14 de febrero.
Han pasado varios días desde de mi colapso emocional, después de mi reunión con la psicóloga me invitó a conocer a su hijo, cenamos y me ofreció hospedaje lo cual rechacé.
Solamente duré 3 días más en Nueva York, sin ninguna llamada de mi familia y Leonel. Tenía razón Brian al decir que solo quería asustarme, el italiano nunca viajó hacia Bath.
Esos días me sirvieron para despejarme, salí de compras y me di tiempo para dedicarme como ir a la peluquería, a las uñas y masajes.
Me encuentro en la mansión, al llegar mi madre me sorprendió con los preparativos de la pedida de mano. Solamente tengo 1 día en Roma y nuevamente me están agobiando.
La abuela y mi padre no me han dicho nada, pero mi madre..
(Flashback...)
— Eres una vergüenza para esta familia, no sabes cuánto detesto haber rechazo esa oportunidad de enviarte lejos a otro país.
(Fin del flashback...)
No tenía ni 5 minutos de haber llegado a la mansión cuando mi madre empezó a gritarme, las gemelas no decían nada y hasta se me figuro verlas sonreír....
El día de ayer y gran parte de la mañana de hoy, estuve en casa de Julisse. No tenía ánimos de encontrarme con mi madre, en la madrugada estuve pensando en las respuestas de Lía, talvez tenía razón en que debería buscar un lugar...
Un apartamento para mí, un espacio propio y lejos de la mala energía.
Hoy es un gran día para muchos, donde se juran amor eterno y se besan tiernamente. Día del amor y amistad, el preferido de los enamorados pero odioso para mí.
«La pedida de mano.»
No tengo ánimos de nada, mi mañana se arruinó al ver aquellas fotos de Brian y una chica rubia...
Caminando por las calles de Roma agarrados de la mano, los titulares de las revistas no se detienen a la hora de llamarla «futura novia». Es una verdadera burla... se suponía que habíamos pasado grandiosos días en el Reino Unido.
¿Tan rápido me cambio?
Suelto un suspiro al saber que hoy es un día para mí, no de Brian ni Leonel. Esta noche tengo que brillar, se cansaron los días donde me siento triste y vacía.. es hora de triunfar.
No tengo idea sobre los preparativos de la boda, talvez contraté a alguien para que se haga cargo. Siempre tuve el sueño de casarme en verano, pero según Leonel la boda será en invierno.
Todavía tengo esperanzas en poder convencerlo y cambiar...
En fin, las fechas aún no están confirmadas, pero Leonel insiste en casarnos en diciembre de este año. Eso lo hablamos en las Bahamas hace tiempo, espero y haya cambiado de opinión.
Como le dije a Lía, falso o no quiero hacer algo deslumbrante y todos esperan eso de mí. Quiero que mi boda grite «Ricci» por todos lados, al final la gran Amelia debe tener su boda de ensueños.
La fiesta de pedida de mano está organizada por mi madre, quien no perdió el tiempo y ansiosa invito a todos de la alta sociedad. La celebración es íntima, solo personas cercanas a la familia estarán presentes y lo extraño es que de Leonel no vendrá nadie.
Lo que me hace pensar que no tiene amigos, ni familia y esta solo... me da tanta lástima.
Hasta el momento las cosas en la mansión están tranquilas. Las gemelas y mi madre están pasando más tiempo juntas lo cual me agrada, pero mi padre únicamente se la pasa en el despacho...
Abro lentamente los ojos cuando el estilista me lo ordena, termina de hacer retoques en mi rostro y peinado.
Mi estilista de confianza me dice que está todo listo, me pongo de pie para que termine de rociarme el producto y camino hacia el espejo de cuerpo completo.
La tristeza, mala energía y todo desaparece al verme y sonrió sintiendo como mi corazón late tan rápido.
Últimamente he sentido como perdía mi esencia y se lo platiqué a Marco, lo cual hizo un trabajo increíble con mi cuerpo, rostro y cabello.
Aplicaron un producto por todas las partes visibles de mi cuerpo para dar un efecto «Bronceado», el verde de mis ojos resalta más con la sombra de brillos dorados.
Marco hizo resaltar más mis rasgos finos volviendo la mirada más intensa, las cejas están perfectas depiladas y peinadas. Los labios se encuentran delineados con un labial rojo bermellón.
Le dije que el vestido sería la clave, quiero verme poderosa y cerrarles la boca a todos para olvidar aquel artículo de porquería.
— Ese vestido está muy indecente.
Toco mi cabello perfectamente alisado y brilloso, no aparto la mirada del espejo cuando el italiano entra y Marco se retira.
Levanto la mirada observando a Leonel, un traje blanco con camisa negra detallando el mini vestido color blanco.
Toca los finos tirantes con diamantes incrustados, es corto y con la espalda libre. Mis pechos están perfectamente levantados sin necesidad de sostén llevando solo una tanga del mismo color.
— Esa palabra ya no existe en mí. — le hablo — Lo correcto sería que me veo sumamente sexy y peligrosa.
Me doy la vuelta mordiendo mi labio, luciendo el impecable y tentador vestido que provoca la excitación y molestia del italiano.
Los tacones transparentes de aguja me hacen ver un poco alta llegándole al hombro.
— Cámbiate — alzo una ceja. — Y no estoy bromeando.
Ruedo los ojos ante su típica voz de frustración.
— Mejor dime, ¿Qué haces aquí? Es muy temprano para amargarme la noche, suficiente tengo con la loca de mi madre.
— Tenemos días sin vernos y así me hablas. — me cuestiona y exhalo. — Pero está bien, olvidemos que no nos vimos por días y disfrutemos esta hermosa noche.
— Okay.
— Tu padre informó que no habrá seguridad, por sugerencia tuya. — alzo las cejas ante ello.
Pensé que se negaría ante mi propuesta de hace días..
— ¿Es todo?.. tengo cosas que hacer.
Ni siquiera lo miro cuando me acerco hacia mi tocador, pero me sujeta de la cintura provocando que me tense al sentir mi espalda pegarse a su pecho.
— Amore mío.. — murmura — cámbiate ese vestido.
Lo ignoro zafándome de su agarre y continuó con los últimos detalles de mi vestido.
— Déjalo ya, Leonel.
— También venía a decirte sobre la boda.— lo miro — Esta noche anunciaremos el mes y día.
No...
— ¿De qué hablas? No hemos acordado ninguna fecha.. — le recuerdo sintiendo mi respiración más pesada.
— Tú no, pero yo sí. — arrugó mis cejas — Estos días que estuviste de viaje he decidido que el mes definitivo será noviembre.
Esto no puede ser... mi mente lo tarda en procesar y los cálculos son lo primero que hago.
— Leonel faltan 10 meses, sería muy pronto.... esperemos al otro año.
— Eres una Ricci, ¿No?. Encárgate de los preparativos, pero el mes está definido.
Quiero darle una bofetada ante sus respuestas, le señaló con odio la puerta y ante su agarre salimos ambos hacia el living de la mansión.
Aguantando las ganas de llorar de la impotencia y demostrando que si o sí, tengo que ser fuerte esta noche.
//♠️♠️//.
Pensé que al llegar los invitados sería más fácil deshacerme de Leonel, pero no. El maldito italiano en ningún momento se despega de mi lado, saludamos a mis conocidos y él se presenta como mi futuro esposo y sonrió falsamente.
El living se encuentra decorado muy sencillo, las paredes blancas están iluminadas por las luces del DJ cambiando de tonalidades: morado, verde y azul.
Los meseros pasan ofreciendo bebidas como whisky, champaña o vodka, en cada pequeño espacio se encuentran salas tipo «loungue».
En cada esquina se encuentra una mesa con aperitivos, la pista se encuentra vacía y al entrar te recibe un pequeño adorno de «Leonel & Amelia».
Hace media hora observé que llego Jullise y las trillizas, las cuales no dejan de observar curiosas al italiano. En lo poco que puedo ver, es a mi mejor amiga triste y supongo que es por su hijo, ella no lo puede exponer... la prensa no sabe sobre él.
— Dame un momento. — le pido.
— No.
Ignoro su respuesta y aprovecho que se encuentran más personas hablando con Leonel. Me dirigí hacia la mesa de mis amigas, en el trayecto siento las miradas de la abuela y madre, pero eso tampoco me detiene.
— ¡Amiga!.
Chillan en cuanto me ven y las 3 se abalanzan sobre mí, recibiéndolas con los brazos abiertos.
— Tanto tiempo. — exclama Tracy.
— He tenido miles de pendientes, lo lamento chicas.
— No te preocupes, te entendemos.
— Debe ser agobiante, organizar una boda y ocultar aún prometido ¿No? — menciona Trixy.
— ¡Prometiste no ser odiosa!. — la regaña trina y las detengo.
— Están en todo su derecho de enojarse, lamento haberles ocultado mi relación con Leonel...
Trina y Tracy me miran apenadas entendiéndolo, sin embargo Trixy no.
— ¿A caso no existe la suficiente confianza? Estoy segura de que la primera en enterarse de esto, fuiste tú.
Jullise se encuentra sentada, con los brazos cruzados y niega ante la acusación.
— Lo mismo opine, pero estás equivocada, me entere en la fiesta del lanzamiento. — dice.
Trixy es muy rencorosa y difícil de carácter. Mis disculpas no funcionarán con ella, y por ello le tomo las manos.
— El verdadero motivo de esta boda, es por el odio que recibo. — hablo — Oculte a Leonel por ese motivo, cuando me propuso matrimonio fue muy rápido que hasta ese mismo día se reveló mi relación secreta. — sigo — Lamento no haberte contado, pero tuve muchos problemas desde que inició el año.
Hable con la verdad, pero tampoco puedo andar revelando mi relación falsa. Las trillizas podrán ser de confianza, pero es mejor que crean que es real.
— Está bien, te perdono. — quiero abrazarla, pero me detiene — Pero es la última, otro secreto o mentira y terminará con nuestra amistad.
Le sonrió y ella me acepta el abrazo. Un mesero nos separa ofreciendo unos martinis y aceptamos.
— Brindemos por nuestra amistad. — alzo la copa y Trina me sigue.
— Por lo bella que es la vida.
— Por un brillante futuro para nosotras y nuestra bella Amelia. — sonrió hacia Trixy.
— Por mi hijo y que algún día llegue a perdonarme. — alza la copa Jullie he intento ignorar aquello.
— Que cada una alcance a cumplir sus propósitos este año. — Termina Traicy.
Las copas chocan y bebemos hasta el fondo, pero nos detenemos cuando empieza a sonar música latina.
— ¡Desearía estar en México!.
Reímos por el comentario de Trixy y empezamos a bailar al compás de la canción «downtown/Anitta».
Uno de mis idiomas favoritos es el español, lo domino perfectamente y me fascina su cultura, aún no tengo la oportunidad de visitar sus tierras, pero probablemente las visité este año.
Las mujeres no tardan en acercarse hacia la pista, mientras que trina mueve algunos sillones dándonos espacio y agarro de las manos a Jullie.
— ¡Te amo y nunca lo dudes! — le grito en cuanto el DJ le sube a la música.
Ella me sonríe soltando una lágrima, niego limpiándosela y muevo las caderas sensualmente invitándola a bailar.
Las 4 me siguen el ritmo y con cuidado de no enseñar, empezamos a bajar hacia el piso sensualmente cerrando los ojos disfrutando del tiempo y moviendo a los lados mi cabello coqueta mente.
Cuando la música esta a su final, se detiene empezando a soltar una ola de abucheos y observo al culpable que es el italiano y no tarda en señalarme.
— Cariño, ven aquí.
La adrenalina desaparece regresando los nervios, respiro antes de caminar e ignoro las miradas de los presentes.
Subo al escenario y él no tarda en sujetarme de la cintura, el micrófono lo tiene en la otra mano y arrugó la nariz ante el olor a alcohol.
— Es un placer estar aquí, quiero darles las gracias por venir a este evento tan importante para mí y mi amada. ¿Cierto, cariño?.
Un flash nubla mi vista y el fotógrafo que contrató mi madre no tarda en desaprovechar la oportunidad.
— Quiero dar unas palabras hacia mi querido suegro.— lo señala — Estoy eternamente agradecido con Frank y su familia, ellos me recibieron con las puertas abiertas desde un inicio... — papá lo observa serio. — Quiero que sepan que Amelia estará perfectamente bien conmigo.
Lo observo sonriendo y por su mirada puedo ver que aún no está ebrio, pero apesta a alcohol.
— Apuesto que todos tienen intriga por la fecha de nuestra boda. — todos sueltan un «si» riendo — Aún no puedo creer que me casare con esta hermosura, es un sueño.
Los presentes ríen y Leonel me da un beso en la mejilla, extiendo el micrófono.
— ¿Quieres hacerlo, cariño?
Antes de aceptar el micrófono él vuelve a dejar un beso, pero esta vez mis labios tomándome por sorpresa. Los flashes impactan sobre nosotros junto con los aplausos y me separo totalmente desorientada.
— La fecha de nuestra boda fue planeada por los 2 y antes de crear rumores, queremos aclarar que no tenemos prisa por casarnos. — se ríen — Nos casaremos el 25 de noviembre.
Talvez Leonel escogió el mes, pero a mí corresponde el día.
//♠️♠️//
La fiesta ya está en su final, los invitados se despiden de mi familia y de mí dando sus buenas bendiciones.
Me encuentro en el jardín despidiendo a las trillizas, prometiendo vernos nuevamente y suben a la camioneta. Por último esta Jullise quien se encuentra sentada mirando hacia el paisaje.
El ruido de la piscina, el pequeño lugar para montar a caballo da una excelente vista la cual pierde a Jullise.
— ¿Todo bien?.
Ella asiente, pero termina haciendo una mueca.
— Addriano crece cada día más y... — su voz se quiebra — Se parece tanto a él.
Paso saliva ante su mención. Para Jullise la partida de mi hermano la dejó muy mal, Alessandro le había prometido un futuro... una vida.
Toda la vida de Jullise fue rodeada de privilegios y ciertos lujos, su familia no es millonaria, pero tiene una buena economía. Entro a la universidad de sus sueños por ayuda de becas, y cuando creyó encontrar al amor de su vida... él se marchó.
Sufrió su partida cayendo en depresión y cuando se repuso tuvo una recaída por la noticia de su embarazo. Todo su proceso de embarazo fue muy difícil, pero con ayuda mía y de mi familia la paso bien.
Me tocó escucharla llorar por las noches pidiendo ver a mi hermano, tuve que sacarla de ese hoyo y animarla. Tiempo después cuando sus padres se enteraron de la noticia dejaron de enviarle dinero, y fue ahí cuando mi padre le dio un puesto en la empresa.
— Me duele tanto escucharlo rezar y pedir por su padre, quisiera decirle que Alessandro no está muerto pero...
— Te da miedo su reacción. — termino por ella.
Ella rompe en llanto y la traigo hacia mí. Dejo que se desahogue y saque todo ese dolor, Jullie nunca tiene tiempo para ella, siempre se encuentra trabajando.
Hasta la fecha ella no acepta ni nuestro apoyo económico y apellido. Adriano cuenta con sus apellidos y Jullise le ha dado una muy buena vida, para ella es su única prioridad.
Ella decidió mentirle por el bien de su hijo, mi hermano había prometido nunca volver y ella no tenía otra opción. Mi familia estuvo de acuerdo menos mi padre, él tenía o tiene esa esperanza de que Alessandro recapacite y vuelva.
Yo al principio la tenía, pero al pasar de los años, desapareció.
— No estás sola, Jullie. — le recuerdo — Me tienes a mí y a...
— Termine con Alba. — confiesa entre lágrimas — Ella me organizo una cena romántica y yo... estoy estancada con tu hermano. No podía seguir con la relación sabiendo que amo y extraño a...
Un fuerte estruendo provoca que ambas miremos hacia la entrada, un vehículo entra con exceso de seguridad rompiendo el portón de seguridad.
— ¡Cuidado!
El grito de mi padre nos asusta al ver como el vehículo pierde el control, un humo empieza a salir de las llantas provocando ruido de como intenta frenar el conductor.
— ¡Dios mío! — grita horrorizada mi madre y abuela.
Soltamos un chillido al ver como choca contra la fuente provocando que gran parte de la estatua se vuelca hacia el vehículo. No da tiempo de reaccionar al saber que por mi insistencia, la seguridad no se encuentra.
— Quédense ahí.
Las gemelas se mantienen sentadas en la piscina con los pies dentro, Julisse se limpia las lágrimas y sujeta mi mano temblorosa al ver que mis padres y prometido se encuentran lejos.
Nosotras al estar más cerca nos acercamos sintiendo como mi corazón late tan rápido, no sabemos quién puede ser... y las advertencias que nos lanzan mi padre y Leonel empeoran nuestra situación.
— Amelia, no creo que... — empieza Julisse.
Doy un brinco al ver que la puerta del conductor se quiere abrir, el sujeto golpea con los pies la puerta frustrado.
— ¡Ayúdenlo!.
Le pido a mi padre y Leonel que lo único que hacen es ponernos detrás de ellos.
La puerta es abierta de una fuerte patada y eso parece marear al hombre que sale con una gorra tapando su rostro
— ¡Un paso más y disparo!.
Suelto un grito ahogado al ver como Leonel saca una pistola detrás de su pantalón. Ni siquiera le tiembla la mano cuando le apunta aquel sujeto, que en todo momento mantiene la cabeza hacia abajo.
Observo que el vehículo quedó destrozado de la parte de enfrente, perdida total aunque es un auto viejo. Examino al hombre por su vestimenta sucia y rota, el pantalón y camiseta tiene manchas de tierra húmeda.
Levanta las manos y frunzo las cejas al ver que no parece ser ofensivo.
— ¡No te muevas!.
Le grita mi padre y la herida de su mano me llama la atención, los nudillos están rojos y podría decir que eso parece carne viva.
— ¡¿Quién eres?!.
Cuando el hombre al fin se atreve a revelar su rostro, todo en mí se paraliza al reconocerlo.
— Esto no... — no articulo ni una sola palabra.
Pasarán los años y podría identificarlo, a pesar de tener el rostro golpeado y ensangrentado puedo reconocerlo. Papá y Leonel me observaba confundidos y antes de ir hacia el volteo a ver a Jullise.
— N-no — no fórmula ni una sola palabra.
La preocupación me invade al verla tan pálida sin embargo, solamente me dedico a caminar y mirar hacia el sujeto escuchando los reclamos de mis padres y abuela.
— Que estás haciendo.
Ignoro a Leonel empezando a llorar al reconocer ese cabello, esos ojos...
— Eres tú, Alessandro.
¡holi!
¿Que les pareció el capítulo?
Ahora que llegó Alessandro más drama se avecina...