𝕷a familia de vampiros se hallaban dispersos por aquella gran casa. Una mini mansión llena de ventanales con vista a la fauna de ese pequeño pueblucho.
Una inmortal de aspecto joven, cabellos cortos y ojos dorados saltaba de un armario a otro eligiendo outfits para los integrantes de su clan para el día siguiente.
Todo iba normal, hasta que su vista se nubla dándole paso a una escena un tanto extraña, no lograba entender lo que veía.
Tierra y árboles, una vista como una especie de dron internándose a gran velocidad en los árboles hasta ver una cabaña.
Luego veía una especie de claro, dos personas juntas, no podía verlos bien. Volvió a cambiar, apareciendo ante sus ojos lo que décadas atrás estaba inconcluso. Una mano,y ese brazo característico de su hermano lleno de cicatrices de aquellas mordidas, acariciando y acunando las mejillas de una chica.
La visión se hacía más clara y lograba ver trozos del rostro de la chica solo veía a su hermano con una gran sonrisa mirando con dulzura y diversión a la chica que veía de espaldas ...
—Señorita Kyteler es usted m-...— lo oyó murmurar sin embargo no podía oír o ver a la muchacha, al parecer solo su hermano La veía y oía pues soltó una risa
Todo empezó a verse más claramente hasta que la vio, una mirada, la de la joven, unos ojos achinados y oscuros.
Fueron tan solo unos segundos viendo solo esa mirada que se daban, parecían juguetear hasta que sus rostros comenzaron a acercarse nuevamente, la vampiresa chilló emocionada a más no poder, mientras seguía viendo su cercanía.
Y cuando creyó se besarían, volvió a ver el armario frente a ella sacándole un gruñido de frustración.
La ojidorada tenía un semblante desanimado, le parecía estar viendo una increíble película y censuraron la mejor parte.
Lo que la lleva a pensar... ¿por qué no pudo ver a la joven?, solo pudo ver la mirada rasgada de aquella adolescente.
Una chica asiática de mirada dulce, solo eso fue lo que logró ver, solo esa parte de su rostro, pero fue más que suficiente para poder reconocerla donde fuera.
La inmortal con apariencia de duende, Alice, con su grito había alarmado al todo el clan y cuando salió de su ensoñación los vio a todos alrededor de ella.
Sin pensarlo corrió a la sala con los vampiros tras ella.
—Alice, ¿Qué viste? — preguntó seria la rubia, Rosalie
—Algo muy bello—saltó en su lugar mirando disimuladamente a uno de sus hermanos comenzando a aplaudir emocionada oyendo a Edward reírse sentado en el sofá
—Al parecer una sorpresa y Jasper está involucrado. — soltó divertido el telepata sorprendiendo a todos en la sala, pero el cobrizo al volver a ver la visión en la mente de la inmortal rápidamente se dio cuenta que aquella chica, era humana.
—¡Edward! —gritó molesta Alice —No es cierto, Damián llegará hoy. — respondió tratando de cambiar el tema, además no era mentira.
Su novio volvía esa misma tarde, el cual había viajado a arreglar todo para sus vacaciones al salir del instituto.
El rubio aludido anteriormente, Jasper. No sabía que pensar, se hallaba confuso podía sentir la emoción de su hermana y el miedo y burla de su hermano, más la confusión del resto y un deje de furia en Rosalie.
¿Qué sorpresa podría involucrarlo a él?
—No mientas, la ultima vez que dijiste sorpresa, Edward terminó siendo novio de una humana y tuvimos que salvarle el culo y casi se muere. — gruñó la rubia al ver el semblante preocupado de el cobrizo y la emoción de la azabache, esta solo saltaba así al ver escenas de romance.
—Mierda...— susurró el lector de mentes, al ver que probablemente se vendrían más problemas.
—Lenguaje— les regañó la matriarca de la familia, Esme.
Jasper, quien se mantuvo en silencio analizando a los presentes la llamó para que aclarara a lo que su hermano se refería —¿Alice? —
La joven solo atinó a morderse el labio nerviosamente sin saber que decir.
Su visión era clara ahora después décadas, entonces...tendría más posibilidades de cumplirse, pero, de todas maneras, no planeaba arriesgarse.
—No diré nada, tengo miedo a que cambie. — murmuró mientras veía a Edward hacerle señas y ella negaba empezando una mini discusión en mute
—¿Es algo por lo que debamos preocuparnos? — preguntó el Patriarca al ver como hablaban entre señas el lector de mentes y la vidente dejando aún más confusa a la familia.
—No.
—Sí.
—Edward, ¡cállate por una vez en tu vida! — gritó molesta
—Carlisle, lo que pa...— fue abruptamente interrumpido
—Sí hablas le diré a Bella que eres virgen y que se busque a alguien más porque tú no estarás con ella hasta casarte. Prometo ser tu peor pesadilla. — le amenazó seria,
si algo daba miedo era ese duende, por lo que rendido y sabiamente optó por no decir palabra alguna.
La familia observaba divertida la escena olvidando lo que sea que haya visto Alice, excepto uno, un integrante que se hallaba aún confundido hasta que algo hizo click en su cabeza.
—¡¿Jasper tendrá novia?! —gritó Emmett sorprendiendo a la familia
—¡EMMETT! —gritó Edward para salir corriendo como alma que lleva al diablo al ver la cara de su hermana, el azabache al darse cuenta de su error corrió tras el huyendo, mientras la de cabello corto corría tras ellos con una mirada tan maldita como la del mismísimo Chucky.
Gracias a sus sentidos súper desarrollados oían los gritos a varios metros lejos de la casa
—ALICE, ¡NO! —
—¡YO ME ARREPIENTO! —
—¡YO TAMBIÉN, ME ARREPIENTO PROFUNDA Y HONESTAMENTE! —
— ¡CÁLLENSE MENGIDOS ANIMALES!
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Al volver después de amenazar y golpear a sus hermanos, más a Emmett. Se encontraron con la familia la cual seguía en shock y en los mismos lugares, solo que ahora la confusa era Rosalie y el serio Jasper.
El joven rubio de cabello rizado el cual se hallaba en su muy característica pose militar con sus brazos tras la espalda, se acercó —Alice, habla. — ordenó seriamente—Si me involucra tengo derecho a saberlo y estar preparado.
La de corte pixie suspiró dándole una ultima mala mirada a Emmett por abrir su bocota, sabiendo que no se lo podría ocultar aquello, ni mucho menos decidir por el habló.
—Está bien. — tomó asiento al igual que el resto —Jasper...— llamó nerviosa — después de décadas he logrado ver a tu compañera. —
—¿Qué? — preguntó Rosalie al ver el semblante desencajado de su hermano adoptivo
—Hablo de aquella visión inconclusa y borrosa que tuve de ti junto a tu compañera cuando te encontré. —
Los vampiros se hallaba estupefactos, en silencio a la espera de que él hablara. Confundidos y con un deje alegría empezando a invadirlos, Jasper había sufrido demasiado como vampiro, merecía un poco de felicidad.
—¿M-mí compañera? —susurró con la mirada perdida, había olvidado esa sensación, ilusión y esperanza.
¿podría vivir una experiencia real a nivel romántico? ¿Sin ser utilizado o no correspondido?, ¿él podría amar a alguien? ¿podría ser amado?
—Sí, finalmente logré verla y... ¡Es preciosa! — gritó dejando salir su emoción— bueno tiene ojos preciosos, no pude verla completamente, es como si fuera un misterio, parecía que solo tu podías verla, solo pude verte a ti muy feliz a su lado. —
—¿Es vampira? —preguntó Rosalie seriamente logrando que Alice hiciera una mueca— genial, otra estúpida humana. — gruñó logrando tensar el ambiente.
—Rose. —regañó Esme, mientras su esposo la abrazaba, ambos no sabían que decir, primero debían saber que pensaba Jasper al respecto. Él debía decidir.
Pero se quedó en silencio, lo sucedido con los nómadas era una de las miles de razones por la que no debía de acercarse a ella, y más teniendo en cuenta a los Vulturis.
No, no podía arriesgar a su familia por alguien a quien no conocía. Muchos menos arrastrar con el a un inocente como debía de ser esa chica.
—No lo sé, tenía ojos oscuros. — murmuró Alice— unos ojos muy lindos, a decir verdad. Brillaban como estrellitas y...— empezó a divagar ante la distraída y preocupada mirada de su familia
Edward quien se había acercado al vampiro con rizos preguntó curioso
—Jasper, ¿te gustan las asiáticas? —sacándolo de su trance, haciendo que su hermana se girara como el exorcista ante la mirada confusa e incrédula del ex militar.
—¡EDWARD!
Este alarmado al ver que la había cagado optó por desaparecer a velocidad vampírica.
—¡ERA BROMA!, ¡LO SIENTO!
—¡QUE TE CALLES!—
—¡ES CHINA NO AMERICANA!, ¡PERDÓN AMERICANA, NO CHINA! ¡ME EQUIVOQUÉ!. ¡ALICE NO! , ¡EL PIANO NOOOO! —
Además de los gritos se podía oír las grandes carcajadas de cierto azabache, Emmett.
Risas las cuales no duraron mucho, pues lo siguiente que se escuchó fue un golpe secó dejando todo en silenció... Por unos segundos.
—¡¿Porqué me golpeas mujer?!—
Ahora la que reía era Rosalie.
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—Entonces, tu prima está en Forks y quieres presentarnos, ¿no es así? —
—Corrección, mi hermana, tú ahora cuñada y sí.
—Bueno, mi cuñada— río al escuchar a su novia decidida a que se conocieran — Cuéntame un poco de ella, así sabré que me espera. — bromeó
—Es una chica bastante dulce, trátala bien y todo será perfecto, hazla enojar y probablemente te haga pedacitos.
—¿Recuerdas que soy un vampiro? — bromeó juguetón al escucharla.
Bella estaba saltando en un pie desde que supo que su prima vendría a Forks, algo muy raro de ella por lo que estaba intrigado y curioso por conocer a quien la tenía así. Sí su novia la quería y era importante para ella, también lo sería para él o lo intentaría.
—Cierto...Igualmente estoy segura de que hallará la forma de hacerte pedacitos. —escuchó reír a la castaña desde la otra línea
—¿Debo preocuparme? —
—No, es una dulzura, su nombre es Jade.
—¿Jade? ¿Jade Swan? —
—No, Jade Kyteler Swan.
La visión de Alice apareció en su cabeza
<<Señorita Kyteler es usted m-...>>
—Debes estar bromeando...—
No pasaron ni dos segundos para escuchar el estruendoso gritó emocionado de su hermana, genial.
Al parecer la compañera de Jasper era su cuñada, la nueva chica de Forks, que coincidencia.
—Aquí vamos otra vez...—
—¿Edward?
—Creo que tenemos que hablar, voy para tu casa. —
—Está bien, te espero.