Laila Scamander Y Las Reliqui...

By fanfics_and_fandom

47.1K 6.5K 1.9K

#7 «A matar a Voldemort» Las cacerías han comenzado en el mundo mágico. Laila Scamander junto con sus amigos... More

Sinopsis + TRAILER 1
1: El camino de la Nostalgia
2: Tonks
3: Angustiosas horas
5: Preparativos
6: Los Delacour
7: Scrimgeour...otra vez
8: Testamento
9: Una boda de ensueño
10: Escape
11: Fugitivos
12: R.A.B
13: El Relicario
14: Kreacher
15: Una terrible reunion
16: Inútil Ayuda
17: Primera Plana
18: La calma antes de la Tormenta
19: Ministerio
20: Obsesión
21: No se deben decir mentiras
22: Escape poco exitoso
23: Gregorovitch
24: No son vacaciones
25: Inesperados visitantes
26: Separación
27: Carroñeros
28: La vida en Londres
29: El Refugio
30: El Plan
31: Avalon
32: Bola de Luz
33: Reencuentro
34: Una muy enojada Hermione
35: Lovegood
36: Las Reliquias de la Muerte
37: Emboscada
38: Pottervigilancia
39: Greyback
40: La Mansión Malfoy
41: Dobby, el elfo libre
TRAILER 2
42: Las Secuelas
43: Griphook y Ollivander
44: Un curioso trato
45: Padrinos
46: La horripilante poción multijugos

4: Por Ojoloco

1.3K 214 89
By fanfics_and_fandom

Nadie habló, nadie se movió. La noticia cayó encima mío como un cubo de agua fría. Por los primeros segundos no pude aceptarlo, no podía comprender como alguien como Ojoloco estuviera muerto. Después de unos momentos lo pude aceptar y eso lo hizo mucho peor.

—Lo vimos, —dijo Bill. Fleur asintió, rastros de lágrimas brillaban en sus mejillas a la luz—. Ocurrió justo después de que rompiéramos el círculo. Ojoloco y Dung estaban cerca de nosotros, se dirigían hacia el norte también. Voldemort... puede volar... fue directamente a por ellos. Dung cedió al pánico, le oí gritar, Ojoloco intentó detenerle, pero desapareció. La maldición de Voldemort dio a Ojoloco de lleno en la cara, cayó hacia atrás de su escoba y... no hubo nada que pudiéramos hacer, nada, teníamos a media docena de ellos a nuestra cola...

La voz de Bill se rompió.

—Por supuesto que no pudieron haber hecho nada, —dijo mi padrino.

Todos se quedaron de pie mirándose unos a otros. Ojoloco, tan duro, tan valiente, el consumado superviviente...con esas cicatrices...siempre en alerta permanente. Nadie dijo nada, que no había razón para esperar ya en el patio, y en silencio seguimos al Señor y la Señora Weasley de vuelta a la Madriguera, y al salón, donde Fred y George estaban riendo juntos.

—¿Qué pasa? —dijo Fred, estudiando las caras mientras entrabamos todos—. ¿Qué ha pasado? ¿Quién...?

—Ojoloco, —dijo el Señor Weasley—. Muerto.

Las sonrisas de los gemelos se convirtieron en muecas de sorpresa. Nadie parecía saber qué hacer. Tonks estaba llorando silenciosamente en un pañuelo, le puse una mano en el hombro a prima por unos segundos en señal de consuelo. Todos sabíamos que había estado muy unida a Ojoloco, era su favorita, su protegida en el Ministerio de Magia. Hagrid, que se había sentado en el suelo en la esquina donde tenía más espacio, estaba dándose ligeros toques en los ojos con un pañuelo del tamaño de un mantel. Bill se acercó al aparador y sacó una botella de whisky de fuego y algunos vasos.

—Aquí tienen, —dijo, y con un ondeo de su varita, envió los trece vasos a volar por la habitación hacia cada uno, sujetando el número catorce en alto.

—Por Ojoloco.

—Por Ojoloco, —dijeron todos, y bebimos. El whisky de fuego apenas me quemo un poco mi garganta, lo caliente y abrasador que era me dio una sensación de calidez suave pero a la vez firme, lo tomé todo de un trago como un shot. Sin embargo cuando volví la vista note que todos los adultos o bueno los que no me había visto beber al contrario de mis amigos, me vieron sorprendidos con la facilidad que lo había tomado todo de un solo trago. Mi tío Remus me vio con las cejas alzadas.

—Ay....quema...mucho— mentí terriblemente sin mucha emoción, me di la vuelta hacia Bill, queriendo aclarar mis sospechas—.  ¿Así que Mundungus desapareció?

La atmósfera cambió al momento. Todo el mundo parecía tenso, observándome, y es que yo había dicho lo que ninguno se había atrevido a decir pero todos pensaban.

—Sé lo que estás pensando, —dijo Bill— y yo me lo pregunté también, de camino aquí, que parecían estar esperándonos, ¿verdad? Pero Mundungus no puede habernos traicionado. No sabían que habría siete Harry, eso les confundió en el momento en que aparecimos, y por si lo has olvidado, fue Mundungus quien sugirió esa pequeña treta. ¿Por qué no iba a contarle la clave del plan? Creo que Dung cedió al pánico, es tan simple como eso. No quería venir en primer lugar, pero Ojoloco le obligó, y Quien-tú-ya-sabes fue directamente a por ellos. Eso es suficiente como para que cualquiera entre en pánico.

—Quien-tu-ya-sabes actuó exactamente como Ojoloco esperaba de él, —resopló Tonks—. Ojoloco dijo que él esperaría que el auténtico Harry estuviera con el más duro y hábil de los Aurores. Perseguiría a Ojoloco primero, y cuando Mundungus les decepcionara iría a por Kingsley...

—Si, y todo eso está muy bien, —exclamó Fleur, pero todavía no explica como sabían que tgasladabamos a Haggy esta noche, ¿verdad? Alguien debe habegles alegtado. A alguien se le escapó la fecha ante un desconocido. Esa es la única explicación para que supiegan la fecha pero no todo el plan.

Miró a todos alrededor, con rastros de lágrimas todavía grabados en su hermosa cara, desafiando silenciosamente a cualquiera de ellos a contradecirla. Nadie lo hizo. El único sonido que rompía el silencio era los hipidos de Hagrid desde detrás de su mantel. Note a mi novio que veía de reojo a Hagrid que moriría por él pero a veces no media lo que decía, quien una vez había sido engañado y había dado a Voldemort información crucial a cambio de un huevo de dragón. Pero Hagrid a estas alturas no cometería un error como ese.

—No, —dijo Harry en voz alta, y todos le miraron sorprendidos. No me sorprendió mucho que contradijera , así era él—. Quiero decir... si alguien cometió un error -, y se le escapó algo, sé que no tenía intención de que así fuera. No es culpa de nadie. Tenemos que confiar los unos en los otros. Yo confío en todos ustedes, no creo que nadie en esta habitación me vendiera nunca a Voldemort.

Más silencio siguió a sus palabras. Todos le miraban. Harry se sentía un poco acalorado otra vez, y bebió más whisky por hacer algo. Yo pensé en seriamente tomarme otro trago. Me pregunté si Lefay hubiera estado entre esos mortifagos pero rechace esa idea, Bellatrix había ido por mi.

—Bien dicho, Harry, —dijo Fred inesperadamente.

—Si, oído, oído, —dijo George con una mirada de reojo a Fred cuya comisura de la boca estaba retorcida.

Mi tío Remus mostraba una expresión rara cuando miró a Harry. Era casi de lástima.

—¿Crees que soy un tonto? —exigió Harry.

—No, creo que eres como James, —dijo mi tio Lupin—. Que habría considerado una absoluta deshonra recelar de sus amigos.

Sabía adonde quería llegar mi tio Remus: a como habían sido traicionado por su amigo Peter Pettigrew que dio la información sobre el paradero de los Potter siendo su guardián secreto. Note la furia de Harry y di un paso hacia adelante.

—Nadie en esta habitación— aclare—. Nos hubiera traicionado. Desconfiar los uno de los otros solo nos destruirá. De la misma manera que empezaron a desconfiar de ti hace 16 años, tío Remus. ¿O acaso no lo recuerdas?

Mi padrino en respuesta negó con la cabeza, resoplando, sabiendo que yo tenía razón pero sin querer admitirlo, entrelace mi mano con la de mi novio a la vez que mi tio dejo su vaso en una mesita, y se dirigía a Bill.

—Hay trabajo que hacer. Puedo pedírselo a Kingsley si...

—No, —dijo Bill al instante—. Yo lo haré, iré.

—¿Qué harán? —dijeron Tonks y Fleur juntas.

—El cuerpo de Ojoloco, —aclaro mi padrino—. Tenemos que recuperarlo.

—¿No puede...? —empezó la Señora Weasley con una mirada invitadora hacia Bill.

—¿Esperar? —dijo Bill—. No a menos que prefieras que los mortifagos se lo lleven.

Nadie habló. Mi tio y Bill dijeron adiós y salieron.

El resto se dejó caer en sillas, Harry y yo nos quedamos de pie, él me apretó un poco la mano haciéndome verlo. Por su cara, supe lo que quería hacer; irse ahora, no causar mas problemas, mas muerte, sus ojos verdes estaban oscurecidos. Vi a Hermione y a Ron, hablandoles en sus mentes.

"Se quiere ir ahora"

—Nosotros también tenemos que irnos—dijo Harry. Recordé lo que le hice prometer en el funeral de Dumbledore, que nunca me dejara, yo había estado en el cementerio en cuarto, lo que él hiciera yo lo apoyaría al igual que lo harían Ron y Hermione. Yo ya me había despedido de mis abuelos, no tenía ningún problema en irme ahora, pero todos quienes nos estaban mirando pensaban algo muy distinto.

—No seas tonto, Harry, —dijo la Señora Weasley—. ¿De qué estás hablando?

—No puedo quedarme aquí.— él respondió, note preocupada que se frotó la frente; recordé pasar un dedo sobre la cicatriz y el escalofrió que me dio—. Todos están en peligro mientras yo esté aquí. No quiero...

—¡No seas tan tonto! —siguió la Señora Weasley—. El objetivo de todo lo de esta noche era traerte aquí a salvo, y gracias a Dios funcionó. Y Fleur ha estado de acuerdo en casarse aquí en vez de en Francia, arreglaremos algo para que podamos quedarnos todos juntos y vigilarte...

Ella no lo entendía; estaba haciéndole sentir peor, no mejor.

—Si Voldemort averigua que estoy aquí...

—¿Pero por qué iba a hacerlo? —preguntó el Señor Weasley.

—Hay una docena de lugares en los que podrías estar ahora, Harry, —dijo el Señor Weasley—. No tiene forma de saber en que casa segura estás.

—¡No es por mí por quien estoy preocupado! —dijo Harry.

—Eso lo sabemos, —dijo el Señor Weasley tranquilamente—, pero haría que nuestros esfuerzos de esta noche parecieran bastante inútiles si te marcharas ahora.

—Tú no vas a ninguna parte. Ninguno de los dos—gruñó Hagrid viéndome ahora a mi—. Caray, Harry, ¿después de todo lo que hemos pasado para traerte aquí?

—¿Si, qué hay de mi oreja sangrante? —dijo George, incorporándose en los cojines

—Lo sé...

—Ojoloco no querría...

—¡LO SÉ! —gritó Harry a pleno pulmón.

Envolví mis manos alrededor de su brazo, sus músculos dejando de tensarse, todo lo que estaban diciendo los otros lo hacía peor, Harry no quería que sufrieran mas, no quería que tuvieran que seguir protegiéndolo, él no quería ser protegido, quería protegerlos. 

—No grites— le dije con suavidad, ya acostumbrada a sus irracional ira a veces, pero ahora estaba justificada. Ojoloco acababa de morir y él se sentía culpable. Chasqueé los dedos murmurando un hechizo de Morgana y la botella fue volando hacia mi, todos me vieron sorprendidos.

—¡Laila...

—Relájense, es magia de Morgana, antes de que el ministerio existiera, no me pueden rastrear— me serví mas en mi vaso a la vez que se hizo un largo y torpe silencio, que fue roto al fin por la Señora Weasley.

—¿Dónde está Hedwig, Harry? —dijo —. Podemos ponerla con Pidwidgeon y darle algo de comer.

Baje la mirada, la conversación iba de mal en peor, entrañas se apretaron como un puño. No podía decirle la verdad. Se bebió lo que quedaba del whisky para evitar responder.

—Espera a que la gente se entere de que lo hiciste de nuevo, Harry, —dijo Hagrid—. ¡Escapar de él, luchar con él cuando estaba justo encima de nosotros!

—No fui yo, —dijo Harry rotundamente—. Fue mi varita. Mi varita actuó por su cuenta.

Después de unos momentos, Hermione dijo gentilmente;

—Pero eso es imposible, Harry. Quieres decir que hiciste magia sin pretenderlo; reaccionaste instintivamente.

—No,—dijo Harry—. La moto estaba cayendo, yo no podía decir donde estaba Voldemort, pero mi varita giró en mi mano y le encontró y le disparó un hechizo, ni siquiera fue un hechizo que yo reconociera. Nunca antes había hecho que aparecieran llamas doradas.

—Con frecuencia —dijo el Señor Weasley—, cuando estamos en una situación bajo presión podemos producir magia con la que nunca habríamos soñado. Los niños pequeños lo averiguan a menudo, antes de ser entrenados.

—Una vez me caí del segundo piso de mi casa y reboté de nuevo hasta arriba dije en voz alta.

—No fue así, —dijo Harry apretando los dientes, vi como fruncía el ceño, estaba en dolor, su cicatriz. Vi a todos a nuestro alrededor, que no le creían por completo y es que yo tampoco había oído sobre una varita que actuara sola.

—Me esta dando calor. Acompáñame afuera— mentí suavemente, pidiéndole a Harry y entrelazando nuestras manos de nuevo, en realidad queriendo sacarlo de la sala de estar y de la conversación lo mas rápido posible, él me dio una mirada de agradecimiento a la vez que los dos salimos a la tibia noche. 
Nos detuvimos en la verja del jardín, y Harry por fin se frotó la cicatriz, murmurándome que le molestaba, no le había dolido hace un año, ahora le picaba, le palpitaba.

—Ahj....—se quedó poniéndose ambas manos en la cara.

—Harry, ¿Harry, vez algo?— pregunté, normalmente cuando esto sucedía era por la conexión que tenían él y Voldemort

—Duele...duele mucho...— él balbuceó—. Es verdad, lo que dije, mi varita lo hizo, no se por que o como pero...

—Harry esta bien, yo te creo, tengo una bruja de 500 años dentro de mi ¿crees que no creeré que tu varita actuó sola?— alze una ceja, sin embargo el dio un gemido de dolor, se aferró la frente, cerró los ojos, se veía tan blanco como el papel y cayó al suelo como si se estuviera desmayando. 

—¡Harry!— exclame arrodillándome a su lado, se había quedado sentado, agarrándose la cabeza mientras se quejaba del dolor. Contra todo lo racional me metí en su cabeza con mi legeremancia y sentí tanto dolor que hasta yo misma me agarré la frente del dolor dando un saltó hacia atrás, lo único que había visto era un segundo de un viejo revolverse en el suelo retorciéndose de agonía.

Él abrió los ojos, estaba temblando, lo tome de los brazos ayudándolo a pararse, se aferró a mi,  con el corazón acelerado, la cicatriz todavía zumbando. 

—¿Que fue eso?— él susurró—. Ese hombre....

—No lo se— negué con la cabeza—. ¿Estas bien?

No respondió y yo lo obligue a sentarse en uno de los bancos que habia, se sentó pesadamente suspirando, tomo mi brazo con sus manos como yo había hecho adentro y apoyando su barbilla en mi hombro. No dije nada por un minuto hasta que tuve que romper el silencio.

—¿Ese era Ollivander no es cierto?

Él asintió.

—Esta buscando una solución sobre las varitas—Harry tragó, sus manos heladas aferrándose a mi brazo desnudo por el vestido sin mangas que ocupaba—. Tiene a Ollivander.

Ambos alzamos la mirada al escuchar unos pasos que crujían por la hierba eran Ron y Hermione  que venían hacía nosotros.

—Harry, vuelve a entrar en casa— susurró Hermione—. ¿Todavía estás pensando en marcharte?

—Si, tienes que quedarte— dijo Ron, aporreando a Harry en la espalda.

—¿Estás bien? —preguntó Hermione, lo suficiente cerca ahora para mirar a Harry a la cara—. ¡Tienes un aspecto horrible!

—Ron— lo regañé por su falta de tacto.

—Bueno, —dijo Harry temblorosamente—. Probablemente mejor que el de Ollivander...

Cuando terminó de contarles lo que había visto, Ron parecía consternado, pero Hermione categóricamente aterrorizada.

—¡Pero se suponía que había parado! Tu cicatriz... ¡se suponía que ya no hacía esto! No debes dejar que la conexión se abra de nuevo... ¡Dumbledore quería que cerraras tu mente!

Cuando él no replicó, le aferró el brazo;

—¡Harry, está tomando el Ministerio y los periódicos y la mitad del mundo mágico! ¡No dejes que se meta en tu cabeza también!

—Hermione— le hablé cortante, la voz firme—. Harry no se irá ahora, ninguno de los cuatro se ira ahora. Nos mantendremos con el plan, nos iremos los cuatro después de la boda. Iremos en un minuto si, ustedes traten de calmar el ambiente. Hablaremos de esto antes de dormir.

Ron me vio con un poco de duda pero fue el primero en levantarse, Hermione no se veía muy segura pero yo insistí, sabía que Harry necesitaba cerrar su mente, pero se veía tan abatido y culpable por la muerte de Ojoloco y ahora que Ollivander estaba siendo torturado e interrogado por Voldemort. No note que mis dos amigos se habían dio dejándonos solo hasta que Harry habló;

—No quiero que mas gente muera por mi ¿Por que no entienden eso?— murmuró frustrado—. Estando aquí.

—Ojoloco no murió por ti Harry. Murió por sus ideales. Murió como el hombre que era. Luchando. Murió por esta guerra que empezó antes de que yo o tu naciéramos—le puse una mano en el hombro—. No estás solo en esta lucha contra él.

—¿Estas segura que Ron y Hermione....?— el comenzó, habían pasado seis años y aun así el dudaba de que nosotros tres lo acompañaríamos en esta misión tan importante. Sonreí suavemente.

—Todos sabemos el riesgo que es y lo aceptamos. Ya me despedí de mis abuelos, digo, los veré en la boda de Bill y Fleur pero...tuvimos una despedida un poco mas intima en casa.— dije con tristeza y él lo notó.

—No quiero que te alejes de ellos solo por...

—Irán a buscarme Harry, los torturaran, si no me voy....— mi voz tembló, cada vez volviéndose mas pequeña. No podía siquiera imaginar lo que harían para encontrarme, por Morgana, por mi poder, me encogí. Esta vez fue él, el que me abrazó, poniéndome los brazos alrededor y acercándome aun mas.

— Jamás me perdonaría que algo les pasará a Ron, Hermione...sobre todo a ti.— él susurró—. No a ti.

Inmediatamente a mi menté vino la maldición de Morgana que el año pasado quise evitar, negándome a mi misma por mucho tiempo  lo que algún día tenía que pasar. Si quería vivir mi propia vida, sentí la amargura en mi pecho por no revelarle esto y es que no se lo podría revelar hasta que esto terminara...¿y quien sabrá cuando todo esto terminaría? 

Y cuando se terminara la guerra, cuando ya no estuviera Voldemort, yo mismo lo haría sufrir, haciéndolo lanzarme la maldición asesina, apreté los dientes, tratando de no llorar.

Vi que frene a nosotros dos se había aparecido Morgana que con pena me miro;

Lo siento, anwyl.

—Creo que otro vaso de whiskey nos haría bien.— murmuré.

Despues de un maraton de Harry Potter pude terminar de escribir este capitulo.

Continue Reading

You'll Also Like

1.1M 48.5K 95
Maddison Sloan starts her residency at Seattle Grace Hospital and runs into old faces and new friends. "Ugh, men are idiots." OC x OC
592K 36K 100
Kira Kokoa was a completely normal girl... At least that's what she wants you to believe. A brilliant mind-reader that's been masquerading as quirkle...
305K 6.8K 35
"That better not be a sticky fingers poster." "And if it is ." "I think I'm the luckiest bloke at Hartley." Heartbreak High season 1-2 Spider x oc
185K 2.3K 31
"You ain't leaving until you suck my cock Y/n." he said with deep voice holding her hair tightly... ~𝒔𝒆𝒙 𝒔𝒄𝒆𝒏𝒆𝒔 ~𝒔𝒎𝒖𝒕 𝒘𝒂𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈 ~𝒆...