—Espera, espera.
Me detuvo en seco cuando Nick me pidió que detuviera mi caminar antes de entrar a la recepción del hotel. Mis zapatos de tacón se clavaron en los adoquines que se abrían paso hasta la entrada y me corrí el cabello del rostro, aunque el viento estaba violento ese verano en Londres. Tomó de mi brazo y dio un pequeño tirón para acercarme a su cuerpo, cosa que no esperaba en lo más mínimo. Nuestros cuerpos chocaron y yo no puse resistencia a eso tampoco. Había algo en él hipnotizante que me dejaba por completo a la deriva queriendo más y más. Un imán, una fuerza capaz de dejar mi mente en blanco como en ese momento.
Me rodeó la cintura con una de sus manos mientras que con su mano libre tomó mi rostro para besarme. No entendía ninguna actitud de Nick, pero me dejé llevar por un momento porque mi boca ya estaba sobre la suya y él estaba entreabriendo mis labios para fundirnos en un beso más intenso.
Me gustaba como besaba, como aferraba su cuerpo al mío gritando seguridad y firmeza. Su beso era intenso, profundo y de esos que te dejan el cabello despeinado y los labios hinchados. Me encontré en un huracán eterno del que no quería alejarme y quería ser arrastrada hasta perderme en algún lado. Su lengua se atrevió a acariciar la mía y me di cuenta que estaba perdiendo el control de mis propios movimientos, pero no me importó. Estaba besando a un stripper como si no hubiera mañana frente al hotel donde iba a casarse mi hermana y el amor de mi vida. Pero en ese momento, atrapada entre Nick y el hotel, sentía que nada tenía sentido más que eso.
Me soltó de un momento al otro, sin ninguna explicación clara, pero no sin antes atrapar mi labio inferior con sus dientes. Me dio una pequeña mordida que me hizo daño, pero un dolor que era más placentero que otra cosa. Solté un pequeño quejido muy parecido a un gemido y él me regaló una sonrisa que hizo a mi entrepierna quemarse por completo.
Busqué aire, todavía atrapada por el agarre en mi cintura y por un momento quise que me tocara, que no fuera un beso. Quería que volviera a morderme, que me besara de ese modo cada vez que quisiera y que hiciera con esa boca las cosas que mi cabeza se estaba imaginando. Estaba que me derretía sola y eso pareció causarle gracia a Nick. Me soltó y me guiñó el ojo, limpiándose sin mucho cuidado su propia boca roja por mi labial.
—Ahí estás mejor. Ahora si luces como una mujer que está siendo atendida por mí.
Dicho eso comenzó a avanzar y tomó mi mano, obligándome a caminar a su lado aunque yo estaba realmente perdida en ese momento. Tropecé de manera torpe al subir los escalones y Nick se burló de mí de un modo que me puso totalmente colorada. Vaya idiota y yo ahí toda sintiéndome una niña tonta.
Entramos finalmente a la recepción y lo primero que vi me dolió. Thomas abrazando a mi hermana con cariño y dejando un beso en su frente. Mi Thomas, el chico que yo había querido para toda la vida y había sido demasiado tonta como para ignorar. Mi Thomas, mi eterno amor estaba en los brazos de la idiota y ladrona de mi hermana. Me dolía, me ardía y estaba lista para la guerra.
Nos registramos en el hotel ignorando a los románticos detrás de nosotros, sobre todo porque yo todavía no me sentía para nada bien con esa visión. No estaba preparada para ver a mi hermana casarse con el amor de mi vida, no importaba quien estuviera a mi lado para demostrar que lo había asumido. Era obvio que no lo había hecho todavía. Le dejé mis datos a la persona encargada y mi identificación, y Nick hizo lo mismo. Estaba bastante silencioso a pesar de sus bromas. Me di cuenta en ese momento que necesitaba de sus bromas más que nunca.
Cuando volvimos a girarnos ya no estaban los tortolitos, sino que estaba mi madre con mis tres tías yendo directamente hacia nosotros. Vi en sus rostros la sorpresa al ver a Nick conmigo y él, siempre tan vivo, apoyó su mano en mi cadera de una manera posesiva que me dio un poco de temor. Temor de todo lo que podía pasar.
—Por Dios, Allison, ya era hora que llegaras. Todos estábamos esperando por ti para el primer evento —me saludó mi madre con su tono de voz demandante. No era una mala persona, pero todo eso de la boda la tenía demasiado nerviosa. Su hija se iba a casar con una gran familia y a ella le emocionaba la unión. Toda la vida habían esperado que eso sucediera conmigo, pero yo metí la pata—. Te ves terrible, hija, el viaje te dejó muy mal.
—Viajamos en económico, dicen que eso destruye a las personas —bromeó Nick a mi lado haciendo que mi madre abriera los ojos y luego me mirara mal por haber elegido esa clase a la hora de viajar.
—¿Viajaste en económica, Allison? ¿Y el vestido como viajó? Sabes que a tu hermana le enojará muchísimo si lo has destruido, salió una fortuna y tuvimos que arreglarlo para que te entrara. —Su tono era tan demandante que por un momento quise sentarme en el suelo y llorar ante el cansancio que sentía. Habían arreglado el vestido porque yo no era tan delgada como sus amigas, las otras damas de honor.
—No creo que nos hayamos conocido antes. Soy Nicholas —se presentó Nick de la nada, queriendo sacarme de ese modo. Cosa que agradecí en silencio con una sonrisa, porque era lo que necesitaba y él había leído en mi rostro mi malestar—. Novio de Ally. Usted debe ser su hermana, ¿no?
Mi madre se rio en voz alta y mis tías le siguieron la risita de viejas chismosas. A mí me dolía el cerebro en ese momento. Necesitaba una ducha, una cama en donde dormir y muchas horas de sueño.
—Mal jugado, jovencito, ya le he dicho hija.
—Lo mal jugado no quita la verdad de mis palabras, señora, parece su hermana. ¿Y las señoritas aquí presentes? —quiso saber con curiosidad, tomando manos y dejando besos en ellas. Las mujeres se mostraron encantadas por su manera de ser, mientras que Nick no dejó de sonreírles de manera divertida. Esa sonrisa que conseguía todo lo que se proponía. Si a mi me convencía, no quería saber qué más podía hacer con otras personas.
—¿De dónde lo sacaste tan rápido, Allison?
Me paralice porque no había preparado demasiado luego de lo hablado con Nick en el avión y además no era buena mintiendo. El silencio nos invadió por unos segundos y solo quedé yo balbuceando como una tonta. Nick tomó ventaja, aunque no para bien.
—De un club de strippers.
Las risas por parte de mis tías volvieron, pero mi madre no se vio contenta por la bromita de Nick. Me miró despectivamente, como si estuviera esperando que yo le diera la razón a Nick. Sin embargo, me empecé a reír nerviosamente y le di un golpe inofensivo a Nick en el brazo, demostrando que estaba bromeando.
—Es un tonto bromista —lo regañé y traté de no demostrarle que enojada que estaba con su comportamiento—. Nick es arquitecto, nos conocimos en un evento de su empresa. Pero no voy a darte explicaciones de mi vida romántica, madre. Ahora, vamos a ir a nuestra habitación y luego bajamos al evento. Faltan cuatro horas todavía, no entiendo la prisa.
—Son ingleses, Allison, no te olvides que llegan temprano a todos lados.
—Bueno, pero yo no soy inglesa, madre. Llegaré cuando esté lista.
Dicho eso tiré del brazo de Nick, que no tuvo tiempo de decirle nada a mi madre y mis tías, para comenzar a caminar hasta el ascensor. El primer encuentro con un familiar y había salido horrible, Nick había fallado, yo había dicho tonterías y sabía que todo se debía al momento que vi a Thomas y a Lisa juntos. Tenía que comportarme y demostrar que eso no me afectaba, sino iba a perder todo lo que había planeado. Y el dinero gastado, claro.
—¿Estás enojada? Quería que fuera una broma para poder quitarnos esa sensación de encima...
—No todo puede ser una broma en la vida, Nick —le respondí hostil, tocando el botón para cerrar la puerta del hotel de manera insistente. No se cerró por unos largos segundos y me puse más impaciente. Cuando finalmente se puso en movimiento escuchamos que alguien pedía que detengan el ascensor. Yo lo ignoré, pero Nick puso su mano para detener las puertas metálicas. Lo miré enfadada porque no quería tener intrusos en nuestro pequeño cubo, sobre todo cuando vi de quienes se trataba.
No podía evitarlos eternamente, pero tampoco pensaba tener a mi hermana y a su novio (mi ex novio) en el mismo ascensor. A veces el karma jugaba bien sus cartas.
NOTA DE AUTORA:
No sé si les dije, pero yo releo esta novela con ustedes y me acuerdo cuánto me gustaba xD me rio como si fuera una lectora más. ¿qué piensan de lo que hizo nick? ¿fue una buena jugada? al fin se viene el encuentro con la hermana y el ex AAAAA.