El amor es Gris [Libro #1 Com...

By Hussaycasstillo

277K 27.3K 7.5K

Vanessa nunca fue creyente del amor. Elliot jamás creyó que alguien lo pudiera amar. El amor es Gris a los oj... More

Advertencia
Capitulo 1: El chico de ojos Grises
Capitulo 2: Cabellos plateados
Capitulo 3: Shace, el chico que todas quieren
Capitulo 5: Adam el miedoso
PERSONAJES
Capitulo 6: Solo esto me sucede a mí
Capitulo 7: Vacaciones de Invierno
Capitulo 8: La fiesta
Capitulo 9: "Maldito Elliot"
Capitulo 10: El pasado
Capitulo 11: Tiempos de Verano
Capitulo 12: ¿izquierda o derecha?
Capitulo 13: "Siempre ella"
Capitulo 14: La promesa que mantuvieron los dos
Capítulo 14.2: La promesa que mantuvimos los dos.
Capitulo 15: Una vida, y Adam solo hace tonterías
Capitulo 16: ¿Te invito a un picnic?
Capitulo 17: Un picnic con tensión
Capitulo 18: "¡No me vayas a manosear!"
Capitulo 19: La colina de Manzanas
Capitulo 20: Si me amabas, ¿por qué te fuiste?
Capitulo 21: Lo que paso, lo que duró y lo que debe soltarse
Capitulo 22: Un beso necesitado
EXTRA
Capitulo 23: Volvió aquella tranquilidad
Capitulo 24: Es algo que no te puedo perdonar
Capitulo 25: Nunca te deje de amar
Capitulo 26: "Alguien de mi pasado ha vuelto"
Capitulo 27: Todo fue por ella
Capitulo 28: "Bola de hipócritas"
Capitulo 29: Crueles intenciones
Capitulo 30: Miradas cruzadas
Capitulo 31: Como bestias en la jungla
Capitulo 32: ¿Eres doctor o algo así?
Capitulo 33: Ahora solo somos uno
Capitulo 34: Una llamada peligrosa
Capitulo 35: El último Halloween
Epílogo.
¡ANUNCIÓ!
Extra "San Valentín"
Extra: Nessa y Shace
Extra: Elliot y Nessa

Capitulo 4: El Club de lo Mangas

7.3K 871 286
By Hussaycasstillo


Ya eran aproximadamente las ocho de la noche. Adam y yo habíamos bajado de la montaña. Acordamos ir al centro de la ciudad para ver qué había de nuevo.

—Nessa mira —llamo Adam —La nueva edición de comics —los ojos de Adam brillaban. El era fan de los cómics.

—Ya te compraste el cómic de Spiderman, te recuerdo que te quedaste sin presupuesto —señale su bolsillo y el hizo una mueca.

— Maldita pobreza...

Pasamos por toda la tienda y él solo miraba todo a su alrededor de forma triste. Tenía una afición por los cómics, mangas, animes y todo lo demás. Yo solo era aficionada a los animes, pero de ahí en adelante, nada más.

Salimos de la tienda, y aquel Adam casi lloraba al ver las rebajas y no poder comprar nada. Pasamos por una tienda de helados y le invite uno de su sabor favorito.

—¿Entonces engaño a su novio con cinco chicos?

—Si, solo eso fue lo que me contaron Miranda y Hannia, cuando Marco las llamo la otra noche.

—Cuernudo de Marco... ¿pero quienes somos nosotros para juzgar? —soltó Adam dando una lamida a su helado de limón.

—Lo sé, no debemos juzgar.

Y ahí estábamos los dos chismosos, como señoras de cincuenta, criticando la vida de los demás, terminando con la frase: "No somos nadie para juzgar, la humilde opinión no hace daño a nadie".

Estaba terminando mi helado de limón, cuando Adam se levantó de golpe de la banca y señaló una tienda de Mangas, siendo inaugurada.

—¡Nessa! —lo miré —¿Me amas? —pregunto de golpe.

Dude unos segundos en procesar esa pregunta repentina.

—S-si... ¿Por qué?

El se hincó y la gente se nos quedó mirando. La vergüenza llegó a mi, ocasionando un gesto de horror en mi rostro.

—¡Préstame dinero, juro lo pagaré! —chillo.

Aquí vamos

—Tienes una obsesion por los mangas, no voy a alimentar esa obsesion —dije.

—¡Te lo suplico!

—¡No!

—¡Si muero hoy, quedará en tu conciencia el no haberme prestado un poco de dinero para ser feliz!

Di un golpe bajo a su brazo.

—¡Tu vivirás por siempre, no pienses dejarme sola!

El me dió los ojos del gato con botas y yo solo volteé los ojos, saque el dinero y de lo dí.

—Habrá intereses —dije.

Adam lloro más de la cuenta, pero aún así me dió un beso en la mejilla. Me jaló del brazo consigo y entramos a la tienda de Mangas.

—Pero mira que bellezas —Adam casi lloraba en ese lugar. Sus ojos parecían brillar más que nada.

—Vamos Adam, algún día tendrás todo esto... Cuando trabajes —susurré.

El hizo una mueca y se fue por un pasillo largo en busca de un manga que no haya leído.

Por mi parte comencé a vagar por los otros pasillos que estaban al frente. Había mangas de: The promised Neverland, Boku no hero academia, Attack ou titans, y Tokyo Revengers.

Tokyo Revengers...

Lo tomé del estante y comencé a ojear. Joder, amaba este anime, llore con la muerte de uno de los personajes y llorare más con la próxima temporada. No quería spoilearme leyendo el manga.

Genial, estoy enamorada de un tipo ficticio tira patadas al estilo muerte suprema, y un alto con tatuaje de dragón en la cabeza.

La vida está bien.

Y como yo siempre iba mirando al cielo, pensando en la mortalidad del cangrejo, caí de rodillas golpeando mi rostro con el regazo de alguien sentado en el suelo.

Inmediatamente tomé mi nariz, soltando un quejido. Entonces levanté la mirada lentamente y mis ojos casi se salían de su lugar al ver dónde había caído.

Me lleva la que me trajo...

—¿Elliot?

Pregunté perpleja en un hilo de voz, viendo anonada como las cejas del chico se fruncieron llenas de confusión y algo asustado.

—Esa voz... —musito —¿Ness?

Por alguna extraña razón sonreí. Su voz pronunciando mi nombre. Era lindo escucharlo de su voz. Sentía una extraña sensación en mi pecho desde que lo conocí: lo conocí está mañana y ya me moría de ganas por volver a verlo, no lo voy a negar. Pero...

—S-si, soy yo —respondí.

El busco mi brazo y en cuanto lo encontró con sus dedos, me acarició por encima de la sudadera negra y se levantó conmigo.

—¿Estás bien? —me pregunta, preocupado.

—Si, solo me he golpeado la nariz, pero fue un golpecito pequeño —dije para tranquilizarlo.

El busca mis manos y yo se las tendí para que las tomara. Con su pulgar acaricia mi muñeca suavemente y eso me hace suspirar inconscientemente.

—Te lastimaste por mi culpa.

—¡No, no es así..! —niego al instante, apretando sus manos con las mías.

—Mierda, si tan solo pudiera ver
—eso que dijo me hizo sentir triste.

—N-no, no, no te preocupes por mí, yo estoy bien, no fue nada Elliot.

—Pero te has golpeado y yo no soy capaz de impedirlo —susurró apretando mis manos.

Me sentí tan mal que quise abrazarlo y decirle que no se preocupara, pero sinceramente no podía hacer eso. Además, apenas lo conocía.

—Elliot no sucede nada. Anda, vamos te llevo a... —Un momento. Dejo de hablar y lo miro confusa —. ¿Que haces aquí, Elliot? ¿Que haces en una tienda de Mangas?

El era... Bueno, era una persona con discapacidad visual, no tenía nada que hacer aquí, ¿Cómo es que él estaba aquí?

—Vine a escuchar un manga a mi tienda —respondió.

—¿Pero cómo vas a escuchar un manga? —repetí.

El alza los hombros y se talla los ojos, sacando de su bolsillo unos lentes especiales negros.

—Escucho mangas grabados, con las voces de sus protagonistas, es normal que los graben —me enseñó un reproductor que tenía en su mano y de ahí quitó unos audífonos. —Estaba escuchando la primera temporada de jujutsu kaisen —sonrió nervioso —. Mi hermano pequeño me ha dicho que debo de escucharlo, yo no suelo ser de animes o mangas, pero puedo cumplir esa petición de mi hermano.

Ohhhh.

Espera

El dijo: "vine aquí a mi tienda"

—Elliot... ¿dijiste, mi tienda? —repetí incrédula.

—Si, lo dije. Soy dueño de una tienda de Mangas y una tienda de discos.

Ay carajo

—Eh... no lo imagine...

—Mi hermano quería hacer este negocio, así que le cumplido el capricho —sonríe, mordiendo uno de sus labios —. Nessa... tú puedes venir aquí cuando quieras y llevarte los mangas que quieras.

Abro mis ojos en grande y de pronto siento como mis mejillas se tornan rojas. Pasó saliva sin poder creer que ha dicho y me agito, negando con la cabeza.

—¡¿Como crees?! —me asusto y empiezo a hiperventilar —. No, yo no puedo aceptar eso. Sería muy abusivo de mi parte y...

—¿En serio vas a rechazar el regalo de una persona ciega? —me dice sonriendo. Alzo una ceja y ahora me rio nerviosa.

¿Me está chantajeando?

—Y-yo... la verdad es que no sé qué decir Elliot, no te rechazaría pero...

—¿No me rechazarías? —da un paso al frente bastante lento como para no darme cuenta al instante que ahora está cerca de mi rostro. Sé que él no me puede ver, pero pareciera que percibe algo en mi.

Sin saber que hacer con mis nervios, volteo hacia otro lado y carraspeó.

—¿No puedo decir que no a tu regalo, verdad? —digo en bajo.

—No. No autorizó a que digas no —vuelve acariciar mi mano con su pulgar, y de la nada bufa —. Aunque no es como que vaya a ver si alguien se lleva los mangas de mi tienda.

Me llevo una mano a la boca rápidamente al escucharlo. ¡Dios mío! ¡Este hombre no se tuvo piedad así mismo... estaba a punto de decir algo, pero empiezo escuchar al fondo una voz que parece la conozco desde que estoy en el utero de mi madre.

—¡Nessa! ¡Nessita! ¡Nessita Nessita!

La voz de Adam resonó en el pasillo de a lado y entonces apareció detrás de Elliot, viendo el manga en sus manos, caminando sin fijarse.

Alza la vista y se detiene en seco. Sus ojos se posan en mi rostro avergonzado y después en mis manos que están entrelazadas con las de Elliot, después se fijo en él y frunció el ceño.

—¡¿Elliot?!

Pregunta sorprendido.

El pelinegro frunció la ceja y ladeó la cabeza. Sus lentes negros evitaban que yo viera sus ojos grises.

—¿Adam? ¿Si, no? —dijo él, confuso.

Adam camino hasta mi y volvió a fijarse en mis manos y en las de Elliot. El se interpuso en ellas, quitando mi agarre del de Elliot, tomando la mano disimuladamente del chico en un gesto de saludo.

—Si, ese mero... ¿Que haces aquí? ¿Te has vuelto a perder?

Elliot soltó una risita.

—No, solo vine aquí a escuchar mangas — respondió.

Adam frunció el ceño y se acercó a él sorprendido.

—Pero Elliot, eres ciego, como puedes...

—Soy ciego, no sordo. Ubicate Adam.

Eso que soltó Elliot me hizo soltar una carcajada, a lo cual Adam me miró con los ojos entrecerrados.

—Si Adam, ubicate —me seguí riendo del castaño.

—Pues no conocía esa técnica. Pero bueno, he comprado el manga que quería, deberíamos irnos Nessa, son las nueve —señaló Adam su reloj.

—¿Quieres que te llevemos a casa?
—pregunté al chico. El negó con la cabeza.

—No, gracias, puedo ir yo solo.

—¿Y que nos culpen por qué te dejamos ir solo a casa, y terminaste como stiker en el suelo? No, ni locos. Anda, vamos, te llevamos —dijo Adam, tomándolo del brazo.

—En verdad estoy bien, tengo un chófer en la entrada. Me guiaré con el bastón, y todo bien.

Adam y yo nos miramos mutuamente, y después lo miramos a él.

—¿Chófer? ¿Estarás bien?

Repetimos Adam y yo como bobos.

—Si, Ness ¿Podrías llevarme a la entrada? Mi chófer también podrá llevarlos a casa —dijo con sutileza.

El busco mi mano, y yo se la tendí. Adam se agachó para ver bien nuestro agarre y frunció el ceño al ver qué estábamos entrelazados. Sus cejas se alzaron como si estuviera sospechado.

Lo ignore, tomé a Elliot de la mano y lo comencé a guiar hasta la entrada.
Había un señor, de traje negro y corbata. En cuanto nos vió con Elliot, habló:

—Joven Elliot, estoy aquí a su servicio, ¿Quiere que lo lleve a casa? —pregunto el señor.

Elliot miraba al frente, y el chófer estaba a su lado. Pero él aún así le respondió amable.

—Si, pero también lleva a mis amigos a casa, ellos te dirán el camino. Y por cierto, informa al personal que he dado la orden de que dejen entrar a la señorita Vanessa, y que se lleve lo que quiere cuando quiera.

El hombre me da una mirada, mientras que yo me encojo en mi lugar, roja de la vergüenza. Adam me voltea a ver al instante y se acerca a mi sin dudarlo.

—¿Q-que ha d-dicho? —tartamudea en bajo. Parece que no ha tragado ni saliva porque se le ve pálido.

—Calla, luego te explico.

—¿Podré entrar aquí y tomar lo que quiera? —me sonríe amplio, empezando a dar brincos disimulados.

—No, solo yo —camino hacia donde Elliot y me pongo a su lado.

Adam me sigue por detrás, torpemente.

—No seas envidiosa, ¡Nessa! ¡Le dire a mami Eleonora!

El chofer asiente a las órdenes del pelinegro, y nos guía hasta el auto en cuanto salimos de la tienda, fuimos al estacionamiento que estaba afuera del centro comercial y el se detuvo en ub auto BMW; mientras más me acercaba al coche, más me sorprendía de semejante auto lujoso. Era un X6 Vantablack y lo sé muy bien y sin dudar porque Marco me enseño todo sobre autos cuando consiguió un trabajo arreglando carros en el taller de su abuelo.

Subimos a el con cuidado y el silencio abundó en este auto. Al menos un silencio mío, por qué Elliot hablaba con Adam de unas canciones. Pero...

El aún tenía mi mano entrelazada con la suya.

Continue Reading

You'll Also Like

21.9K 1.8K 10
Dónde los gemelos Min asisten a la misma escuela, pero solo Yoonji es popular y recibe muchos regalos en su casillero. Yoongi piensa que hay alguien...
2.1K 251 6
Zhongli le hace una pregunta a Xiao justo antes de su cumpleaños, que pondrá a prueba sus sentimientos. sin portada, fanfic de cumpleaños de xiao at...
522K 45.4K 33
Motivado por un artículo en tendencia, el cantante Park Jimin decide publicar un tweet sobre su cantante favorito. No esperaba que el polémico Jeon l...
1.4M 78.2K 73
-Soy una niña buena- susurro adormilada -claro que sí nena - dice daddy acurrucandonos más en la cama. - ahora toma tu biberón baby- escucho a papi...