Sosteniendo los tacones en mi mano con cuidado me aseguro de abrir la puerta con cuidado de hacer cualquier ruido.
Pero mi novio es un maldito hombre lobo y su super oído no me ayuda en este caso.
—¿Dónde diablos estabas? — mi lobito sale enojado, veo que sigue con ropa casual lo cual parece no se ha ido a dormir.
Lo veo con algo de temor, no me gusta hacerlo enojar.
—Avise que iba a salir tarde del trabajo amor, tarde un poco más lo sé y lo siento.
—¿Un poco más? — arquea la ceja —Tu trabajo termina a las once y ahora mismo ¡Son las dos de las mañana!
Baje mis tacones al suelo para luego volver a verlo.
—No hay necesidad de gritarme Derek — mi tono comienza a elevarse —Mi jefe y unos compañeros me invitaron unos tragos, por eso tarde.
—¿Tu... jefe? — ahora se ve más molesto —Ese patán que siempre pide que trabajes de mas y que vayas a su oficina por razones patéticamente inventadas.
Intente avanzar unos pasos hacia el pero el dio los pasos hacia atrás.4
—No te molestes conmigo, no tuve ninguna culpa en esto. Tu sabes que necesito el trabajo.
—Y yo te dije que te ayudaba a pagar la renta mientras te ayudo a conseguir otro, ¡no necesitas trabajar como una mojigata para ese malnacido con obvias intenciones de follarte!
Lo quede viendo perpleja
—¿Cómo me llamaste?
Su expresión se suaviza y ahora es más evidente preocupación en sus facciones.
—Nena-
—Nena nada, estoy muy cansada hablamos mañana — camino hacia nuestro baño y cierro la puerta detrás mío, sabia que el venia detrás, pero ahora necesito un respiro lejos de él.
Me quito mi ropa de trabajo y enrollo mi cabello para así poder lavarme los dientes. Veo el baño alrededor tratando que la colera no gane y broten lagrimas de mis ojos. Los dos pagamos este apartamento por querer estar juntos, solo quisiera que también vieron lo mucho que me esfuerzo por pagar la renta con él, y no en lo molesto que puede ser mi trabajo y mi jefe.
Termino de lavarme los dientes ahora con mi pijama puesta me atrevo a abrir la puerta, ahí esta el con una mano en el marco de la puerta y al escuchar el ruido de la puerta levanta el rostro y en sus ojos ya hay no mas rastro de ese enojo y celos que me miraban cuando entre.
—Amor mío...
—¿Ahora qué? — esquivo su esculpido cuerpo y me encamino a la cama donde pongo mi celular a cargar y me siento en mi cómodo colchón.
El se acerca a mi y en vez de sentarse a la par mío lo que hace me sorprende. Se siente en el suelo junto a mis pies mientras sus ojos buscan ansiosos los míos.
—Perdón — esa palabra salió algo dificultosa de su garganta, no es común oírlo pedir disculpas —Es solo que celos hierven mis sangre cada vez que pienso que ese hombre trata de conquistarte, a ti Mi mujer, quien ya es mía y de mi propiedad.
—Derek... si soy tuya, y por eso no tienes que preocuparte si confiaras más en mí.
—Si confió en ti... Pero no en ese malnacido cara de rábano — se me escapa una risita al oírlo — Quiero protegerte.... Y también dejarle en claro a esa lombriz que eres MI MUJER, en mayúsculas.
Sonrió y acaricio su mejilla tiernamente.
—Esta bien, ahora solo ven a dormir conmigo estoy muy cansada — el se levanta tal relámpago, se quita su camisa y se tira al lado mío. Me acomodo dejando mi espalda pegada a su pecho y tomo su mano acercándolo a mi mentón y deposito un beso en sus nudillos.
—¿Sabes que sería asombroso?
—¿Que? — pregunto con la voz soñolienta y los ojos cerrados, pero escuchándolo atenta.
—Que me dieras la dirección de tu jefe, para romperle dos piernas que le sobran.
—No, todavía necesito que me pague el fin de mes — rio.
—¿Y después sí?
Niego sonriendo acurrucándome mas a el y el deja unos cuantos besos en mi mejilla para después dejarme caer en el sueño entre los brazos de mi lobo feroz. Y un celoso demente.
Derek celoso es una ternurita ¿No creen?
Buenas, buenas mi bellas lectoras, espero hayan disfrutado de este capitulo si es asi déjenme saberlo porfa. Amo leer sus comentarios.
Aquí lo dejo, nos leemos pronto personitas chulas, un besito psicológico.
XOXO FADUA