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Amelia encontró a su grupo de amigos sentados alrededor de la chimenea mientras entraba en la sala común de Slytherin. Los chicos se reían de algo y se dieron la vuelta cuando la oyeron entrar en la habitación.
—¿Dónde estuviste?— preguntó uno de ellos. Amelia se hundió en una silla al lado de Blaise que aún estaba libre.
Se quitó la bufanda y se puso cómoda. —Acababa de hablar con Hermione, ¿Qué han estado haciendo?
—En realidad estábamos hablando de tu hermano. Hubo algunos rumores de que trató de invitar a salir a una chica, y obviamente fue rechazado.— Tom gritó en voz alta, negando con la cabeza. —Qué idiota.
—¡Oye! Sigue siendo mi hermano.
El humor de Tom empezó a deprimirse y dejó de reír —Todavía no entiendo cómo puedes estar relacionado con ese zoquete torpe. No hay manera de que este patán sea de pura sangre. ¿Por qué te preocupas por él? ¡¿Y qué hay entre tú y esa puta de Granger?! Esas personas realmente están por debajo de nuestra dignidad.
La cara de Amelia se convirtió en pura ira mientras los otros estaban completamente callados. Ella estaba harta de esta discusión sobre las Casas de Hogwarts o el estatus de sangre. Y también estaba harta de que Tom pensara que él es el orgullo de Slytherin. Él realmente era un buen amigo de ella y siempre han estado saliendo bien, pero tan pronto como este tema aparece simplemente no pueden llegar a un acuerdo. Ella notó que el estado de ánimo de Blaise también se había oscurecido y él apretó su mano izquierda a un puño como si estuviera tratando de controlarse.
—Bueno, yo todavía me follaría a Granger, quiero decir, ella es caliente como la mierda no se puede discutir con eso.— Theo intentó aligerar la atmósfera pero hizo que Blaise se viera aún más disgustado y Tom sacudió su cabeza alejándose de Theodore.
Amelia no estaba de humor para una discusión y se dio cuenta de que Draco había estado callado durante un tiempo. —¿Draco, tienes un minuto?— Miró sorprendido, pero asintió poco a poco y dejó su bebida para seguirla al dormitorio.
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—Lo siento, debería haber dicho algo. Tom a veces cruza la línea.— Se sentó sobre sus pies y puso los codos en las rodillas.
—Está bien Draco, no necesito que me protejas. Quería hablar de otra cosa.— Ella todavía estaba de pie en medio del dormitorio sin saber si sentarse junto a él o seguir de pie. —Querías saber por qué he llegado tarde a clases últimamente y te lo voy a decir. Solo tienes que prometerme que no te asustarás.
Él simplemente la miró pacientemente, así que ella continuó.
—He estado trabajando en una poción. Se llama incerta Intentia y ayuda al bebedor a concentrarse en lo que realmente quiere lograr. Estoy planeando usarla durante las finales.— Draco parecía aliviado y le dio una sonrisa mezclada con un ceño fruncido.
—Suena genial. Estoy feliz por ti. ¿Por qué ocultarlo?
—No lo he estado haciendo sola. Trabajé en ello con Cedric.— Su sonrisa se desvaneció instantáneamente y sus ojos se oscurecieron. Movió ligeramente la cabeza hacia la derecha y apretó la mandíbula.
—¿Y por qué diablos harías eso?
—Draco confía en mí. Solo estaba tratando de ayudar.
—Apuesto a que lo hizo. Siempre lo hace. Pero el problema con ese hijo de puta es que espera algo a cambio. Y lo sabes muy bien.
—No estoy aquí para hablar de Cedric y menos contigo. Estoy aquí para pedirte que seas parte de esto. Hermione y yo vamos a probar la poción esta noche, quiero que vengas conmigo.— Apoyó la cabeza en las manos juntas y pensó en su oferta. Oh, ¿en qué estaba pensando?, Aprovecharía cualquier oportunidad para pasar tiempo con ella.
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—Son casi las siete y debería estar aquí en cualquier momento—, explicó Hermione a sus amigos. La sala común de Gryffindor estaba vacía y el fuego ardiente llenó la habitación con un tono cálido. Hermione, Harry, Ron y Cedric estaban sentados alrededor de una mesa oscura cerca del fuego.
Oyeron que se abría el retrato y esperaron a que los 2 Slytherin se sentaran. Todos parecían emocionados de probar la poción, pero Cedric no parecía estar tan feliz de que ella trajera a Draco.
—Gracias de nuevo por dejarme probarlo. Estoy muy emocionada de que funcione. Realmente lo necesito para ese ensayo.
Hermione se recogió el pelo en una cola de caballo y miró el pequeño vaso de poción con entusiasmo. —Está bien, puedes probarlo pronto. Solo quiero repasar el proceso una vez. Tendrás que concentrarte en tu intención antes y mientras lo bebes. No dejes que otros pensamientos o ideas te distraigan. Puedes cerrar los ojos si ayuda.
—Okey, creo que lo tengo... ¿Puedo comenzar?
—Claro, buena suerte.— Todo el grupo clavó sus ojos en Hermione mientras ella abría la botella y observaba el contenido dentro de ella. Cerró los ojos y se llevó el frasquito a los labios. Estaba tan silencioso en la sala común que todos la oyeron tragar el líquido.
Puso la botella sobre la mesa y abrió lentamente los ojos. Después de un par de segundos, sus pupilas comenzaron a ensancharse y su ritmo cardíaco aumentó. Abrió la boca como si quisiera decir algo, pero siguió mirando a la mesa para comprender lo que estaba pasando.
Al pasar algunos minutos parecía ser capaz de calmarse y comenzó a hablar "Se siente raro. Como si todo a mi alrededor estuviera sucediendo a cámara lenta pero estoy respirando más rápido que nunca. Mis pensamientos no son muy claros y no sé qué debo hacer a continuación.
—Está bien, intenta recordar cuál era tu objetivo. Necesitas estudiar, necesitas terminar ese ensayo para Snape. Tendrás que empezar a escribir pronto, ¿Tienes tu libro?
—Blaise— susurró.
Harry la miró como si no la entendiera, y Draco no pudo evitar resoplar. Amelia miró a su amiga con una risa corta. —¿Qué acabas de decir?
—No importa, tengo que empezar a escribir.— Cogió su pluma y empezó a escribir en el pergamino que tenía delante. Parecía que tenía que ordenar sus pensamientos, pero a medida que pasaba el tiempo, se concentraba más con cada frase que terminaba. Luego, sus pupilas volvían a la normalidad y el pergamino que tenía delante estaba lleno de 90 cm de caligrafía perfecta.
Puso su pluma sobre la mesa y ahora parecía bastante exhausta. Ron aún no podía creer lo que acababa de presenciar. —Maldita sea, ¿puedo ser el siguiente?— Obviamente, todavía no había terminado su ensayo y ahora estaba impresionado por la concentración que Hermione tenía mientras lo escribía.
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Se encontraría con Neville en los invernaderos como todos los domingos a las 3 pm.
Las hierbas y las plantas mágicas eran una de las pocas cosas que tenían en común y nadie más realmente tenía interés en los jardines de Hogwarts. A Amelia le encantaba examinar las plantas y pensar en las pociones que podía preparar con ellas.
Era aún más precioso que pudiera pasar tiempo con Neville a la misma vez. Estando en casas diferentes no pasaban muchos ratos juntos estos días. Aun así, ella le confiaría su vida.
—Oye, lo siento por llegar tarde.— Neville estaba sin aliento y tenía un ligero brillo de sudor en la frente. Sus pecas brillaban al sol.
—No hay problema, yo mismo estoy un viniendo un poco tarde estos días... ¿Es cierto que estás pasando tiempo con Cedric otra vez? Hermione mencionó algunas pociones.— Había un matiz de esperanza en su voz.
No era ningún secreto que los Slytherin eran mayormente malos con Neville, y si era completamente honesta, deseaba que sus hermanas amigas prefirieran ser Gyffindors que Slytherins.
—Sí, es cierto. Hemos estado trabajando juntos en algunas cosas, pero eso no significa que volvamos. Ni siquiera te hagas ilusiones.
—Oh Amy, creo que ustedes dos podrían resolverlo. Quiero decir, siempre hay por aquí chicas susurrando sobre él y ruborizarse tan pronto como él mira hacia ellas. ¿No lo encuentras atractivo también? Me refiero a mirar su cabello. me gustaría tener cabello así. El mío siempre se vuelve rizado tan pronto como me despierto.
—No sé nada de eso, aún no lo he perdonado. Seguro de que es lindo y todo, aunque no creo que podríamos ser más que amigos de nuevo, pero basta de mí. Tu cabello se ve genial, no te preocupes... ¿Hay alguna chica que debería conocer?
—Pensé que teníamos una conexión, pero Ron me dijo que tiene algo con Harry. Siento que todas las chicas están enamoradas de Harry o de Cedric, ni siquiera parecen notarme.— La tristeza se extendió por su cara y tímidamente miró hacia abajo mientras los dos estaban caminando.
—No digas eso Neville, la chica que te interesa puede considerarse la joven más afortunada del mundo y si no lo ve, es su propia pérdida.
Su humor se aligeró un poco a pesar de que él no creía lo que ella dijo. Los dos siguieron caminando por el jardín de Hogwarts durante bastante tiempo hasta que el sol comenzó a ponerse.
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