ALEXANDER.
Quince días habían pasado desde que llegamos a casa con Susan, las cosas estabas un poco tensas en casa, Nathalie pasaba más tiempo encerrada en su estudio con su bola de pelo que conmigo, y Susan parecía insinuárseme, si no a conociera pensaría que me coquetea.
Esta mañana desperté solo nuevamente, ya se había vuelto costumbre que Nathalie madrugara y fuera temprano al hospital y luego iba al trabajo, pero hoy no sería así, hoy la llevaría yo al hogar, pues Rose tenía su revisión mensual, baje despacio hacia el comedor y me detuve antes de entrar al escuchar las voces de mis chicas.
— No deberías ocupar a Alex con tus cosas, perfectamente puedes ir sola donde esa anciana — Fruncí el ceño, era la primera vez que escuchaba algo, Nathalie me comentaba que tenían roces, pero nunca escuché nada.
— Lo que hagamos mi esposo y yo no es de tu incumbencia — sabia de sobra que Nathalie a las mañanas era muy gruñona, quedé escuchando un poco más tras el muro.
— Lo es si Alex está de por medio, ya se aburrirá de ti, que puede ofrecerle una huérfana sin futuro — Eso me enojo bastante iba a replicar algo, sin embargo, preferí esperar para tener más pruebas. Le pediría prestada la pluma mágica a Edward.
Entre al comedor y ambas quedaron calladas.
— Buenos Días mi amor — besé suavemente a Nathalie y sentí el sabor del jarabe de los wafles en si boca. — Ya inundaste tus wafles — ella me sonrió.
— Buen día Alex — miré a Susan y sólo le asentí con la cabeza. — Estaba pensado que, ya que Nathi hoy va a ver a su abuelita, yo podría ir contigo al trabajo y ayudarte un poco, es que me aburro aquí — escuche a Nathalie bufar.
— No es necesario, hoy no trabajare — vi su cara de asombro. — Hoy estaré todo el día con mi esposa, la acompañare a la revisión de Rose y después tenemos otras cosas que hacer — vi que se enojó un poco, ahí supe que tenía que hacer algo pronto, pero me sentía mal sacarla sin mas sabiendo que estaba sin trabajo y si donde ir, después de todo yo fui quien la invito a esta ciudad, no la podía dejar a su suerte.
—¿Porque dijiste eso? — íbamos camino al hogar, Nathalie me miraba con cierto enojó.
— Porque es la verdad, después de ver a Rose y saber que todo está bien — señale el maletín que había en el asiento de atrás, — iremos a ver a un amigo, es abogado, ahora que tenemos todas las pruebas recolectadas podemos iniciar con la demanda —
En el hogar nada fue como esperábamos, Rose estaba decayendo cada vez más, y su memoria se desmoronaba conforme pasaban los días, la situación era difícil para Nathalie y odiaba verla mal.
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Luego de salir del hogar partimos rumbo al despacho de Stefan, Nathalie iba sumida en sus pensamientos, me mataba verla así, tomé su mano y no la solté hasta que llegamos a ver a Stephen, con él las cosas no fueron de la mejor manera.
— Con todas estas pruebas podemos poner varias demandas, pero no hay nada que sugiera que él fue el autor de la muerte de tus padres — aprete mi mandíbula.
— ¿Pero podemos hacer algo con esto? quiero que el legado de mi familia quedé con nosotros, mi hermana y yo —
— Podemos demandar por estafa, por malversación de fondos, por robo a propiedad intelectual, teniendo en cuenta que los documentos de traspaso de la empresa son falsos — eso era mejor que nada
— Esta bien, necesito que procedas con eso — dije seriamente, Nathalie sólo miraba y escuchaba atentamente
— La mayoría de los trabajadores del lugar se ve tan afectados, por ahora yo sugiero que tus amigos y tu esposa dejen la compañía, cuando esto estalle es posible que la empresa se venga abajo, es mejor si se liquidan antes de todo — no había contemplado esa idea, cuando todo pase y se haga público, no vamos a tener muchos clientes.
— Me parece perfecto, entonces, ¿es posible que nos vallamos a quiebra? —
— Exactamente, eres un genio Alex, luego entre todos te ayudaremos a sacar a flote la compañía, tendrás todo mi apoyo en eso, por ahora lo mejor sería eso —
—También creo que es cien por ciento necesario que tu salgas de la empresa — ¿Qué? Eso ni pensarlo, negué con la cabeza.
— No, me quedaré allí a ver como salen las cosas —
— No es recomendable la verdad, pero esa es tu decisión, les daré hasta el jueves en la tarde para que todos salgan seguros, el vienes enviaré el caso y el lunes iniciará todo — asentí.
Hablamos un poco más sobre el caso y después de todo un poco, había conocido a Stefan en la universidad en Francia, nos cruzamos en dos clases él estudiaba leyes y yo negocios internacionales.
Ahora había creado un bufete de abogados y junto con su esposa eran un dúo imparable. Sabía que más adelante me ayudarían a levantar la compañía de papá desde las cenizas.
Después del almuerzo con Stefan salimos con Nathalie a pasar la tarde, ella estaba un poco perdida en sus pensamientos.
— Amor, ¿quieres hacer algo en especial Hoy? — me quedé esperando su respuesta, pero no llegó.
Conduje hacia el Central Park, al llegar la tomé de la mano y caminamos hacia un lugar tranquilo, me senté a la sombra de un árbol y la senté a ella en mis piernas, la estuve abrazando todo el tiempo hasta que sentí sus lágrimas en mi pecho, la deje llorar, necesitaba desahogarse.
—Tranquila amor, voy a estar contigo — le daba suaves caricias a su espalda.
— Sabes que sin importar que, yo no voy a dejarte, me vas a tener a tu lado siempre — y era cierto, lo único que podría alejarme de Nathalie sería que me engañara, no podría soportar otro engaño, pero sabía que ella no haría algo como eso.
— Alexander, tengo miedo —
—¿Miedo de qué? —
—Tengo miedo por mi abuela, por ti, todo lo que se viene encima de ti, tengo miedo de perderte — bese su cabeza varias veces.
— No me perderás, todo estará bien, más si tu estas a mi lado — ella me sonrió de una forma muy dulce, limpie sus lagrimas con mis dedos y nos levantamos del pasto, ya estaba atardeciendo.
— Siempre estaré a tu lado apoyándote — susurre antes de besarla suavemente y la encamine de nuevo al auto, había un lugar al que quería llevarla, ya llevábamos cuatro meses juntos y la vida desde que estoy con ella me había cambiado por completo.
Llegamos al cementerio, era más como un enorme jardín aquel lugar, lo había escogido porque mi mamá amaba las flores. Caminamos por el enorme sendero hasta que llegue al lugar donde estaban.
"Maximiliano y Marie Andrews"
— Hola papas — Nathalie apretó un poco mi mano en señal de apoyo, hace un tiempo que no venía a verlos.
— Mamá, papá ella esa Nathalie, es la persona que elegí como mi mujer— La puse frente a mí.
Ella se inclinó un poco hasta tocar la inscripción de la pálida — Hola señor y señora Andrews, muchas gracias por poner a su hijo en mi camino, debo decir que al principio fue un completo grano en el trasero, pero después de un tiempo me di cuenta del maravilloso hombre que es realidad, deben estar orgullosos del hombre en que se convirtió —
Sonreí ante sus palabras y la abracé por la espalda. Estuvimos mucho rato en aquel lugar, Nathalie se veía mucho más animada, y yo estaba feliz de tenerla a mi lado.
Al llegar a casa a la noche entre primero a casa topándome con Edward y Lexie en el lugar.
— Eres un idiota Alexander — Grito Lexie
— Un Hola como estas Alexander quedaba mejor — dije con evidente sarcasmo. —¿Qué hacen aquí? —
— oh no, mi pregunta es ¿dónde está Nathalie? — no alcance a responder que me gane una terrible bofetada — ¿Cómo fuiste capaz de cambiarla por esa imitación de modelo? ¿cómo es que esa chica no nos quería dejar entrar alegando que era tu novia? —
— Lexie — no alcance a decir más que ya me había ganado otra bofetada. — ¡Esta loca!, no sé de qué demonios me hablas — mis mejillas ardían, esta mujer tenía fuerza.
— Hola Lexie — por fin mi salvadora había llegado.
— Nath, aún estás con este idiota, me recibió una horrible mujer diciendo que era su novia — Lexie abrazo a Nathalie y esta me fulmino con la mirada, Edward sólo nos miraba desde lejos aguantándose la risa.
— ¿por qué no le dijiste que era mi prima? — le pregunté al idiota que tenía como amigo, el se encogió de hombros mientras reía, disfrutaba ver a su mujer lastimándome.
— ¿Tu prima? — pregunto Lexie y vi asombro y vergüenza en su rostro.
— Lo siento Alexander, es que con lo que dijo — no podía creer que causará un mal entendido así con mis amigos.
— sólo bromeaba con ustedes — escuche a Susan atrás mío — Y salió muy bien, lo siento Alex, traeré algo frío para tu rostro — empezó a caminar hacia el interior de la casa, pero la detuve.
— Por favor no vuelvas a hacer ese tipo de bromas, solo causan malentendidos, la única mujer en mi vida es y será Nathalie —
No había hablado de ella con nadie, pues Susan me había pedido que la dejará buscar trabajo por sus medios antes de pedir ayuda a Lexie, aunque dudaba mucho que ahora le ayudará.
Lleve a Edward al despacho y allí le expliqué lo que me dijo Stefan, él estuvo de acuerdo con todo, sin embargo, seguiría ayudándome desde afuera para conseguir más pruebas.
La vida me había bendecido con una hermosa y dulce esposa y unos muy buenos amigos, no podía pedir más.