco lo miró con los ojos muy abiertos. Le dio un manotazo en el pecho a Harry, quien frunció el ceño.

"¿Y ahora qué pasa, qué he dicho?"

"Nunca se le debe preguntar eso a un omega." Draco lo señaló con su pequeño dedo índice, amenazante. "Hablo en serio, jamás de los jamases. Nunca le preguntes a un omega por su peso."

"¿Entonces vas a dormir a mi lado?" Cuestionó el alfa, impaciente.

"Sí." Asintió, bajándose de Harry.

El alfa gruñó. "Pero yo quiero que duermas sobre mí."

"Cuando pierda peso hablaremos." Zanjó. Draco ya se había tumbado al lado del gigantesco y pesado alfa.

"¿Y si te convenzo de que no estás gordo en menos de tres minutos, dormirías sobre mí?" Inquirió muy interesado.

Draco ya tenía los ojos cerrados y había dado media vuelta de espaldas al alfa. "Harry, tengo sueño." Pidió, serio.

Hubo un pequeño silencio.

"Draco." Lo llamó, el omega tarareó adormilado. "¿Puedo abrazarte?" Draco resopló. "No esperarás que esté en mitad de la cama tieso como un trozo de madera, ¿no?"

Draco buscó, con los ojos cerrados, el fuerte brazo de Harry. Su mano era tan pequeña que no podía agarrar la muñeca de Harry completamente. Tiró de su brazo y lo dejó descansar sobre su cintura, sintió que el alfa se arrastraba cerca de él y pegaba su fuerte pecho contra la pequeña espalda de Draco. Rápidamente se acomodaron y ajustaron perfectamente.

A Draco le gustaba que olor a roble estuviera en la almohada y las sábanas, y que el gran y cálido cuerpo de Harry lo estuviera abrazando por detrás.

"¿Puedo medir tu mano con la mía y demostrarte que mi mano es el triple de grande que la tuya?"

"Harry, pienso patearte hasta tirarte de la cama."

"De acuerdo, joder. Era sólo una sugerencia."

Continue Reading

You'll Also Like

158K 16.8K 38
⠀⠀⠀⠀ ⠀★ jeongguk es un ⠀⠀⠀⠀⠀⠀famoso actor porno ⠀⠀⠀⠀⠀⠀y taehyung un lindo ⠀⠀⠀⠀⠀⠀chico que disfruta de ⠀⠀⠀⠀⠀⠀public...
204K 11.5K 19
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
204K 11.3K 100
Segunda parte de One Shots - Selección Mexicana La primera parte se encuentra en mi perfil más de 100 One Shots Pequeñas historia de tus futbolistas...
859K 127K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...