Eviterno || Terminada

נכתב על ידי MsMistery19

402K 27.1K 17K

Una destinesia, había llegado dónde estaba ella, a su mundo, el problema es que había olvidado cómo volver al... עוד

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 14
Capítulo 15
Capitulo 16
Capítulo 17
Capitulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capitulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Final
Epílogo
Nota
Nota
Nota.

Capitulo 13

8.4K 627 218
נכתב על ידי MsMistery19

Porque a fin de cuentas terminamos cómo dos extraños sintiendo dolor y amor.

Pov Calle.

—¡¿Qué mierda significa ésto?!— Grité totalmente molesta con mi estómago revuelto.

Dios santo, mis padres a punto de tener sexo en el sofá de mi casa. ¡No me jodas yo me siento ahí! Joder, sentía que iba a vomitar en cualquier momento. Observé cómo mi mamá se ponía su blusa y mi papá su camiseta, mientras ponía el botón de su pantalón.

— Calle, e-esto...

— No me digas que no es lo que parece. ¡Claramente se ve que iban a coger! ¡En el sofá! ¡Yo me siento ahí!— Grité histérica, mis padres solo tenían la cabeza hacia abajo.

—¡Digan algo!— Añadí molesta, mi papá carraspeó su garganta.

— Ratona,— Apreté los labios.— Sé que esta noticia afectará muchas cosas pero, — Germán tomó la mano de mi mamá, empecé a negar con la cabeza.— Tú mamá y yo hemos decidido darnos otra oportunidad.— Agregó dejando un beso en la mano de mamá.

—¿Es una broma, verdad?— Pregunté riendo.— Claro que es broma.— Me contesté pasando una mano por mi frente.

— Dani, no es broma. Germán y yo hemos decidido volver.

— Tony, agárrame. Voy a vomitar.— Contesté sosteniendome de mi mejor amigo, sentía mi mundo dar vueltas.

—¿Era por eso qué insistías en llevarme bien con éste ser?— Apunté a Germán con mi dedo índice, mamá hizo una mueca culpable.

— Sé que no estuvo bien el ocultarte esto, pero entiende, volveremos a ser una familia.— Sonrió viendo a papá y santo cielo sentía el vómito venir.

—¡Pues váyanse a la esquina a comer mucha mierd- ¡Agh!— Grité frustrada, de tanta rabieta se me iba a explotar algún órgano.

— ¡Al carajo con su familia, yo no acepto ésta farsa!— Espeté soltandome de Tony para ir a mi habitación.

— Yo creo que me voy.— Comentó Tony, detuve el paso.

— Tu me esperas.— Lo apunté con mi dedo índice, Tony asintió rápidamente.

Subí las escaleras a zancadas entrando a mi habitación, tomé mi mochila y empecé a meter ropa y lo básico en ella, ni loca estaría en una casa en dónde mi madre y padre estén.

“Darnos otra oportunidad”

¡Basura! ¿Por qué carajos se divorciaron si iban a volver tiempo después? Dios, solo me causan más traumas. Aparte de querer aventarme de un maldito puente justo ahora.

Colgué la mochila en mi hombro, bajé las escaleras rápidamente y me encontré a mi mamá impidiendome el paso con los brazos cruzados sobre su pecho, llené de aire mis pulmones buscando la paciencia que ya no tenía.

—¿Adónde creés que vas?— Preguntó mamá con semblante serio.

— A casa de Tony, ni loca me quedaré con ustedes aquí.— Respondí con una sonrisa falsa.

— Tenemos que hablar, cómo la familia que somos.— Fruncí mi ceño torciendo el gesto.

—¿Disculpa qué? Yo no quiero hablar con ustedes. ¡Y no somos una familia!— Escupí apretando la correa de mi mochila.

— Mafe, amor,— Evité soltar una carcajada creyendo que ésto era una mala broma, pero no lo era.— Déjala ir, cuándo este calmada hablaremos.— Añadió Germán tomando los hombros de mamá, rodé los ojos.

— Pero-

— Pero nada, déjala ir.— Insistió Germán, agradecí eso mientras me iba con mi mejor amigo de la casa.

— No me esperen mañana.— Avisé cerrando la puerta de un portazo.

Tony me abrió la puerta del coche, me metí a el de mala gana sintiendo enojo, decepción, frustración, dolor y traición en mi ser. Era un mundo de emociones que ni yo sabía explicar cómo es que me sentía así. Mi mejor amigo entró al coche y lo arrancó, en silencio empezó a manejar.

—¿Cómo te sientes?— Preguntó cauteloso, recargué mi mejilla en mi puño viendo la ventana.

— Con ganas de golpear algo.— Contesté viendo los árboles pasar ante mis ojos.

—¿Quieres golpearme?— Fruncí el ceño mientras miraba a tony.— Puedo ser un buen costal de papas si deseas.— Se encogió de hombros, reí ligeramente.

—¿Por qué siempre me haces reír, baboso?— Mencioné dándole un golpe a su hombro, Tony sonrió.

— Es mi trabajo hacer sonreír a los demás.— Contestó apartando unos segundos la vista del camino.

—¿Y a ti quién te hace sonreír?— Pregunté alzando una ceja, él rió.

— Mi pony salvaje lo hace.— Contestó haciendo sentir un calorcito en mi pecho.

— Gracias por siempre estar, mi cara de moco.— Me incliné para dejar un beso en su mejilla.

— No dejes tus babas en mi cara, castaña fea.— Dijo haciéndome reír.

— Pues te aguantas, cara e' nalga.—

Tony me sacó la lengua cómo un niño pequeño, imité el gesto para al final reír. Él siempre me hacía olvidar un poco lo que pasaba en mi vida, Tony era el mejor amigo de todos.

Día siguiente.

El taxi paraba enfrente del edificio del consultorio de Poché, me bajé de el para ir a encontrarme con ella y decirle todo lo que pasaba por mi cabeza al estar con ella. Suspiré mientras miraba el gran edificio pensando si entrar o no.

— Pshh.— Miré a mis costados intentando descifrar de dónde venía provenía ese ruido.

— Pshh.— Me di la vuelta y miré a mi mejor amigo con la cabeza de fuera en la ventana del taxi.

—¿Qué carajos-

— Cuidadito y cojes con la psicóloga sexy, hablas con ella y ya.— Amenazó con su dedo índice chueco, de niño lo había roto y por desgracia le quedó de una manera no recta.

— No sé a quién apuntas con ese dedo chueco, querido.— Me burlé apretando los labios para no reír.

— Deja mi dedo chueco y no te hagas la loca. Hablo en serio, Daniela Calle.— Mencionó serio, alcé mis manos rendida mientras asentía con la cabeza.

— Tranquilo, no lo haré.— Respondí, Tony asintió.— Recuerda decir que estoy enferma en la universidad, no olvides dar la excusa.— Agregué pasando una mano por mi pelo, Tony asintió.

— Nos vemos luego. Mamá dijo que haría macarrones con queso para ti.— Mi mejor amigo sonrió, llevé una mano a mi pecho fingiendo llorar.

— Diablos, le diré a la señora Betancourt que me adopte.— Contesté limpiando una lágrima falsa, Tony rodó los ojos.

— Soy hijo único, así que te jodes.— Me sacó el dedo medio sonriendo.

— Malpario.— Musité imitando su acción.

El taxi comenzó a andar, dejé de ver a mi mejor amigo haciendo caras en el vidrio trasero hasta que el taxi se perdió de mi campo de vista. Guardé mis manos en mis bolsillos traseros, giré sobre mi propio eje para empezar a caminar para ir al consultorio de Poché.

Después de subir las pocas escaleras, miré a Valeria viendo unos papeles, alzó su vista y al verme sonrió. Me senté en las sillas de espera. Valeria miró su reloj en su muñeca, me observó y se paró de su asiento para acercarse a mi.

— La señorita Garzón ya te espera.— Anunció con una sonrisa amable.

— Oh, bueno.— Contesté parandome de mi asiento.

Me dirigí a la puerta con Valeria enfrente de mi, ella muy amablemente me abrió la puerta, le sonreí antes de que la puerta se cerrará por completo. Suspiré metiendo las manos a los bolsillos de mi jeans. Observé el lugar y recuerdos vinieron a mi mente.

“¿Algo qué le guste, señorita Calle?”

Recordé esa primera vez que la vi, en dónde quedé hipnotizada por toda ella, la mujer me puso boba en cuestión de horas. Me acerqué a la pequeña librería, recuerdos de nuestra primera vez juntas llegaron.

“Estoy celosa”

Sonreí, fueron las primeras palabras para que mi ser temblará ante ella.

“Voy a demostrarte lo que es un orgasmo”

Y esas fueron las últimas para que cayera en su embrujo, un embrujo del cual no creo que pueda salir...

— Hola, Dani.— Me giré para encontrarla con una sonrisa en su rostro, sonreí automáticamente.

— Hola, Poché.— Respondí observandola, se veía tan perfecta cómo siempre.

Esas faldas que usaba me hacían delirar.

—¿Soñaste con gomitas anoche?— Preguntó acercándose a mi para tomar mi mano, reí suavemente.

— Por supuesto, ibas montada en una de ellas.— Contesté con diversión, Poché rió.

— Me alegra colarme entre tus sueños.— Contestó llevando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

—¿Q-ué querías decirme?— Hablé nerviosa alejándome un poco de ella, observé una sonrisa divertida en su rostro.

—¿Me acompañas?— Preguntó, alcé una ceja confusa.

— Claro.— Respondí encogiendome de hombros.

Poché sin soltar mi mano nos dirigió a una puerta del consultorio, la había visto antes pero no sabía a qué lugar podía dirigir. Poché la abrió y un pasillo apareció, caminamos hasta llegar a unas escaleras, pude observar otra puerta en el mismo pasillo.

—¿Qué hay ahí adentro?— Pregunté al aire siguendo los pasos de Poché, ella detuvo el paso y observó la puerta para verme a mi.

— Luego lo sabrás.— Se limitó a responder, asentí con mi cabeza sintiendo curiosidad.

Ella jaló de mi mano para empezar a subir los escalones, después de subirlos había otra puerta, Poché me vió y sonrió abriendo la puerta. El viento golpeó mi rostro sintiendo la ventisca fresca, algo raro en Miami.

— Wow, parte de la ciudad se ve desde aquí.— Comenté soltando la mano de Poché para acercarme a la barandilla y observar los altos edificios. De noche debía ser una locura estar aquí.

— La vista es hermosa.— Añadí sonriendo para ver a Poché.

— Estoy de acuerdo.— Respondió viéndome con intensidad, bajé la vista sintiendo mi cara caliente para volver a posarla al frente.

—¿Me acompañas a comer?— Preguntó sin dejar de verme.

—¿Comer?— Dije confundida, ella asintió tomando mi mano.

Caminamos por la terraza y ahí estaba, una mesa con un mantel blanco y rojo, charolas de comida y al parecer vino. Observé a Poché y ella solo sonrió, abrió una de las sillas para hacerme sentar en ella.

«¿Estoy soñando?» Pensé sin poder creer lo que estaba pasando.

— Uhmm, ¿Intenta comprarme, señorita Garzón?— Alcé una ceja mientras recargaba mis codos en la mesa, Poché rió.

— Solo si eso significa que me darías una oportunidad.— Contestó sirviendo vino dejándome sin habla.

—¿Qué?— Articulé después de unos segundos que parecieron eternos. Poché sonrió tomando de su copa de vino.

— Quiero que me des una oportunidad, Dani.— Soltó de la nada haciendo que mi corazón vaya a mil por hora.

— Tal vez parezca idiota pero, ¿Oportunidad en qué exactamente?— Indagué riendo suavemente, Poché sonrió.

— No lo sé, no quiero que solo tengamos sexo. Ya sabes, ser la rara fantasía de que te acuestas con tu psicóloga.— Arrugó la nariz y eso me hizo reír.

— Quiero tener algo serio contigo.— Se levantó de su silla para caminar lentamente hacia mi.

— Es decir, tener citas, tener nuestras bromas privadas,— Rió suavemente mientras pasaba su dedo índice por la mesa, llegó dónde estaba para inclinarse y quedar a centímetros de mi cara, dejé de respirar.

— Hacernos reír, besos, caricias...— Suspiró mientras rozaba su labio inferior con el mío.

— Lo que tú desees te lo quiero dar.— Musitó sobre mis labios. Joder, si esto era un sueño déjenme en un maldito coma por favor.

—¿Aceptas?— Preguntó acariciando mi mejilla con su pulgar, tragué grueso.

—¿De verdad eso quieres?— Pregunté aun sin poder creerlo.

— Eres todo lo que quiero, Dani.— Podía morir de un paro cardíaco en éste momento, pero no importaba. No importaba si moría viendo sus ojos.

— En ese caso,— Reí viendo sus ojos aceituna.— Acepto que también eres lo que quiero.— Agregué, una pequeña sonrisa iluminó el rostro de Poché, iba por un beso pero...

— Pero, debido a que todo pasó muy rápido, quiero ir despacio.— Pedí posando mi dedo índice en sus labios.

— Claro, lo que tú quieras.— Murmuró sonriendo.

Se alejó de mí para volver a su asiento. Ví cómo dudo y al final se levantó, arrastró la silla hasta llegar a mi lado y sentarse ahí, reí.

—¿Invadiendo espacio personal?— Pregunté divertida, ella posó una mano en mi pierna acariciando.

— Si bueno, no quiero estar lejos de ti.— Respondió mientras servía los platos de comida.

«Dios, soy yo de nuevo, te pido que si es un sueño no me despiertes y tenga un coma, amén»

(...)

¿Cómo es que terminé en una manta con mi psicóloga viendo el pronto atardecer de la ciudad? No lo sabía.

Después de que Poché confesará que quería algo serio, comimos las dos entre bromas, chistes y una que otra caricia subida de tono. Ahora mirábamos el cielo azul, se puede decir que pasamos todo el día juntas, ya que estaba atardeciendo ya.

Ahora estábamos así, mi cabeza sobre su abdomen, mientras le contaba mi trauma de anoche, además de contarle la relación que tenía con mi padre. Poché me escuchaba atenta acariciando mi cabello con ternura, de verdad no quería perder esto.

— Tus padres actuaron mal al ocultar lo que estaba pasando.— Habló Poché, me acomodé en su abdomen clavando mi mentón en el usando mis manos de apoyo para verla.

— Además de que, si quieren llegar a tener alguna estabilidad tendrían que venir a terapia familiar.— Agregó de forma profesional, suspiré.

—¿Eso significa que tendríamos que hablar de lo que sentimos los 3 juntos?— Indagué torciendo el gesto.

— Así es, gomita.— Poché dejó un pequeño toquecito en mi nariz, sonreí.

—¿Gomita?— Pregunté sonriendo, ella sonrió igual.

— Si, eres mi gomita. Dulce, suave, me pones hiperactiva, cómo un niño pequeño de un lado a otro feliz e inquieto,— Negué con mi cabeza sintiendo mis mejillas sonrojadas. Solo ella podía compararme con una gomita.

— Además de saber delicioso.— Añadió lamiendo sus labios para sonreír de lado.

— Quieta, señorita Garzón.— Di un ligero golpe en su abdomen haciéndola reír.

Nos quedamos observando las dos con una sonrisa en el rostro. Me ponía a pensar en todo lo que ha pasado en poco tiempo y es como si se tratara de no lo sé, una película quizás.

—¡Garzón! ¡Necesito que-

Nuestro encanto fue interrumpido por alguien, fruncí mi ceño mientras me sentaba en la manta, Poché imitó mi acción.

«¿Y ésta quién es?» Pensé viendo a la mujer frente a mi.




































Meta: 145 votos.

¿QUIÉN CREEN QUE LLEGÓ? Ahre.

Mucho amor aquí, eso no me gusta *inserte risa malvada*

Me retiro, gud day putitos de clóset

המשך קריאה

You'll Also Like

17K 2K 8
Skylar está cansada de no ser suficiente para su familia, ella lo da todo y solo recibe reproches a cambio, Skylar ya no quiere vivir, pero eso cambi...
382K 24.2K 40
Nuestra historia empezó con un trato entre ambas. Un beneficio para las dos, un sentimiento disfrazado haciéndonos caer en el amor. Yo no buscaba ena...
17.4K 1.6K 9
Jungkook y Taehyung son los modelos alfas más importantes y cotizados de toda Corea del Sur, se cree que ambos son pareja, aunque sean alfas sus fans...
80.3K 5.6K 61
Romina trabaja como asistente de dirección en la empresa de modelaje Rizzo. Después de dos años trabajando para don Franco, tiene que decirle adios...