El momento estaba siendo bastante largo y la necesidad de saber que pensaba me estaba volviendo loca. Lo observé esperando que me dijera algo, que hiciera algo luego de básicamente pedirle que me besara y más. Nick se quedó unos segundos observandome fijamente, como si estuviera analizando lo que acababa de decirle. Los nervios comenzaron a crecer en mí y lentamente me di cuenta que estaba pensando como actuar en ese momento.
Después de lo que para mí fueron años, finalmente Nick se acercó y me dejó un beso en el cuello, que no era lo que estaba buscando pero para comenzar estaba bien. Me acomodé el cabello para darle más acceso y que me dejara las marcas que había planeado, pero en cambio él simplemente me dejó un beso en la mejilla.
—Úsame lo que quieras, Allison —susurró en mi oído y yo me estremecí pensando en esa simple opción. Sin embargo, se alejó de mí y comprendí que no iba a hacer nada más. No podía creerlo—. Pero no voy a permitir que me uses para rebajarse, mujer.
—No estoy queriendo rebajarme...
—Oh, claro que lo estás deseando —comentó con total seguridad mientras terminaba de ponerse el traje frente a mí, como si yo fuera de papel en ese momento. Lo miré sin poder creer en sus palabras, realmente ofendida por su atrevimiento—. Sé para que estoy aquí, no lo dudo, pero no voy a permitir que me uses para conseguir celos nada más. ¿Quieres recuperar a tu ex? Bien, no vas a lograrlo del modo que quieres. Tenemos que actuar mejor.
Puse los ojos en blanco mientras me cruzaba de brazos y lo miraba enfadada por su comportamiento rebelde. De todos modos me di unos minutos para observar que bien lucía con aquel traje de Thomas y que bien que estaba Nick. No me terminaba de agradar esa barba que me daba cosquillas cuando me besaba, pero también le daba esa personalidad característica de él.
Había una realidad, una parte de mí quería conocer a ese chico que parecía ser realmente interesante, pero la otra parte me recordaba que estaba ahí para conseguir de vuelta a Thomas sin importar lo que sucediera.
—¿Estás segura que quieres quitarle el novio a tu hermana? —me preguntó sin poder acomodarse la corbata, por lo que yo fui hacia él y traté de solucionar ese pequeño problema que estaba teniendo.
—Ella me lo robó primero...
—Pero tú lo dejaste. Tampoco pueden tratar al chico como si fuera un juguete que se cayó al piso y lo tomó otra persona —me comentó, pero se detuvo porque puse la corbata demasiado cerca del cuello y se quedó sin aire. Me reí luego mientras volvía a acomodar la corbata en el lugar correcto para que no se muriera ahogado—. Pero tampoco voy a juzgarte porque no soy así. Solamente quiero recordarte lo que vas a hacer.
Asentí, pero estaba lo suficientemente segura como para darme la vuelta e irme. Thomas recordaría que yo era suya y todo volvería a la normalidad. Lisa y Nick solo eran dos personas que estaban de manera temporal con nosotros.
Antes de salir, finalmente ambos vestidos y con el tiempo un poco justo, Nick me llamó con una especie de chiflido. Me di vuelta horrorizada por el modo que me trató, aunque no tuve tiempo de quejarme porque ya me estaba besando contra la pared de la habitación. Fue un beso devorador una vez más, de esos que son tan pasionales y rápidos que solo te entregas con ojos cerrados. Mi espalda golpeó la pared y Nick se pegó a mí haciéndome sentir todo su cuerpo, lo que me dejó un poco tonta al darme cuenta lo mucho que estaba deseando tocarlo. Nos besamos contra aquella pared, lo único que se podía escuchar en esa habitación era nuestras respiraciones agitadas y por un momento me olvidé de Thomas, de la boca, de absolutamente todo. Éramos Nick y yo besándonos con una pasión que no había tenido con nadie. Era como si mi boca se amoldara a la suya, como si todo tuviera sentido en ese momento que me besaba y por unos segundos me quedé perdida entre la pared y su cuerpo.
Nos detuvimos los dos cuando escuchamos pasos en el pasillo del hotel y nos quedamos en silencio sorprendidos al comprender que los invitados estaban caminando hacia el evento. Humedecí lentamente mis labios y Nick se tomó el atrevimiento de dejarme un nuevo beso, aunque esta vez más corto. Al separarse, mordió mi labio suavemente y me di cuenta que quería que lo hiciera para siempre. Porque era embriagador y seductor, dejándome acalorada y tonta.
—No quería perder la oportunidad de besarte como correspondía —me explicó aquel momento que se nos escapó de las manos. No supe muy bien que decir y él me acomodó el cabello detrás de la oreja mirándome como si fuera la persona más bella de la boda. Lo cual no era cierto—. Me estás volviendo loco.
Las piernas me temblaron un poco al escucharlo decir eso una vez más, porque nunca había vuelto loco a ningún hombre y sin embargo ahí estaba Nick diciéndome eso. Me pregunté cómo sería ser la novia de un stripper, cómo sería andar con él y que todos a su alrededor recordaran que había bailado para ellas en alguna fiesta. Suspiré y levanté mis manos para alejar a Nick de mí, no podía tener esos pensamientos en aquel momento. Primero tenía que ir por Thomas, primero tenia que arruinar una boca.
—Al fin estás aquí, Allison.
La voz severa de mi padre fue lo primero que escuché cuando aparecimos en el jardín del hotel y comenzamos a buscar nuestra mesa. Mi padre estaba saludando a los invitados y se acercó a nosotros con una expresión bastante seria. Yo me había arreglado el peinado una vez más y mi maquillaje, así que no entendía porque estaba enfadado conmigo. Tenía que admitir que habíamos llegado un poco sobre la hora y nosotros jamás hacíamos eso, pero Nick me había distraído lo suficiente para olvidarme de la hora. La mirada de mi padre pasó de mí hasta Nick, al cual miró seriamente por unos largos segundos que parecieron horas.
—Un gusto conocerlo, señor...
—Señor Walker para tí, desconocido —respondió con total seriedad mientras tomaba la mano que Nick le daba. Suspiré, eso iba a ser difícil. Mi padre era una persona muy complicada y estricta, que solamente le daba libertades a mi hermana menor.
No lo he contado, pero mi hermana casi se muere cuando éramos pequeñas. Es una historia algo larga, pero en nuestra infancia vivimos un accidente de automóvil muy grave. Mi padre se quedó dormido al volante luego de una larga noche viajando y salimos de la ruta para caer en la vegetación. El auto dio un par de vueltas y si bien todos estábamos bien, Lisa sufrió muchas heridas por no llevar puesto el cinturón. Fue un milagro que no saliera disparada y muriera, pero al parecer el mundo no quiso eso.
Un camionero nos encontró casi al instante que volamos y llevaron a Lisa al hospital en donde estuvo internada por mucho tiempo. Nos dijeron que iba a morir y que las heridas eran muy graves, pero milagrosamente mi hermana se recuperó con mucha lentitud. La despedimos una noche con lágrimas y mucha tristeza, pero al día siguiente comenzó a recuperarse. Fui ahí cuando mis padres se obsesionaron con Lisa. A mi me pedían que fuera la chica perfecta, digna del ejemplo, y a Lisa le dejaban hacer cualquier cosa. Era la niña milagrosa.
—Papá, te presento a Nick, es mi novio —le dije con tono acusador y él refunfuñó un poco, pero finalmente asintió—. No seas malo con él, Nick es un arquitecto muy conocido y tiene un gran futuro.
Vaya, hasta yo me creía esa mentira.
—No tiene pinta de arquitecto...
—Me olvidé el casco amarrillo en mi casa —bromeó Nick tratando de empatizar con mi padre, pero él en cambio no se rio de su broma tonta. La seriedad volvió a ser parte de esa conversación y por un momento me di cuenta los motivos por los cuales no podía salir con Nick. Era muy diferente a mi mundo—. La quiero mucho a su hija, señor Walker. Es una chica impresionante, dedicada y ambiciosa, la ha criado muy bien.
Sus palabras me dieron en el blanco y también lo hicieron con mi padre, que al instante sonrió contenta por escuchar los tres mejores elogios que alguien pudiera escuchar. Me identificada con esa descripción y agradecía enormemente que Nick pensara eso de mí. Lo miré con una sonrisa, encantada de que encontrara las palabras correctas para decirme. Mi padre hizo un par de gestos de aprobación y se marchó porque mi madre lo llamaba.
—Eso estuvo muy bien —susurré con una sonrisa en el rostro y escuché que Nick se reía por lo bajo—. No sabía que sentías tanto por mí...
—Oh, cállate un rato.
Me empecé a reír divertida cuando mi hermana apareció y me quedé con la boca abierta. Todos los presentes hicieron lo mismo y comprendimos que algo estaba mal. Literalmente se había puesto el vestido más corto y escotado que había visto en mi vida para un evento de mediodía. Tenía transparencias y estaba casi segura que podía verle todo si no fuera por un poco de tela en lugares correctos. Todos nos quedamos sorprendidos y por un momento no comprendí que estaba sucediendo hasta que se acercó a nosotros.
—Hola, Nick, que bien te ves con traje. Hola, sis —me saludó y le guiñó el ojo a mi novio falso. Fue ahí cuando lo entendí: Lisa quería robarme el novio.