Hate you, love me [l.s]

By TheSunLouehh

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«Arrogante, narcisista, insoportable, soberbio, hipócrita y un condenado hijo de puta.» Son algunos los térmi... More

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Dedicatoria
Epígrafe
Prefacio
Primer acto
Segundo acto
Tercer acto
Cuarto acto
Sexto acto
Séptimo acto
Octavo acto
Noveno acto
Décimo acto
Décimo primer acto
Décimo segundo acto
Décimo tercer acto
Décimo cuarto acto
Décimo quinto acto
Décimo sexto acto
Décimo séptimo acto
Décimo octavo acto
Décimo noveno acto
Vigésimo acto
Vigésimo primer acto

Quinto acto

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By TheSunLouehh

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Para Cami, con todo mi amor. Para que recuerde lo orgullosa que estoy de ella y el infinito amor que le tengo <3

—¿Hay algún motivo por el que Harry Styles y tú no han dejado de intercambiar miradas desde el inicio de la fiesta pero todavía no han cruzado siquiera una palabra? —la voz de Niall, a sus espaldas lo hizo sonreír.

Louis apuró su trago y ladeó la cabeza, mirando cómo el asistente de guion se sentaba a su costado en uno de los elegantes taburetes altos y lo miraba con burlona y amable curiosidad.

—Hmmm, ¿qué te hace pensar que no nos hemos hablado? —optó por responder.

Niall rodó los ojos y chasqueó la lengua con diversión.

—Tommo, Tommo...—silbó —Todo el elenco sabe que algo ha pasado entre ustedes, están bastante, hmmm, ¿cómo los llamó Terrence? ¡Ah, sí! — se inclinó como si fuese a decir un secreto de estado — Profesionales.

—¡Qué crimen! —Louis comentó, terminando su chupito y sonriéndole con amabilidad al camarero, luego de hacerle una seña para que le sirviese otro.

—¡Ey! Hablo en serio. —se burló — Todos los hemos notado muy distantes, creo que no te he visto pasar de él desde que los conozco.

—Hmmm, entonces no has visto nada, Nini. —le dio una sonrisa ladeada — Sucede que a veces me canso de lidiar con el señor Idiotez y simplemente desconecto de él y sus estupideces por un tiempo. Pero tranquilo, seguro que en un par de semanas volvemos a nuestras agradables y energizantes peleas de niños.

—Creo que más que niños parecen una pareja que lleva años casados o...— ante la mirada irritada del ojiazul, el rubio rio entre dientes y alzó las manos en son de paz — Por supuesto, solo son suposiciones e ideas tontas.

—Claro.

Louis suspiró y antes de darse cuenta, desvió sus orbes que prometían el paraíso hacia unos ojos que con intensidad lo seguían y le dejaban un nudo en el estómago y un revoloteo en el alma. Tal como llevaba haciendo desde que se cruzaron por primera vez en la noche, verde y azul se juntaron en una muda guerra de voluntades en la que el primero en ceder caería en la tentación de un tesoro que aunque desconocido, era anhelado desde que se les había sido prometido.

Harry estaba conversando animadamente con Liam – quien gesticulaba emocionado y de rato en rato sacudía el hombro del actor – desde hacía casi una hora, mientras sonreían amables a quien quisiera acercárseles y de rato en rato bailaban con alguna muchacha que con mejillas sonrojadas se los pedía.

Las grabaciones de "Fire Edge" habían terminado el martes, luego de que Harry – ya completamente recuperado gracias al justo descanso de dos días que tuvo – e Ivonne grabaran la última escena en la que la rubia, tirada por la emoción, había matado al amor de su vida y destruido todo por lo que los cárteles luchaban; una escena tan emocionante como compleja que los había tenido en grabación durante casi tres horas, hasta que esta quedó bien hecha a los ojos de la directora. Así, cuando finalmente Gianna había gritado el último "¡CORTE!" incluso Louis había soltado el aire que llevaba retenido y en un torbellino de risas y felicitaciones, todos habían tenido una cena tardía y grasosa celebrando el fin de las grabaciones y en una ola emocionada, acordaron hacer una pequeña fiesta en uno de los clubes más exclusivos de Los Ángeles, para el sábado.

Y ahí estaba Louis, tomando su cuarta bebida de la noche y rehuyendo a los ojos en los que podía verse calcinado, a pesar de no poder desligarse del todo del dueño de los mismos.

Realmente lo que le había dicho a Niall no distaba mucho de la verdad, y es que si bien, ambos habían estado bastante incómodos y distantes desde hacía poco más de semana y media, eso no era del todo extraño en su relación, pues cada cierto tiempo se cansaban de danzar el uno alrededor del otro y la tensión inherente en su trato terminaba por difuminarse en una fría cordialidad que ambos mantenían hasta que alguno se quebrara y los regresara al ruedo de fuego.

Regularmente sucedía cuando por algún motivo, cruzaban el límite que los mantenía a salvo y esos rezagos de cariño, preocupación y lujuria se desbordaban y los dejaba confundidos. A veces pasaba, y habían aprendido a aceptarlo y a darse espacio para volver al territorio de lo conocido y seguro; sin embargo, esta vez, Louis había sentido cierta aura un poco más fuerte alrededor de Harry y una ligera reticencia a verlo alejarse, prueba de ello los innumerables intentos de provocación que pretendían llevarlo al límite y poner en juego su paciencia.

Y Louis estaba asustado, preocupado y malditamente caliente.

Era innegable el hecho de que Harry Styles era la representación terrenal de gloria y pecado, y él solo era un mortal que se deslumbraba por ello y trataba de resistirse a ser un número más en la lista de acostones del actor. Y sinceramente, no se le estaba haciendo tan fácil como habría querido.

Con cada mirada, con cada burla cariñosa, con cada insulto cargado de tensión y cada gesto vergonzosamente dulce, un poco de su armadura se derretía y una parte de su cuerpo anhelaba por el placer que entre los fuertes brazos tatuados podría conseguir.

—Dios, tengan cuidado, con esa tensión sexual terminarán embarazándonos a todos por aquí. —una voz femenina canturreó frente a él, haciéndolo despegar la mirada de los pozos verdes en los que se había perdido y volver en sí.

Niall reía detrás de su copa, mirando todo divertido y asintiendo como si le diera la razón a la representante de Liam, que había llegado de la nada.

—Oh, hola Vanessa. —tragó, ignorando lo anteriormente dicho — ¿Cómo estás?

Ella le dio una sonrisa de perfectos dientes y hoyuelos, antes de elevar su propia copa – de algo parecido a la champaña – y beber un largo sorbo.

—Bastante cómoda. —asintió — Los americanos sí que saben hacer fiestas. —silbó.

Louis miró a su alrededor, alejando su foco de atención de Harry y observando curioso a sus compañeros por primera vez; efectivamente, parecían estársela pasando bien y si los leves grititos que parecían una porra desde una de las mesas en la otra esquina del piso VIP que habían alquilado por la noche, sugerían algo, realmente estaban divertidos y disfrutándola a lo grande.

—Sí, supongo que sí. —asintió — Aunque sigo extrañando Inglaterra, ¿sabes?

—Hmmm, creo que uno nunca supera estar lejos de su tierra, ¿no? —Niall se encogió de hombros — Pero aquí no está mal.

—No, no lo está. —convino Vanessa, antes de regresar su mirada a Louis — Así que...

—¿Así que...?

—Liam mencionó que Harry y tú tomarían unas vacaciones un poco largas.

—Oh, sí... Son un par de meses y aún no está del todo confirmado, pero si todo sale bien, en un par de semanas, Hollywood le perderá el rastro a su hijo adorado.

Vanessa soltó una risita, mientras Niall hacía una especie de saludo militar respetuoso que el castaño no terminó de entender, pero que le hizo sonreír.

—Hmm, Gerard no ha de estar muy contento con eso.

—Gerard puede venir y chuparme la polla. —Louis gruñó, pero rápidamente se disculpó hacia Vanessa —Hmmm, lo siento.

—No pasa nada. —desestimó con un gesto — Así que los rumores de que finalmente la guerra entre Gerard y tú explotó no son del todo falsos.

—Bastante ciertos. —Niall confirmó.

—Lamentable pero cierto. —asintió Louis —No nos llevábamos bien, pero al menos fingíamos lo suficiente para una relación no del todo brusca. Ahora cada vez que nos cruzamos puedo sentir los deseos de ese inútil de trapear su vergonzoso camino con mi perfecto rostro.

—Ay, Tommo, suenas bastante como Styles. —Niall le advirtió.

—Eww no. —Louis se burló, dándole una sonrisa brillante y un guiño a Vanessa, que rio encantada — Supongo que al final sí se me pegó algún piojo de súper estrella.

—¡Oh! ¿Y la cura? —la morena dramatizó, haciendo reir a ambos hombres — Bueno, volviendo al tema, si de una pelea se trata, yo apuesto por ti, Louis.

—Gracias. —alzó su copa.

—Gerard es un incompetente, por supuesto que Louis lleva las de ganar. —Niall defendió con ahínco.

Louis le sonrió dulce.

—Uhmmm, no, no creo que Gerard sea un incompetente. — Vanessa habló calmada — Es bastante bueno en el negocio y creo que dentro de todo le tiene algo de cariño a Harry, pero todavía le falta un poco de calidad humana para ser considerado bueno.

—¡Salud por eso! — gruñó desanimado el castaño, antes de empinarse el trago y dejar de beber un rato por el ligero mareo que embotaba sus pensamientos. Miró a Vanessa, que cabeceaba ligeramente al ritmo de la música y sonriendo amable, preguntó — ¿Quieres bailar?

La representante rio encantada y asintió, carcajeando por lo bajo cuando Louis le hizo una exagerada reverencia, y alejándose de Niall – que tras superar su breve indignación por haber sido olvidado se había girado a conversar con una guapa camarera – fueron hasta la pista de baile.

Louis trató de mantener toda su atención en la agradable morena, pero de rato en rato, sus ojos – como llamados por un imán – escaneaban la habitación en busca de un alto rizado vestido con una colorida camisa y botines dorados que mantenía sus ojos burbujeantes en la figura ligeramente más pequeña de su asistente.

Si Vanessa notó algo, no se lo hizo saber y no reaccionó más allá de una sonrisita conocedora y un beso en la mejilla para cuando terminó su baile. El castaño le hizo otra reverencia exagerada y tras unas amables palabras más, volvió a su sitio en el bar.

—¿Y Vanessa? —Niall le preguntó.

—Dijo que iba a conversar con algunas colegas que reconoció a lo lejos. —le respondió sinceramente — Tal vez regrese en un rato.

—Sí, tal vez. —Niall tomó otro trago y miró curioso a Louis, que empezaba a tener un bonito rubor que le subía desde el pecho —¿Por qué no vas a hablarle?

Como no tenía caso fingir que no entendía de qué hablaba, el ojiazul simplemente se encogió de hombros y se apoyó ligeramente en su amigo.

—En primer lugar, nos hemos visto hoy en la mañana cuando lo acompañé a esta entrevista en la radio y después coordinamos algunos puntos de su horario; en segundo lugar, no tengo nada más que decirle que no le haya dicho ya y hablaba en serio sobre tomarme un descanso de sus estupideces... —tomó aire — Y en tercer lugar, está bastante entretenido con Liam.

—Para decir que no te importa, pareces haber pensado bien en los motivos por los que no acercarte.

—No seas tonto, Neil. —le dio un golpecito juguetón — Lo mejor ahora mismo es mantener nuestras distancias.

—Si tú lo dices, no te presiono.

—Oh, gracias.

—Imbécil. —rio el irlandés — Simplemente quería comprobar que no quisieras ir por él, cuando luces bastante desesperado por acercártele.

—Cállate, Horan.

Niall rio, pero hizo un gesto que pretendía simular un zipper sobre su boca.

Se mantuvieron en un agradable silencio, mientras veían la fiesta transcurrir frente a sus ojos, hasta que Louis logró calmar su interior y con voz ligera le preguntó a Niall por sus siguientes planes de trabajo.

—No lo sé, hay algunas ofertas para esta producción de los hermanos Jekins, pero todavía está en un veremos. —miró su trago con atención — Sinceramente, creo que ha llegado la hora de probar algo nuevo y ver si los guiones que tengo tienen algún futuro o no. Creo que empezaré a ver eso.

—¡Wow! —Louis soltó una risa emocionada e importándole poco lo demás, atrajo al rubio en un abrazo efusivo — ¡Eso es genial, Niall! He leído lo que escribes y eso definitivamente tiene potencial. Gran parte de tu trabajo es mucho mejor que las propuestas de guion que le llegan a Harry cada semana.

—¿Tú crees? — Niall le sonrió con un leve rubor en su piel pálida.

—Por supuesto, hombre. —lo animó —Será genial y estoy seguro de que no tardarás mucho en conseguir algo.

—Espero que no.

—Sabes que si necesitas algo puedes contar con nosotros.

Niall ignoró deliberadamente llamar la atención de Louis sobre el hecho de que siempre hablaba de Harry y él como una unidad, dos partes de un todo que aunque opuestas se complementaban, y simplemente le dio una sonrisa sincera que le hacía brillar los ojos.

—Muchas gracias, Lou. — asintió —Aunque espero que mis guiones sean suficientemente buenos para llamar la atención de algunas productoras, todavía agradezco saber que tengo contactos entre los grandes.

Louis carcajeó por lo bajo, con el rosa atenuándose en sus mejillas y negó con la cabeza.

—Lo conseguirás, estoy seguro. Pero sí, recuerda que estoy dispuesto a hacer tratos con el diablo, mejor conocido como Harry Styles, por ayudar a un amigo.

Niall rio, casi escupiendo su bebida, para luego asentir entre risitas, cuando finalmente se calmó.

—Siempre agradecido con tu sacrificio.

Entre burlas y unos tragos – que Louis pidió para celebrar el 'jodido éxito' que le vaticinó al rubio – siguieron disfrutando de la noche. Y por unos instantes, el castaño pudo respirar tranquilo, sus latidos antes erráticos se calmaron, el molesto nudo en el estómago se le deshizo y la sangre se distribuyó por todo su cuerpo en lugar de concentrarse en una sola parte de su anatomía.

Pero ese instante terminó y su calmado océano, pronto se convirtió en un tsunami.

Inició con el fin de turno de Lía, la camarera latina con la que Niall había estado coqueteando entre tragos y tras unas palabras en español muy mal pronunciadas por el irlandés, la guapísima y exuberante morena se había derretido por él.

—¿Te apetece bailar, mi amorcito1? —preguntó con cierta dificultad, que fue recompensada por la risa brillante de la joven.

—Si crees poder seguirme el ritmo, rubio. —le guiñó un ojo, caminando entre la gente rumbo a la pista de baile.

Niall arqueó las cejas, aceptando el desafío y con los ojos celestes brillando en interés.

—¿Te molesta? —le preguntó a Louis, que observaba entretenido el intercambio con el mentón apoyado en sus manos unidas.

—Adelante, tigre. —se burló de su amigo.

El irlandés rodó los ojos y tras un gesto grosero a Louis [por el que el castaño solo rio encantado] se fue detrás de la latina, que lo observaba con curiosidad y diversión; pronto quedó en evidencia que Niall no solo no podía seguirle el ritmo a Lía, sino que también era un pésimo bailarín pero una estupenda pareja de baile.

Louis creyó que era momento de apartar la vista cuando ambos empezaron un beso intenso que despertó algunas risitas en los colegas del rubio.

Tomó su trago en una mano y poniéndose en pie, empezó a vagar por la sala, sacando a relucir esa curiosidad intensa que de niño lo había metido en tantos problemas y que le había sacado sustos a su pobre madre. Sin embargo, cuando se estaba acercando a la mesa de los aperitivos – tras haber evitado conscientemente el rincón en el que Liam y Harry seguían charlando – algo en su vista periférica le llamó la atención.

Se giró lo justo para observar la entrada al piso con soltura pero sin parecer grosero, y entrecerró los ojos a la figura que elegantemente vestida, se veía un poco pequeña alrededor de los guardias apostados en el lugar. Le pareció reconocer el cabello negro como el ébano y en un sofisticado corte, y la contextura y talla parecía concordar con la que sus recuerdos evocaban de una fotografía que había visto de pasada un par de veces; las luces tenues y parpadeantes no le permitían distinguir bien las facciones, pero estaba casi seguro que si se acercaba un poco, los labios delineados y el impresionante conjunto de ojos, pestañas y cejas del modelo, quedarían al descubierto.

Así que eso hizo.

Importándole poco lo extraño que sería, cuadró los hombros y se acercó a la entrada, en la que Yavok y Hunter esperaban junto a otros miembros del equipo de seguridad que Louis no podía reconocer por nombres; mientras más se acercaba, más notable era el pequeño conflicto que los guardias parecían estar teniendo con el que – a su vez – estaba seguro era uno de los modelos más importantes de la industria actual.

—Hmmm...—se aclaró la garganta con incomodidad al momento de llegar — Disculpen, ¿hay algún problema?

Todos los pares de ojos se dirigieron a él, con algunos ceños fruncidos y la mirada serena de aquellos que lo reconocían.

—Louis. —Hunter le asintió en reconocimiento con una mueca que casi se asemejaba a una sonrisa — Solo un conflicto con el señor presente.

El ojiazul le sonrió al modelo, que parecía entre tímido y molesto, siendo correspondido por una muy leve sonrisa tentativa.

—Nos han pedido que por privacidad nadie externo al equipo ingrese al piso. — un hombre que fácilmente medía metro noventa y de aspecto severo continuó — Y el señor acá insiste en que es bienvenido y está invitado, pero no puede conseguir que nadie venga a confirmarlo.

Era difícil decirlo por las luces, pero Louis podría jurar que el pelinegro tenía manchas rosas en las mejillas, ya sea por vergüenza o por indignación.

—Le repito, no puedo hablarle a mi contacto porque mi teléfono perdió la carga. —habló pausado el joven — Pero puede comprobarlo, yo...

—Por favor, señores. —Louis intervino ante la voz desvaneciéndose del otro —Vine yo para hacerlo ingresar. — su voz se tornó ligeramente distante y adoptó la postura de negocios que tenía perfectamente ensayada: cordial pero imponente —Es un conocido del señor Styles y lo he estado esperando durante la noche.

Yavok arqueó las cejas, pero no dijo nada para refutar lo dicho por el castaño.

—¿Está seguro? — otro guardia, algo mayor, le preguntó sereno.

—Por supuesto. — una perfecta ceja castaña se alzó con sorna — Además, difícilmente el señor representa algún peligro, siendo que probablemente es una de las personalidades más reconocidas hoy presentes.

Eso pareció ser suficiente para que los guardias, tras una breve disputa de miradas, lo aceptaran; fue Hunter el que se adelantó y con soltura, retiró el cordón que le impedía el pase al pelinegro, haciéndole un gesto respetuoso en el proceso.

—Gracias, tengan buena noche. —Louis asintió y tras la despedida cortés del modelo, lo encaminó entre la gente.

—Muchas gracias por eso, pero yo no he cruzado con Harry Styles más que un par de palabras. — el pelinegro habló con algo de diversión filtrándose en su tono.

—Lo sé, pero hacer venir a Liam en medio de todo este tumulto habría llamado mucho la atención, ¿no fue por eso que no pediste que lo localizaran?

—Oh, lo sabes. —no fue una acusación, pero su voz había disminuido una octava y su gesto se había cerrado.

—Soy Louis Tomlinson, asistente personal de Harry Styles, que resulta ser un buen amigo de Liam. —hizo una pausa —Ha sido inevitable que cierta información me llegue. —le dio una sonrisa amable — Pero calma, no tendría el trabajo que tengo si no supiese guardar secretos.

El modelo pareció soltar el aire que estaba reteniendo y le devolvió la sonrisa.

—No, imagino que no. —se detuvo y extendió su mano — Un placer, soy Zayn.

—Llámame Louis. —la estrechó con una sonrisa — Ven, te llevaré con Liam.

—Gracias.

—¿Realmente tu teléfono se quedó sin pila o hay algún otro motivo por el que no llamaste a Liam? — le preguntó, tratando de mantener el tono cordial y no invasivo para evitar incomodar al modelo.

—Hmm no, realmente estoy sin batería. — soltó una suave risa — Liam me invitó hace unos días, pero por contrato estuve en Milan; recién llegué y le prometí que si me animaba a venir lo llamaría, pero había algunos paparazzis molestando, así que salí tan apresurado que olvidé cargar y bueno, eso...

—Ya, esos imbéciles son una molesta plaga. — Louis ofreció, habiendo vivido su propia cuota de historias del terror con ellos y Harry — Pero estás bien y a salvo, por contrato nadie puede divulgar nada de lo que suceda hoy.

—Sí, eso me terminó de convencer. — bromeó el moreno.

Louis carcajeó por lo bajo, deteniéndose a tiempo para no tropezar con uno de los – si su memoria no fallaba – ayudantes de escenografía, que se tambaleaba algo mareado y con una mirada de cachorro apaleado que hizo sonreír al moreno.

—¿Han visto a Sonya? — les preguntó algo aturdido.

—Sigue adelante, amigo, no Sonyas por aquí. — Louis respondió sereno.

El muchacho entrecerró los ojos con un poco de duda, pero finalmente asintió con un suspiro resignado y siguió su camino entre lamentos.

—¿Conmovedor o acosador? —preguntó Zayn, retomando el camino.

—Creo que algo parecido a un corazón roto. No estoy seguro, contrariamente a lo que pueda parecer, no tengo la información al día sobre los cotilleos del equipo. — sonrió.

Sonrisa que se perdió en cuando sus ojos azules se cruzaron con unos verdes que lo miraban con curiosidad y que por algún motivo estaban más cerca de lo que había planeado.

Harry y Liam, deteniendo su charla, miraron con algo de sorpresa la llegada de los otros dos hombres.

—¡Zayn! —Liam se enderezó y a pesar de la poca y parpadeante luz, su rostro pareció resplandecer — No sabía que vendrías... Es decir, claro, te invité, pero como no me confirmaste nada no estaba seguro de si llegarías al final; y durante la noche estuve esperando tu llamada, pero no llegó y yo, solo, hmmm, me alegra verte.

El modelo lo miró con una sonrisa cariñosa y tras una rápida mirada alrededor, se acercó al actor y depositó un casto beso en sus labios, antes de retirarse velozmente.

—Sí, hola a ti. —se burló tierno del gesto aturdido del castaño — Llegué un poco tarde y venir a tu fiesta fue una decisión de última hora, se me acabó la pila y como no te pude llamar, tuve problemas de ingreso.

—Oh...— se rascó la nuca apenado — Debí dejar dicho que si te veían te dejaran pasar, lo lamento.

—No pasa nada. —lo tranquilizó — Felizmente Louis pareció reconocerme y se acercó para permitirme el ingreso.

Solo entonces Liam pareció reparar en la presencia de su amigo y el asistente, saliendo de la burbuja en la que se había sumergido con la llegada del modelo, y le dio una sonrisa entre avergonzada y agradecida al ojiazul.

—Oh, Louis, gracias.

—Bah, no fue nada. — sonrió —Aunque como no pude intervenir en tu nombre, tuve que decir que era un conocido de Styles.

—Yupi. —festejó el nombrado, sonriendo de lado.

Louis lo ignoró deliberadamente, a pesar de que las comisuras de sus labios se tensaron un poco.

—Soy Zayn. —el moreno se presentó con el actor.

—¿Cómo estás? Soy Harry. — le habló amable y cordial — Y es un verdadero placer conocerte, empezaba a creer que el Zayn que tenía tan emocionado a Liam no era más que un producto de su imaginación.

El modelo rio encantado, mientras que Liam, con una sonrisa un poco avergonzada, se inclinó hacia Harry y le susurró algo que inmediatamente le hizo enseriar el gesto y resoplar con molestia. Louis ignoró – ya todo un profesional en la materia – la mirada burlona de Liam que bailaba de él hacia Harry y la silenciosa interacción entre ambos actores, que parecían tener como foco al asistente.

—Bueno, soy bastante real. —Zayn desvió la atención, notando la leve molestia del castaño.

—Es bueno saberlo. —Harry le dio una sonrisa y moviéndose, rápidamente les hizo un espacio a los recién llegados en el rincón en el que compartían tragos.

—¿Entonces oficialmente terminaron las grabaciones?

—Sí, ya todo ha terminado.

—Gracias a todo lo sagrado.

—No estuvo tan mal...

—No, pero las últimas semanas de grabación en Minessota me dejaron dolor de garganta.

Louis sonrió ante lo dicho por Liam, dándole una mirada de reojo al rizado, que se removió sobre las plantas de sus pies.

—¿Así de mal estuvo? —Zayn preguntó con curiosidad.

—Realmente parece que ese estado bien podría congelarse un día de estos. — Harry asintió.

Liam, en cambio, se burló brevemente de su amigo.

—Styles, aquí presente, tuvo un resfrío poco antes de iniciar esas grabaciones y el frío solo lo hizo recaer. — hizo una pausa — Es un milagro que siga vivo, después de todo.

—Un milagro o lo eficiente del cuidado de Louis. — el ojiverde murmuró, lo suficientemente alto para que los presentes escuchasen.

El ojiazul le dio una sonrisa de labios cerrados y una mirada que más que agradecida o cálida, lucía levemente irritada.

—No me podía dar el lujo de que se muriese, con un gracias es más que suficiente. — respondió cínico.

Harry soltó una risa suave y burlona.

—¿En serio? — el leve arrastre en su voz, irritó aún más al castaño.

—Deberías, en realidad, ¿sabes? — le respondió inmediatamente — Deberías agradecerme cada instante de tu miserable existencia, ya que gracias a mí sigues viviendo. — finalizó con un tono dulce y un ligero aleteo de pestañas.

—Oh, realmente lo agradezco, cariño. — Harry le devolvió al instante, con ese brillo tan peligroso como conocido en sus orbes verdes — Aunque de seguro lo hiciste porque no puedes vivir sin mí, ¿verdad?

—¡Oh! ¿Cómo me descubriste? —Louis abrió la boca en una exagerada 'o', ignorando la mirada entretenida que Liam y Zayn les daban — Por supuesto que lo que me detuvo de envenenar tu té mientras estabas atorado en el baño es lo mucho que te amo, cielo.

—Me conmueves, dulzura.

—Es mi misión de vida, amor.

—Lo sé, vives por mí.

—Imbécil.

—Idiota.

—Cabrón insufrible. —se quejó Louis, sintiendo las mejillas sonrojadas y la respiración levemente acelerada.

La risa melódica de Zayn detuvo la respuesta que ya estaba en la punta de la lengua de Harry.

—Ustedes son una mezcla explosiva. — afirmó — Pero hacen una linda pareja.

El silencio que le siguió a sus palabras, se asentó pesado por un instante, antes de que Liam riendo entre dientes, atrajera el cuerpo del modelo a sus brazos y negara levemente con la cabeza.

—Ellos no son... Hmmm...— se detuvo dudando — Ellos no hacen... Su relación no es... Bueno, eh, creo que ellos no juegan así, ¿verdad?

Su pregunta dubitativa y confundida, solo aumentó el sonrojo en Louis e intercambiando una mirada levemente entretenida con Harry, finalmente negaron con la cabeza.

—Louis es mi asistente. — el rizado mencionó sereno.

—Oh, lo siento. — Zayn arqueó las cejas con un poco de escepticismo — Simplemente dan esas vibras.

Por toda respuesta, el castaño le dio una sonrisa y un encogimiento de hombros, pues ni él ni el más alto eran lo suficientemente cínicos para negar que algo había, a pesar de que no le podían poner un nombre.

—Sí, bueno, ¿cómo estuvo Milán? — Harry cuestionó con una cordial amabilidad, desviando la atención de ambos.

—Oh, bastante bien, creo. — el moreno se encogió de hombros, recostándose ligeramente en el pecho del actor — Hace un tiempo que la marca de Henry McVoner estaba solicitando una campaña, pero estaban con un grupo publicitario que no me convencía.

—Uh, sí, ¿"Grupo R"? —Louis supuso.

—Sí, supongo que sabes lo hijos de puta que son. —Zayn endureció el gesto — No me iba a meter en eso, incluso cuando McVoner ofreció un sueldo bastante bueno.

—Ese sueldo triplicaba lo que gano yo en una película. —Liam se burló.

—Pero no lo valía.

—No, supongo que no.

—¿Pero tengo entendido que sí firmaste con Henry McVoner? —Harry preguntó.

—Sí, finalmente acabó el contrato con "Grupo R" y empezaron a trabajar con "Sckrotchev Merchandising", he tenido buenas experiencias con esa compañía, así que fui a negociar un contrato.

Louis y Harry asintieron conocedores, puesto que habían trabajado anteriormente con la empresa americana en algunos proyectos y habían quedado bastante complacidos con los resultados.

—Eso es bueno, felicidades. —el ojiazul sonrió sincero.

—Sí, estoy bastante contento, pero tendré que ausentarme un poco de Estados Unidos. — hizo una pausa y miró con fingida despreocupación a Liam — Tal vez ahora que estás libre podrías visitarme por un par de días.

—¿En serio? —Liam le sonrió. Zayn se encogió de hombros — Sí, sería interesante. Milán suena prometedor.

—Bueno, disfruta las vacaciones, amigo. —Harry le palmeó el hombro con una sonrisa.

Pronto, la conversación giró alrededor de la Met Gala y la temática de ese año, riendo entre opiniones encontradas y algunas quejas profesionales y críticas que Zayn soltaba mientras más entraba en confianza. Y finalmente, tras algunos minutos de convivencia, Zayn y Liam se enfrascaron en su burbuja de coqueteos tiernos y burlas cariñosas; por lo que Harry, haciéndole un gesto a Louis, y tras algunas despedidas atropelladas, lo guio a través de la gente, rumbo al balcón en el que una fresca brisa los recibió.

—Parece amable. —Harry comentó con cierta tensión en sus gestos.

Louis asintió, forzando una sonrisa y sacó un cigarrillo del bolsillo, poniéndolo en sus labios, para luego fruncir el ceño y farfullar algo inentendible cuando por más que buscó, no encontró su encendedor. El actor, sin decir nada o siquiera dirigirle un gesto de reconocimiento a su problema, metió una mano en su bolsillo izquierdo y sacó un brillante encendedor que le tendió a Louis con indiferencia.

El castaño prefirió no pensar cómo era que a pesar de que Harry no fumaba, siempre llevaba un encendedor consigo; de la misma forma en que Harry prefería ignorar que aunque no era su obligación, Louis siempre le dejaba una caja de sus bombones favoritos cuando tenía un día especialmente pesado en el Set.

—Gracias. —su voz fue apenas un murmullo, que se pagó cuando llevó el cigarro a su boca y dio una honda calada.

—Es lo menos que puedo hacer cuando como amablemente señalaste, me salvaste la vida. —el rizado habló pausado, con algo oscuro en su voz.

—Pareces demasiado amargado por ello, ¿lo notas?

Harry se apoyó en el barandal a un lado de Louis y soltó una risa sin humor.

—Lo estoy cuando después te alejaste como si tuviera la peste.

—¿Uh?

Los ojos verdes intensos se clavaron en su rostro y lo escuadriñaron, como si pudiese descifrar con eso el laberinto que colgaba de unos labios cargados de tentación y unos ojos que más que un océano en calma, parecían reflejar la marea en tormenta.

—¿Hice o dije algo... ya sabes... mientras estaba enfermo? —optó por cuestionar.

Louis frunció el ceño y negó.

—No, seguías siendo el patán de siempre.

Un patán que con pucheros le rogaba que se quedara, que entre suspiros le daba las gracias y que con párpados pesados, lo miraba como si fuese lo más maravilloso de la tierra.

Y eso era un poco más de todo con lo que Louis podía lidiar, lo desarmaba de maneras inimaginables y lo hacía desear flaquear en su voluntad y entregarse al incendio que se gestaba en sus cuerpos.

—¿Entonces?

—¿Entonces qué?

—Entonces por qué parece que no puedes alejarte de mí lo suficientemente rápido.

Louis dio una honda calada y soltó el humo lentamente. —No estoy huyendo.

—Nunca dije que eso era lo que hacías.

—Lo estás insinuando.

Harry resopló y girándose bruscamente, detuvo la mano del menor, que se disponía a llevar el cigarrillo a sus delgados labios y negó con la cabeza, pareciendo abrumado.

—Sabes que alejarte no hará que esto desaparezca, ¿verdad?

—¿Qué es esto exactamente?

—¿Lujuria?

—Y es justamente por eso que me alejo, Styles. —le sonrió divertido.

—Louis...—Harry gimió.

Louis tarareó, sin soltar su brazo del agarre del mayor.

—Involucrar a tu polla en la ecuación no va a traer buenos resultados.

—¿Por qué?

—Porque estamos al borde de explotar y si no nos matamos durante el sexo, lo haremos en los incómodos momentos después de eso y antes de mi renuncia.

—No vas a perder el trabajo...

—Lo haré, y aunque me quejo siempre de él, no quiero una mancha así en mi expediente, gracias. —Louis suspiró — No es una buena idea y lo sabes bien; sigo aquí porque jamás me he metido a tu cama.

—Sí lo has hecho.

El ojiazul rodó los ojos.

—Sabes de lo que hablo.

—¿Sabes qué es lo que creo?

—No y no quiero saberlo.

—Pero igual te lo diré, es una lástima que me meta tus opiniones al culo.

—Hmmm...

Harry apretó la mandíbula.

—Creo que hablas estupideces. —comentó — Y que tienes miedo de todo esto.

Louis se burló y se acercó ligeramente al rostro aristocrático del actor.

—Yo. No. Tengo. Miedo. —pronunció lentamente.

El rizado respiró profundo.

—¿Entonces por qué sigues rechazándome incluso cuando también lo quieres?

—Yo no lo quiero. —bufó.

Harry entrecerró los ojos y le sonrió burlón.

—Tu cumpleaños pasado.

—¿Cómo?

—Te emborrachaste tanto que tuve que llevarte casi a rastras a tu casa y todo lo que podías repetir era lo mucho que me querías.

Louis boqueó indignado, con el calor explotando en las mejillas.

—Dijimos que olvidaríamos eso. —gruñó.

—Dijimos que evitaríamos hablar de eso. — se acercó un poco más y le guiñó un ojo — Y es lo que he estado haciendo.

—Eres un imbécil, prepotente y arrogante. —le siseó el menor, acercando tanto sus rostros que podía contar las tres pecas que el actor tenía bajo el ojo izquierdo — Tan insufrible y con un ego hasta las nubes, que te nubla el juicio y te hace creer que todos caerán por ti.

—Sucede, pequeño bribón, que no quiero a todos.

Louis soltó un bajo y ronco gruñido frustrado.

—Te odio, Harry Styles.

—No lo dudo, pero me odias tanto como me amas y realmente no me preocupa.

—Uggg.

Y quizás fue todo el estrés acumulado, las emociones que llevaban burbujeando por semanas o la mente aturdida de Louis, pero este último se inclinó entrecerrando los ojos y envolviendo su mano en un fuerte agarre entre los rizos bien formados del actor, lo atrajo a un beso hambriento y rabioso.

Sus lenguas danzaban furiosas, entre mordiscones ligeros a sus labios y un agarre casi doloroso; el mundo no se detuvo, el tiempo no se congeló y los ruidos no cesaron, sino todo lo contrario, pues el mundo pareció explotar en un caos alegre de color, sonido y adrenalina en sus sangres.

Y entonces, el aire les hizo falta y con un último tirón de sus almas, finalmente se separaron.

Harry tenía los ojos brillantes y vidriosos, el cabello estirado y despeinado, las mejillas sonrojadas y una sonrisa condescendiente que trataba de imprimirle calma a sus emociones.

Louis tenía los labios levemente irritados, los ojos abiertos y sorprendidos y una sonrisa burlona que contrarrestaba con sus facciones teñidas de un ligero pánico.

El castaño juntó sus frentes y soltó un suspiro resignado.

—No de nuevo, Styles. — se lamentó.

Harry soltó una risa serena, recordando a su vez los anteriores dos besos que habían compartido a lo largo de su convivencia y complacido al comprobar una vez más que los fuegos artificiales cada que sus labios se unían no eran tan solo una ilusión de su mente jodida.

—Dulce, dulce...—tarareó el actor — Pero porque valoro mucho tu bonito rostro sin la locura presente y me preocupo de tu paz mental, volveremos a nuestro protocolo de siempre y apelaremos a nuestra buena amiga, la ignorancia.

—¿Debería agradecerte? — a su pesar Louis sonrió, suave y tierno como pocas veces, rozando levemente su nariz de botón con la del más alto.

—Deberías. —Harry dejó un pico en sus labios y cerrando los ojos, disfrutó unos segundos más del momento.

Finalmente, fue Louis quien se alejó de él y dándole una sonrisa de labios cerrados, asintió.

—Deberías ir a casa, Harry, mañana tienes una entrevista temprano, no necesitas la imagen de súper estrella bohemia.

—¿Te vas ya tú?

—Sí, el Sr. Hyde ha de estar esperándome y estoy francamente cansado.

Harry asintió. — ¿Te llevamos?

—No, llamaré un taxi, mejor. — vaciló y le dio una sonrisa tirante al rizado —Hasta mañana, Harry.

El actor soltó una risa burlona y estirándose, adoptó su postura arrogante y cínica.

—Hasta mañana, cariño.

A su pesar, una risa algo histérica, escapó de los labios del ojiazul.

1Originalmente en español.

OMG! OMG! AMO ESTO JSJSJJS

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