Las estrellas brillaban en el cielo nocturno, y la luna, esparcía su luz
iluminando los árboles y transformando sus hojas en brillante plata.
Había una reunión, todos los Cárpatos se reunirian por petición del Príncipe. Viajo junto a sus padres, Victor y Yuuri. A la tierra de origen. Era un mundo demasiado complejo. Aún recordaba cuando, sólo un tiempo despues de ser adoptado por ellos se le confío el verdadero origen de ambos seres.
Aun podía recordarlo. Esa noche la cataloga como la más reveladora de secretos.
❄
Yurio- ¿Estás pasado de peso papa? - Tenía la piel de un jovencito pero los ojos de alguien muy mayor. Llevaba varios meses en esa casa, una casa cálida y llena de amor. Pero notaba algo extraño en sus padres. Notaba un cambio raro, hace varias noches noto a su papá Yuuri como se quedaba dormido en cualquier parte y juraba a ver visto como su vientre se movía.
Victor-Yuri- Miró a su joven hijo con amor. Estaban los tres en el taller de Yuuri. Iba a verlos trabajar mientras leía un libro que Yuuri le regalo.
Victor y Yuuri le han adoptado. Después de un montón se sucesos, por fin tenían una vida tranquila. O eso pensaban ambos Carpatianos.
Yuuri- Será ya tiempo, Victor ¿Qué dices? -se notaba nervioso. Sabía que tarde o temprano Yuri le preguntaría sobre su vientre abultado. No podía ocultarlo, últimamente se quedaba sin energía. Y no podía siempre proyectar una ilusión a su vientre. Cuando decidieron decirle a Santino y Drusilla se llenaron de alegría. Ambos lloraron de emoción, un bebé llegaría. Y sería llenado de amor incondicional por ambos humanos. Hasta que Santino tocó el tema de decirle a Yuri. Ambos carpatianos sabían que su hijo los aceptaría. Pero apenas había salido de una condición deplorable. Así que dejaron que pasara un poco de tiempo antes de tocar ese tema.
Yuuri- El es humano, pero carga con una poderosa línea de sangre. Es un psíquico muy poderoso. Además de tener un vientre fértil. - pensamiento que llego a su pareja.
Victor- Es momento,-suspiro. Cerró el libro para después dejarlo sobre una mesita de noche. -Hijo creo que ahora nos toca contarte un secreto de lo más oscuro.
Yuri-¿No son asesinos seriales? O traficantes ¿verdad? Es por eso que no les veo en el día. - Tenía una curiosidad grande. No es que reprochase el no estar con ellos en el día. Le demostraban siempre su amor. Pero había muchas incógnitas.
Yuuri- Como crees hijo-empezo a reír, por la imaginación del joven, dejó sus utensilios de trabajo, y llevó al joven de la mano hasta el sillón donde Victor les aguardaba. - Definitivamente le diré a Santino que no te deje ver más de esas series de investigadores.
Yuri- son muy buenas papa, incluso papá Victor las ve conmigo.
Yuuri- Quién lo diría, el grande cazador milenario, siendo atrapado por una serie de televisión. - Se sentó a un lado de su pareja con cautela, imaginándose a ambos haciendo dicha actividad.
Victor- En mi defensa diré que son muy interesantes-tomo la mano de Yuuri para llevársela a sus labios, depositando un beso en ella. Miro como esas mejillas se sonrojaban.
Yuri- No quiero interumpir su momento romantico- Definitivamente le gustaba cuando estaban así, pero ahora no era el momento.
Yuuri- Tienes razón hijo. Bueno por donde empezar. Sabes que tenemos dones psíquicos como tu.
Yuri-Si- empezó a sudar de las manos. Al fin sus dudas serían respondidas.
Victor- Nosotros no somos humanos como tales- miró al joven, sabiendo que siempre diría toda la verdad. - Somos de otra especie.
Yuri- ¿Especie? Si no son humanos ¿Qué son?- les miraba de arriba hacia abajo. Examinandoles.
Victor- Somos Carpatianos, seres que pertenecen a la oscuridad y a la tierra.
Yuuri- Se que es difícil de creer pero...
Yuri- Les creo- interrumpiendo bruscamente a su padre- se que es verdad. Solo quiero saber ¿Qué son exactamente? Algo dentro de mi me decía que no eran humanos. Tenía miedo de decir algo irracional, no quería ser tratado como un loco.- miró triste a ambos.
Victor- Ven hijo-le tendió la mano, para llevarlo al regazo suyo. - Nunca te tratariamos de esa manera jovencito, por eso confía en nosotros. La historia de nuestro origen es larga. Pero te la resumiré. -bajo gorro que usaba para acariciar sus largos cabellos rubios. - Somos seres inmortales, tenemos muchos poderes, un ejemplo Yuuri es un sanador.
Yuuri- sano a la gente desde adentro, mi alma la puedo transformar en luz y adentrarme a los cuerpos heridos que me necesiten. Traer a gente desde lugares oscuros.
Yuri- ¿Como yo?, eso tu lo hiciste. -miró con admiración a Yuuri, siempre lo supo pero quería escucharlo de el- ¿Que más puedes hacer? Y tu Victor que poderes tienes. Esperen entonces Tío Vitaly es igual a ustedes.
Yuuri- Si exactamente, el también es Carpatiano. Solo que ahora esta buscando a alguien especial para el. Tiene más poder que yo.
Victor- Bueno sigo diciendo que tu eres único amor, respondiendo a tu pregunta Yuri, podemos manejar los elementos, hacernos neblina, viajar grandes distancias. Yo soy cazador, pero de Carpatianos que cayeron en la desesperación. Se les conoce como vampiros o no-muertos. Entre más años tenga más poderoso será.
Yuri- No entiendo eso. ¿Que tiene que ver con que papa Yuuri este así? Lo he notado, no soy ingenuo. Se que le sucede algo.
Y ahí estaba lo que ambos más temían.
Yuuri- Verás hijo. Nuestra especie está extinguiendose. Somos muy pocos. Entre nuestra especie existen como puedes ver el género masculino y femenino, pero-hiso una pausa para ver que el joven le prestara atención. Y era así su joven hijo asimilada todo de maravilla- también existe un tercer género. Los donceles.
Yuri- ¿Donceles? Como un hermafrodita. -recordó la lección de historia sobre Grecia y sus dioses, que Victor le dio hace unas noches.
Victor- algo similar. Los donceles son hombres, con rasgos más delicados pero ellos pueden tener hijos en sus vientres fértiles. Traer vida.
Yuri- Entonces me estas diciendo que...-Dirigió su mirada hacia Yuuri el cual sonreía, mientras asentía su cabeza.
Yuuri- Soy un doncel y tendré un bebe. Bueno una bebe. Es una niña.- sonrió mientras acariciaba su hermoso vientre.
Yuri se quedó en absoluto silencio. Estaba preparado para que le dijieran sobre un parásito que crecía dentro de su papa. Pero un bebé. Eso cambió todos sus pensamientos.
Victor- La bebé, no cambiará el amor que te tenemos. Eres nuestro hijo. Te vamos a seguir amando. Mi palabra de cazador siempre seguirá, te protegeré y pondré mi vida ante la tuya. Y ella también lo ara. Esta esperando ansiosa para conocerte.
Yuri- Ella será su hija biológica. -empezaron a surgir muchas preguntas, eran tantas que la cabeza empezaba a dolerle, hasta que escucho eso último.
Yuuri- Nosotros, pero sobre todo más Victor, se adentra en mi vientre para verla crecer. Le habla mucho de ti. Le proyecta imágenes de lo hermoso que eres.
Yurio- Pero...-aun le daba pena que vieran las cicatrices que tenia. Con ayuda de Yuuri muchas se desvanecieron otras no mucho.
Victor- A nuestros ojos siempre seras el ser más hermoso y maravilloso hijo- abrazo a su pequeño- ¿Qué dices, me ayudaras con tu pequeña hermanita?
Yuri no comprendía todo, tenía más preguntas que hacerles. Pero saber que ese pequeño ser le esperaba, deseando ser su familia. Siempre quiso saber que se sentía tener un hermano. Pero tras lo ocurrido, no podía imaginar tal situación.
Yuuri tomó la mano de su hijo para llevarla a su vientre abultado. - cierra los ojos, concéntrate en mi, entra en mi mente y veras la verdad. - Le sonrió
Podía sentir un pequeño moviento, era muy sutil. Cerró los ojos y se centro en lo que su padre le pidió, con los días era más fácil entrar en la mente de ambos adultos sin provocarle una migraña horrible.
De la nada sintió a alguien muy pequeñito. Una risa tan cálida como el sol de un amanecer. Era una luz muy pura. Nunca había notado una mente tan infantil como ésta.
Victor- Hijo ella es tu hermana- escucho en su mente. La pequeña bebé le mandaba imágenes de ambos jugando. Lo ansiosa que estaba por estar con él. Sintiéndose amada.
Salió del trance en el que estaba. Lágrimas salían, pero eran de felicidad. Sería hermano. La protegería. Quería conocerla más. Tenía una bella sonrisa plasmada en su rostro juvenil.
Yuri- Tendré que ayudarles a cambiar pañales. - les abrazo a ambos. - gracias papa Yuuri prometo ayudarte en todo. Gracias por hacer más grande la familia.
Yuuri- Mi hermoso niño. Gracias por entenderme. Entendernos a ambos. Se que tienes más dudas en esa mente tuya. Y responderemos hasta la más absurda que tengas. No quiero que te sientas desplazado. Seremos cuatro. Tu siempre a mis ojos y corazón serás mi primer hijo. Eso no lo dudes nunca amor.
❄
Despues de esa charla. Pasaron noches enteras explicándome su cultura, su raza. Todo lo que lleva ser un Carpatiano. Demostraciones por parte de Victor. Me encanta verlo transformando en algún animal. Después de una sería y larga platica. Me revelaron la opción de ser como ellos. No lo dude y acepte. Eran mi familia. Tenía miedo de dejarlos.
Solo estaba preocupado porque los hombres Cárpatos puedan reclamarme
ahora que tengo dieciséis años y un doncel. Lo único en lo que no estaba feliz. Soy demasiado joven para preocuparme por esas cosas. Así que pedí permiso a Victor para hablar con ese Príncipe que mencionan. Le expondría mi caso. Seré carpatiano solo para estar con mi familia. No para tener pareja. Le resultaría repulsivo.
-Tú debes ser Yuri. Qué bien que vinieras a visitarnos. Quizás quieras venir conmigo y charlar mientras compruebo el pavo.
No supo cuando llegó a la casa que le había indicado Victor. Pero ahí en el umbral de la casa. Una mujer hermosa le daba la bienvenida. Su cabello largo, negro como la noche, peinado en un complicado trenzado. Sus ojos verdes más claros, llenos de luz. A simple vista se veía su tez blanca como porcelana, su rostro podría verse severo, pero se podía ver claramente lo amable que era. Era pequeña y tenía el cuerpo de una mujer que podría poner verde de envía a cualquier modelo.
-No veo a Victor contigo- un hombre alto lo saludó mordazmente. -Este chico representaba la esperanza de su raza, y estaba paseando por el bosque sin escolta. - Escucho en su mente. Era alto, 1,80, se podía ver el cuerpo bien trabajado. Típico de todo carpatiano. Su cabello negro igual, esos ojos azul celeste que le examinaban de arriba hacia abajo. Podía notar que eran ojos milenarios. Su rostro era serio, como típico de su raza se notaba lo sobreprotector que era.
-¡Yakov! no lo asustes. - reprimió la mujer, tenía que admitirlo era la primer mujer carpatiana que veía por primera vez. Era muy hermosa y misteriosa. Pero se notaba el carácter fuerte y obstinado. Una rebelde.
Yakov- Hay lobos en el bosque así como la posibilidad de enemigos.
Yuri se detuvo abruptamente, su mirada encontró la de Yakov. Por un momento sus ojos oscuros verdes desafiantes con los ojos azules celeste de él.
Yuri-Victor confía en mí para venir a tu casa. No soy un niño.
Yakov- Puedo verlo. Nos presentamos. Yo soy Yakov Feltsman y esta es mi compañera Lilia Baranovskaya.
Victor y Yuuri hablan de ti a menudo, me siento como si te conociera. Perdóname si me he mostrado preocupado por un jovencito al que veo como parte de mi familia.
Una breve sonrisa salió de la boca de Yuri- Tengo que admitirlo, Señor Feltsman, eso me debería haber hecho sentir como un gusano, pero no ha sido así. Estoy aquí porque quiero dejar absolutamente claro de que yo no soy un compañero para nadie.
Una sombra pasó por encima de la luna, ocultando brevemente la luz
que se esparcía por el bosque. Los murciélagos revoloteaban, sumergiéndose en un malsano frenesí por el cielo nocturno. Yakov permaneció de pie, buscando en el bosque de alrededor con sus sentidos preternaturales.. Gesticuló imperiosamente hacia la puerta que Lilia mantenía abierta. Siguieron a Yuri dentro.
Yakov-¿ Estás seguro de esto?
El aroma del pavo llenaba la casa y Yakov ocultó su natural repulsión a los olores de carne cocinándose. Los olores del pasado a menudo reconfortaban a Lilia. Lo hacía inconscientemente, pero él sentía su felicidad, como si el pavo en el horno fuera una parte importante de su vida, un buen recuerdo de su niñez, así que él tenía cuidado de no arruinarle esa ilusión.
Lilia le lanzó una pequeña sonrisa como si hubiera estado escuchando sus pensamientos a pesar de su grueso escudo. Tenía que vigilar eso. Las aptitudes y poderes de ella crecían diariamente.
Yuri miró a los altos techos y al espacio abierto antes de que su mirada se posara en las tres enormes vidrieras de colores. Su cara se alzó y caminó hacia ellas.
Yuri-Este es un trabajo de Yuri, ¿no son maravillosas? Lo ayudé con esta-Giró la cabeza para estudiar los vibrantes colores. -Todavía no he aprendido a poner las salvaguardas en el vidrio.
Puedo hacerlo en las colchas, pero en el vidrio es mucho mas complicado. -Miró a Lilia- ¿Has permanecido bajo el sol del ocaso y sentido su confort?-Yuri
se movió una pulgada a la izquierda-Aquí mismo, si permaneces aquí en este punto cuando dan los
últimos rayos de luz, lo sentirás.
Lilia-Es un trabajo precioso -Dijo. -Si pudiera, me gustaría tener cada ventana con el trabajo de Yuri. No sabía que tú lo ayudabas.
Yurio-Tengo algún talento, ni de cerca tan poderoso como el de el, pero me está enseñando a desarrollarlo. Espero ser su colaborador algún día.-La sonrisa lo abandonó, dejando sus ojos sombríos. Se puso a peinar los mechones de su pelo rubio partándolos de su cara, revelando una pequeña y creciente cicatriz en su sien y otras cicatrices en sus manos y antebrazos.
Yuri parecía ser consciente de sus nerviosos movimientos y juntó las manos, su barbilla se alzó un poco. -He oído rumores de una fiesta venidera, dónde los hombres se reunirán para ver si pueden ser compatibles con alguna de las mujeres... y donceles.
Yakov- No tenemos mujeres. -puntualizó.- Mucho menos donceles solteros. La mayoría de ellos ya tienen pareja.
Lilia- No hay fiestas con esa intención y no vendrán cuando no hay mujeres ni donceles libres.
La boca de Yuri se cerró en una línea rebelde y siguió a la pareja a la cocina.
Yuri-Victor y Yuuri me tratan como si fuera de la familia.
Yakov asintió. -Te quieren como si fueras su hijo- Inhaló profundamente, llevando la fragancia de Yuri a sus pulmones -LLevas su sangre así que a través del amor, la sangre o cualquier otro caso eres su hijo.
Yuri- Me han ofrecido convertirme cuando tenga veintiún años y estoy
aceptandolo, pero quiero la seguridad de que no me obligarás a estar con un hombre... cualquier hombre.
Lilia- Nadie te forzará a nada -dijo Lilia.- Victor es un hombre poderoso, ¿no crees que él pueda protegerte?
Yuri-Por supuesto que me protegerá. No quiero que Victor o Yuuri tengan que protegerme. Si paso por la conversión no quiero que nadie intente reclamarme.
Yakov -¿Eres consciente de la apremiante situación de nuestra gente?, ¿de nuestros hombres? -exigió Yakov. -De nuestra extinción, joven.