Becky en multimedia.
Segundas oportunidades
Me desperté al sentirme aplastada por algo muy pesado y al girar mi cabeza levemente me encontré con Christian prácticamente encima de mí abrazándome fuertemente por la cintura, intenté reír pero no pude ya que casi no podía respirar, me moví un poco pero no logré salir de su agarre, seguí intentándolo pero era inútil él era más fuerte que yo, suspire o mejor dicho intenté suspirar mientras me quedaba quieta debajo de él y al menos de tanto moverme había llegado a una posición en dónde podía respirar un poco más.
—Christian —murmure adormilada, no hubo respuesta. Giré mi rostro para estar un poco más cerca de su rostro— ¡Christian! —grité esa vez.
—Mmh...—balbuceo sin abrir los ojos.
—¡Christian!
—¿Qué, qué, qué? Cinco minutos mamá, hoy entro más tarde —volvió a balbucear mientras me soltaba y se daba la vuelta, al darse la vuelta su brazo chocó fuertemente contra la pared pero él ni se inmutó, siguió durmiendo como una morsa. Pero la parte buena era que ya no estaba siendo aplastada por él.
Miré el reloj que se encontraba en mi mesita de luz y este daba las tres de la madrugada, nos habíamos quedado dormidos. Nadie podía culparnos, entre Christian que había entrenado el doble y yo que había trabajado con los animales, sin ayuda de mi padre porque había decidido tomarse un descanso por lo que tuve todo el trabajo sólo para mí, estábamos ambos exhaustos. Bueno, aún lo estaba.
Me levanté a duras penas de la cama y me calce las pantuflas, salí de la habitación y bajé las escaleras rumbo a la cocina, me moría de sed. Al llegar a la cocina me encontré con Brook tomando un vaso de leche, sonreí sin poder abrir totalmente mis ojos por el cansancio y caminé hacia el refrigerador, saqué una botella de agua mineral para luego beberla casi por completo.
—¿Te gusta mi cuñado? —susurró Brook con curiosidad, aunque claramente sabía la respuesta era obvio que quería escucharme confesándolo.
—Sí —declare, para qué mentir si ya era algo que todos sabían.
—¡Aw! —susurró con emoción y yo rodé mis ojos— hacen linda pareja.
—No, el haría linda pareja con alguien como tú, rubia despampanante con simpatía saliendo de sus poros —dije sincera, era lo que pensaba.
¿Una chica pálida de pelo negro haciendo linda pareja con un rubio de ojos verdes? Imposible.
—Claro que no, ustedes se complementan perfectamente va más allá del físico no sé qué tienen pero la química que transfieren estando juntos es palpable —realmente no podía creer que algo como eso hubiera salido de la boca de Brook. Vaya, las rubias huecas estaban evolucionando—, por cierto, sí, lo se yo haría linda pareja con cualquiera —bromeó mientras sonreía y movía sus cejas de arriba a abajo, retiraba lo dicho, la rubia de mi hermana seguía igual.
—No lo sé, siento que él debería estar con alguien más... —pensé en una palabra que no me describiera a mí en lo absoluto— ...femenina.
—No, vamos Rebe él esta enamorado de ti y no le importa cuan marimacho seas —dijo riendo al final.
—Pero ¿Y si se cansa de mí?
Sentía que estaba siendo una de esas idiotas inseguras que tanto detestaba pero de verdad, que un chico como Christian se fijara en alguien como yo era algo demasiado increíble y quizá sólo fuera algo momentáneo y se cansara...
—No me cansaría de ti ni en un millón de años —escuché su voz y se me erizo la piel al tiempo que volteaba a mirarlo. Escuché un chillido proveniente de Brook pero no le di importancia estaba demasiado concentrada observando a Christian— Bec no sé cuantas veces deba repetírtelo pero lo haré cuantas sean necesarias para que entre en tu linda cabecita, eres todo lo que quiero, no quiero a otra chica más "femenina" porque sinceramente son demasiado pesadas, sin ofender —dijo lo ultimo apuntando a Brook y ella se encogió de hombros restándole importancia mientras tomaba un sorbo de su leche disfrutando la función que le representabamos, volvió a mirarme y continuó— tú también eres pesada, pero eres tolerable además de que amo que seas así de difícil y no cursi, aunque no me quejaría si me dijeras cosas como "bebito lindo" o "cuchurrumin" —reí intentando no hacer mucho ruido por sus ultimas palabras.
—Eso es lo más marica que te escuché decir —dije aún riendo, era la persona más tierna del mundo, y después me quejaba— pero me encantó, podría besarte hasta el cansancio en este momento —confesé dejando de reír de a poco, sin despegar nuestras miradas—, pero estas muy lejos —moví las manos como si fuera un gatito perezoso mientras elevaba mi labio inferior en un intento de mueca tierna.
Escuché la risa de Brook y me sonroje furiosamente al recordar su presencia y saber que ella había escuchado lo que acababa de decir.
—Oh, no hay problema, yo me acerco señorita floja —se burló el rubio pero igualmente cumplió su palabra y se acercó a mí rápidamente— ¿Y mi beso? —murmuró en voz baja cuando estuvo en frente de mí, gracias a que era un mastodonte de tres metros tuve que alzar mi cabeza para observarlo.
Hice señas con mi cabeza hacia donde se encontraba Brook—Oh, por mí no se preocupen —dijo ella, escuché el sonido de su vaso de vidrio chocando contra el marmol de la mesada—, ya me voy.
La vi salir de la cocina y de inmediato tomé la camisa de Christian y lo atraje hasta mí, no llegué a besarlo tan solo lo sostuve a milímetros de mi rostro, sonreí divertida al ver su rostro, esperaba la colisión de nuestros labios y había cerrado los ojos y entreabierto sus dulces labios. Se veía mortalmente atractivo. Yo también quería besarlo con desespero pero había decidido hacerlo sufrir un poquito, me aleje de él pero no solté su camisa lo empuje de la camisa haciéndolo caminar, él no se quejaba y respondía favorablemente a lo que le imponía
—Siéntate —susurre al llegar a una silla, él me obedeció.
—Bésame —dijo frunciendo el ceño y levantando su labio inferior.
—Sh —susurre cerca de sus labios y él cambió su expresión por una totalmente embobada. Me senté sobre sus piernas y sonreí al sentirlo tensarse.
Besé la comisura de sus labios lentamente mientras él continuaba con la boca semi abierta, lo vi pasar su lengua por su labio inferior y ese pequeño acto provocó que dejara mi pequeño juego improvisado y lo besara de una vez por todas, cerré los ojos al sentir nuestras bocas mezcladas y sus manos pasaron de estar a sus costados a rodear mi cintura con fuerza, pasé un brazo por detrás de su nuca y la otra la apoyé en su mejilla, se sentía algo rasposa por su barba rasurada pero para mí se sentía malditamente bien. El beso se intensificó de un momento a otro y juro que no sabía en dónde me encontraba, si había alguien a mi alrededor, ni nada, solo podía pensar en mi chico que estaba conmigo y eso era todo, porque Christian era mío, fín.
...
Exclusiva.
Me retiro
Sí, como leen, no puedo seguir con esto. Éste blog parecía una buena idea al principio, cuándo no tenía amigos y era solo un idiota de primero que nadie quería como amigo. Parecía una buena forma de vengarme de los que me hicieron mal alguna vez, pero no fue sólo eso, me metí con gente que no merecía que la humillaran.
Gente como yo.
No sé qué fue lo que me entró en la cabeza al escribir todas esas cosas sobre todas esas personas inocentes, soy un idiota y ahora una persona muy especial para mí me dejo por el hecho de que descubrió que soy el dueño de este blog.
Quiero pedirles perdón a todos los que alguna vez fueron mis victimas:
Jodie, tu figura no dicta quien eres en realidad, eres bella por dentro y por fuera sin importar tu talla.
Dean, aunque tu padre sea un cabrón que se acuesta con ciertas personas es cosa suya no debí haberme metido en cosas familiares.
Becky, ser virgen a los 17 años no te hace una lesbiana o una idiota solo una chica inteligente que quiere elegir bien a quien darle su virginidad, no la desperdicies. Por cierto, Christian Darrell parece un buen tipo.
Wendy...
Dejé de leer al estar realmente sorprendida por la noticia del blog y fui hacia el final, saltándome las demás disculpas, no es que no me interesaran pero de verdad era algo innecesario para mí porque sabía qué iba a decir y a quiénes estaba nombrando.
...Mi nombre es Mike, Mike Gordon. Probablemente nadie me conozca, pero qué más da.
Adiós.
Tragué con dificultad sin terminar de creerme lo que acababa de leer.
...
Al llegar al instituto al día siguiente de la notícia que daba fin al blog de chismes noté que habían muchas personas amontonadas en un mismo lugar y fui hacia el montón para ver de qué se trataba todo el alboroto. Cuándo pude ver qué pasaba o mejor dicho quién pasaba, observé a Mike siendo golpeado por más de una persona y me sentí realmente mal por él. Sí, había hecho mal con todo el tema de no respetar la privacidad de la mayoría pero la violencia no era la solución a ningún problema.
—¡Alto! —Grité haciendo que todos voltearan a mirarme— ¿Es en serio chicos? ¿Van a resolver algo golpeándolo como si fuera un saco de boxeo? Maduren —grité con enojo a todos los presentes, la mayoría eran nerds o personas menospreciadas de alguna forma, aunque también habían unas cuantas personas que pertenecían a grupos sociales elevados— ¿Tienen problemas? Resuélvanlos o aprendan a vivir con ellos ¿No les gusta su vida? Mejórenla, saben que pueden hacerlo, Mike es un idiota, pero si lo imitan no van a llegar a nada, ahora largo, llegan tarde a clases —con la ultima frase más que nada logré que todos se fueran dejando a un adolorido Mike tirado en la acera— ¿Estás bien? —pregunté agachándome a su lado.
—Sí, son solo unos rasguños, es menos de lo que en realidad merezco —dijo a duras penas.
—No, cállate, vamos que te llevo a la enfermería —murmure parándome y estirando mi mano en su dirección para ayudarlo a ponerse de pie.
Él tomó mi mano y con dificultad se levantó, dejé que pasara uno de sus brazos por mis hombros y lentamente comenzamos a caminar hacia la enfermería. Al llegar la enfermera dijo que lo dejara en la camilla y saliera del lugar, obedeci a la mujer y salí de allí luego de asegurarme que se recostara pero no me aleje mucho de la puerta. Pasaron varios minutos antes de que saliera del cuarto, cuando lo hizo pude ver su mano vendada y varias banditas en su rostro y brazos.
—¿Cómo estás? —pregunté ni bien terminaba de salir, sorprendiéndolo, al parecer no esperaba que estuviera allí cuándo saliera.
—Bien, sólo unos rasguños y moretones —se encogió de hombros o más bien lo intentó ya que hizo una mueca de dolor en el proceso. Me quedé en silencio, no sabía qué decir exactamente en ese momento— Gracias —susurró con su cabeza gacha—, no sé porqué me ayudaste siendo una de mis peores víctimas, pero realmente lo siento mucho Becky, yo... no lo sé, mi sueño siempre fue ser reportero o escritor de columnas y noticias en los diarios o revistas, siempre supuse que el blog era como un trabajo para mí, un comienzo, pero no me daba cuenta de lo mucho que lastimaba a las personas hasta que me lo dijo él, Patrick siempre ha sido mi mejor amigo nunca supo sobre esta parte de mí, sí sabía sobre mi sueño de ser reportero y todo pero hasta antes de ayer no estaba informado sobre esto. De verdad, lo siento —su voz se entrecortaba entre cada palabra al final, por alguna razón sentía que si bien lamenta lo que me había hecho le pedía más perdón a ese chico que a mí.
—¿Tú eres... ya sabes
... —murmure moviendo mis manos haciendo ademanes al hablar.
—¿Gay? —preguntó y yo algo avergonzada asenti con mi cabeza— Si, bueno, soy bisexual.
—Oh, eso está bien —comenté, si antes no sabía que decir en ese momento menos.
—Si quieres puedes decirle a todos que soy gay, podría ser una buena venganza —dijo con algo de diversión pero igualmente su tono agrio era más que notable.
—No, la venganza nunca es buena, prefiero que las cosas sigan su curso el karma llega algún día —dije con sinceridad, aunque creía que el karma ya le había llegado al muchacho.
—Eres una gran persona Becky, de verdad siento todo lo que te hice pasar.
Por primera vez lo sentí sincero.
—Ya es pasado, además si no fuera por tu noticia ni Christian ni yo nos habríamos dado cuenta de nuestros sentimientos.
Si antes de que todo esto sucediera me hubieran dicho algo como lo que yo estaba diciendo en ese momento me habría burlado por lo cursi e idiota que estaría sonando esa persona, pero ahora teniendo todos esos sentimientos encontrados... realmente me importaba poco y nada lo cursi que podía estar sonando.
—Si, al menos tú ganaste algo por mi estupidez.
—Si, pero recuerda que siempre hay segundas oportunidades en ésta vida —murmure viendo sobre su hombro, un chico con la respiración agitada se encontraba viendo en nuestra dirección.
—Mike —dijo el muchacho desconocido haciendo que el susodicho volteara de inmediato moviéndose demasiado rápido, auch eso debió de haber dolido.
—Patrick...