Carretera comercial E-80 - 9:25 AM
El profesor sabía que solo había una manera de entrar en la fábrica de moneda y timbre con tres toneladas de artefacto arsenal y era hacerlo dentro de el camión que entraba cada semana a el edificio con las nuevas bobinas de papel moneda, listas para imprimir
Eso era lo que íbamos a hacer
Entrar hasta la cocina siendo escoltados por la misma policia nacional
En España, cualquier cosa custodiada por dos Zetas es algo fuertemente protegido. Pero si prohibes que se comuniquen por radio o telefonía y les apuntas a unos chavales de 26 años con cinco fusiles de asalto en la cabeza, por más armados que vayan, les ocurre lo mismo que haríamos cualquiera de nosotros
Se cagan de miedo
Empezamos a amenazarlos a punta de pistola, obligandolos a bajar de los vehículos
La sonrisa que se disfraza bajo mi careta, es de diversión pura
El miedo de la gente al apuntarles con una pistola es divertido
Tanto ellos como yo sabemos, que su vida está en mis manos, y eso me hace sentir poderosa
Berlín me da una mirada, mientras acorrala a uno de ellos en el camión, obligándolo a abrir la puerta trasera
-- baja de el puto coche!- Denver sigue en su labor
Si esos hombres hubieran tenido a su hija en la trasera de el camión, nunca hubieran abierto. Pero a quien le importan unas bobinas de papel moneda, con marca de agua
Subimos las armas y nuestras cosas en el camión
Camino hasta Berlín y le ayudo a acomodar su uniforme de policía
-- te ves de puta madre- susurro, tapando el micrófono de el profesor
-- ya se - contesta como de costumbre - ¿No tienes fetiches guarros con los policías?
Le doy una sonrisa y me alejo para cambiarme también
-- conducireis con una pistola en los riñones, así que cuando llamen por radio para saber que tal va todo, contestaréis con tranquilidad, como si todo fuera sobre ruedas...-
Tras el silencio que se forma, volteo a verlos, y los encuentro observandome
Específicamente, observando mi cuerpo, al cual estaba semi descubierto de la parte superior
-- ¿que?- ellos se giran, y me termino de vestir
-- ¿está claro?- Berlín llama la atención de nuevo, viéndolos con molestia
Tan solo cinco minutos más, Tokio, Nairobi y yo, ya estábamos sobre el auto con nuestros "disfraces"
El de Tokio, consistía en una playera negra, un pantalón negro y una peluca.
Nairobi venía con un vestido flojo, un sombrero y una peluca también
Yo con un traje completo pegado a el cuerpo, una peluca y lentes de sol
Tokio venía manejando, yo a su lado y Nairobi atrás
La conductora estaciona el carro a el lado de el carro en dónde se encontraba Berlín
-- no le quiten el ojo a Boston- el pide y viro los ojos
-- tengo 29, no necesito que me cuiden-
Nosotras avanzamos en dirección a la fábrica, dejando atrás a el resto
Al llegar a nuestro destino, las tres bajamos de el auto y hacemos tiempo, esperando la señal
-- atención, Tokio - el profesor habla, y las tres nos callamos
Empiezo a contar los segundos, con nerviosismo
-- ahora-
Las tres avanzamos hacia la fábrica
Subimos las escaleras y llegamos a la puerta de entrada, en dónde llevan a cabo el control de seguridad
Nairobi mete su bolsa con inseguridad y pasa a que la revisen
Nos da una sonrisa
Es turno de Tokio, y ella me lanza una mirada antes de dar el siguiente paso
Mete su bolsa en el rayo, y me preparo para entrar
El sonido de el máquina, tras detectar la pistola en su bolsa, se hace presente, y corro dentro de el lugar, sacando también mi arma
-- QUIETO!
-- NO TE MUEVAS O TE REVIENTO!
Apuntamos a los policías, quienes fácilmente ceden, poniendo sus manos sobre su cabeza
Los gritos desde otras partes se hacen presentes y nuestros compañeros con caretas caminan apuntando a los ahora rehenes
-- PROFESOR, TENEMOS UN PROBLEMA!- informo
-- NO VEO A EL CORDERITO, COÑO!- Tokio se queja, un tanto desesperada
Ella y yo, subimos las escaleras, y empezamos a buscar a Parker
-- joder, joder, joder...- Repite ella, poniendo atención a cualquier sonido que nos lleve a ella
Abrimos puertas de diferentes despachos, pero aún no encontramos nada
-- baños- le digo caminando hasta ellos
Ella entra a el de mujeres y yo a el de hombres
Escucho gritos y le hago una seña a Tokio para que se acerque
Pateamos la puerta, y encontramos a Perker con poca ropa, peleándose por un móvil
Las dos apuntamos en su dirección y los halamos, fuera de el baño, llevándolos con el resto
Le pido a mi hermano las bandas para los ojos, y el me las entrega, para colocarlas a los últimos en llegar
El resto de nosotros, quienes llevan caretas, se la sacan
-- primero...buenos días- Berlín saluda, guiñándome un ojo- soy la persona que esa al mando y antes que nada quiero presentarles mis disculpas. Realmente no son formas de terminar la semana, pero ustedes están aquí en calidad de rehenes, si obedecen les garantizo que saldrán con vida- el recorre a los rehenes con la vista, para empezar a reconocerlos-
-- ¿pin?- Denver y Rio, empiezan a pedir teléfonos y camino hasta ellos, para ver en qué ayudo
-- 278
-- móvil- le pide a otro hombre, y el lo saca con nerviosismo- ¿pin?
-- ¿para que necesitas el pin?
-- o me das el puñetero pin, o te lo saco a puñetazos, tú verás
-- 1 2 3 4
Río, Denver y yo nos comenzamos a burlar
-- carilla de listo, pero pone esa mierda de pin. Menudo gilipollas-
-- ¿nombre?- pregunto
-- Arturo
-- ¿Arturo que?
-- Arturo Roman
-- muy bien- Denver le da palmaditas en la cara- Arturito
El teléfono de la entrada comienza a sonar
-- la señorita Mónica Gaztambide, por favor- Berlín le llama, posicionándose a mi lado - la señorita Mónica Gaztambide...- repite, cuando nadie se mueve- sería tan amable de dar un paso al frente!
Una mujer se adelanta más que el resto
-- soy yo
La tomo de su brazo y la jalo en dirección a el teléfono
Coloco su mano en este
-- bueno, vas a contestar el teléfono y los vas a convencer de que estamos encerrados por un problema técnico, ¿Entendido?
Ella asiente nerviosa
Coloco mi pistola sobre su mano
-- no me queda más remedio que apuntarte- ella comienza a temblar-
La pongo en su pecho
-- ahora-
Ella descuelga el teléfono y lo pone en su oreja
-- Fábrica nacional de moneda y timbre, ¿dígame?...no lo siento, no le puedo pasar a don Arturo en este momento...se ha caído el sistema....no, no puedo hacerle que suba...no, no puede coger en teléfono...no, no puedo ir por el...p-pero...pues por qué no! Por qué no se dónde está ahora mismo! Por qué ese no es mi trabajo, señorita!
Ella cuelga el teléfono y la veo con una sonrisa
-- esa ha sido una interpretación de Óscar, señorita Gaztambide-