—Recuérdame por qué te estoy ayudando.
—Porque te acompaño a ver a tu novio todo el rato.
Namjoon se cruza de brazos—. Actúas como si él no te pareciera bonito.
—¡Lo es! Todo el mundo con ojos ve que Jimin es bonito, pero recuerda que eres quien está empeñado en él.
—¡Te ayudo!
Yoongi se ríe, sarcástico. Ambos están sentados en el parque cerca de la escuela. Namjoon tiene los ojos cerrados, cantando en murmullos la última canción que escribió con Yoongi.
Un teléfono suena. Sorpresivamente es el de Namjoon. Jiminie, dice en la pantalla. Sus pupilas se vuelven corazones cuando abre el chat.
Hyung, no lo veo en la escuela 😔, ¿enfermó?
¡Qué lindo!, piensa Namjoon. Evita chillar en voz alta para que su amigo no le haga bullying de por vida. Jimin está utilizando su celular para preguntar por su salud, ah. ¿Por qué está tan feliz ante el pensamiento?
No te preocupes, Jiminie. Estoy con Yoongi en el parque, iremos a clase luego del receso.
¡¿Se escaparon?! Qué miedo, hyuuuung
Más o menos :( pero nos cuidaremos para no ser descubiertos.
Vale, hyung 💕
Le hice mochis especiales. Tienen bonitos mensajes uwu
¿De verdaaad? Me muero por comerlos, Jiminie
Ah, hyung 💕💕💕
Jimin es el tipo de persona que ama los emojis. Namjoon no está acostumbrado a utilizarlos mucho. Le resulta bonita esa divergencia.
—¡Namjoon, ya vi a Nochu!
—¿Nochu?
—Mi amigo de internet. —lo golpea en el hombro.
Namjoon sigue su mirada, encontrándose con un chico delgado y alto con el cabello negro. Tiene los ojos grandes delineados con lápiz. Se maquilla igual a Yoongi, ¡con razón son amigos!
—¿Y cómo sabes que es él?
—Le dije que utilizara una camiseta con una N en el pecho. —se soba la nuca.
—Ohhh.
Yoongi lo obliga a pararse y ambos se acercan hasta el muchacho. Le cuesta mirar a las personas a los ojos. Namjoon lo saluda en la mano y actúa como tercera rueda mientras los amigos se conocen.
★
—¡Hyung! —lo saluda Jimin, mirándolo de lejos.
Yoongi, a su lado, engrandece su mueca de fastidio. Namjoon lo ignora deliberadamente.
Se sientan en el pasto debajo de un frondoso árbol. Están construyendo una cancha de básquetbol a unos metros de ellos, por lo que hay un ruido casi molesto.
—Muchas gracias, Jiminie. —Namjoon hace una venia.
—De nada, hyung. —le entrega un recipiente lleno de mochis. Hay diez en total. Namjoon se come uno de un mordisco.
—Mmh, ¡están deliciosos!
—Gracias. —Yoongi se limita a decir.
Namjoon tiene las mejillas repletas cuando Jimin le pregunta—: Hyung, ¿es cierto que es el presidente de la clase?
Tiene la intención de responderle, pero Yoongi le recuerda con un golpe que tiene la boca ocupada. Espera a tragar. Jimin no lo deja de observar, poniéndolo nervioso.
—S-Sí. Pero no es para tanto.
—Tiene las mejores notas de la promoción. —Yoongi interrumpe.
—¡Qué interesante, hyung! Yo... También soy bueno. Debería estar un grado por debajo, pero mis notas son mejores de lo esperado. —sonríe.
¡Incluso es inteligente! Namjoon tiene ganas de agarrarle las mejillas esponjosas, así que no se detiene a sí mismo. Las deja rojas cuando se separa.
—Tienes cara de inteligente. —admite, bromeando.
Jimin lanza una risita—. Gracias.
Sucede en menos de un segundo: Namjoon levanta la mirada y se encuentra con una columna de escombros que ¡ESTÁN CAYENDO ENCIMA DE JIMIN! Se pone de pie y lo detiene con la fuerza de su espalda. Siente los músculos vibrar por el esfuerzo, jadea en busca de aire, pero no se deja derribar por el peso en su espalda.
Cuando abre los ojos, encuentra a Jimin siendo abrazado por un petrificado Yoongi. Se alegra de que su amigo lo haya cuidado y continúa ejerciendo fuerza para que los escombros pesados no cayeran encima de ellos.
—L-Lo siento. ¡LO SIENTO, MUCHACHOS! —se disculpa el maestro de obra, haciendo repetidas reverencias de noventa grados.
Su espalda siendo liberada por el dolor es un paraíso. Namjoon cae de rodillas, respirando agitado. Jimin lo abraza por los hombros, escondiendo su rostro en su pecho. Respira el aroma floreado intrínseco a su cuerpo.
—¡Hyung! ¿Estás bien? ¡Gracias por salvarme!
Namjoon balbucea, pero asiente.
—No hay de qué, Jiminie.
—Sí que la hay. De no haber sido por ti, hubiera sido-
—¡¿ESTÁN BIEN?! —lo interrumpe la directora, con rostro entre enojado y preocupado. Namjoon se muerde las mejillas.
—Sí, directora.
—Ah, Jimin, qué pena con tu padre, creerá que nuestras instalaciones no son indicadas para tenerte.
—No hay problema, directora.
—¡A la enfermería!
Ni siquiera Yoongi, quien no sale de su estado de shock, cuestiona la orden.
★
—Pero no tienen nada —la enfermera los mira a través de sus gafas. Yoongi se descruza de brazos y se pone de pie—. ¿Adónde va, joven?
—Biblioteca. Estoy en shock, ¿me cree en condiciones de regresar a clases?
La mujer, una omega vieja que ya alcanzó la edad en la que no expulsa feromonas, se hace la vista gorda y saca dos pastillas de su cajón.
—Tomen. —las extiende.
Jimin agradece con una sonrisa, pero no se detiene al preguntar—: ¿Esto es para...?
—El shock.
Comparten miradas, divertidos. Toman el ejemplo de Yoongi y se marchan. A mitad del pasillo Jimin lo agarra del antebrazo, logrando que parara su caminar.
—Gracias.
—De nada, Jiminie. —muestra sus hoyuelos.
—Tus... Tus huequitos —toca su propia mejilla mientras que sus ojos curiosos observan el rostro de Namjoon—, son muy curiosos.
—Oh, ¿hablas de mis hoyuelos? Tengo problemas en los dientes. —se encoge de hombros.
—Son... lindos.
Namjoon traga fuerte. Se pregunta si hace mal al observar tantísimo el rostro de Jimin, ¡pero él es el epítome de la ternura!
—Gracias. —carraspea.
—Yo... Aquí están tus mochis. Los hice con todo el amor del mundo —rebusca en su mochila y extiende el usual recipiente transparente. Namjoon lo toma, encontrándose con los mochis de colores—. E-Escoja el de arcoíris, hyung. Es el que tiene premio.
—No es divertido si me lo confiesas. —admite, pero igualmente se apresura a morder el mochi. Sabe mejor que nunca, ¿o son sus sentimientos los que no le permiten ser imparcial?
Hay una paletita que muerde. La saca y lee «Rap Monster».
—Wua, ¡te acordaste!
—¡Pues claro! Es que me gustaría —esconde sus manitos detrás de su espalda— escuchar sus canciones, hyung.
Entonces, la campana suena. Jimin hace un puchero, pero no se marcha.
—Gracias, Jiminie.
—Gracias a usted, hyung. Parece que es mi héroe.
—No es para taaantooo.
—¡Claro que sí! —Jimin discute. Camina al lado de Namjoon, quien lo acompaña hasta el laboratorio, que es en donde tiene su próxima clase.
—Hasta la próxima.
—¡Hasta la próxima! —exclama Jimin. Namjoon está a punto de darse la vuelta, pero el rubio lo detiene. Rebusca en su mochila y saca una bandita— Tiene una herida en el pómulo, déjeme encargarme. —pide, aunque ya está ubicando la tira color rosa en su lugar—. ¡Ya está!
Jimin no espera una respuesta. Se marcha, dejando a Namjoon totalmente ensimismado.
★
¿Le gustaron los mochis? unu
¡Me encantaron, Jiminie! Si eres muy talentosooo
Ahh, hyung, cómo me alegra💕💕
A todo el colegio le gustan
Sí, pero me agrada que le gusten a usted🥺✨
Siempre me gustan, Jiminie😊
Qué bieeen, mañana le llevo otro tipo de postreee💕
Namjoon se muerde los labios, suspirando.
—Hablando con Jiminie. —Yoonngi canturrea el nombre.
—¿Sí, y?
—Mmmh, ya.
—¿Tú con quien hablas?
—Nochu.
Namjoon le lanza el control del televisor—. ¡Me cambias por ese!
—¡JAMÁS!
—¿Entooonces?
—Pensé que querías que tuviera más amigos. Para eso estamos pasando tiempo con Jimin, ¿eh? —Namjoon se pone rojo— Eso pensé.
—¿Es omega?
—Se puso neutralizador. Pero creo que sí.
—¿Por qué tapa su casta?
Yoongi se encoge de hombros—. Es cosa suya.
—Es raro.
—No te importa.
Namjoon suspira. Su celular vibra y lo toma.
La próxima vez deberíamos vernos sin Yoongi hyung u.u
Mira a su amigo reír con la pantalla. Al parecer, es tiempo de que Jimin le pida ayuda con Yoongi. Y él está dispuesto a ayudarle.
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Nochu: