Amor a primera sonrisa

Autorstwa luzaazul11

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Una vez escuche que: "La vida es como un viaje en tren. Algunos comienza el viaje junto a ti, otros se sub... Więcej

Aclaración
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Epílogo
Agradecimientos

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Autorstwa luzaazul11

Nota: este capítulo contiene escenas de carácter sexual y lenguaje explicitito. Leer bajo tu responsabilidad. 

26 de marzo 2021.

Bahréin.

El día ha pasado más rápido de lo que pensé. Acompañé a Lando y a Daniel, por separados, en sus reconocimientos de pistas con sus respectivos ingenieros, tomándoles fotos a ellos y a la pista. Tomé fotos a los autos y a los ingenieros en el ensayo de la entrada a pits. Luego almorcé junto con Charlotte en el restorán de la sede y ahora me encuentro en la sala principal editando las fotos. Escojo mis favoritas y se las envío al encargado de redes sociales, como me pidió Zak. Si el encargado me da el visto bueno, debo subirlas a la cuenta de Instagram de McLaren.

Es media tarde cuando todos los boxes comienzan a preparase para la práctica dos. Hay mucho movimiento en cada escudería con sus respectivos autos y el calor, a pesar de que ya esta atardeciendo, es insoportable. Me dedico a tomar fotos dentro del box de Daniel y me acerco a él cuando se esta poniendo el balaclava de color blanco. Veo como sus ojos se achican, lo que me inda que me está sonriendo, le lanzo un beso y le tomo una foto. Voy hacia el box de Lando, que se encuentra pegado al de Daniel, y lo veo pensativo bebiendo de su botella de Coca-Cola.

-¿Qué pasa enano? -le pregunto al llegar a su lado captando su atención-.

-Pensé que no vendrías -susurra abrazándome, dejando su botella a un costado-.

-¿Cómo no iba a venir? -lo abrazo y el aumenta el agarre- Lando, ¿qué ocurre?-.

-Nada sólo me bajo mamitis -sonríe- quiero buenas fotos, eh -dice mientras toma su balaclava y se ríe. Flash- necesito cambiar mi foto de perfil.

Su ingeniero lo llama para que suba al auto, se acerca a mi y besa mi frente para después ponerse el balaclava e irse a su auto. Tomo algunas fotos de Lando en el auto y de los ingenieros a su alrededor y después vuelvo al box de Daniel.

Lo veo de espaldas, con el casco ya puesto viendo datos en su pantalla arriba de su auto.

Aprovecho que mágicamente no hay nadie a su alrededor, y me acerco a él. Golpeo su casco levemente para llamar su atención logrando que gire en mi dirección, viendo solo sus ojos. Ambos sonreímos, me inclino para quedar a su altura más baja esta vez, juntando mi frente con su casco. Lo miro directamente a los ojos y siento como mi estómago molesta. No sé si son los nervios de verlo o el hecho de que esté a  punto de que ande en un auto a más de trescientos kilómetros o los nervios que provoca él en mí. Beso su frente por sobre el casco.

-Ve por ellos -susurro dándole ánimo y me alejo del auto para que los ingenieros vean los últimos detalles-.

...

La práctica ya a finalizado y como escudería hemos estado bastante bien, ambos pilotos están conformes con su participación y auto. No tengo idea en donde se metió Daniel, ya que no está ni en su box, ni en su camarín, que es donde me encuentro ahora mismo.

Cuando los autos fueron guardados, ambos pilotos salieron de estos y se quedaron un momento hablando con su equipo para la clasificación de mañana. Mientras tanto yo deje todas las fotos tomadas editadas y enviadas para ser revisadas.

Lando se despidió de mi y se fue al hotel diciéndome que Daniel se iría a su camarín a cambiar. Pero no hay rastros de él.

Me encuentro acostada de espaldas en la pequeña cama que hay aquí. Además, hay un baño con duchas y un sillón. Escucho la puerta del baño abrirse por lo que me pongo de pie emocionada pensando que seria Daniel, pero encuentro con Pierre.

-Oh -exclama- no te escuche entrar -dice riendo-.

-Yo tampoco -me siento en la cama- pensé que todos los pilotos tenían su camarín.

-Así es, pero el Daniel queda más cerca que el mío -dice riendo- ¿haz visto la práctica? -pregunta sentándose en el sillón-.

-Sí y he tomado muchas fotos -digo feliz a lo que él me mira sonriendo-.

-¿Y a qué escudería apoyas?.

-A McLaren -digo obvia-.

-¿A nadie más? -hace una pausa- si te dijera que no puedes apoyar a ni a Lando ni a Daniel -hace una pausa- ¿a quien escogerías? -mira por la ventana- y tienes que escoger a alguien.

Me rio ante su pregunta.

-Vettel -digo segura. El francés hace una mueca de ofendido y ríe-.

-Eso me ha dolido mujer -dice riendo justo cuando la puerta del camarín se abre por el australiano que se queda parado en la entrada mirando a Pierre y luego a mi-.

Me levanto de la cama y salto a sus brazos. Se tarda unos segundos en corresponder mi eufórico abrazo, pero luego rodea mi cintura con sus tonificados brazos.

Siento como nuestros cuerpos se tambalean hacia el costado y luego veo caminar a Pierre fuera del camarín de Daniel.

-¿Nos ha golpeado al salir? -pregunto divertida-.

-No se que te hace tanta gracia -dice bajándome mientras cierra la puerta-.

-Su reacción de adolescente -hago una pausa- que parece que te la ha contagiado.

-Ya hablamos de esto Emily -dice serio- no se que ocurre con él, pensé que había dejado en claro que tú y yo estamos juntos.

-¿Y eso que tiene que ver Daniel? -me mira frunciendo el ceño- simplemente estábamos hablando.

-Creo que no estás entendiendo -hace una pausa- lo conozco E, se sus tácticas francesas y sabe perfectamente que estoy contigo, pero aún así se hace el lindo.

-Creo que el que no está entendiendo eres tú -me acerco a él y paso mis brazos por su cuello- no me interesa si se esta haciendo el lindo o no, él puede hacer lo que quiera Daniel. Yo no estoy interesada -me encojo de hombros-.

-¿Sabes lo que me molesta? -dice separándose de mi- que él, al estar al tanto de esto -nos señala a él y a mi- lo hace igual, y eso Emily es faltarnos el respeto -camina hacia el baño- y encima el hijo de puta ocupa mi baño -dice frustrado-.

-Creo que estás exagerando Dani -digo riendo- prácticamente puede besarme y no sentiré nada.

-¿Y esperarás a que eso pase para ponerle el límite? -dice enojado-.

-No entiendo que esperas de mi -digo incrédula-.

-Dios E, prácticamente se está ofreciendo en bandeja -dice frustrado y elevando un poco la voz-.

-No deberíamos estar discutiendo por esta estupidez -susurro- no hay razón -hago una pausa para mirarlo- pero creo que el problema está en que no confías en mi -tomo mi mochila con mi cámara y me acerco a la puerta-.

-Claro que confió en ti cariño -dice rápido-.

-Pero no confías en él -termino por el y se encoje de hombros- debería bastarte solo con confiar en mi Dani -abro la puerta y escucho un suspiro de parte del australiano- si siento que me falta el respeto, ten por seguro que seré la primera en abofetearle la cara. A quien sea -hago una pausa y me acerco a el- entiendo que te de celos, pero no deberíamos hacer una discusión por eso -beso si mejilla y el me atrae a su cuerpo-.

-No te vayas -susurra mirándome triste- lo siento -cierra sus ojos -tienes razón -suspira- no deberíamos discutir por esto, estoy comportándome como un idiota -hace una pausa- no lo niegas -dice ofendido y ambos reímos- lo siento, en realidad me frustra porque creo que realmente me estoy enamorando de ti y me estás haciendo un blando -junta su nariz con la mía- tendrás un novio idiota y mamón -ambos reímos-.

-Creí que ya tenia un novio idiota y mamón -susurro mirándolo-.

-Claro, pero aún así este idiota quiere pedírtelo formalmente -sonríe y deja un beso en mi frente- prometo cambiar.

-No quiero que cambies Dani -acaricio su mejilla- quiero que hables conmigo, pero no crear una discusión sobre el tema -me pongo de puntitas de pie para poder besarlo-.

-Te quiero nena -susurra en mis labios-.

-También te quiero, pero hueles muy mal -digo separándome del beso-.

-¿Ah si? -asiento riendo- pues a ver si huelo mejor así.

Me tira delicadamente a la cama y mientras me hace cosquillas encima de mi, besa mi cuello. Entre risas intento empujarlo para que salga, pero pasa su cabello mojado por el sudor, por mi cuello.

-Daniel -grito indignada entre risas- ya -hago una pausa- basta por favor.

Deja de hacerme cosquillas y se acuesta a un costado atrapándome entre sus brazos.

-Ahora oleré mal -digo enojada-.

-Pues tendrás que bañarte -dice como si nada- conmigo, claro -susurra en mi oído-.

-Yo también quiero -escuchamos a Lando gritar para luego sentir su peso a mi costado-.

Atraigo a mi amigo entre mis brazos mientras yo aún estoy en los brazos de Daniel.

-Hoy estuviste genial enano -le digo besando su cabeza-.

-¿Cierto? -dice feliz- aún así estoy nervioso por mañana -dice tomando mi mano-.

-Lo harás perfecto, solo tienes que confiar y ya verás -hago una pausa- dar lo mejor de ti siempre -beso nuevamente su cabeza y él eleva su mirada encontrándose con la mía-.

-¿Pijama de dos en mi habitación hoy? -dice mirando a Daniel cuando dice la palabra "dos". No puedo ver la cara del australiano ya que estoy de espaldas apoyada contra su pecho, pero si siento su cuerpo vibrar, indicándome que se ha reído-.

-No puedo esta noche Landis -sonríe al escuchar el apodo- pero mañana podría ser.

-Hecho, mañana en mi camarín porque duermo ahí las noches antes de las carreras -sonríe y luego hace una mueca- ya me voy, uno de los dos apesta -frunce la nariz- te veo mañana Em -besa mi mejilla- adiós, Danis -se sienta en la cama y mira a Daniel- ¿quieres un beso de despedida tu también? -dice riendo, contagiando a Daniel-.

-Nos vemos mañana niño, buen trabajo hoy -escucho la voz de Daniel-.

-Nos vemos viejo -le lanza un beso y se sale del camarín-.

-Sabes, así me veo y quiero estar en un futuro -susurra mientras acaricia mi cabello-.

-¿En la misma cama con Lando? -pregunto riendo-.

-No -dice riendo- pero si a ti -besa mi cabello- en nuestra cama -hace una pausa- entre mis brazos -enrolla un dedo en un mechón de mi cabello- y entre los tuyos -hace una pausa- nuestro bebé -termina de decir-.

Me acomodo entre sus brazos para mirarlo y veo que habla enserio.

-Eso me encantaría -beso sus labios-.

...

Cierro los ojos al momento que siento la esponja dando círculos por mi espalda, siento como el jabón recorre mi cuerpo, al igual que la mano libre de Daniel. Ambos estamos en la ducha de su habitación. Pasamos a la mía a buscar mi ropa para cenar con Michael, quien nos pasará a buscar en una hora.

Inclino mi cuello al sentir la mano de Daniel subiendo por esa zona, donde hace círculos. Se inclina para enjabonar mis piernas, luego mi trasero donde muerde suavemente.

-Hey -exclamo- empezaré a cobrarte por cada vez que hagas eso -Daniel ríe y deja un beso en mi trasero para luego dejar un camino de besos desde mi espalda baja hasta mi oreja-.

-Tu piel sabe muy bien -susurra ronco lamiendo la piel por detrás de mi oreja-.

Me separo un poco de él para sentir el agua de la ducha y poder sacarme el jabón.

-Tu turno -le digo volteándome, quitándole la esponja y poniéndole más jabón-.

-Soy todo tuyo -dice mientras extiende los brazos a los lados-.

Comienzo enjabonando sus brazos donde me tomo unos segundos para admirar sus tatuajes, luego su pecho y para molestarlo un poco pellizco sus pezones, diferentes a los míos claramente. Daniel hace una mueca de dolor para luego reír roncamente. Desciendo la esponja con movimientos circulares por su abdomen inclinándome hacia su muslo tatuado. Trazo las líneas de estos con mi dedo, besando luego los tatuajes. Paso la esponja por esa zona, repitiendo lo mismo con la otra pierna. Hago que se voltee quedando de espaldas a mi para poder enjabonar su espalda y hombros, bajando hasta su espalda baja y trasero.

-Ni sueñes con que te morderé el trasero Daniel -digo riendo, tomando la ducha para poder enjuagarlo completo-.

-Algún día lo harás -dice seguro atrayéndome a su cuerpo, rodeando sus dos brazos por mis hombros. Ambos suspiramos ante el contacto de nuestros cuerpos-.

-Michael llegara pronto -susurro-.

-Lo sé, pero esta noche no te salvas -rio y beso sus labios- creo que me estoy volviendo adicto a ti -confiesa- y antes sólo era adicto a la velocidad -hace una pausa mirándome- antes no pensaba mucho en los riesgos, pero ahora si, y estoy seguro de que, no quiero correr ninguno -besa mi frente-.

...

Esta vez hemos decidimos salir del hotel para cenar. Nos encontramos los tres en una terraza simple con solo dos mesas más ocupadas, bebiendo. Michael lo ha dejado beber una cerveza y Daniel no puede estar mas feliz. Mientras cenábamos me han contado la historia de como se conocieron de niños y desde entonces no se han separado. Michael dice que sabe los secretos y deseos más oscuros del australiano y si le regalo una botella de vino y la bebo con él, asegura contármelos todos. También ha dejado en claro que será el padrino de la boda. 

Espera a que Lando se entere.

-¿Les gustaría ver la carta de postres? -pregunta el mesero al acercarse a la mesa para retirar los tres vasos ya vacíos.

-Sí por favor -dice Daniel a lo que el mesero asiente con la cabeza y se retira en busca de la carta-.

-Daniel -dice Michael-.

-Cállate, es para Emily -dice seguro- yo sólo proaré un poquito -dice elevando las manos-.

-¿Y tienes más hermanos Em? -pregunta Michael-.

-Sí, Jaden, con la misma edad de Lando -sonrío- se parecen mucho la verdad -hago una pausa- vive en Australia con mis padres y está terminando la universidad, está estudiando leyes -hago una pausa y Daniel toma mi mano por encima de la mesa- Y tengo un hermano mayor, Dustin, pero ya no está con nosotros -sonrío-.

Michael me mira mientras el mesero me entrega la carta de postres.

-Lo siento -levanto mi vista para mirar al amigo de Daniel y le sonrió asintiendo-.

Daniel me quita la carta para ver los postres y mi celular suena indicando una video llamada.

Sonrió al ver la cara de mi hermano.

-Hey -lo saludo enfocándome en la cámara-.

-Dios Emily -exclama- pensé que no me responderías -dice triste-.

-Esta todo bien Jaden, te dije que podías llamarme cuando quisieras -apoyo mis brazos en la mesa-.

-Lo sé -sonríe- te extraño -dice triste-.

-Yo también pulga -él hace una mueca por el apodo- ¿cómo está todo por allá?.

Mientras hablo con mi hermano menor, Daniel al parecer a pedido un postre porque el mesero se acerca y se lleva la carta con un asentimiento de cabeza.

-Bien -suspira- pero la universidad me esta matando -ríe- ¿dónde estás?.

-Cenando -volteo la cámara y le enseño el lugar- él es Michael -enfoco al entrenador personal con la cámara trasera- y él es Daniel -volteo a cámara frontal ya que Daniel está sentado a mi lado-.

-El famoso Daniel -dice mi hermano entrecerrando los ojos y piloto a mi lado se pone nervioso-. Te haré unas preguntas, y si respondes correctamente, estas aprobado -se acerca a la cámara- ¿Te atreves?. 

Daniel asiente con la cabeza y Michel y yo reímos.

-Muy bien, prepárate porque deberías saber estas respuestas -hace una pausa- ¿cantante favorito?.

-¿Mío o de tu hermana? -pregunta Daniel inocente-.

-De mi hermana -dice Jaden obvio- un punto menos por idiota -dice riendo, contagiando a Daniel- y lo has recuperado por humor.

-Taylor Swift -dice seguro mirándome-.

-Bien -responde mi hermano- ¿que es lo que hace que se ponga nerviosa y asustada al mismo tiempo?.

-Los elevadores -dice Daniel para luego mirarme pícaro. Mi hermano asiente- e ir a gran velocidad en un auto.

Jaden asiente.

-¿Qué combinación asquerosa le gusta comer?.

-Oye -exclamo- no es asquerosa, simplemente no sabes disfrutarla -le hablo a mi hermano-.

-Pan tostado con crema de maní y plátanos cortados en rodajas -dice riendo Daniel y Michael hace una mueca-.

-¿Cuántas rebanadas de plátano? -preguntamos mi hermano y yo al mismo tiempo-.

-Seis -dice seguro Daniel y mi hermano y yo asentimos-.

-Lo tienes bien entrenado Em -dice Michael a lo que todos reímos-.

-¿Qué tatuaje quiere y dónde? -continúa preguntando mi hermano-.

-Una estrella, debajo de la clavícula -sonríe Daniel-.

-¿Por qué? -susurra Jaden-.

-Por Dustin -responde Daniel y Jaden sonríe-.

-Bien -hace una pausa- última pregunta, pero esta sí es sobre ti -dice Jaden ay no pequeño demonio que vas a preguntar-. ¿eres gay? -pregunta serio mi hermano menor-.

-Jaden -exclamo-.

Michael no entiende nada, pero queda sorprendido por la pregunta hacia Daniel.

-Esta bien E -dice Daniel y mi hermano lo mira incrédulo- no Jaden, no soy gay. Quiero muchísimo a tu hermana y lo que menos quiero es lastimarla -dice seguro-.

-De acuerdo -dice Jaden luego de unos segundos de silencio- pero que conste que te he preguntado, y como sea mentira juro que volaré hasta dónde sea que estés y te arrancaré las manos para que no puedas volver a manejar un auto en tu vida -dice serio-.

-Me parece justo -responde Daniel tranquilo- ¿te gustaría venir a un Gran Premio? -pregunta inocente-.

-¿Me estás comprando? -dice ofendido Jaden -acepto -dice enseguida y todos reímos- nos vemos -dice despidiéndose- hablamos luego Em -me lanza un beso y corta la llamada-.

-No se si es igual o peor que Lando -dice Daniel y todos reímos-.

-¿Qué pediste de postre? -pregunto mirando a Daniel-.

-Oh nena, me vas a amar -dice seguro-.

El mesero vuelve a nuestra mesa, esta vez con un plato de color café oscuro. En el centro veo una gran bola de helado de vainilla, por el color amarillo claro, acompañado de un brownie bañado en manjar y azúcar flor. Beso la mejilla del hombre a mi lado en el momento que toma una cuchara sacando un pedazo del postre.

-Sólo lo probaré -le exclama Daniel a su amigo sentado al frente suyo-. Dios, puedes ser muy pesado a veces -dice luego de tragar, apuntándolo con la cuchara-.

...

Al llegar a la habitación de Daniel, me quito los zapatos y me siento en la cama con mi computadora para editar las fotos tomadas por Tom. Me ha pedido editar las suyas, así aprecian de igual manera mi trabajo y luego debo enviarlas. Escucho como Daniel canta desde el baño y mientras espero a que la aplicación de edición se digne a abrir, me quito mi blusa quedándome en sostén deportivo.

-¿Qué crees que estás haciendo? -escucho la voz de Daniel-.

-Trabajar -digo obvia volteándome en su dirección, encontrándolo en bóxer apoyado al marco de la puerta del baño-. ¿Qué haces tú? -le pregunto volviendo mi atención a la foto frente a mi-.

-Que haremos, querrás decir -camina hacia la cama poniéndose boca abajo en el borde de esta, llegando a mis piernas- tú y yo nos meteremos al maravilloso jacuzzi -me quita el computador y lo deja a un lado-.

-¿Ah sí? -pregunto sentándome en la cama-.

-Así es, me lo merezco porque mañana me dejarás durmiendo solo -hace puchero acercándose a mis labios y yo rio-.

-Bueno -beso sus labios- me parece justo -beso nuevamente sus labios-.

-Tengo tu traje baño -susurra-.

-¿Lo has sacado de mi habitación? -pregunto frunciendo el ceño-.

-Nop -dice marcando la letra "p"- te he comprado uno -se levanta de la cama y abre su closet sacando un paquete- espero que te guste -se sienta en la cama a mi lado-.

Acepto el paquete y me siento sobre mis rodillas para abrirlo. Es un lindo bikini de color amarillo, de dos piezas. La parte de arriba, que es la que saco primero, es del tipo deportivo, pero con escote y la parte de abajo es como un bikini normal.

-No se porque me esperaba una tanga -digo riendo, besando su mejilla-.

-Hey -exclama- soy ante todo un caballero -me atrae a sus brazos, acostándose en la cama de espalda conmigo sobre su cuerpo-.

-Me ha gustado mucho Dani -beso su nariz- muchas gracias, no tenías porque -acaricio su mejilla-.

-Lo sé -se encoje de hombros- sólo lo vi y pensé en ti -sonríe- bueno y también pensé sacándotelo -susurra-.

-Ese es mi Dani -beso sus labios-.

...

Quedo asombrada al salir al balcón y ver en la esquina de este el jacuzzi burbujeando.

-¿Por qué yo no tengo uno en mi habitación-.

-Por que yo soy más importante para el equipo -dice el hombre detrás de mi, abrazándome por la cintura-.

Golpeo su brazo.

-Te comenzaré a cobrar yo también por cada golpe -dice riendo, apoyando su mentón en mi hombro desnudo porque me encuentro vestida con el bikini-.

El sonido de una notificación proveniente del teléfono de Daniel nos interrumpe. Se acerca a la pequeña mesa que hay en el balcón tomando su teléfono.

-Mañana entreno a las siete de la mañana -dice leyendo el mensaje de su móvil para luego conectarlo al parlante y reproducir su lista de música-.

-Pues entonces un baño y a la cama -digo mientras me meto al jacuzzi-.

-Sí mamá -dice entrando y sentándose frente a mi entrelazando nuestras piernas por debajo del agua-.

-¿Qué hacías generalmente las noches previas a clasificación o carreras? -pregunto jugando con la espuma-.

-Nada especial -responde luego de unos segundos- más que nada preparación mental -se pasa las manos mojadas por su cabello- suelo comer liviano y dormirme temprano para, en días de clasificación entrenar suave en la mañana antes de la práctica tres y luego practico mis reflejos con Michael justo antes de la clasificación -explica- siempre, mi ritual de música antes de subirme al auto y la noche previa de la carrera suelo hablar con mis padres por video llamada, ver un poco de algún capitulo de la serie que sea que estoy viendo en esos momentos y suelo dormir en mi camarín también.

-No quiero interferir en tu rutina -digo mirándolo-.

-Eres mi mejor interrupción -dice mirándome para luego sonreírme- no me molestas E, nunca lo harás -hace una pausa- al fin tengo otro propósito en mi vida y no te dejaré ir -se inclina hacia mi para quedar entre mis piernas y abrazos, apoyado en mi pecho-.

-No me iré -susurro besando su frente-.

-¿Cómo le pondrías si tuvieras un niño? -se acomoda para mirarme- conmigo claro -ambos reímos-.

-Si tuviera un niño -hago una pausa para mirar el atardecer y volver a mirar a Daniel- me gusta el nombre Luca -Daniel sonríe- ¿que nombre te gusta a ti?.

Se acerca y besa suavemente mis labios dejándome con más ganas de él cuando muerde mi labio inferior volviendo a acurrucarse en mi pecho.

-Te diré cuando esté entre tus brazos -besa mi mejilla.-.

...

Daniel quiso quedarse más tiempo en el jacuzzi por lo que me encuentro acostada en su cama, con una camiseta suya y bragas, editando las fotos con él a mi lado acariciando mi cabello mientras ve un capitulo de su serie que ya olvidé el nombre. Estamos así un par de minutos hasta que Daniel apaga la televisión y se acomoda mi lado.

-¿Te falta mucho? -susurra ronco-.

-Una foto -beso su frente y continúo editando la fotografía de uno de los autos en el pitlane-.

Me tardo en subir las fotos a la plataforma ya que la tecnología no se me da muy bien, pero logro publicar las dos mejores fotos al perfil oficial de la escudería en Instagram.

Cuando creo que Daniel se ha dormido y he terminado, dejo con cuidado el computador en el piso para no despertarlo.

-Estoy despierto E -susurra haciéndose a un lado- acomódate como quieras nena -se frota los ojos adormilado-.

-Es lo más sexy que me han dicho -él ríe mientras yo me acuesto de espaldas extendiendo mis brazos para que se acomode entre mis piernas-.

Daniel acomoda su cabeza entre el hueco de mi cuello, dejando un beso en el.

-Buenas noches, cariño -susurra y caigo rendida por el sueño-. 

... 

27 de marzo 2021.

Bahréin.

Siento leves y delicados toques por mi rostro, pero el sueño es tan grande que me impide abrir los ojos. Escucho un suspiro y siento un casto beso en mis labios.

-Te veo al rato preciosa -escucho decir a Daniel para luego escuchar sus pasos alejarse--.

Me siento en la cama y me estiro.

-No puedo irme sin un beso como corresponde -elevo la vista y lo veo en medio de la sala de la habitación-.

-Qué esperas para reclamar tu beso entonces -me siento sobre mis rodillas y sonrío al ver como Daniel corre la distancia que hay entre nosotros, tirándose a la cama.

Me recuesto sobre él juntando nuestros labios al mismo tiempo que siento su mano en mi trasero.

Delineo su labio inferior con mi lengua pidiendo acceso, a lo que él acepta gustoso gruñendo.

Rompe el beso para acariciar mi cabello.

-Me encantaría quedarme en la cama contigo -susurra ronco- pero el deber llama -besa suave mis labios- pero luego de la carrera no te dejaré salir de la cama -hace una pausa- no podrás -sube y baja sus cejas-.

-Ya vete -golpeo su pecho y en un rápido movimiento me tiene atrapada entre sus brazos, yo de espaldas a la cama y su cara entre mis piernas donde besa mi zona íntima jadeopor encima de mis bragas. Jadeo al sentir su lengua por encima de la tela y quedo a la espera del siguiente movimiento por parte de australiano, que nunca llega.

-Te dije que empezaría a cobrarte los golpes nena -dice gracioso parado a los pies de la cama-.

-No es gracioso Daniel -vuelvo a acostarme boca abajo en la cama tapándome con las sábanas-.

Escucho una carcajada de Daniel y luego siento su aliento en mi oído.

-Te veo al rato cariño -besa mi cabeza-.

-Sólo para que sepas -hago una pausa- no he alcanzado a mojarme -le grito cuando siento que se aleja de la cama, me regala otra carcajada y está vez sí escucho como la puerta se cierra-.

...

Tengo que escoger entre bañarme o tomar desayuno porque me he quedado dormida nuevamente luego de que Daniel se fuera de la habitación. Claramente escojo bañarme porque estoy sudando por el calor, pero he preferido ducharme en mi habitación ya que ahí tengo todas mis cosas femeninas.

Salgo de la ducha y enseguida me visto con mis bragas y sostén deportivo ya que me queda más cómodo que los típicos además de que aplasta un poco mis senos, lo que hace que no se vean tan grandes.

Me aplico bloqueador, porque los demás días no lo hice y me quito el maquillaje de la noche anterior.

Abro el basurero encontrándome con el condón usado con Daniel la mañana anterior y me sorprendo porque; uno, está roto y dos, parece que no hicieron el aseo del baño. Pero me calmo al recordar que tomo mis pastillas, las mismas desde hace un tiempo así que no hay problema. Boto el algodón sacando luego mi pie para que se cierre la tapa del basurero.

¿Debería decirle acerca del condón?.

...

El día vuelve a transcurrir rápido. He acompañado a Daniel en su entrenamiento de reflejos, quedándome lejos de él para no interrumpirlo o desconcentrarlo, pero al mismo tiempo viéndolo calentar y prepararse para la clasificación.

He tomado fotos desde el pitlane y me he acercado a las zonas destinadas para los fotógrafos de cada escudería. Además de tomarles fotos a cada uno desde su auto.

El equipo y los pilotos han estado bastante bien, Lando a clasificado séptimo y Daniel sexto, por lo que se espera una gran carrera para mañana.

Me he despedido de todo el equipo para irme al camarín de Daniel a editar las fotos. Esta vez no hay rastros de Pierre, ni de Daniel, pero unos golpes en la puerta me interrumpen la elección de grado de la luz de la fotografía.

Al abrir me encuentro con Sebastian Ídolo Vettel.

Me paralizo al instante.

-¿Puedo entrar? -pregunta riéndose-.

Mi cuerpo solo es capaz de asentir y hacerse a un lado para que entre el piloto de Aston Martin.

-Un placer conocerte Emily -dice extendiendo su mano hacia mi- Daniel me ha hablado mucho de ti -sonríe- soy Sebastian, pero puedes decirme Seb -estrecho su mano y como ve que no soy capaz de hablar, él sigue hablando- Daniel me dijo que seguramente estarías aquí. -asiento-.

-Estaba editando las fotos que tome hoy -logro decir después de uno segundo- lo siento si estoy actuando extraña, es sólo que -hago una pausa- mi hermano te admiraba -hago otra pausa- yo también, mi familia entera -digo rápido- todos te admiramos verdad -digo riendo y él sonríe-.

-Me encantaría conocerlos -sonrío- si vienen a algún Gran Premio, avísame -yo asiento- la verdad es que estoy aquí para pedirte un favor -hace una mueca-.

¿Sebastian Vettel me quiere pedir un favor?. Mi padre no me creería.

-Verás para el próximo Gran Premio, en Italia, una de mis hijas estará de cumpleaños y vendrán a la carrera esa semana -explica- me preguntaba si te gustaría tomar las fotos de la celebración -se pasa la mano por detrás de su nuca- habrá pastel y Daniel puede venir contigo, claro -hace una pausa- y te pagaré por su puesto.

-Dios Sebastian no es necesario -digo rápido al escuchar que me quiere pagar- con el pastel y Daniel me sobra -ambos reímos- con gusto tomaré las fotografías -digo feliz-.

-Dime Seb -me regaña y yo asiento- genial, la celebración será la misma semana del Gran Premio, que es dos semanas después del termino de este. -hace una pausa- por lo que ya se encontraran en Imola para la fecha -dice y yo asiento- ¿Qué tienen planeado para la semana libre? -pegunta sentándose en el sillón y yo lo imito-.

-No lo hemos hablado todavía -me encojo de hombros-.

-Deberías preguntarle -hace una pausa- porque mi adolescente enamorada ha renacido -dice y rio-.

-¿Te ha dicho algo? -pregunto elevando una ceja-.

-Emily soy uno de los viejos aquí -hago una mueca- bueno Daniel no se queda tan atrás -ambos reímos- pero en cuanto a experiencia, los niños vienen a consultar.

Su teléfono suena indicando una llamada.

-Es mi esposa -dice feliz- le daré la buena noticia y te enviaré la dirección de la celebración en Italia -dice poniéndose de pie- muchas gracias por acepar -sonríe-.

-No hay problema -me pongo de pie- pero te cobraré el pastel -Sebastian ríe y sale del camarín contestándole a su esposa-.

Me siento nuevamente para editar las fotos cuando otros golpes me interrumpen. Me acerco a abrir, encontrándome con Charles.

-¿Eres fotógrafa, verdad? -dice entrando y sentándose en el sillón, yo asiento- bien porque estoy en una crisis fotográfica -extiende su celular en mi dirección-.

Cierro la puerta del camarín tomando su teléfono.

-¿Qué tengo que ver exactamente? -le pregunto sentándome en el piso con la espalda apoyada en el sillón-.

-No lo sé, tú dime -hace una pausa- tú eres la que sabe de esto -eleva sus manos-.

Ruedo los ojos para ver las fotografías desde la galería de Charles, son fotos de él en el auto o caminando por el pitlane.

-¿Me dejas editarlas? -volteo a verlo-.

-Sí claro, has lo que quieras -apoya su codo sobre su rodilla, descansando su mentón en su mano para ver como desde la misma aplicación de fotos, comienzo a editarla-. ¿cómo es que sabes todo esto?.

-Por que lo estudié -digo graciosa mientras altero la saturación- ¿qué dices? -pincho la foto una y otra vez para que pueda ver la original y la fotografía editada, para notar el cambio-.

-Ahora sí está digna de subir -me quita el teléfono y entra a Instagram- ¿cuál es tu usuario? -pregunta mirándome cuando vuelven a tocar la puerta.-.

-Emily Walsh, Emily con dos letras "e" y todo junto -me pongo de pie para abrir la puerta escuchando como el piloto de Ferrari escribe diciendo en voz alta lo que escribe-.

Me encuentro con Carlos y Lando.

-Puedes decirle a Carlos que me deje en paz -dice enojado mi amigo entrando al camarín para tirarse a la cama-.

-Lando tienes que madurar y probar el pescado -dice Carlos entrando sentándose a los pies de la cama-.

-Emily no te encuentro -escucho decir a Charles-.

Ruedo los ojos y me acerco al piloto monegasco.

-Es porque lo escribiste mal -le quito el teléfono y escribo bien mi nombre de usurario-.

-¿Ahora lo prefieres a él? -exclama Lando ofendido-.

-Quizás, si comieras pescado, volverás a ser su preferido -dice Carlos y Lando lo mira mal-.

Charles me quita el teléfono, dándome a "seguir".

-¿Cómo es eso que no te gusta el pescado? -miro a Lando-.

-No le gusta, ni el sushi le gusta -exclama Carlos frustrado-.

-No me gusta, ¿y qué? -se cruza de brazos el británico- no voy a morir por eso.

-Niño no sabes de lo que te pierdes -decimos al mismo tiempo los pilotos y yo-.

-Ya la he subido -dice Charles a mi lado- Lando algún día te haré comer sushi a la fuerza y juro que si vomitas te grabaré y lo subiré a Twitch -Carlos y yo reímos-.

-No me hace gracia -dice ofendido Lando levantándose de la cama y caminando a la puerta- Te espero en mi camarín Em -dice guillándome un ojo y levantándoles el dedo a sus compañeros-.

-¿Cómo lo aguantas? -pregunta riendo Charles-.

-Es un gran chico -digo elevando los hombros- ¿saben dónde esta Daniel?.

-Tenía una reunión con sus ingenieros -responde a mi pregunta Pierre desde la puerta, que Lando nunca cerró-.

Asiento viendo como se sienta en el sillón entre Charles y yo.

-¿Cómo van las cosas con Daniel? -me pregunta Carlos mirándome fijamente-.

-De maravilla -siento como Pierre se mueve en su lugar-.

-Hacen una muy bonita pareja -dice Charles mirándome dulce- me gusta ver a Daniel enamorado, es menos gruñón -dice riendo- y acepta más las bromas -dice a lo que Carlos asiente-.

-Quizás porque tiene ese humor en las mañanas -dice Pierre con tono irónico- me gustaría comer lo que come en las mañanas.

¿Acaso se está refiriendo al sexo mañanero?.

-Tenemos la misma dieta, idiota -dice Carlos pero se tranquiliza cuando lo miro-.

Luego de un silencio incomodo Charles se pone de pie.

-¿Me acompañas a mi camarín? -le pregunta a Pierre- olvide mi cargador -Pierre asiente poniéndose de pie y Charles se despide de mí con un abrazo, el cual correspondo-.

-Lo quiero -dice Carlos cuando los dos pilotos se ha ido- pero no se porque se está comportando así -se sienta a mi lado en el sillón- ¿segura que no te molesta? -pregunta mirándome-.

-Es mi idea o se estaba refiriendo a que en las mañanas le doy sexo a Daniel -lo miro incrédula-.

-Y si así fuera, no tiene porque decirlo -dice el español y yo asiento-.

-No me molesta del todo -digo después de unos segundos- o no todavía -me encojo de hombros- pero si me molesta que a Daniel le moleste y que discutamos acerca de eso.

-Discutir es lo peor que pueden hacer -dice triste Carlos- no tienen que dejar que algo sin sentido los interfiera como pareja -dice seguro a lo que yo asiento- te lo digo por experiencia propia, esto de los celos puede ser un tanto complicado -lo miro- siempre habrá uno en la pareja que quiera marcar los limites con el resto, independiente de si ese tercero está haciendo o diciendo algo para coquetear -hace una pausa- pero yo creo que es la persona a la que le están coqueteando, esa persona lo crea o no, la que debe marcar el limite -voy a hablar pero sigue hablando- independiente su tú crees que Pierre esta coqueteando contigo o no, debes hacerle saber que no puede decir o hacer ciertas cosas porque eso le molesta a tu pareja, y tu no quieres problemas con tu pareja por una duda de coqueteo -explica- ¿no se si me doy a entender? -hace una pausa- no dejes que Daniel tenga la duda constante de un coqueteo.

-¿Y si quedo como una ridícula al reclamarle algo que él dice que no ha hecho?.

-Eso no importa Emily, por en el fondo es él el que sabe o no si lo hace con una verdadera intensión -hace una pausa- pero tú al dejárselo claro, sabrá que te molesta. Pierre es un gran chico, no creo que lo haga con alguna intensión, pero realmente le gustas a Dani y simplemente explota en celos.

-¿Ya te paso algo parecido? -pregunto mirándolo-.

-Sí -suspira-.

-¿Y qué pasó?.

-¿La ves aquí conmigo? -niego- eso pasó -dice triste- y la verdad no quiero que les pase a ustedes -sonríe- ya tengo el traje para la boda -me rio y luego ambos volteamos al escuchar la puerta-.

No puedo creer que me tenga que levantar a abrir por tercera vez.

-Te extrañé -dice el australiano apenas le abro la puerta, abrazándome por la cintura-.

-También yo -le digo dejando un beso en su cuello-.

-Y esa es la señal para retirarme -dice Carlos levantándose- nos vemos mañana -dice despidiéndose de nosotros para luego cerrar la puerta del camarín-.

Daniel me toma por debajo de mis piernas para enrollarlas en su cintura, caminando hacia el baño-.

Lo miro picara.

-Ya que no dormirás conmigo hoy -me mira esperando a que cambie de opinión sobre dormir con Lando a lo que niego divertida- creo que debemos tener una despedida -dice cerrando la puerta del baño con una mano, poniendo el seguro-.

-Estoy de acuerdo con eso -le digo mordiendo mi labio-.

Me sienta en el lavado para sacarse la camiseta de la escudería con mi ayuda. Paso mis manos por su abdomen para luego sacarme mi camiseta y ver como él se saca los pantalones, quedando en bóxer. Me ayuda a sacarme mis shorts y mis bragas al mismo tiempo. Ataca mis labios poniendo nuevamente mis piernas alrededor de su cintura, y con ayuda de su mano por detrás de mi espalda, me acerca a el.

-Sí -susurra en mis labios- soy adicto a ti -atrapa entre sus dientes mi labio inferior mientras con su mano atrapa mi seno derecho-.

Sonrió en sus labios mientras desenrollo mis piernas para poder bajarle el bóxer, admirando su masculinidad rozándolo con mi rodilla. 

Escucho como jadea, lo que me anima a hacer movimientos circulares con mi rodilla sobre su creciente erección. Muerde su labio inferior cuando mi rodilla es sustituida por mi mano. Envuelvo su sexualidad con mi mano para luego extenderla y acariciar toda su longitud. Lleva su cabeza hacia atrás con un gruñido cuando vuelvo a envolver su masculinidad para comenzar con movimientos de arriba abajo. Al mismo tiempo, con mi otra mano acaricio y tiro de sus rizos y dejo besos y mordiscos en su mandíbula.

-No te detengas nena -escucho como pide ronco- por favor -jadea-.

Aumento la velocidad de mis movimientos, apretando de vez en cuando su erección. Daniel gime ante mi contacto y lleva una de sus manos a mi muslo donde aprieta. Paso mi dedo pulgar por la punta de su erección para luego disminuir en la rapidez de los movimientos haciéndolos más duraderos. Daniel gime apretando mi pezón derecho y jadeo cuando vuelvo a aumentar mis movimientos.

-Necesito estar dentro de ti -exclama Daniel-.

En un solo movimiento guio su erección a mi entrada y al segundo después Daniel me embiste fuertemente. Cierro los ojos con fuerzas apretando el agarre de mis piernas en su cintura mientras rasguño su espalda.

-No me he puesto condón -dice luego de unas embestidas atrayendo mi mirada a la suya-.

-Tomo pastillas y confió en ti -hago una pausa- pero si tú quieres, no tengo problema Dani -acaricio su barba acompañando sus movimientos que han disminuido un poco-.

-También confió en ti -besa mis labios- ¿estás segura de esto? -pregunta acariciando mi cabello- porque si ocurre, yo sí estoy seguro de que lo quiero -junta su frente con la mía-.

-Si ocurre, lo quiero -digo elevando mi vista, encontrando sus ojos- pero como te digo, tomo pastillas hace años -hago una pausa- si quisiéramos eso, tendría que dejar de tomarlas -acaricio su cabello- y creo que aún no es el momento -hago una pausa pero inmediatamente añado, ya que me mira triste- pero si ocurre, estaría muy feliz D -besos sus labios, y enseguida me corresponde-.

Rompe el beso para besar mi cuello volviendo a embestirme de manera rápida y constante.

-Ni se te ocurra volver a marcar el chupetón porque ya se esta saliendo -él ríe volviendo a besar mis labios-.

Ambos gemimos cuando disminuye el ritmo y me toma nuevamente en brazos para apoyarme contra la pared del baño, donde me penetra con fuerza. Cierro los ojos y llevo mi cabeza hacia atrás.

-Mírame -pide entre jadeos-.

Conecto mi mirada con la suya y no dejamos de mirarnos mientras me embiste.

-Daniel -chillo sintiendo como llego al orgasmo-.

-Lo sé nena -dice penetrándome con más fuerza-.

Ambos gemimos cuando me suelta para que mis dos pies queden apoyados en el piso pero levantando una de mis piernas apoyándola en su cadera. Aprieto su trasero contra mi para que si fuera posible, entre más en mi. Gemimos cuando sus penetraciones se hacen más rápidas y en movimientos cortos. Aprieta mi seno izquierdo y yo tiro de su cabello cuando ambos llegamos al clímax.

Apoyo mi cabeza en la pared y siento como me eleva para volver a enrollar mis piernas en su cintura, sin salir de mi.

-¿Qué te parece una ducha? -pregunta ronco besando mis labios-.

-Sólo una ducha Daniel -entrecierro mis ojos-.

-¿Crees que no te haré llegar por segunda vez? -dice ofendido a lo que me encojo de hombros-.

Me deja en el piso para encender la ducha, y cuando el agua ya se encuentra tibia, se mete a esta extendiéndome su mano.

-Ponme a prueba -dice mirándome-.

Acepto su mano entrando a la ducha con él, donde luego de unos minutos me encuentro gritando su nombre apoyada contra la pared.

...

Luego de nuestro segundo encuentro en la ducha, Daniel me deja en el camarín de Lando donde se despide y se dirige a suyo para dormir. Al entrar me encuentro a mi amigo sentado en el piso con la piernas cruzadas en pijama, que consiste en una camiseta y unos shorts.

-Hasta que al fin llegas mujer -dice haciendo palmaditas en el suelo para que me siente a su lado- Daniel ha traído antes tu pijama -dice cuando me siento igual que él- y me ha obligado a usar uno también -rueda los ojos- dice que dormir solo con shorts no es pijama -me ofrece helado de menta y chips de chocolate- tú pijama está en la cama y si te preguntas que diablos es -hace una pausa para comer helado- es una camiseta y unos shorts de Daniel, casi se espanta cuando le ofrecí prestarte una de las mías -rueda los ojos sacando más helado- y lo más importante -le quito la cuchara sacando helado- ¿qué diablos pasa con Pierre?-. 

Lo miro mientras como de mi helado, pero él me lo quita de un manotazo y me mira atentamente. 

Suspiro. 

¿Qué diablos pasa con Pierre?. 


Ok, uno de los capítulos más largos que he escrito. 

PD: no podía dejar de escribir. 

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