especial. ¿?
De sus labios escapa una risa divertida, mientras corretea y juega con aquel gato negro que encontró en medio de la acera.
Primero le había dejado acariciarle las orejas, y luego aceleró el paso hacia adelante, deteniéndose en la esquina y volteándose a Chifuyu, como si lo estuviese esperando.
Entonces, lo siguió. Y fue cuando el felino volvió a correr.
──¡Espera! ¡Tengo algo para ti! ──no es como que vaya a parar, ¿cierto? Pero hablarle a los animales es inercia, su habilidad especial.
Se llevan así un buen rato, yendo de pasaje por pasaje y a Chifuyu no le importa recibir unas cuantas miradas curiosas por parte de los transeúntes, sólo se deja llevar por el momento entre carcajadas enternecidas. El gatito realmente se queda quieto cada vez que se aleja mucho y retoma la maratón cuando Chifuyu lo alcanza, finalmente terminando ese juego espontáneo en un pequeño parque.
No ocupa tanto espacio como el que hay cerca de su preparatoria, sin embargo es lindo; lleno de cerezos florecidos, áreas verdes y algunas bancas con postes de luz al lado que parecen antiguos. Chifuyu va a fijarse en el nombre de las calles luego para anotarlo e ir más seguido, a Baji también le gustaría.
Con una sonrisa, se acerca al animal para ponerse de cuclillas al frente suyo y éste no tarda en frotarse contra sus piernas y buscarle la mano para que le haga cariño en la cabecita. Por supuesto, Chifuyu lo mima un ratito hasta que saca una pequeña bolsita de la mochila.
──Mira, mira ──le enseña una galleta para gatos con forma de pescado y se la extiende, complacido al ver que la recibe con ánimos──... eso es. ¡Miaaw!
Se queda en su lugar y por un tiempo corto le va dando pedacitos del bocadillo, ya que no quiere que se contamine o algo con la arena que hay en el suelo. Los gatos suelen ser quisquillosos en ese sentido, y además le gusta alimentarlo así.
Baji no está con él en esos momentos porque le dijo que tenía que atender unos asuntos con su madre luego de la escuela, así que se despidieron en la salida. El plan inicial de Chifuyu era solamente ir a casa a jugar videojuegos y leer manga hasta que llegara a verlo, pero bueno... se desvió al encontrarse con aquel felino y llegar a donde están entre corridas amistosas.
──Los gatos de verdad te aman, ¿eh? ──una voz ajena lo saca de su lugar.
Cuando se voltea tiene que subir el mentón para poder observar a la persona que se dirigió hacia él, abriendo sus orbes con impresión.
Se ha hecho más alto, tiene una expresión diferente y el cabello teñido. En realidad, a medias... pero a pesar de eso lo reconoce perfectamente, sin necesidad de divagar entre los recuerdos que, de todas formas, atacaron su memoria. Los ratos que solían compartir de niños, los juegos a los que trataba de arrastrarlo para poder hacerlo feliz, también recordó esa expresión tímida... y la asustada que podía llegar a hacer. Recordó ese arete de cascabel cuyo sonido tenue escuchó con completa claridad al ser removido por el viento primaveral.
Recordó ese lunar bajo su ojo.
──¿Kazu... tora? ──farfulla, sin desviar el rostro. Y es que no sabe qué más decir.
──Incluso cuando éramos pequeños te seguían a todos lados ──agrega, dirigiendo la mirada hacia el gato y nuevamente a Chifuyu después. Le sorprende ver una sonrisa tranquila en su rostro──... hay cosas que no cambian. Tú te ves igual.
Abre la boca para decir algo, mas sus cuerdas vocales no son capaces de producir sonido alguno durante unos instantes tortuosos en los que lo examina con sus ojos celestes pegados a él. ¿No está soñando, cierto?
──¿Cuándo... ──formula, tragando saliva──... cuándo has llegado?
──¿Eh? ¿Yo? Llevo un rato aquí ──le dice, como si nada. ¿Entonces lo ha observado ese rato?──. En realidad, sí quería buscarte, pero fue una total casualidad encontrarte aquí. Yo sólo estaba pasando.
Chifuyu siente que se aturde cuando oye su risa.
¿En serio es el mismo Kazutora? Todavía procesa su expresión: tan suavizada, tan distinta, tan amable. Nunca fue muy propio de él, Chifuyu lo recordaba como un niño retraído, con problemas a los que lo arrastraron siendo tan pequeño... sólo podía verlo tranquilo cuando entraba en confianza con él, o con Baji y los chicos o todos como un conjunto, pero incluso así tendía a ser más solitario. Chifuyu siempre intentó ayudarlo porque sentía que, de algún modo, lo entendía. Su conexión era Baji también, quien los empujaba a abrirse y expresarse, no obstante, había algo en él.
Y no es de extrañar, por supuesto, como un crío con problemas serios en casa. Perdió la cuenta de las veces en que tuvo que apoyarlo junto con Baji, y en muchas de ellas se sintió completamente inútil al no poder hacer algo al respecto más que distraerlo y alejarlo de aquel ambiente hostil. No recaía en Chifuyu, ni en Keisuke, mucho menos en Mikey o Draken.
Sin notarlo, sus orbes se agrandan y sólo cuando aprecia la expresión casi confundida del chico cae en cuenta de que se le ha quedado mirando como un idiota y que no formuló palabras en algunos segundos.
──... lo siento ──murmura, sacudiendo suavemente la cabeza──... es que no te veía hace tiempo. Me tomaste por sorpresa.
──Descuida, lo entiendo ──le dice él, seguido de otra risa corta. Y aún no puede creer que suene tan armonioso a sus oídos──. Llegué ayer.
──¿A-ayer? ¿Quieres decir que no has estado aquí, en la ciudad? ──cuestiona, intentando hacer uso de su materia gris.
──Sí. Es lo que iba a decirte, hay algunas cosas de las que quiero hablar contigo.
¿Conmigo?
Kazutora se pone de cuclillas a su lado imitando su posición, tranquilamente. Chifuyu atina a seguirlo con la mirada y observar como deja caricias en el felino, todavía procesando lo que acaba de pasar.
──... oh... entonces, ¿no deberíamos ir a otro lado? Que yo sepa, hay una cafetería cerca de aquí. D-digo, para que sea más cómodo ──propone, aunque no suena muy seguro de sus palabras únicamente por nerviosismo.
──Estoy de acuerdo. Podemos ir, entonces ──le dice, formando una sonrisa en sus labios──. Tengo tiempo libre ahora.
Chifuyu asiente despacio, en un gesto bastante lento y torpe... nuevamente asegurándose de que lo que está viendo es real y no alguna estúpida jugarreta de su mente.
Kazutora no era un chico al que sacaban a colación a menudo debido a que las cosas por las que pasó eran delicadas, todos sabían perfectamente que si él se había alejado era porque quería mejorar su situación por su cuenta, que fue su decisión.
Pero eso no quita el hecho que no lo ve desde que tiene como doce años.
Antes de que el bicolor pueda levantarse o decir algo más, Chifuyu se lanza a su cuerpo y lo abraza por el cuello, logrando que pierda el equilibrio y termine completamente sentado en el suelo. El rubio le apretuja de rodillas frente a él, escondiendo el rostro en su hombro.
──Dios mío... ──murmura, con la voz temblorosa───... no te veo hace tanto, n-no sabes lo mucho que te extrañé... ¡n-no quiero que vuelvas a hacer eso..!
Sorprendido, Kazutora atina a pasar una mano por la cintura contraria. La otra sube por la misma zona y termina dejando caricas en los cabellos de Chifuyu, medio inseguro. No le desagrada para nada, sin embargo le ha costado trabajar en las muestras de afecto producto de los traumas. Piensa que es momento de ponerlo a prueba.
──Tranquilo... lo siento ──le dice, apartándose un poco para poder mirarlo con una sonrisa apacible. Increíble, piensa Chifuyu──... ya te voy a contar todo, ¿sí?
──... claro ──asiente, apretándolo un instante más antes de incorporarse y tenderle la mano a Kazutora──... después vamos a ver Baji'san. ¡Él estará muy, muy feliz de verte también..!
El mayor de los dos se siente acogido por la sonrisa preciosa de Chifuyu, teniendo una especie de deja vu, de cuando eran pequeños.
Se deja guiar por él, conversando sobre asuntos habituales y sin mucha importancia por el camino, como si nada hubiese pasado.
──Entonces... ¿volviste ayer?
──Sí ──Kazutora le da un sorbo al café que está tomando──. No salí por todo el desorden y el embalaje, tú sabes... terminé muy cansado.
──Entiendo. Me imagino que salir a tomar aire fresco fue relajante ──suelta una risita, con el latte entre sus manos parcialmente cubiertas por el chaleco──... ¿has estado bien, verdad?
La preocupación en los ojos de Chifuyu es visible, incluso su expresión se entristeció de recordar los motivos por los cuales Kazutora sufrió y se vio tan afectado.
──... mira, ha sido toda una montaña rusa, te lo juro ──Chifuyu le acerca el plato de pancakes con fruta y helado que están compartiendo cuando Kazutora le hace una señal──... aunque, gracias a ustedes, pude tener la fuerza para mejorar...
──No digas eso, vas a hacerme llorar ──se carcajea Chifuyu, pero no es ninguna broma.
──¡Oye! Es verdad. Siempre fui muy sumiso hacia mi padre, lo sabes ──el rubio asiente y le permite seguir hablando──... sin embargo, en algún momento, decidí que ya no lo quería de esa forma, y aunque por un tiempo empeoró... quise proteger a mi madre y a mí mismo ──su tono se enseria, y Chifuyu continúa en silencio──. Creo que fue para bien; logró reaccionar luego, diciendo que ya era demasiado para mí y para ella, y que ya no quería más a ese hombre en nuestras vidas.
──... eso es bueno. Se apoyaron, ¿verdad?
──Claro, pero fue difícil... de verdad, no te imaginas lo mucho que nos costó poner una denuncia ──Chifuyu estira su mano para ponerla sobre la ajena cuando nota que Kazutora se muerde el labio con impotencia. Sabe que es complicado hacer un recuento de todo lo que pasó en esos años, y quiere mostrarle su apoyo como puede y el bicolor, agradecido, le dedica una sonrisa cargada de cariño──... debes recordarlo. Por ahí de los diez, doce años, yo terminaba más golpeado de lo normal y me alejé de ustedes. Eran actos inconscientes, pero no deseaba que se metan en problemas por mí. Lo que pasaba en casa era asunto de nuestra familia y ya... y ustedes también sólo eran niños. He tenido que madurar tan rápido...
Chifuyu, de repente, siente que los ojos le pican y que un nudo se forma en su garganta, obligándolo a tragar saliva y a apretar un poquito más la mano de Kazutora entre la suya.
──... pero valió la lena dentro de lo que cabe, ¿sabes..? Fue cuando a mi madre y a mí al fin nos dieron la orden de alejamiento y tomaron la denuncia que decidimos mudarnos a otra cuidad a recuperarnos ──sonríe, tratando de calmar a Chifuyu, quien parece conmocionado──... no hubo mucho aviso y lo siento, sé que fue muy abrupto para ustedes que yo me fuera de sopetón.
──S-sí ──masculla el rubio, mas rápidamente le resta importancia con un gesto de negación──... no te preocupes. Todos entendemos que fue por tu salud.
──Por supuesto que lo fue. Allí decidí hacer terapia. Mi madre también, así que trabajamos en nuestro nuevo hogar estos tres años en que no estuvimos ──finalmente, la expresión de Kazutora se relaja──. Quisimos volver por mí, más que nada. No hay otro motivo, realmente los extrañaba y quería verlos, entonces haré aquí la preparatoria.
──¡Sabes que también lo hicimos..! Debemos hacer una reunión de bienvenida cuanto antes. Mikey y Draken estarán felices también, ¡y Mitsuya..! Lo siento, del resto no sé mucho, ya sabes que soy un poco, uh-...
──Lo sé, lo sé ──se ríe Kazutora──. Yo tampoco. A Mitsuya, Hakkai, los gemelos y Pah y Peh los conocimos poco antes de irme, al igual que los otros. Me imagino que no te hiciste realmente cercano.
──Pues, no... apenas puedo con Draken y Mikey...
A la lejanía, los mencionados estornudan mientras caminan a casa.
──En fin, lo siento mucho por alejarme. ¡Lo positivo es que me dieron el alta! No habría vuelto de no ser así.
──¡Eso es maravilloso! Estoy tan feliz por ti. De verdad hay que celebrar esto ──Chifuyu sonríe ampliamente, volviendo a comer del postre que pidieron.
──No puedo esperar para verlos ──le devuelve el gesto, haciendo una pausa corta──... lo siento, de nuevo. Mi actitud era muy inestable y no quería... hacerte daño.
──¿Mh..? ¿A mí? ¿Por qué? ──cuestiona Chifuyu, ligeramente sorprendido. No lo hubiese notado si Kazutora no hacía énfasis en la palabra.
──Sé que no la tuviste muy fácil tampoco. Te hacían bullying, ¿no es así? ──el apenas perceptible asentimiento del rubio le permite seguir hablando──... no tenía intenciones de hacerlo..., de lastimarte. Aún si hubiese sido de forma inconsciente.
Chifuyu se queda, por unos segundos, en blanco. Lo único que puede hacer es mantenerle la mirada, levemente descolocado por lo que acaba oír. Ha estado mucho tiempo con él, sin embargo no puede procesar su nueva y controlada actitud, que además es agradable.
Asiente despacio con la cabeza, ahora formando una sonrisa.
──No te preocupes, Kazutora ──le dice, con tranquilidad──. Si lo pienso bien, creo que en tu lugar haría lo mismo. Pero ya está todo bien ahora, ¿no?
──Sí... ──el bicolor guarda silencio unos momentos, bajando la vista hacia su bebestible. De repente lo nota más nervioso, como si se diera su tiempo antes de volver a hablar──... nunca fui bueno identificando mis emociones, ¿sabes? Mucho menos expresándolas, pero... todos decían que me enamoré de ti.
Chifuyu se para casi en seco, abriendo sus orbes en mayor proporción y con la sorpresa centelleando en las iris celestes. ¿Es una broma, acaso? Oh, Kazutora no jugaría con algo así, ¿verdad? Le resulta increíble. Sus palabras le resuenan en la cabeza y su expresión es un poema completo de confusión y asombro.
──( . . . ) y cuando te encontré ahí, Chifuyu ──continúa él, tragando saliva──, sólo pude pensar que tenían razón. Si supiera pintar, retrataría esa imagen tuya jugando con el gatito bajo los cerezos.
──Kazutora...
──Sé que suena disparatado, pero es la verdad, ahora puedo decir que tengo completo control sobre mí ──el mayor vuelve a buscar la mano de Chifuyu, dejando caricias sutiles. Jamás vio una sonrisa tan dulce adornando el rostro de Kazutora──. Pero tranquilo, que no he venido a presionarte, simplemente quise contarte todo porque tuve la oportunidad, no es necesario que me contestes.
Cuando Chifuyu quiere responderle, se acerca una mesera a cobrarles lo que han comido ahí, y entonces Kazutora se adelanta para pagar por los dos antes de ofrecerle la mano para que se levante de la silla con él.
Y sí la toma.
──E-en serio, me alegra en demasía que tú y tu madre estén bien ──sin aviso vuelve a abrazarlo, con delicadeza, siendo considerado con él porque tiene claro que las muestras de afecto no son su fuerte.
──A mí también me alegra que tú y los demás estén bien. Ya voy a ponerme al corriente con ellos.
──Estoy seguro de que lo van a aceptar con mucho gusto.
──Hay que recuperar en tiempo perdido, ¿no?
──Eso es obvio.
Ambos chicos comparten una risa antes de separarse y salir del local, sin decir ni una sola palabra. No obstante, Chifuyu no se encontró incómodo en ningún momento.
──Bien, Chifuyu ──le llama Kazutora──, tengo que irme por hoy. Debo arreglar algunas cosas con mamá, la visita a Baji tendrá que esperar...
──¡Oh-..! Está bien, ha sido un completo placer, Kazutora ──el rubio asiente y ríe, palmeando su hombro con suavidad──... nos vemos otro día.
──Claro. Adiós.
Chifuyu camina al lado opuesto luego de que le haya revuelto los cabellos con cariño, hasta que le escucha exclamar.
──¡Chifuyuuuu! ──rápidamente se voltea a verle.
──¿Sí?
Y con una sonrisa animada, Kazutora le responde:
──¡Suerte con Baji!
eSTO NO ESTABA DENTRO DE MIS PLANEEEES.
pero por lo que tengo previsto, quise escribirlo de todas formas, y dejar las torafuyu crumbs porque los amo mucho también. ;; sé que tal vez fue mucho relleno, intenté hacerlo corto pero quedó más largo de lo que pensé, ay jdlsjdkdk además quise darle un final bonito a kazu bebé.
y tampoco es chiste que este fic va a ser como leer un manga shoujo, por algo es fluff. ¿? FKFBSKFN
ALSOOO, perdonen en serio la demoraaaa. ;;; mi computador se jodió y me súper vicié con el genshin de nuevo KFNFKD PERO ESTOY ARREGLANDO LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS COMO PUEDO.
muchas gracias también, ya son más de 4k de leídos, me hacen muy feliz con todos sus comentarios 💕💕
y eso, ah- ;;;
de nuevo actualizando como a las seis de la mañana, en serio no tengo arreglo ¿?