Capitulo dedicado a @Edsuarez02 Te amo mucho y gracias por todo.
Sin más, podemos iniciar.
Samantha
Ya amaneció, la luz del sol se cuela por mi ventana, me desperezo, arreglo mi habitación y me asomo por la ventana que da directo a la calle, veo los carros de papá y más allá de la verja hay personas caminando, paseando a sus mascotas, hablando, riendo y todo me parece tan irónico, ellos así, felices con la vida sin ni siquiera imaginar que en frente, a unos metros, al otro lado de la calle o solo a algunos pasos viven unos mafiosos y una primogénita que puede morir si no cuida muy bien su culo desde ahora.
Hoy es mi último día en Londres o por lo menos en la ciudad, hoy en la noche me voy con Jeff a la cabaña así que este día lo voy aprovechar como nunca. Lo primero que hago es entrar al baño, me deshago de lo que es mi pijama y entro a la ducha, abro la regadera y el agua fría es un total alivio para mi caloroso cuerpo.
El verano en Londres no es muy fuerte, pero si hay días que son más calorosos que otros y hoy es uno de ellos, 15 minutos después decido salir de la ducha. Hago todo mi ritual y me decido por unos jeans, air jordan blancas con negro, camisa negra, perfume, celular y estoy lista.
Bajo, desayuno y mientras lo hago recibo un mensaje de mi castaña amiga.
Dani: Hola Samy, ¿ya estás lista? ¿Dónde nos vemos?
Sam: Hola Dani, si ya estoy lista. ¿Te parece en el Victoria Place? – le texteo rápidamente
Dani: Ahí será, ¿en 15 minutos está bien?
Sam: Si, dale ya voy para allá
Dani: Ya nos vemos entonces.
Bloqueé el celular y me dispuse a salir, desde ayer que llegamos no sé nada de Jeff así que paso el escribirle, pero esta vez decido decirle al resto de guardaespaldas para que vengan conmigo y no ir sola, porque si lo hago el regaño que no me dieron días atrás me lo darán hoy, además porque en palabras de mi mamá "aunque estemos en nuestro territorio siempre hay alguna bestia disfrazada de oveja que nos puede traicionar" y si, tiene razón cualquier persona por más "amigo" que sea, se puede vender muy fácil bien sea por dinero o por dañarnos, por ende, les hago caso.
Cuando salgo veo alrededor de 10 hombres, algunos vestidos como cualquier otra persona – lo que supongo es para no ser tan notorios para la gente pero creo que un poco difícil por la mayoría son relativamente jóvenes y lo peor de todo es que están muy buenos – y otros con trajes negros que por lo contrario son notorios – y por obvias razones gritan por todos los poros, soy guardaespaldas de alguien – en donde sea que estén, pero algo llama mi atención, mejor dicho, alguien – lo conozco, pero ¿de dónde? Decía en mi interior – moreno, alto, cuerpo atlético – no, no creo que sea él, imposible – un arete en el lado derecho, imponente – maldición no puede ser él, por favor no, que no seas tú, rogaba en mi interior una y otra vez – pero en efecto si es él, lo conozco, pude confirmar quien era cuando pude ver su perfil.
- ¡¿Gael?! – pregunte entre el asombro, el enojo y la decepción estando más cerca de él - ¿Qué haces acá? Y dime por favor que no es lo que creo – dio media vuelta y me miro – se quedó callado unos minutos, pero cuando habló hubiera preferido que no lo hiciera.
- Sam, esto es una historia larga, esto no tenía que ser así, lo siento ¿sí?, pero no podía decirte nada – en sus ojos veía el arrepentimiento, pero aun así estaba molesta – mi trabajo es cuidar de ti y .... – no lo deje terminar.
- Mejor cállate Gael – escupí más enojada y dura de lo que pretendía – ¡Me mentiste imbécil! Realmente te consideraba mi amigo, mi hermano – hice énfasis en esa palabra – lo sabes ¿no? y vienes a salir con que ¡¿es tu trabajo?! ¡Por Dios Gael! confié en ti – algunos de los guardaespaldas están viendo toda la escena, pero me da igual, me di media vuelta para irme, pero no lo pude hacer del todo, Gael me detuvo tomando mi brazo.
- Lo siento mucho Samantha, intente decirte, intente convencer a tu padre de que te dijera – dijo desesperado – pero podemos seguir siendo amigos Samantha, te quiero, eres una gran amiga, lo sabes y aun puedes confiar en mí.
- Mejor suéltame Gael, déjame ir.
- No Samantha no te vas a ir sola.
- Gael suéltame – dije irritada y a poco de mandar todo al carajo – y no voy a salir sola, venía a decirles que voy a salir, así que déjame ir y ustedes hagan su trabajo.
- No Samantha, esto se sale de mis manos, por lo menos tienes que intentar entender ¿vale?
- ¡Con un demonio Gael! – tiro de mi brazo y soltarme de su agarre – ¡Vete a la mierda! ¡Y ustedes! – me dirigí a todos los espectadores y sé que no era correcto hablarles así, pero el enojo en mi torrente sanguíneo era aún mayor – ¿Qué hacen mirando? ¿no tienen trabajo que hacer? ¡dejen de meterse en lo que no les importa – me dirigí en ese momento al moreno ojos café para que solo el escuchara – Hazme y hazte el favor de dejarme necesito, alejarme ¿bien? - el dolor se filtró en las facciones del moreno, pero no me amedrante ni un poco – si quieres hablar, está bien hablaremos Gael, pero no ahora.
- Está bien, pero promete que hablaremos Samantha – bufé
- Lo prometo, pero ahora mismo, necesito alejarme un rato. Solo, haz tu trabajo – solté decepcionada de mi amigo, vi el dolor de mis palabras en su mirada, pero giro sobre mi eje y fui directo hacia mi Jaguar F-Type blanca.
La decepción, el enojo y la tristeza son las emociones que tengo a flor de piel, no puedo evitar sentirme traicionada, después de todo, Gael llegó a mi vida hace 4 años, desde que lo conocí congeniamos muy bien, lo considero mi hermano, es una de las mejores personas que he conocido en toda mi vida, pero no quita el hecho de que todo fue por su "trabajo".
Estoy en el carro, en total silencio y el recuerdo de la primera vez que hablé con Gael llega a mí mente, su sonrisa, el café de sus ojos, su amabilidad, lo distraído que iba, aunque si lo pienso bien, todo estaba planeado después de todo.
Y el admitir eso en mi cabeza es lo que más me jode pero lo hace aún más el recuerdo.
Estoy caminando por la acera repleta de estudiantes, me detengo en una cafetería que está unas calles antes del colegio, hago mi pedido y una vez lo tengo, salgo, sigo mi camino, levanto un poco la mirada y en mi campo de visión aparece un chico moreno, alto, de cuerpo fornido – debe ser nuevo, digo en mi interior – viene caminando mirando su celular, tiene el ceño fruncido, se nota que viene muy distraído, dirijo mi mirada a mi camino, me faltan solo unos pasos para cruzar la puerta colegio, pero me detengo en seco cuando recuerdo que le dije a Dani que la esperaría para entrar juntas, doy media vuelta pero choco con alguien haciendo que caiga mi café, mi celular y el del desconocido chico frente a mí.
- Ouh, lo siento no debí parar así – le dije muerta de la vergüenza.
- No es nada – se arrodillo para agarrar los dos celulares y seguido entregarme el mío – yo estaba distraído, no te vi y lo siento, derrame tu café.
- No hay lio, supongo que fue culpa de los dos
- Por cierto, soy Gael, soy nuevo – extendió su mano a mí y la estreche
- Samantha un placer – le sonreí y solté su mano – bueno me tengo que ir, no vemos por ahí, supongo.
- Nos vemos Samantha y lo siento otra vez por tu café. Debería pagártelo – dijo apenado
- Es una buena idea, nos vemos – dicho eso di media vuelta y Sali a esperar a mi castaña amiga.
Alejo todos los pensamientos y los dejo lejos de mi mente. Aparco el coche en el primer lugar vacío que encuentro, miro a mi alrededor y me fijo en que los guardaespaldas también están llegando, antes de salir le escribo rápidamente a Daniela.
Sam: Perdón la demora ya estoy en el estacionamiento, nos vemos en el ascensor del primer piso, ya nos vemos.
No espero respuesta alguna y salgo al encuentro de mi amiga. Pido el ascensor y subo al primer piso, por el vidrio puedo ver algunos guardaespaldas que están subiendo por las escaleras y solo uno de ellos está conmigo dentro del ascensor y dos personas más. Salimos y me encuentro con una castaña un poco irritada.
- Llegas tarde y sabes que no me gusta esperar Sam – suelta cuando estoy enfrente de ella.
- Lo sé, lo siento mucho, tuve unos pequeños inconvenientes y se me hizo tarde.
- Espera, espera, aguanta ahí ¿inconvenientes? – asentí – pero ¿estas bien? ¿no tienes nada? – por más irritada que este, Daniela ese tipo de amiga que si tienes algo va a querer ayudarte, no te presiona a decirle las cosas, ella te ayuda en todos los problemas que tengas, te apoya en todo y esa es una de las cosas que más amo de ella.
- Si, estoy bien y deseo no hablar del tema, hay algo más importante que te quiero contar y pasar el rato juntas.
- Está bien – me dijo mirándome con los ojos entrecerrados - ¿vamos? – asentí y de inmediato caminamos.
En todo el rato hablamos de trivialidades, vimos una película en el cine, compramos algo de ropa y comimos dulces.
Algunas veces miraba hacia los lados y ya podía diferencia algunos guardaespaldas, en una de esas miradas pude divisar a Jeff lo cual no se me hizo raro, ese es el trabajo de él después de todo, es tan llamativo que muchas mujeres cuando pasaban por su lado se lo comían con los ojos – ¡ja! solo me lo puedo comer yo ilusas, digo en mis adentros – incluso mi amiga y en realidad no la culpo, Jeff es muy guapo y no lo voy a negar, además, sus tatuajes dan mucha intriga.
- Sam, ¿sabes quién es él? – luce demasiado impresionada, sigo el camino que hace con su dedo y está señalando a Jeff que parece pasar desapercibido entre la gente si no es por las miradas de algunas mujeres – porque está muy bueno.
- No, no lo conozco – claramente no le podía decir la verdad – pero si, concuerdo contigo, esta como quiere.
- Bueno – dice Dani mirando su celular – es la 1:35 ¿vamos a comer? Muero de hambre, así aprovechamos y me cuentas todo lo que me quieres decir.
- Me parece, muero por algo grasiento – Dani suelta una risa por como lo dije.
Caminamos hablando de tonterías, hasta el lugar donde están los restaurantes, llegamos, pedimos la comida y nos sentamos en una de las mesas que están hacia la ventana.
- Ya sabes como soy, además ese idiota no creería que le aceptaría otra cita, ¡la primera fue un total fiasco! – 40 minutos después se acerca un chico con nuestra comida y de inmediato se marcha
- Pero no tenías que decirle en su cara, mejor sal con tu mamá ella si te va a querer, por cierto, mejora tus técnicas para coquetear y modera un poco cuando hablas, escupes mucho – lo digo imitando su voz con lo que me gano una mala mirada de su parte – no me mires así, sabes que tengo razón, por lo menos tenías que ser un poco más sutil chica.
- Bueno, bueno – hizo un gesto con su mano restándole importancia – lo que sea, después de todo venimos para hablar de ti, así que, suéltalo nena.
- Está bien, bueno lo primero que te quiero decir es que me voy de Londres un tiempo y no se cuando regrese.
- ¡¿Qué?! –el grito de mi amiga nos hizo ganar algunas miradas de las personas, asile hice una seña para que bajara un poco la voz – ¿cómo que te vas? ¿Por qué? ¿A dónde?
- Porque quiero un nuevo ambiente por un tiempo, no será mucho tiempo – aunque eso no lo creía, eso lo dije para darme más ánimos a mí que para convencerla a ella – y a donde, eso realmente aun no lo decido, pero me voy hoy en la noche y antes de que me pregunte si, estoy segura de que es lo que quiero.
- Bien eso es lo que quieres y lo acepto, pero vas a volver ¿cierto? – asentí un poco dudosa, pero eso era lo que ella quería escuchar.
- Hay algo más – me miro con total curiosidad – y no sé cómo lo tomes, solo quiero que me digas que hacer, amm – no paraba de jugar con mis manos en mi regazo.
- Solo suéltalo Sam – tomo una respiración profunda, cierro los ojos y...
- Le fui infiel a Jacob – abro los ojos lentamente y veo a una Daniela sonriente y feliz como una lombriz – ¿Qué tienes? Un hada de la felicidad te hecho polvito mágico y no me di cuenta ¿o qué? ¿Por qué sonríes así?
- Me siento orgullosa de ti Samantha Brown, ¿lo sabes? – mi cara debió decirle todo porque lo aclaro – me hace feliz de que le fueras infiel a ese idiota, lo merece, pero mis preguntas son ¿estaba bueno? ¿Cómo lo hacía? Dime detalles y ¿le vas a terminar? Dime que si por favor.
- Si está muy bueno y lo hace genial, me dio uno de los mejores orgasmos de mi vida y lo hace mejor que Jacob y lo otro, no lo sé Dani, en estos momentos estamos bien, sé que lo merecía, también sé que esto no es amor, solo es – me calle unos segundos buscando las palabras – es, rutina, en nosotros ya no hay amor, no soy tan estúpida, pero no sé qué hacer, me acostumbre a su compañía. Lo voy a ver en un rato me voy a ir a despedir antes de irme esta noche.
- Yo opino que le termines, es tu momento Sam, ese idiota te la hizo muchas veces como para que te quedes en un lugar donde sabes que no te valoran. No puedes quedarte con una persona que juega contigo, sabes que mereces algo más, mereces una persona que te dé mucho más de lo que te da el imbécil con el que estas, o más de lo que tu misma te puedas dar, mereces que pase lo que pase tengas la certeza completa de que esa persona va a estar pese a la situación, que te acompañe cuando sepa que lo necesitas, que sea tanto un ángel como un demonio, mereces a alguien que si es necesario haga un pacto con el mismísimo diablo por ti, no mereces menos y metete eso en la cabeza – sus palabras me dejaron muda por un momento, pero sé que tiene toda la razón.
- Lo sé, pero no sé, todo está mal – la miro y tiene una cara de confusión y me percato de que casi, casi la cago – olvídalo, gracias Dani.
- ¿De qué? Sam somos amigas, siempre te voy a decir la verdad por más que duela, te cueste asimilarla o estés encaprichada, siempre estaré para ti lo sabes – me levante rodee la mesa y la abrace, porque en verdad apreciaba todo lo que esta chica me decía siempre y esta no era la excepción – te quiero Sam y espero tu viaje te sirva para que pienses en todo un poco.
- Y yo te quiero a ti Dani – me alejo en ese momento y me dirijo a mi silla – y yo también espero me sirva, lo necesito después de todo – terminamos de comer, seguimos hablando media hora más y salimos hacia el estacionamiento
- Te voy a extrañar – Dani se abalanza sobre mí y me da un fuerte abraso que correspondo en seguida – pero me alegra que te tomes un tiempo alejada de todos – nos alejamos y me mira – pero seguiremos en contacto y de no ser así Samantha Brown te voy a buscar donde sea que estes por ingrata ¿lo entiendes? – me reí y asentí a al tiempo
- Y yo te voy a extrañar a ti castaña bonita y es una promesa que vamos a estar hablando – la abraso de nuevo – te quiero mucho
- Y yo a ti, pero bueno, ya, sin dramatismos, nos veremos pronto
- Así es – pero no estaba segura de eso.
Nos terminamos de despedir a eso de las 3:10 pm. Entro a mi coche y me dirijo a casa de Jacob, por los espejos puedo ver el carro de Jeff y dos más que son de los demás guardaespaldas.
Llego a casa de Jacob, bajo del coche, le pongo el seguro, me dirijo a la puerta toco y la señora de servicio me abre la puerta, me indica que Jacob está en su habitación y hago mi camino hasta allí, me detengo cuando escucho unos gemidos al otro lado de la puerta y una voz que es muy conocida para mí y no es solo la de Jacob.
Abro la puerta y aunque no sea correcto, los miro la chica está en cuatro y Jacob la tiene agarrada por el cabello, la chica frente a mi grita cuando posa su mirada en mi
- ¡Mierda! Sam.
- ¿Sam? – le dice a la chica, pero cuando nota mi presencia trata de cubrir en un intento vano la desnudes de la chica.
Quiero llorar, gritar, golpear a las dos personas presentes, pero me sorprendo de mí misma de la serenidad con la que tomo la situación.
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¡¡Redoble de tambores por favor!!
Bueno, ¿Qué creen de Gael?
¿Les agradó Daniela? L@s leo
Sin algo más que decir, espero les gustara el capitulo de hoy. Si me ayudan con su voto y comentario lo agraderia millones.
Nos leemos lueguín.
Un beso enorme ❤️.
Con cariño.
Andrea B.