La furia se podía notar es su ojo violeta, la vena en su cuello parecía estallar, no había palabra alguna sobre lo que escucho, ¿acaso Jungkook fue quien dejó en silla de ruedas a su abuelo?
─Amor, nos vamos. Anda por tus cosas y las mías, al parecer no nos quedaremos más. ─su voz sonó demasiado decidida, lo entendía Jimin.
Ni siquiera Jimin dudó en ir arriba tomando las maletas de ambos. El chófer las metió y Jungkook salió serio de aquella mansión. Tan sólo un par de horas ahí y el pequeño Omega se enteró de tantas cosas, pero lo único que no lo tranquilizaba era el «no toques a mi Omega» unas simples palabras hicieron estremecer su cuerpo.
Hubo un silencio durante todo el camino, no podía ni ver al Alfa por las gafas y mascarilla que cubría otra vez su rostro. Su olor amargo se expandía por todo el auto. Evitó preguntas, evitó siquiera respirar y que le dijera algo, le tenía miedo después de eso, mucho más de lo que podían imaginar.
Al llegar otra vez a Seúl, bajaron entrando al lujoso hotel. Jungkook tomó su mano entrelazando ambas, bajo las miradas de todos los que pasaban por ahí. Jimin sentía un poco de vergüenza por los rumores que se esparcían entre ellos; estaba seguro de que mañana él saldría en las noticias.
Y por supuesto que sí pues había un paparazzi tomando fotografías.
Subieron a su apartamento, Jungkook no dijo nada y subió a su habitación, escuchando el cerrar tan fuerte de la puerta que fue inevitable pensar sobre su enfado.
Jimin ni siquiera sabía qué pasó exactamente, ese viejo lo quería lejos del alfa y pensar que se miraba buena persona.
Estaba desquiciado, como pudo siquiera pensar que Jimin aceptaría ese dinero, además lo más extraño para el Omega fue que otra Omega sí aceptó el dinero. Sea quien sea ella debió ser la razón por la cual el Alfa llegó molesto aquella noche que casi lo mata a él, ¿aún le afectaba?, De seguro que si.
Al día siguiente Jimin despertó temprano, «su alfa» no había salido en todo el día de su habitación ni siquiera salió a cenar, cosa que preocupó al rubio.
Hoy preparo una rica ensalada de frutas con leche de banana que le gusta a su jefe, comía estos los domingos según entendía Jimin.
Se supone que sería su día libre, pero pues las cosas cambiaron de un día para otro. Ahora era el prometido de alfa más rico de Seúl, pronto se casaría y le daría cachorros. Ese tema de los cachorros aún era un tema que le daba escalofríos al pobre Jimin. Es virgen y Jeon sería el primero en tocar su cuerpo, bueno es un decir, ya que hace dos años atrás en una fiesta se emborrachó como nunca y dejó que alguien lo manoseara sin ninguna vergüenza, no hubo besos y no llegó a más, pero alguien más lo tocó.
Suspira rascando su nuca, hoy iría a ver a su mejor amigo y contarle todo lo que estaba pasando, menos lo de los golpes, eso sí que evitaría el tema. Se alistó con la nueva ropa que el Alfa le compró. Una camisa blanca de seda, unos ajustados pantalones y su chaqueta de cuero Louis Vuitton y estaba listo.
Ni siquiera parecía el Jimin de hace unos días.
Camino hasta la habitación del Alfa, parecía que no había nadie ahí, aun así con todas sus manos temblorosas tocó la puerta.
─Señor... digo Jungkook, el desayuno está listo. ─Le grita, pero no recibe respuesta.─ Hoy saldré, iré a ver a mi mejor amigo, es domingo y quiero verlo ¿está bien?
Tampoco hubo respuesta alguna. Suspira derrotado. Temía que si se iba se enfadara con él. Con la última alternativa tocó la puerta, nada otra vez, la abrió lentamente notando que todo estaba oscuro, un cuerpo grande estaba acostado sobre la gran cama boca abajo.
─¿Jungkook, estás bien?
Nada, otra vez. Entró acercándose a él notando que había botellas de alcohol por todas partes, se había embriagado, parecía su cosa favorita siempre que se molestaba, apestaba mucho alcohol.
Suspira el Omega sin saber qué hacer, si se iba con su mejor amigo lo más probable era que el Alfa lo buscará, no quería hacerlo enojar. Tomó su móvil y mandó un mensaje a Taehyung disculpándose por no poder ir a verlo.
Quito su chaqueta y empezó a limpiar la habitación, 5 botellas de tequila eran las que tiró a la basura, bebía mucho, esto era demasiado. Terminando de limpiar dejo ropa limpia y bien planchada en su perchero, remango su camisa blanca para tratar de cargar el cuerpo de Alfa para llevarlo a la ducha, pero su peso era mucho ni siquiera una mano podía levantar el Omega.
─¿Qué comes, Jeon? ─Murmura tratando de moverlo.
Jungkook estaba demasiado crudo para moverse, ya había despertado al olfatear el olor de su Omega, las frambuesas penetraron toda su habitación con ese rico olor a perfume. Miro los intentos de Jimin en querer moverlo así que sin que se lo esperara lo tomó de la cintura, acorralando su cuerpo debajo del suyo.
Jimin quedó sorprendido por su movimiento tan rápido, un mal recuerdo llegó a su memoria cuando pasó esto hace días atrás. Cerró sus ojitos por inercia, Jungkook podía oler su miedo, lo entendía, él lo provocó, pero quería compensarle por ese recuerdo amargo.
─Park, abre los ojos.
Le susurra acariciando su cabello rubio. Jimin abrió sus ojitos mirando otra vez ese rostro, su ojo banco y el normal gris que tenía, no había furia en su mirada, al contrario, parecía tranquilo.
─¿Estás… bien? ─pregunta. A lo que asiente el mayor.
Lo mira fijamente sin perder detalle de sus lindas pequitas en sus mejillas regordetas, el rubio se estaba poniendo nervioso tragando saliva, lo mira fijamente igual. Su abuelo del alfa le dijo tantas cosas que el monstruo fue lo que más se le pegó.
Él no era un monstruo, tal vez su forma de actuar y lo que ha pasado fue que él se comportará de esa manera, quería preguntar tantas cosas, quisiera saber el rubio porque tiene eso, que fue lo que pasó. Sin embargo sabía que si preguntaba tal vez en problemas se metería con él y era lo menos quisiera ahora. Le tenía miedo por su carácter, pero nada más, no había otra razón.
Silenció con fuertes respiraciones, era lo que se escuchaba. Jungkook fue acercándose más al omega quien se perdió en sus labios pequeños, no sabía qué le pasaba, se estaba dejando llevar. La unión de sus labios se hizo presente, el tacto hizo estremecer el cuerpo de Jimin que su lobo saltó de la felicidad, al igual que el lobo de Jungkook.
Un beso que empezó tierno, un beso que fue inesperado mando todo al demonio. Aumentó sus movimientos, chasquidos se escuchaban, sus lenguas se cruzaban con la otra como si comieran un rico caramelo. Jimin se abrazó a su cuello dejándose llevar por su lobo, lo disfrutaba, se sentía también besar sus labios.
Jungkook deslizó su mano por la cintura de Jimin alzando un coco su cuerpo, el Omega abrió sus piernas sintiendo su erección del alfa golpear la de él, lo hizo gemir, lo excitó aquello.
¿Esto en serio estaba pasando? Park Jimin se estaba dejando llevar ¿lo iban a hacer?. Eso hizo estremecer su cuerpo, pero fue demasiado tarde cuando el Alfa metió sus manos en su camisa blanca tocando su piel pálida con sus dedos fríos, sintió el Omega como sus vellos se erizaron. Su cuello fue atacado, marcado por sus besos, él no se quedó atrás y llevó sus manos a su pantalón del Alfa para quitar su pantalón, perdió la batalla contra su lobo.
Estaban en el mero punto de su acción, de no ser porque alguien los interrumpió desde la puerta.
─Lo… lo siento, yo…
En un grito dice Joong-ki muy avergonzado y no era el único, ya que Jimin estaba de la misma manera. Jungkook bufo con amargo, sólo a su mejor amigo se le ocurría venir a interrumpirlo. Mira la carita roja del Omega, beso fugazmente sus labios levantándose.
Jimin tomó una almohada cubriendo su carita, Jungkook sonrió levemente mirando su comportamiento.
─Hablaré con Joong ki, si quieres ir a ver a tu amigo no me opongo. Llega temprano ─dice entrando a la ducha.
Jimin quita la almohada mirando la puerta del baño cerrarse, se levantó rápidamente tomando su chaqueta entrando a su habitación. Se recarga sobre la puerta tratando de que esa sensación excitante se le quitará. Casi follaba con el Alfa y lo peor es que él quería, ¡no!, Fue su lobo.
─Mochi, que te pasa eso se le llama traición. ─Le reclama a lo que su lobo baja sus orejas─ no podemos, él no es nuestro alfa de verdad, no puede volver a ocurrir.
Le advierte con su corazón latente, ni el mismo ya lo creía. Más tarde cuando su erección bajó, tomó sus cosas bajando las escaleras, por suerte el Alfa amigo de Jungkook estaba con en la oficina, sintió una gran vergüenza, cómo iba a verlo a la cara después de eso.
Salió del edificio subiendo aún taxi para qué lo llevará a la casa de su amigo, tenía muchas cosas que preguntarle por qué definitivamente se estaba volviendo loco.
Mientras tanto Joong ki esperaba una respuesta de parte de su amigo, definitivamente había venido en mal momento, pero quería saber cómo le fue con su abuelo.
─¿Qué te trae en domingo?
Sintió su voz molesta, lo entendía.
─Primero disculpa por lo que pasó la otra vez no fue mi intención decir eso, y la otra es perdón por interrumpir tu casi follada con el Omega.
Explica tomando un puro, riendo divertido.
─Perdonado, pero para la otra llama y no entres como si nada en mi apartamento. ─él toma un vaso de agua tomando una pastilla para el dolor de cabeza.
Le costó mucho contenerse en querer follar al Omega sin importar que su amigo estuviera presente, pero no era el momento para eso.
─¿Qué fue lo que pasó con tu abuelo?, ¿Por qué llegaste tan pronto? ─suelta el humo de su boca mirado atento a su mejor amigo.
─Lleve a Jimin para presentarlo como mi Omega, él al principio lo aceptó, pero después que me fui a la tumba de mis padres él...
Se detiene recordando lo que le dijo a Jimin y el como le soborno con todo de maletín de dinero.
─¿Él... que?
─Cuando llegué escuché como algo cayó el piso, se escuchó en la cocina y fui ahí. Escuché como mi abuelo tenía la intención de comprar a Jimin para que se alejara de mí. ─le dice. El castaño frunció su ceño─ Le dijo que fuera listo y aceptará el dinero, que me dejara tal como lo hizo Soojin.
─¿Y qué hizo el rubio?.
─Tiró el maletín diciendo que no me dejaría por todo ese dinero. Le insultó diciendo que el único monstruo era él por decirme que yo… Ya sabes. ─Suspira tomando asiento─ Quería golpearlo con su bastón, me interpuse, le amenacé con dejarlo en coma como le dejé en silla de ruedas, me lleve a Jimin de ahí, no quería verlo ni discutir más.
─Ese maldito viejo decrépito, no sabes las ganas que tengo de romperle la nariz. ─ríe Jungkook comiendo el desayuno que preparó Jimin.
─Cuando llegué aquí me enfade mucho, no quería gritarle a Jimin así que fui arriba y bebí como loco.
─El alcohol no resuelve tus problemas mi querido amigo, deja de hacer eso. ¿Y qué pasó después?
─Sólo eso. Jimin entró está mañana a mi habitación y pasó lo que viste e interrumpiste nuestro momento.
─Siento eso ─vuelve a reír─ Me alegro de que Jimin no aceptará ese dinero y pusiera en su lugar al viejo, no sabes cuánto odio al maldito.
─Él no es Soojin, él no me dejó por dinero y es algo que valoro mucho.
El Alfa castaño entrecerró los ojos analizando a su mejor amigo, estaba casi seguro que sonó diferente, algo más como «cariño», o lo interpretó mal.
─En fin mi querido amigo, mañana tenemos la junta en la empresa, sé que no te gusta ir, pero es necesario porque vendrá la señorita Alice desde California para lo de Francia.
Jungkook asiente mirado los papeles que le entregó su amigo, la línea blanca para los restaurantes de la Omega era el día jueves, tenía que viajar allá con ella y eso es lo menos que él quería.
─¿Puedes ir tú? Sabes cómo odio todo eso.
─Es un evento de presentación, puedo ir contigo, pero ella quiere tu presencia, no pude decirle que no es muy testaruda.
Le informa. Jungkook odiaba viajar por lo mismo que el tema de conversación era sobre su máscara, odiaba las preguntas como esas, pero esto era importante así que terminó sintiendo.
─Mañana iré a recibirla.
─Muy bien le mandaré el horario a Nayeon. ─Se levanta tomando los documentos─ Por qué no llevas a Jimin a París contigo, podría gustarle.
─Le preguntaré, aún que no tiene un pasaporte, ¿podrías encargarte de ello?
─Claro, cuando esté todo listo se lo daré a Nayeon, nos vemos mañana y otra vez siento lo de tu follación. ─se burla.
Sale de su oficina dejando solo al Alfa, da la vuelta en su silla mirando el gran ventanal que daba vista a la ciudad. Llevar a Jimin a París, al lugar del amor no le parece mala idea, podría oficialmente hacer su compromiso oficial ante todos.
El besó del inicio de nuestro futuro.
Pongo esas frases por qué... No se me gustan. Jajaja.