El amor es Gris [Libro #1 Com...

By Hussaycasstillo

237K 23.2K 7.1K

Vanessa nunca fue creyente del amor. Elliot jamás creyó que alguien lo pudiera amar. El amor es Gris a los oj... More

Advertencia
Capitulo 1: El chico de ojos Grises
Capitulo 2: Cabellos plateados
Capitulo 3: Shace, el chico que todas quieren
Capitulo 4: El Club de lo Mangas
PERSONAJES
Capitulo 6: Solo esto me sucede a mí
Capitulo 7: Vacaciones de Invierno
Capitulo 8: La fiesta
Capitulo 9: "Maldito Elliot"
Capitulo 10: El pasado
Capitulo 11: Tiempos de Verano
Capitulo 12: ¿izquierda o derecha?
Capitulo 13: "Siempre ella"
Capitulo 14: La promesa que mantuvieron los dos
Capítulo 14.2: La promesa que mantuvimos los dos.
Capitulo 15: Una vida, y Adam solo hace tonterías
Capitulo 16: ¿Te invito a un picnic?
Capitulo 17: Un picnic con tensión
Capitulo 18: "¡No me vayas a manosear!"
Capitulo 19: La colina de Manzanas
Capitulo 20: Si me amabas, ¿por qué te fuiste?
Capitulo 21: Lo que paso, lo que duró y lo que debe soltarse
Capitulo 22: Un beso necesitado
EXTRA
Capitulo 23: Volvió aquella tranquilidad
Capitulo 24: Es algo que no te puedo perdonar
Capitulo 25: Nunca te deje de amar
Capitulo 26: "Alguien de mi pasado ha vuelto"
Capitulo 27: Todo fue por ella
Capitulo 28: "Bola de hipócritas"
Capitulo 29: Crueles intenciones
Capitulo 30: Miradas cruzadas
Capitulo 31: Como bestias en la jungla
Capitulo 32: ¿Eres doctor o algo así?
Capitulo 33: Ahora solo somos uno
Capitulo 34: Una llamada peligrosa
Capitulo 35: El último Halloween
Epílogo.
¡ANUNCIÓ!
Extra "San Valentín"
Extra: Nessa y Shace
Extra: Elliot y Nessa

Capitulo 5: Adam el miedoso

6K 651 367
By Hussaycasstillo


—Que casa tan grande.

—Es muy grande...

Adam y yo habíamos bajado del coche para ayudar a Elliot. Pero nos quedamos ahí parados como idiotas al ver la enorme casa frente a nosotros.

—¿Pero como es que él tiene una casa así de grande? ¿Sabrá que su casa es grande? — susurró Adam sin despegar la mirada.

—¡Adam, enfócate en ayudar a Elliot!—le di un manotazo y él accionó.

Ambos ayudamos al chico y comenzamos a bajarlo. Elliot dió las gracias y antes de decirle algo a su chófer, se quedó pensando en su mismo lugar.

—¿Quieren pasar? —sugirió amable.

—No, nosot...

—¡Si! ¡Si quiero Elliot! —interrumpió Adam, con un saltó animado.

—Pues entonces entren. Pueden ver todo lo que quieran —dijo el pelinegro.

—Pero Elliot, es tu casa, no podemos hacer eso —tomé a Elliot de las manos y sentí como una parte de él se estremeció.

—Bueno, pueden ver lo que yo no, ya me cuentan ustedes qué tal está — el se quitó los lentes negros y los guardo en su bolsillo —Se que debo usarlos todo el tiempo, pero me joden — sonreí con lo que dijo y lo sostuve de la mano hasta entrar por el portón.

—Ay, que bonita matita — Adam se acercó a olerla y después se hizo hacia atrás en un gesto de defensa
—¿Y que tal si esto es mota? — Adam se movía de un lado a otro, estudiando la planta, dándole toques pequeños con sus dedos, para después saltar tras de mi y cubrirse.

—Toma Nessa, estas son las llaves —me tendió un llavero, pero solo había dos llaves. Una plateada y una dorada.

—¿Que llave será? — murmuré.

—Ohh, es la dorada —respondió Elliot.

—Ah, es la dorada Nessa... —Adam se detuvo en lo que diría y se giro lentamente hacia Elliot —. ¿Cómo sabes tú que es dorada, si se supone y estás más ciego que yo cuando me coquetean? —pregunta el castaño, confundido.

Y yo también estoy confundida.

Elliot suspiro, y alzó los hombros
—:Chicos, la verdad es... Que yo no soy ciego — Adam abrió los ojos atónito y yo solo me quedé mirando a Elliot perpleja.

Nos ha estado mirando todo esté tiempo. Mintió, ¿Por qué mintió?

— ¡Asesino en serie! — comenzó a gritar Adam — ¡Yo sabía que eras uno, no era común encontrarte esa vez perdido, no era, no era! — Adam comenzó a sollozar y a moverme de un lado a otro — ¡Nessa, vamos a morir! ¡Voy a morir y sin haber hecho un trío antes! — chilló más que antes, pero yo solo miraba a Elliot.

Su vista estaba al frente, no en nosotros, era una broma de su parte, no podía visualizar nada.

—Elliot...

La carcajada de Elliot, estallo por completo. Desconcertó y calló al mismo tiempo a Adam. Lo miré asombrada. Su sonrisa era demasiado espontánea, al igual que su risa; su nariz se volvía roja de la punta.

Era guapo, mucho, más que cualquier chico que pudiera conocer.

—No seas tonto Adam —exclamó Elliot —Claro que soy ciego, es una broma. Hoy en la mañana salí a pasear con gomita, por qué el me guía. Soy ciego, pero no puedo descuidar mi físico. Esa vez el se soltó de mi, y ya no lo pude encontrar hasta que ustedes llegaron —comenzó a explicar —No ver nada de vez en cuando me asusta, pero Nessa me ayudó. Y hoy en la tienda de Mangas, solo fui a preguntar qué tal iba. De alguna u otra forma debo hacerme cargo de mis negocios —finalizó y extendió las manos al frente.

Comprendí que él quería que lo tomara de la mano, así que solté a Adam y tomé sus manos sin dudarlo.

—¿Y la llave, Nessa? —pregunto por lo bajo. Se la tendí y el tomó la dorada —:Como no puedo ver nada, me basó en el tacto. En la textura, si es grande, chica, rasposa, calida, suave, todo eso—Adam se acercó y lo miró curioso
—La llave dorada es más pequeña que la otra, además ya las había visto antes, cuando podía ver —eso último lo dijo en un susurró sin aliento.

¿Cuando podía ver? Entonces él...

—¿Que te ocurrió Elliot? —Pregunté.

—Es algo del pasado Nessa, anda, entra — me tendió la llave nuevamente, yo abrí la puerta, y las luces ya estaban encendidas.

La casa era grande. Las escaleras, los cuadros, las paredes muy lindas, las lámparas, todo.

Una señora ya de la tercera edad se acercó a nosotros. Nos miró por unos segundos y después nos regaló una sonrisa.

—Bienvenidos, pasen — ofreció la señora. Adam estaba desde la puerta viendo todo con curiosidad. El me siguió, pero sin soltar a Elliot del brazo para guiarlo.

—Hola Amanda, ellos son mis amigos: Vanessa y Adam — nos presento, y nosotros saludamos a la señora —Chicos, ella es Amanda, me cuida desde que llegué aquí, hace dos años.

Recuerdo que Shace había dicho eso. Llegó aquí hace dos años, después de un accidente. ¿Que le habrá pasado?

—¿Quieren algo de beber? —ofreció Amanda.

—No, gracias —respondimos en unísono Adam y yo.

Amanda se acercó a mí y me miró con curiosidad y al mismo tiempo sorprendida.

—Pero vaya niña tan más linda —dijo Amanda con un tono sorprendido —Que lindos ojos tienes cariño, tan castaños que parecen miel —musito ella.

—Así que tiene ojos castaños, eh
—soltó Elliot. Eso de alguna manera logro sonrojarme.

—Y es pelirroja —siguió Amanda.

Elliot alzó las cejas y sus labios se engancharon en una sonrisa de lado.

—Claro que sí, vea, les presento a nuestra linda Nessa —continuo Adam, está vez, tomando mi cabello acomodandolo a los lados —Nariz pequeña, cuello largo y muy blanco, cabello rojizo y ondulado, ojos castaños, ceja castaña, y por si fuera poco, pecosa —Adam pellizco mis mejillas y yo me aleje de él inmediatamente.

—Adam por favor —suplique, por qué de alguna manera me sonrojaba.

—¿Eres así de bonita, Ness? — pregunto Elliot con una sonrisa.

Yo me sentía roja, sentía que iba a estallar de vergüenza.

—N-no... Adam lo exagera todo — comencé a reír de una manera nerviosa — Solo soy como cualquier niña de aquí, nada especial — mire a otro lado, debía mirar a otro lado, o simplemente me moriría ahí mismo.

—No.

¿Eh?

—¿No? — repetí.

—No, tu no eres como las demás y yo creo que eres hermosa —dijo Elliot. Sus mejillas pálidas obtuvieron un carmín.

Que lindo se ve...

—Claro que es linda, no por nada tiene a todos los chicos tras ella. Incluyendo a Shace White — soltó Adam, quién veía curioso un cuadro pegado a la pared.

Mire rápidamente a Elliot, quién dejó de sonreír y sus mejillas volvían a la normalidad.

—¿Shace White? —repitió en un susurró.

¡Maldita sea Adam!

—Si, ese tipo ha estado enamorado de ella desde hace tres años. Es un buen tipo, pero no creo que...

—¡Cállate Adam!

Adam me miró perplejo y yo solo lo miré mal. Ambos nos dimos esa mirada que decía más que una palabra. Elliot en medio de nosotros, y yo solo queriendo aventar una silla a Adam.

—Si.

—¿Si? —repetimos Adam y yo en unísono, y miramos a Elliot

—Si, Shace es un buen tipo —musito.

Los tres nos quedamos en un silencio sepulcral, hasta que él decidió hablar nuevamente:

—¿Saben? Me siento algo cansado, si gustan quedarse a ver más, adelante. Estan en su casa y si tienen hambre pueden comer algo de la nevera.

Elliot se comenzó a guiar con su bastón, me acerque a él.

—Yo te ayudo Elliot...

—No — alejo sus manos —Puedo solo Nessa, no te preocupes.

—Pero Elliot, yo te...

—Dije que no.

Esa respuesta me dejó desconcertada. Él estaba bien hace unos minutos, ¿Cómo pudo cambiar tan drásticamente de actitud? Ni siquiera me dejó ayudarlo.

—Está bien —susurré —Descansa Elliot.

—Tú también.

Y sin más, se fue guiando de su bastón, su ayudante Amanda, lo tomó del brazo y ayudo a subir las escaleras. Sentí como si me hubieran dado un golpe cuando él me habló tan gelido.

Se que llevaba un día de conocerlo, pero aún así, ¿como podía pasar esto?

Me enojé.

Me enojé conmigo misma por permitir que un chico hiciera un revoltijo en mis emociones y pensamientos. Me enojé por la imprudencia de Adam. Me enojé por permitirme gustar de un chico, cuando quedaba prohibido, cuando yo misma lo prohibí.

Apreté los puños a mis costados y salí de la casa sin avisar a Adam. Obviamente el se dió cuenta, por qué me llamo varias veces, pero yo seguía caminando.

El chófer de Elliot, se acercó y pregunto:

—¿A dónde quiere que la lleve?

—No, gracias. Yo puedo irme sola, tenga buena noche.

El chófer me miró perplejo y yo camine rápidamente. Estaba enojada, furiosa, dios, cuánto odiaba sentirme así por alguien. Quedó prohibido el que me gustara un chico, no quería esto, no quería que alguien me gustara, no quería terminar como papá y mamá. No quería nada de eso.

Adam venía tras de mí. Ni siquiera había dicho algo, ni lo había intentado. Agradecía eso, por qué yo era capaz de aventarle una piedra, o lo que sea que estuviera a mi alcance.

Cuando me enojaba solía ponerme algo intensa. Adam siempre estaba conmigo, no me decía nada, pero no sé iba de mi lado hasta que me controlaba. Me recostaba en su pecho y me quedaba ahí por largos minutos.

Pero estaba más que furiosa está vez, no quería nada, ni a nadie, solo quería eliminar a Elliot de mi pensamiento. Era un chico al que ayude a encontrar a su perro, nada más. No tenía por qué pasar algo más, no tenía por qué ocurrir nada más que eso, no quería eso, y así lo mantendría.

Primer y último día que veo a Elliot. Por qué no pienso volvermeló a cruzar.

Me cruce la calle envuelta en mi pensamiento, que no vi al auto que venía hacia mi.

Todo ocurrió muy rápido.

Las luces del auto amarillas cegandome, los respingos de las personas a mi alrededor, el fuerte gritó de Adam...

Y entonces, alguien me jalo hasta la acera tumbandome al suelo, viendo como el auto paso frente a mi nariz.

Lo primero que vi fue a muchas personas acercarse.

—Niña, ¿Estás bien?

—Pero que peligro

—¿Estará bien?

—¡Él la salvó!

—Que muchacho tan valiente.

¿Que ocurrió? ¿Muchacho? ¿Quién carajos?

—¡Vanessa! ¡Vanessa! — escuché la voz de Adam. Escuchaba la voz de mi mejor amigo, pero yo seguía aturdida.

—Adam...

—Vanessa, soy yo — Adam me levanto un poco y abrazo. Me pego a su pecho, podía escuchar los latidos del corazón resonar fuertemente. Escuché como gimoteaba, e intentaba parar de llorar —Por un segundo creí que había perdido a la chica de mi vida — susurró.

La chica de mi vida... Siempre ha dicho eso desde los siete años.

Adam...

—Estoy algo adolorida —logré decir. Me dolía la cadera y las piernas.

Pero hubiera muerto de no ser por quién me jaló.

Me volteé y vi a quien me salvó. Mis ojos se agrandaron, y sentí algo en el pecho en cuanto vi de quién se trataba.

—¡Shace!

Me acerqué como pude hasta él y lo tomé de la mano.

—¡Shace! ¡Shace responde! —el entre abrió los ojos y me miró por unos segundos.

—¿Morí? — musitó.

—¡No! — respondí —vamos al hospital.

Adam se acercó a nosotros y guardo su celular en el bolsillo.

—Ya he llamado a una ambulancia. Vamos Nessa, yo te ayudo —Adam intento levantarme del suelo y aún que quería, me dolían las piernas.

—Ay no, Adam, no puedo caminar — me asusté mucho y comencé a sollozar.

—Ven, tranquila, yo te llevaré al hospital —Shace intento levantarse, pero de igual forma se quedó ahí sentado— Me duele la cadera — susurró.

—¡No pueden quedarse paralíticos! ¡¿Cómo voy a subsistir sin ti?! — Adam me comenzó a mover — ¡¿Cómo voy a hacer mi rutina de gym si no estás tú ahí Gojo?!

—¿Gojo? — repitió Shace incrédulo con una mueca.

—¡La vida se acabó para mí!
— Adam comenzó a llorar y entonces las sirenas de las ambulancias resonaron, y la mirada de Adam se iluminó.

—Genial, ya van a ayudarnos — dije

Justo cuando creímos y la ambulancia se detendría, paso de largo y quedamos como idiotas viendo que la ambulancia no se detuvo, ni por qué nos vio ahí tirados.

Nuestras caras idiotas lo decían todo.

Adam tenía la boca abierta, mirando como se iba la ambulancia.
Shace la miró con los ojos bien abiertos señalandola como tonto.
Y yo, solo la veía irse con mi mueca de: "que mierda hacen"

Pero lo que seguía de eso, era más interesante.

Continue Reading

You'll Also Like

44.8K 1.6K 26
¿Que pasaría si te sintieras completamente atraída por la prima de tu nueva compañera de trabajo? Descubre la historia de Chiara una artista emergent...
47K 4.7K 45
Iris Elliot confía en que una buena organización ayuda a cometer el mínimo de errores, pero cuando un viaje espontáneo y unas copas de más en la ciud...
3.3K 271 12
Un amor prohibido, un amor secreto, un amor que crece entre sombras... La verdad que sale a luz para mostrar que no todo es como nos lo contaron
57.2K 6.3K 41
Ivy siempre se ha caracterizado por ser la defensora y protectora de todo aquel que lo necesite, pero tal vez también ser tan impulsiva, y no reflexi...