Percy
Al abrir los ojos la rubia y larga cabellera de mi novia fue lo primero que vi.
— Buenos días — susurró.
— Buenos días, Listilla
La claridad que entraba por la ventana era magnífica. Sentí como se levantó de la cama y antes de que estuviera de pie la tome de la cintura.
— ¿Y si nos quedamos solo cinco minutos?
— Recuerda que tenemos que ir al supermercado a comprar la comida para la semana y conociendo a todo el grupo dudo que podamos hacer las compras sin que haya algún percance
En eso tenía tanta razón.
— Además necesito ir al baño
La solté después de dejar un beso en su hombro y vi como se adentro a la puerta del baño.
Acababa de pasar oficialmente nuestra primera noche en la casa (no es ese sentido gente de mente cochambrosa) Annabeth batallo un poco para dormir puesto que comenzó a pensar en las probabilidades de que el campo de fuerza no funcionará ya que este era con tierra de Hécate y no con ningún pino de Thalia, magia de Zeus, ni ningún Drakon que proteja la entrada. Pero al final pudo dormir bien. Tampoco tuvimos pesadilla, lo cual fue bastante bueno.
Cuando salió yo me levante y entre al baño. Al salir la vi ¿Tendiendo la cama?
— Ayúdame a extender la sabana
— No veo el punto de esto, Listilla — dije acomodando la sabana de cualquier manera — Se va a volver a destender
— Ya hablamos de eso Percy, si quieres que durmamos juntos tienes que mantener la habitación limpia
Me queje ayudándola a arreglar las almohadas. Ayer que estábamos empacando Annabeth dictó unas reglas por así decirlo, la primera era que la ropa tenía que estar en su lugar, la cama tendida al despertar, no podía comer en la habitación y nada de... eso... hasta que termine esto. Pero mirando el lado bueno, dormiría con ella.
Salimos de nuestra habitación y al bajar tal vez fuimos los primeros en despertar.
— Supongo que nadie ha bajado aún
— Supones mal, pececito
— Buenos días chicos
— Buenos días
Leo y Calypso bajaron las escaleras minutos antes que nosotros.
— Y no hay nada para desayunar
— Mas bien sería almorzar, son las diez de la mañana. Nos desvelamos anoche,
— ¿Sobró pizza? — pregunté.
— Valdez bajó a media noche a comer unos pedazo. No hay
— Tenía hambre — se quejó.
— Nos urge hacer las compras chicos — dijo Calypso.
— Podríamos ir a comprar algo — propuso mi novia.
— Pues vamos
— ¡Uy compren waffles! — dijo el latino.
— Veremos que comprar. — y salimos de la casa directo al garaje.
Tome las llaves del Maserati.
— Creo que le gane a Leo en manejar primero este auto
— Ni se te ocurra Jackson — me frenó — Yo conduzco
Me quitó las llaves y subió en el lado del piloto. No me queje y me subí a su lado.
Annabeth encendió el auto y escuche como rugía el motor.
— ¡Oh que poder!
La puerta se abrió automáticamente y después salimos directo a la calle. Salimos de vecindario entrando después a una calle principal y pude notar el otro lado de lo que habíamos recorrido ayer.
— Creo que hay un IHOP a unas calles de aquí
Cambió de carril encendiendo la direccional y después vi como el luz del sol mañanero se colaba resaltando sus dorados cabellos y sus ojos grises.
— Eres tan hermosa Listilla
— Gracias
— Me compras una nieve — le dije poniendo ojos de foca bebé.
— ¿Es en serio? — preguntó y yo asentí — No
— Ándale Annabeth
— Percy ni si quieras has almorzado. Y no soy Sally para estarte cuidando y comprándote cosas
— Ay pero eres mi novia y es casi lo mismo... por favor Annabeth
— No Percy
Minutos después Annabeth estaba ordenado el desayuno para todos por el autoservicio de IHOP mientras yo sostenía ambos helados comiendo un poco del mío y después comer del suyo.
— No te comas mi helado — me reclamo quitándomelo.
— Es que el tuyo es de vainilla
— El tuyo también solo que con colorante azul — señaló.
— Este sabe diferente
— Es el mismo, Sesos de Alga
— No — negué — Pruébalo
Annabeth se acercó y comió un poco de mi helado y después lo incline hacía delante manchando su nariz de helado.
— ¡Oye! — se quejó entre risas.
— Ves que sabe diferente...
Sentí lo frío del helado en mi mejilla y parte de mi oreja.
— Venganza — reclamó ella regresando a su lugar.
— ¡Esta frío! — dije cuando sentí como escurrió dentro de mi oreja.
Annabeth se inclino besando mi mejilla y quitando un poco del helado que estaba cerca de mi boca. Yo bese su nariz copiando la acción.
— Tienes razón, sabe diferente — contestó a mi pregunta terminando de comer su helado.
Avanzó pisando el acelerador hasta llegar a una ventanilla y nos entregaron cuatro grandes bolsas de papel con nuestras órdenes.
— Supongo que no mencionaremos lo del helado
— Probablemente nos maten si supieran que nos fuimos a comer helado mientras esperábamos por la comida
— Suerte no manchamos el auto — se rio.
Llegamos a la casa minutos después, al entrar vimos a todos en el comedor sentados esperado la comida.
— ¡Ya llegamos! — anuncie.
— ¡Al fin!
— Muero de hambre
— ¿Trajeron mis waffles?
Todos comenzamos a comer repartiendo la comida como bufete.
— Chicos hay que ir al supermercado, no podemos comprar comida cada que tengamos hambre. Vamos a estar todos mal nutridos
— Vale Reina de Belleza. Primero déjame terminar mis waffles
Seguimos desayunando hasta que literalmente no quedó nada mas que los envoltorios de las comidas.
Después de un juego de la suerte para ver quién salía a tirar la basura (perdió Jason) Annabeth y yo subimos a la habitación, estaba tan satisfecho con el desayuno que llegué y me recosté en la cama para no poder levantarme después.
— Vamos Sesos de Alga
— No Annie, déjame tomar un descanso antes de irnos — le rogué.
— Fue porque comiste helado antes de almorzar
— ¡Tu también! ¿Por qué a ti no te duele el estómago?
— Yo no comí tanto como tu. Anda ya levántate
Tomó mi brazo eh intentó levantarme, en vez se eso yo la estire y cayó a mi lado.
— ¿Tomamos esos cinco minutos ahora?
La vi indecisa, pero no pasó mucho cuando asintió con la cabeza y se recostó a mi lado. Me encantaba tenerla así, a mi lado si hacer nada, solamente ella y yo.
Annabeth
Y nos quedamos dormidos. Ya se, es malo dormir después de comer por la mala digestión y los problemas gastrointestinales que conlleva a futuro. Pero nos quedamos dormidos.
No desperté hasta que la puerta de nuestra habitación fue tocada, el constante sonido que provocaba la madera me hizo despertar. Intenté levantarme pero Percy tenía sus brazos en mi cintura evitando eso.
— ¡Ya voy! — grite un poco alto pero no tanto para que Percy no despertará — Suelta — susurre quitando sus brazos.
Me removí hasta que me libero y después me levante llegando a la puerta.
— ¿Qué pasó?
— Mas bien la pregunta es para ti Annabeth — dijo Piper alzando sus cejar pícaramente.
— Que graciosa — conteste antes de bostezar — Nos quedamos dormidos y ya, bueno hasta que nos despertaste
— Aja... — asintió no muy convencida de mi respuesta. ¡Aiñs! Argo II — Ah si, ya Calypso esta haciendo con Hazel una lista de lo que vamos a comprar, para que despiertes a tu pececito y podamos irnos
— Si, en un momento, los veo abajo
— Okey.
Y sin mas se fue. Cerré la puerta y regrese a la cama.
— Percy — lo llamé moviéndolo — Sesos de Alga ya despiértate
Lo escuché quejarse para después moverse y quedar boca abajo.
— Por favor Jackson. Despierta o te dejo
— ¡¿Me vas a dejar?! — preguntó de inmediato con un notorio tono de alarma en su voz — Tu no puedes hacer eso
— Me refiero a dejarte aquí en la casa si no te levanta para ir a hacer las compras
Se puso boca arriba y abrió los ojos... ¡Ay me encantas sus ojos verdes! ¡Concéntrate! Se puso de pie y me abrazó.
— Podemos quedarnos nosotros dos solos y que ellos vayan al super...
— No Sesos de Alga
— Ay esta bien, deja me cambio
— Date prisa
Sonreí como boba cuando lo vi entrar al armario tomando su ropa. Yo también tomé una blusa blanca ajustada y un pantalón holgado beige, cuando Percy salió del baño entre yo para cepillar mi cabello, cambiarme y maquillarme un poco.
Ya estábamos listos, demore un poco mas de lo que esperaba en arreglar mi cabello pero cuando bajamos las chicas estaba terminando la lista.
— ¿Ya nos vamos? — preguntó Leo aventando una pelota que rebotaba en la pared.
— No — contestó su novia.
— ¿Ya nos vamos? — volvió a preguntar.
— No
— ¿Ya nos vamos?
— Aún no
— ¿Ya nos vamos?
— ¡Que no!
— ¿Ya nos vamos?
— Si
— ¿Ya nos vam... ¿Qué?
— Ya vámonos — dijo ella tomando una larga hoja de papel con lo que supongo era lo que íbamos a comprar.
— ¿Están todos listos? — preguntó Hazel.
— Si — contestamos.
Subimos a la Suburban y antes de que Percy tomará las llaves Jason le ganó.
— Sorry Pececito — le dijo — Yo conduzco
— Ay no es justo — se quejó.
— Te gane
Subimos a la camioneta y comenzó esta aventura.
Generalmente ir a un supermercado es algo muy normal... para un mortal. Para los semidioses es como algo que casi nunca pasa, ¿Por qué? Podrías estar comprando tranquilamente y puede que una Mantícora te ataque. Esperemos que ninguna Mantícora nos ataque. Cuando estaba con Sally — durante ese horrible momento que Percy desapareció — me pidió que la ayudara con las compras para desestresarme un poco, fue la primera vez que entre a un supermercado sin que me estuviera persiguiendo algún monstruo, ahora estoy de nuevo para hacer las compras por mi cuenta junto a mis amigos... sin duda esto terminará en desastre.
— Allá hay un Walmart — le señaló Piper que iba de copiloto.
— Pues vamos, es el mas cerca que hemos visto hasta ahora
Antes de llegar al estacionamiento y bajar del auto les advertía a todos.
— Chicos, solo venimos por lo esencial — recalque — Y por favor no hagan ninguna locura
Oh si, como si mis palabras tuvieran efecto al igual que las de Piper.
Jason se estacionó cerca de la puerta y cuando bajamos tal vez fue mala idea haber ido todos. Tomamos tres carritos en total, uno lo llevaba Frank, otro lo tenía Calypso y yo tenía el último. Finalmente entramos a la tienda con los demás detrás.
— Iniciemos por los lácteos o...
— Mejor vamos por la verduras — dijo Frank.
— Si nos organizamos por categoría y cada quien toma una sección terminaremos mas rápido
— ¡Yo quiero un carrito! — se quejo Leo tomando el de su novia — Yo conduzco señorita
— Nada de juegos — le advirtió ella entre risas.
— No
Y se siguió riendo.
Ellos avanzaron por los lácteos con una parte de la lista, me gire y vi que Piper y Jason ya tenían otro carrito, la chica estas arriba de el mientras Jason la empujaba y después subía a el carrito impulsándose entrando a la zona de frutas y verduras.
Percy me tomó por la cintura dejándome en medio del carrito y su pecho.
— ¿A dónde vamos tu y yo?
— Vamos por los abarrotes y esas cosas
Así manejamos hasta llegar al pasillo.
— Hazel me dio la lista se esta zona, busca aceite de coco, sal, pimienta, latas de sardin... — me callé al instante y deje de leer.
— ¿Qué?
— ¡Nada mi amor! — le sonreí dejando la lista de lado.
Buscamos esas tres cosas mientras evitaba las latas de sardinas de las compras.
— Necesitamos salsa de tomate, ¿Salsa Tabasco? Supongo que esto es de Leo, busca sazonador, mermelada, crema de maní, y... ¿Te ayudo con eso?
Levante mi mirada viendo como buscaba todo en los mismos estantes.
— Creo que hay que buscar lo que falta en los demás pasillos
Pasamos al pasillo de al lado encontrando la mermelada y la mantequilla de maní.
— Necesitamos cereal y galletas
— ¡Mira Annabeth hay un cereal azul!
— Es de colores
— Pero tiene azul, llevaré uno
— Sally compra un cereal que tiene malvaviscos ¿Sabes cual es?
Vi como alzó un brazo tomando del estante mas alto una caja rosada con malvaviscos.
Seguimos avanzando y luego subí mis pies a la rejilla de la parte de abajo y Percy me impulso haciendo que avanzará demasiado rápido.
— ¡Pará Percy!
— ¡Espera no se como frenar!
Y entonces chocamos con una pila de latas. Me quedé unos segundos procesando lo que había pasado hasta que Percy me tomó de la cintura subiéndome al carrito.
— Hay que correr Listilla
Dio vuelta al carrito avanzando a gran velocidad haciendo lo mas responsable, huir.
Avanzamos cinco pasillos hasta que Percy dobló en uno topándonos con Hazel y Frank eligiendo palomitas.
— ¿Cuántas compramos?
— Lleva cinco cajas, pero que unas sean de extra mantequilla — le dijo ella al verlo tomar las cinco cajas.
— Hola chicos — saludamos.
— Hey, ¿Qué tal van con las compras?
— Ya tiramos una pila de latas y huimos de ahí
— Culpa de Percy — dije antes que terminará de hablar.
El me miró ofendido y la risa de nuestro amigos no tardó en llegar.
— ¿Qué falta de su parte de la lista? — preguntó Frank.
Revise la lista de nuevo viendo cómo faltaban unas cosas que podríamos obtener en este pasillo... exceptuando las latas de sardinas que obviamente no vamos a comprar.
— Papas fritas, agua embotellada, la Salsa Tabasco y ya
— Nosotros tenemos que ir a las carnes frías aún
— Suerte chicos
Nos separamos y cuando vimos los aderezos encontramos la salsa.
— Allá están las papas fritas, ¿Cuántas llevamos?
— No se, algunas seis bolsas de diferentes tipos
Percy miró como el estante estaba muy alto, entonces me tomó de las piernas sacándome del carrito y me alzó en su espalda para después dejar que subiera a sus hombros con mis piernas colgando en su pecho.
— Me vas a tirar — dije riendo — ¡Cuidado!
— Te tengo Listilla, jamás te dejaría caer
Ay es super lindo
Me tomó de las rodilla para que no cayera y entonces alce los brazos tomando las papas fritas que estaban hasta el final para después las arrojarlas al carrito.
— Lay's, Cheetos flamin hot, Doritos, Cheetos naranjas, otras Lay's y...
— Lleva unos Takis blue
— Camina a la derecha para alcanzarlos — estire mi brazo y finalmente los tomé — Listo, bájame
Percy se agachó y yo pude bajar, le di sus Takis y avanzamos hasta llegar a las bebidas.
— ¿Puedo llevar un Powerade Azul?
— No, eso tiene mas azúcar que nada
— ¿Entonces una Monster Azul?
— Eso es aún peor
Tomamos los paquetes de agua embotellada dejándolos dentro del carrito. Entonces alce mi vista viendo algo que me emocionó.
— ¡Percy vamos a los libros! — le pedí tomándolo de la mano y yendo directamente a la zona donde estaba los libros — Este no lo he leído! — me giré con mi novio abriendo los ojo y mirándolo fijamente
Percy se rio tomando mi cintura.
— Pensé que solo veníamos por cosas esenciales — recalcó la última palabra.
— También dije que no haríamos ninguna locura y ya tiramos una pila de latas
Percy me beso y tomo mi libro dejándolo en el carrito.
— Pero me dejas llevar algo entonces
— Si, si, si, si
Nos encaminamos avanzando por los pasillos hasta que una cabellera morena con plumas llamó mi atención en la sección de ropa.
— ¡Este se ve muy lindo!
Mi amiga estaba con Jason mientras el tenía una cara extremadamente sonrojada.
— Eh Bro — lo llamó Percy.
— ¡Bro! — saludó algo desprevenido.
— Hola — salude.
Percy y yo nos acercamos y vi como Piper escondió rápidamente algo en el almacén de atrás.
— ¡Hey chicos! — saludó nerviosa.
— ¿Todo bien? — pregunte.
Ambos a sintieron nerviosos.
— ¿Seguros? — preguntó ahora Percy.
Piper tomó mi mano y lo que sea que haya guardado en el almacén y me llevo al pasillo de al lado donde había más ropa. Note su cara sonrojada y fue entonces que decidió hablar.
— ¿Alguna vez has comprado lencería con tu novio?
— ¡¿Qué?!
— Responde
— Bueno...
Si.
— Annabeth
— ¿Para qué quieres saber?
Antes de que terminará de hablar me enseñó la prenda que había estado escondiendo.
— No se que paso — confesó — De repente llegamos a la zona de ropa y me emocione, entonces me desvíe a la sección de lencería y Jason estaba detrás mío, el punto es que estábamos a punto de entrar al probador cuando llegaron
— No jodas McLean — me reír — ¡Estas en un supermercado!
— ¡Lo se! — dijo avergonzada — El dormir juntos tampoco ayuda tanto, además, técnicamente somos hijos de los dioses más ninfómanos que hay en el Olimpo
Me empecé a reír y ella me siguió con las carcajadas.
Dejando eso de lado regresamos con los chicos que estaban probándose lentes de sol mientras hacían caras raras frente al espejo que había en el estandarte.
— Ay estos dos
— ¡Chicos! — los llamamos — Tenemos que seguir con las compras
Piper y Jason se desviaron nuevamente a las verduras mientras que Percy y yo avanzamos hasta llegar a la zona de juguetes. Entonces vimos a Leo y Calypso jugando con unas armas Nerf de dardos de goma disparándose entre los pasillo.
— ¡No me diste!
Un dardo paso volando cerca de mi nariz y le cayó a Leo en el ojo.
— ¡Te di!
— ¡No vale! — se quejó con una mano en su ojo.
— ¡Si vale, te di!
— Aiñs esta bien — se acercó a ella rodeado el carrito — Si vale
— Hey chicos
— Hola — saludamos.
— ¡Ya vez! Annabeth lleva un libro yo puedo llevar estas pistolas — reclamo él.
Calypso rodó los ojos.
— Llévalas
— ¿Hay de agua? — preguntó mi novio.
Leo le tendió unas de un alto estate y entonces Percy las hecho al carrito.
— Pensé que era solo lo esencial — dijo Caly.
— Lo esencial puede tener varios significados — me reí.
Minutos después Piper y Jason llegaron. Su carrito estaba lleno de verduras y frutas, básicamente todo lo que necesitamos para no estar mal nutridos esta semana.
— Hola, ¿Ya tiene todo? — preguntó.
— Nosotros ya, faltan Hazel y Frank
— Hay que buscarlo ¡Hey!
Jason y Percy tomaron unos tubos de espuma para piscinas y comenzaron una batalla como si fueran espadas.
Calypso y yo revisamos algunos juegos que había ahí como trivias o juegos de destreza. Entonces un golpe en seco llamó nuestra atención, vi como Percy dejaba a Jason dentro de una alberca de pelota logrando que muchas rebotaran fuera dejando un desorden en el pasillo.
Leo se acercó a Piper y supe que algo tramaban cuando ambos tomaron sus carritos y arrancaron con fuerza por todo el pasillo de juguetes.
— ¡El que encuentre al último a Frank y Hazel empaca las compras!
Percy me tomó rápidamente para subirme al carrito nuevamente y comenzar a empujarme saliendo como fuego buscando entre los pasillos a nuestros amigos.
Recorrimos los pasillos tan rápido que no me di cuenta los desastres de quejamos detrás, como cajas tiradas, golpeamos carrito de otros clientes, tiramos mas pilas se latas y en eso recordé que Frank nos dijo que estarían en las carnes frías.
Cambie de dirección tomando con fuerza una rejilla de escobas y trabándola en la rueda hasta girarla, la velocidad nos ayudó e impulso hasta salir finalmente al pasillo de carnes frías y ver la rizada cabellera de mi amiga junto a su novio.
— ¡Ganamos! — gritó Percy.
— Chicos — saludamos — Los encontramos
— ¡Segundos! — escuche la voz de Caly que venía empujando a Leo.
Jason y Piper no demoraron tanto en llegar por el lado contrario a nosotros.
— Creo que ya tenemos todo — dije.
— Ay no... — escuche a Percy.
Me baje del carrito viendo a mi novio llegar a los pescados congelados que había sobre una capa de hielo molidos con decoraciones y precios exagerados.
— Percy... — susurre llegando a su lado.
— Están muertos — se quejó triste — ¡Ay los mataron! ¡Annabeth hay que ayudarlos!
Con sus poderes trajo agua de no se donde y mojó a los peces quienes obviamente no iban a reaccionar.
— ¡No funciona!
— Percy estos peces llevan más de un mes en exhibición seguramente
Se rindió dejando de manipular el agua y se recargo en mi hombro ocultando su cara en mi cabello. Lo abrace por la cintura y lo aleje de ahí rápidamente.
Con los chicos ya nos estábamos dirigiendo a la caja para pagar e irnos, hasta que un empleado nos detuvo antes de llegar a formarnos.
— Buenas tardes, de la manera mas amable les pido que abandonen la tienda por favor
— ¿Qué? — preguntó Frank — ¿Por qué?
— Señor, me temo que sus amigos han causado disturbios en la tienda e incomodado a algunos clientes, por favor abandonen las instalaciones
— Ya vamos a pagar y nos retiramos — le dije seria, aunque fue un poco imposible, Percy seguía con su cara oculta en mi cabello y abrazado a mi cintura, su evidente altura mayor a la mía lo hacía encorvarse y verse graciosos.
— De acuerdo, solo paguen y váyanse por favor — nos pidió para luego irse.
— Huy que humor — dijo Leo — Ni que hubiéramos explotado la tienda
— Poco faltó para eso — dijo Piper.
— Entonces, como Piper y Jason perdieron ellos pagan y nosotros los esperamos en el auto. — decrete.
Y así fue, Calypso, Leo, Frank, Hazel, Percy y yo salimos de la tienda yendo a la camioneta mientras nuestros amigos pagaban.
— Creo que no debimos haber hecho ese desverge — dijo el latino.
— Mínimo nos dejaron pagar las cosas — habló Hazel.
Percy estaban en la parte de atrás conmigo, se había recostado en el asiento pero su cabeza estaba en mi hombro.
— Jamás volveré a un supermercado que tenga pescados muertos para vender — susurró — Jamás
— Si, también dudo que nos dejen entrar de nuevo — concluyó Frank.
Varios minutos después nuestros amigos llegaron con los carritos llenos de las compras.
— Tuvimos que comprar bolsas de tela, ya no dan de plástico. Dijo que era por los problemas ambientales marinos
— ¡Oh si dejan de dar plástico para salvar a los peces y venden peces para que la gente los coma! — se quejo mi novio — ¡Gran lógica eh Walmart! — aplaudió sarcásticamente - Puto Walmart — insultó y todos nos reímos.
Cuando llegamos a la casa bajamos todas las compras que habíamos traído, eran demasiadas bolsas. Comenzamos a acomodar todo en su lugar y viendo que había traído cada quien.
— Oigan — nos habló Jason — ¿Y las latas de sardinas?
Mierda...
— ¿Latas de qué, Grace? — preguntó Percy.
— Latas de sardin... — y se dio cuenta del error que había cometido — Perdóname
— ¡O sea vengo del puto Walmart donde venden pescados muertos y tu dices que la lista tenía latas de sardinas!
— Aja...
— Ah pero si vendieran águilas muertas no creo que quisieras cómpralas eh
— Eso es ilegal en este país, Percy — recalcó Hazel.
— Además, ¿Quién come sardinas además del raro de Jason?
— ¡Oye! — se quejó el rubio.
— ¡Raro! — gritó Leo guardando las cajas de cereales.
— Lo dice el que pide pizza con piña — recalcó Piper.
— Perdón señorita "no como animales"
— ¡Los animalitos sienten idiota! — se defendió.
— ¿Cómo sabes que un pimiento tampoco siente?
Esa discusión nos hizo reír a todos.
— ¡Es una verdura!
— ¡¿Y?! ¿Qué tal si tiene sentimientos? Tu no sabes eso
— ¡Te mató Valdez! — gritó.
— ¡No! — defendió Calypso a su novio quedándose adelante de él mientras Jason calmaba a Piper tomándola de la cintura.
— ¡Bueno ya! — los frene — Nadie va a matar a nadie. Los pimientos igual que los animales sienten ya que son factores bióticos y pertenecen al sistema de la biodiversidad
— ¡En español por favor!
— ¡Agh! Que las plantas al igual que los animales y nosotros somos seres vivos, significa que tenemos vida. Y ya no está a discusión este tema — explique.
— ¿Estas comparando un animal con una planta?
— Hay diferentes tipos de vida — específico Piper — Pero si, un animal y un humano no son tan distintos
— Am... no se si ofenderme con eso - dijo Frank.
Hazel lo abrazo y comenzamos a reír.