- ¿Qué es todo ésto?
Adora había bajado las escaleras y la sala estaba mucho más desordenada que cuándo había llegado.
Mara se asoma de entre unas cajas y parece que salió de un mar de telarañas y polvo.
- Le dije a Razz que era hora de donar y vender éstas cosas - Sacó una estatuilla de una de las cajas - Algunas pueden valer una fortuna.
- ¿Quieres salir en un programa de televisión o algo así?
Razz gruñó al otro lado de la habitación barriendo con una escoba vieja.
- Mara dice que colecciono demasiadas cosas.
- Razz, no usaremos nada de ésto.
Adora recordó para qué había bajado.
- ¿Me llevarás a la escuela mañana?
- No puedo, tengo una cita - Quiso evitarlo pero su sonrisa la delató - ¿Por qué no vas en tu auto?
- Ya te dije, hace un sonido raro desde que llegué - Entrecerró los ojos - Además, ¿Cita con quién?
Mara sonrió aún más y se recargó en las cajas.
- Es una chica de mi gimnasio, llevamos saliendo un par de semanas.
- ¿Entonces sales con alguien y no me habías dicho? - Se llevó una mano al pecho para verse más ofendida.
Mara le dió un golpe en el hombro.
- ¡Oye! No eres la única con vida amorosa, ¿Sabes? - Se quedó pensando - Ah, espera... Creo que no tienes vida amorosa, sólo una vida complicada.
Adora la empujó a modo de broma y entonces Mara salió de entre las cajas y la sujetó de su cabeza con un brazo despeinandola con la otra mano.
- ¡Mara! ¡Suéltame!
Razz negó con su cabeza.
Adora al fin se safó de su agarre y le dió otro golpe en el hombro.
- Ah sí, lo olvidaba - Mara habló como si nada - Adam amenazó con venir a verte.
La sonrisa de Adora desapareció.
- ¿Qué? - Chilló - ¿Y como sabe que estoy aquí?
- Yo le dije - Habló Razz.
- ¡Razz! ¿Por qué hiciste eso?
- Oh, querida, porque sé que no lo has visto en mucho tiempo, apenas le dije que estabas aquí y dijo que vendría a visitarnos.
- Él sólo viene porque estoy en Los Ángeles y no en el Medio Oeste - Dijo entre dientes cruzándose de brazos - ¿Y cuándo va a venir?
- No nos dijo - Respondió Mara - Puede ser cualquier día.
- Genial - Suspiró - Voy a estar arriba, avísenme cuándo terminen.
- Oye, oye, ayúdanos a limpiar ya que estás aquí - Mara se cruzó de brazos.
Razz se aclaró la garganta.
- ¿Qué?
- No, está bien, las ayudo.
- ¡Perfecto! Mientras puedo ir a buscar a Lookie - Dijo Razz saliendo de la casa.
Adora volteó a ver a Mara.
- Es un gato callejero, Razz le deja comida en la acera.
Después de eso pasó las siguientes dos horas quitándole el polvo a lo que encontraban.
Aunque de echo, debía admitir que era algo interesante, había cosas realmente viejas.
Y eso servía para mantenerse ocupada y no pensar en que su hermano vendrá de visita.
No era que no le cayera bien...
No, en realidad no le caía bien.
No lo había visto desde que tenía 13 años y ni siquiera había hablado por mensajes con él desde entonces, y antes de eso, ni siquiera se llevaban muy bien. Mara había sido más cercana a ella que Adam.
Pero estaba bien que su mente se centrara en eso, porque sabía que si no, en seguida seguiría pensando en Catra.
....
- ¿Ya puedo ver?
- No seas terca, te dije que esperes - Catra le cubría los ojos mientras caminaba hacia la calle.
- ¿Me vas a arrojar para que me atropellen o algo así?
Catra bufó.
- ¿Esa es la confianza que me tienes? - Fingió estar ofendida.
Adora rió.
Ambas recién habían cumplido 16 con sólo unos meses de diferencia. Había pasado más tiempo de su cumpleaños así que no sabía qué era lo que Catra estaba ocultando.
Finalmente se detuvieron en la banqueta.
- Ya está - Dijo la morena quitándole sus manos de sus ojos - Mira.
Adora abrió los ojos con curiosidad y dió unos pasos hacia atrás por la sorpresa.
Había un auto rojo al otro lado de la calle.
Se veía usado, pero era un auto.
Tal como lo habían soñado.
- ¿Es tu auto? - Exclamó Adora.
- Regalo de cumpleaños atrasado se parte de mis padres - La morena giró las llaves en su dedo - ¿Quieres ir a dar una vuelta?
- ¡Claro que sí! - No esperó respuesta y cruzó la calle para abrir la puerta de copiloto.
Catra la siguió y entró del otro lado.
Lo primero que Adora observó fué la radio.
- No puedo creer que tienes un auto para tí - Confesó aún incrédula mirando al rededor.
- Creo que papá se cansó de que tome su auto - Rió - Ésto nos acerca cada vez más a irnos, Adora. Sólo tú y yo.
Catra se veía completamente feliz.
Ambas tenían el sueño de marcharse del pueblo al entrar a la universidad, conducir un auto e irse lejos.
Sólo ellas dos.
- Aún no puedo creerlo.
- ¿Qué esperas? ¡Pon una canción!
Adora soltó una risita mientras conectaba su teléfono a la radio.
La canción que sonó hizo que Catra pusiera los ojos en blanco y soltara una risa burlona.
Freaks.
- ¿Qué? Es para celebrar, ¿Lo olvidaste?
- Cómo olvidarlo - Quitó el freno de mano y salieron a las calles - Pero no voy a sacar la cabeza por la ventana de nuevo.
- Aburrida.
Compraron helados y fueron al viejo mirador de su pequeño pueblo hasta que anocheció.
Ambas estaban sentadas en el auto mirando la vista, el brazo de adora sobre los hombros de la morena.
- ¿Ya sabemos a dónde iremos cuándo salgamos de aquí?
- Aún faltan dos años para irnos, creo que tenemos tiempo para pensarlo - Respondió Catra.
Ambas habían hecho el plan de irse para la universidad, ya que el hermano mayor de Adora lo había usado de excusa para mudarse a Florida. O al menos eso recordaba, al ser 4 años mayor que adora se había ido hace un tiempo.
- Podemos ir a Florida como tu hermano.
- Ugh, claro que no, tendríamos que verlo y ya sabes que me va a molestar - Se quejó.
Catra soltó una carcajada.
- Bien, entonces vamos a Nueva York - Dijo con seguridad.
- ¿Quieres que nos convertamos en una de esas parejas de las películas que te gustan?
- Totalmente.
Adora se apartó cuándo Catra le embarró helado en la nariz.
Catra río mientras se acercaba más para besarla cuándo se limpió el helado con la manga.
Adora la abrazo de la cintura.
- Sabes, la verdad es que, no me importa a dónde vayamos - Se encogió de hombros - A dónde sea que vaya contigo estaré bien.
Adora sonrió con sus mejillas ligeramente ruborizadas.
- Pienso lo mismo.
....
Inevitablemente el martes había llegado y tuvo que volver a la clase que compartía con Catra.
Casi había olvidado hacer la tarea así que tuvo que escribir la noche anterior sobre las cosas que le gustaban de vivir en California y sobre los amigos que había hecho.
Sí, quería concentrarse en eso y no en el resto de las cosas que le estaban pasando.
Pero Catra no lo había hecho.
La maestra la había levantado de su asiento para que leyera lo que había escrito, todos se habían callado para escucharla y supuso que no era la primera vez que lo hacía.
No la mencionó a ella, obviamente, sólo a una persona que volvió como una canción molesta que escuchaste años atrás y ahora no puedes sacarte de la mente.
También agregó otras cosas que Adora prefería hacer como que no escuchó.
Catra volvió a sentarse, sin voltearla a ver en ningún momento.
La maestra la felicitó y comenzó la clase, pero Adora no prestó la mínima atención.
....
- Wow, Catra - Exclamó Entrapta mientras leía su ensayo, las tres habían tenido una hora libre al mismo tiempo y habían ido a sentarse en las mesas del jardín - Eres como una Olivia Rodrigo lesbiana.
- ¿Eso es bueno o malo?
- En éste momento, es bueno - Dijo Scorpia sonriendo.
- No sé en qué momento sería malo.
Catra estiró el brazo para quitarle el escrito a sus amigas.
- La maestra dijo que se lo enseñó al director - Les contó emocionada sobre su charla después de la clase - ¡Dijo que ésto es lo que querían leer!
Las tres celebraron como niñas tontas, Catra rápidamente se recompuso.
- Como sea, aún tengo que hacer un ensayo, pero ésto me da una ventaja.
- Tal vez que haya vuelto Adora no fué tan malo - Al ver la cara de Catra, Scorpia corrigió con miedo - Osea, porque les gustó lo que escribiste, y fué sobre ella... Uh, osea...
- Algo bueno tenía que salir de ésto, supongo - Agitó la mano restándole importancia - Estoy emocionada, ¿Qué les parece si vamos a celebrar?
- ¿A dónde?
- Podemos ir al cine después de la escuela.
- ¡Sí! - Gritó Entrapta.
- ¡Pero no vamos a ver una de terror! - Catra apuntó a Entrapta - ¡Nunca más!
Su amiga bajó la vista, triste.
- Ah, y casi lo olvido - Dijo Scorpia - DT me dijo que llegaría el fin de semana.
- ¡¿Qué?! - Exclamó - A mí no me dijo nada, que idiota.
- Me pidió que te dijera que si podías ir a su casa por algo que olvidó, lo necesita para volver.
Catra frunció el ceño.
- ¿Por qué no me lo dijo él?
- Dijo que si yo te decía ibas a decir que sí.
Rodó los ojos guardando su escrito en su mochila.
- Como sea - Murmuró - Después de la película.
Catra sacó unas papas fritas de su bolsa y les ofreció.
- ¡Genial! se lo diré.
- También dile que tendrá que llevarme a comer cuándo vuelva - Se metió una papa frita a la boca.
Mientras seguían hablando, un grupo de chicos pasó detrás de Catra y la saludaron.
Catra saludó asintiendo una vez con la cabeza y sonriendo.
Entrapta sonrió.
- Oye Catra - Catra le puso atención - ¿Por qué no has salido con nadie aún?
- ¿A qué viene esa pregunta? - Sonrió.
- Literalmente podrías salir con cualquiera en el campus y no lo haces.
- Porque no me interesa estar con cualquiera.
- Tal vez porque nunca lo has intentado.
- Número uno - Catra levantó su mano para contar - El que salgas con un chico... ¿Cuántos? ¿Seis años mayor? - Entrapta abrió la boca ofendida - No te da derecho a meterte en mi vida amorosa. Número dos, estoy bien así.
Sólo así logró callarse.
Su amiga pensaba que podía opinar de cualquier cosa de su vida amorosa desde que empezó a salir con Hordak.
Cuándo Catra lo vió por primera vez no podía entender qué era lo que su amiga había visto en él.
El tipo era aterrador y solitario.
Pero conforme fué pasando el tiempo y Entrapta lo llevaba a casa se dió cuenta de que sólo era su exterior lo intimidante. En realidad hordak era la persona más tímida que había conocido.
Casi tanto como Adora cuándo la conoció.
Se llevó otra papa frita a la boca en silencio.
Mierda.
¿Por qué siempre venía agregada a cualquier cosa que pensara?
....
- ¡Adora!
La voz de Glimmer la hizo sobresaltarse. Levantó la vista de su puré de manzana y se dió cuenta de que todos en la mesa la estaban viendo.
- ¿Eh?
- Pregunté si ibas a venir a mi casa después de la escuela cómo habíamos quedado - Puso los ojos en blanco - Cómo tres veces. Toma más agua, tus neuronas se deshidratan.
¡¿Qué?!
¿Eso era hoy?
Lo había olvidado por completo.
- Ah, si claro, tu casa - Balbuceó - Sí claro.
Genial, ahora no sólo conduciría desde su casa a la escuela en su auto averiado sino que también cruzaría la ciudad a la casa de Glimmer.
- Genial - Su amiga sonrió - ¿Qué dicen si pedimos pizza?
- ¡Pizza! - Gritó Bow.
- ¡Aventura!
- Ugh... Sea Hawk - Mermista puso los ojos en blanco.
El resto siguió hablando de cosas que tampoco escuchó.
Adora no podía dejar de pensar en lo que Catra había escrito.
No sabía que así se sentía.
¿Entonces así era como la veía?
Eso era tan egoísta.
Aún más porque en su mente, Catra había sido un pensamiento doloroso.
- Tú, rubia, estás muy distraída.
Adora volteó hacia Mermista quién estaba sentada junto a ella.
Mermista sonrió de medio lado.
- ¿Qué pasa?
- Ah... Nada - Pasaron unos segundos en los que la chica morena no le despegó la vista. Adora suspiró - ¿Puedo preguntarte algo?
Mermista se sorprendió sólo un poco.
- ¿A mí? - Se encogió de hombros - Claro.
- Hace... Hum... ¿Hace cuánto tiempo que salías con Catra?
Eso sí la sorprendió.
- Uh... No sé, ella acababa de mudarse - Sonrió más como por diversión que por otra cosa - No sé, era linda, inteligente, así que salimos.
Acababa de mudarse.
Acababan de romper.
- ¿Cuánto tiempo estuvieron juntas?
Mermista se mordió el labio tratando de recordar.
- Creo que tres meses, tal vez cuatro - Luego la miró con una ceja arriba - ¿Por qué?
Porque antes de tí ella fué mi novia.
La rubia se encogió de hombros dándole un trago a su botella de agua.
- Curiosidad.
La morena sonrió.
- ¿Te gusta?
Adora casi se ahoga.
Mermista rió.
- Sé que está en tu clase.
- ¡No! Ella no...
- Tranquila, no me molesta. Osea, salimos hace más de un año, se terminó.
Adora sintió nuevamente como si la chica le hubiera dado una bofetada.
- Además después conocí a Sea Hawk, es un tonto pero... Es lindo.
Adora sonrió por la forma tan diferente en la que su voz sonó cuándo mencionó a Sea Hawk.
- Hacen una linda pareja.
- Tú y Catra también harían una buena pareja.
Sabía que estaba intentando animarla, pero hizo exactamente lo contrario.
Pero aún así sonrió.
- Gracias.
Genial, ahora la ex novia de su ex novia piensa que le gusta su ex novia.
Adora no sabía si eso era mejor que decir la verdad.