Samantha
El resto de la tarde después que Jeff se fuera, fui a mi habitación y escuche música, mientras lo hacía coloque un poco de hielo en mi rostro para evitar la inflamación y el moretón que de seguro se me haría, descanse un poco y practique un poco unos movimientos para un baile que tenía en mi cabeza. A eso de las 12:30 del mediodía decidí bañarme para refrescarme, quitarme el sudor, la ropa con la que entrené, arreglarme y salir un rato.
Me quité la ropa, entre al baño y puse 911 de Sech mientras me bañaba. Las canciones latinas eran de mis favoritas. Me lavo también el cabello y justo en el momento que tengo el acondicionador en la mano lo tomo como micrófono porque empieza mi parte favorita de la canción, la canto y bailo mientras me baño.
"A ti te compré de to', así que na' te debo
Tú tranquila, que ya yo te di
Me cogiste de pendejo, pero yo también mentí
A toíta' tus amiga' en bajita les metí
Si supiera' to' la mierda que ella' me hablaban de ti"
Mi playlist siguió sonando, salí del baño, me empecé a vestir y comenzó Baddest Girl in Town de Pitbull ft. Mohombi y Wisin, me vestí con un pants gris, camisa blanca básica y unas air jordan blancas, cuando empezó mi parte favorita de la canción la bailé mientras sonaba.
"Mucho flow, estilo
La reina del swing
Yo quiero verte de nuevo el tatuaje del delfín
Si bailas con ella te hechiza
Siempre tiene planes, ella nunca improvisa"
Esa parte de la canción es mi favorita porque me identifico con ella, además queda perfecto con lo que siempre escucho cada vez que bailo de que soy "una diosa". Me peino el cabello y uso el secador para no salir con el cabello húmedo, opte por una cola alta una poco desordenada, me aplico crema y bloqueador solar en la cara, un poco de maquillaje para tapar los pequeños hematomas que tengo en la cara – después de todo si me sirvió el hielo – rimer en mis pestañas y un poco de perfume. Arreglo el poco desorden que había en mi habitación, agarre mi celular, apague la música y a la 1:20 bajé para almorzar antes de salir.
- Huele delicioso Amanda ¿Qué preparaste hoy? – pregunté fisgoneando un poco entre todas las cosas que vi.
- Hoy quise complacerte un poco – me miró y sonrió – pasta carbonara.
- ¡AHHHHH! Eres la mejor lo sabes ¿no? y si no lo sabes te lo digo ahorita, eres la mejor, eres la mejor, eres la mejor – dije tan rápido que Amanda se rio un poco por mi arrebato y le di un beso en la frente.
- Siéntate querida, ya te voy a servir – sin responderle me dirigí al comedor y mientras esperaba revise mis redes sociales, en la mayoría se hablaba sobre la gran presentación en el teatro y el trágico incidente en el mismo, afortunadamente no hubo ningún muerto, pero si muchos heridos – está caliente. cuidado te quemas – me dijo Amanda interrumpiendo el hilo de mis pensamientos – y Coca-Cola bien fría.
- Uhhh, desde hace días estaba antojada de tomar Coca-Cola, gracias Amanda – dicho eso salió del comedor. Termine de comer, me levante, guarde mi celular. lleve el plato a la cocina, lave en donde comí al igual con mis manos, subí a mi habitación, aplique crema en mis manos, baje busque las llaves del carro y salí a la cochera.
Preferí no decirle nada a Jeff porque él también debe tener sus problemas o quiere descansar y yo realmente necesitaba un minuto sin nadie a mi alrededor, por eso salí sola, aunque lo más probable es que los dichosos guardaespaldas que pusieron mis padres me sigan, así que sin más subí a una de las Jeep blindadas de papá, hice el camino a no sé dónde al ritmo de Eminem, Pink Floyd y otros artistas más.
Pasé cerca del teatro sin darme cuenta, aún había escombros cerca del lugar policías en todas partes y una cinta amarilla para prohibir el paso a las personas y el solo hecho de ver ese desastre que quedó hizo que algo se revolviera en mi interior, tome una respiración profunda y seguí mi camino.
Llegue a un Starbucks que está a unas calles del teatro, pedí un caramel macchiato, me quede sentada un rato viendo a las personas disfrutar, hablar, caminar o leer, algunas veces me pedían alguna foto y me saludaban animadamente – una de las cosas que más me gusta de estar en Moscú es su gentilicio, aunque todo el rato ahí tenía la sensación de que me estaban viendo no se iba y me sentí incomoda, pero solo lo ignore, soy una "figura pública" y estaba en un café, o podrían ser los guarda espaldas, por ende no le tome mucha importancia – 2 horas después salí del café, pero choque con alguien, un chico alto con tatuajes, ojos azules, el pircing en la nariz, perfectamente peinado, camisa de vestir blanca con los primeros botones abiertos y pantalones negros, es lindo, pero hay algo en el que me asusta, aunque todo en el representa miedo y peligro.
- Disculpa no me fije por donde caminaba.
- No es nada.....- no sabía que decir y segundos después entendí que quería saber mi nombre.
- Samantha.
- Samantha – saboreo mi nombre y sentí un escalofrió recorrer mi espina dorsal – no es nada linda.
- En serio lo siento, no fue mi intención, pero bueno, me tengo que ir, un gusto conocerte...
- Jaden Black – extendió su mano y la estreche – un gusto conocerte Samantha – cuando dijo mi nombre me erice completamente, lo mire y vi en sus ojos, enojo y podría jurar que me quería hacer algo, ahí, en frente de todos no te quiere matar, tienes que dejar de ver tantas películas Sam me dijo mi conciencia. Me dio una sonrisa carente de amabilidad – espero nos encontremos pronto – dicho eso se fue, aunque no sé porque siento que hay algo mal con ese chico.
Segundos después reaccioné y también me fui, pase por un McDonald's, pedí un Big McCombo con tocineta y un McFlurry De Luxe de chocolate, espere mi pedido y salí.
Subí al Jeep y 25 minutos después estaba llegando a mi destino, la Colina de los gorriones, es uno de mis lugares favoritos en Moscú. El cielo se estaba tiñendo entre colores violeta, amarillos, anaranjados y rojos, todos los vidrios del jeep abajo y me quedo viendo el hermoso atardecer mientras me comía el helado con música de fondo que me mantiene relajada, mi celular sonó así que preferí apagarlo, pensé en todo y a la vez en nada, poco después termine de comer todo lo que compre, a las 9:00 pm decidí hacer camino a mi casa, de regreso escuche un canal de radio que estaba en ese momento.
Conduje hasta la casa con los vidrios abajo y la música a todo volumen, disfrutando de la tranquilidad, el ruido de la música, el olor a humedad y bosque que se hace presente indicando que ya estoy lejos de la ciudad. Maneje a toda velocidad y en 1 hora ya estaba pasando la seguridad de la casa, deje el auto en la cochera y entre a la casa encontrando a mi padre sentado en la sala con cara de preocupación. Cuando me escucho levanto su mirada y en segundos cambio de preocupación a estar furioso.
- Samantha Brown – uoh, uso mi nombre completo, si, está enojado - ¡¿Dónde estabas?! ¿Sabías que nos tenías muy preocupados a todos? Pensamos que te había pasado algo – sonreí un poco apenada.
- Lo siento papá, fui por un café y luego fui a Colina de los gorriones, estuve ahí toda la tarde, quería distraerme un poco, todo esto no es que sea tan fácil para mí de asimilar, lo siento – mire a mi mama que también estaba con cara de pocos amigos – sé que no es excusa para ustedes, pero lo necesitaba.
- ¿No era más fácil que fueras con Jeff? ¿o con alguien? O que por lo menos nos avisaras donde estabas o que contestaras alguna llamada – dijo mi mamá, aunque de todo hubo algo que se llevó toda mi atención, es decir que nadie salió conmigo.
- Aguanta el carro vaquera, ¿Cómo de que fuera con alguien? ¿los guardaespaldas no salieron conmigo? – pregunte, aunque la respuesta era obvia.
- No, no salieron porque no sabían que tu habías sido la que salió en el jeep, casi siempre sales en tu carro, tampoco avisaste, por eso no salieron – dijo mi mamá aun molesta. Pero más que nada me di cuenta del error que cometí al no decirles nada o no avisarle a alguien ¿y si me hubiera pasado algo? No quiero morir aún.
- ¿No te paso nada? ¿no notaste algo extraño? – pregunto papá, que como siempre es el más calmado de los tres.
- No todo estaba normal y sin contratiempos, pero ... – inmediatamente rebobino las miradas incomodas en el Starbucks – cuando pasé por el café estuve un buen rato ahí, todo ese tiempo sentí una incómoda mirada en mí, realmente no le di importancia porque pensé que que era algún guardaespaldas
- Pues ya ves que no fue así, para la próxima no salgas sola y nos avisas en donde estés ¿entendido? – dijo mi madre y solo asentí porque cuando se ponía en el papel de mamá enojada, sí que daba miedo.
- Nos tenías preocupados Sam, no hagas esto de nuevo ¿bien? – asentí de nuevo – solo ten un poco más de cuidado y mantennos informados ¿está bien? – asentí de nuevo – bueno, es tarde, estamos cansados y tú mañana tienes entrenamiento así que a dormir jovencita – dijo señalándome con una dedo
- Si señor – le dije en tono militar haciendo que mamá se riera.
- Bueno a descansar entonces – no dirigimos a las habitaciones – Hasta mañana hija - dijo mi padre como despedida entrando a su habitación.
- Hasta mañana, los quiero.
- Nosotros a ti cariño – respondió papá
- Casi lo olvido hija – se detuvo mi madre en el umbral de la puerta de su habitación – mañana nos vamos a Londres, hasta mañana, que descanses, te quiero.
Solté un sonoro suspiro y seguí hasta mi habitación y entre en ella cerrando la puerta, me acosté, encendí mi celular y noté por qué mis padres estaban tan enojados, me llamaron 136 veces y me enviaron muchos mensajes ¡136 llamadas! Joder al menos el regaño no fue peor. Me puse mi pijama, quite el poco maquillaje, accesorios, en minutos ya estaba lista para dormir y quise hacerlo, pero el recuerdo del chico del café no dejaba mi cabeza, algo me decía que tenía que decirles a mis padres lo que paso en ese pequeño encuentro, aunque no sería en este momento, decidí dejar de divagar en mis pensamientos y a los pocos minutos ya estaba dormida.
***
A la mañana siguiente me desperté a las 6:00 quise practicar un poco el baile que tenía en mi mente y dejarlo fluir un poco, me levante arregle mi cama, opte por no bañarme aun porque iba a sudar, así que solo me quite el pijama, cepille mis dientes y esta vez me coloque un conjunto de licra negro, pero este era de short para más comodidad, una camisa un poco más ancha para hacer el paso que tanto quiero, tenis negros y deje el cabello suelto.
Baje a la cocina tome un vaso de limonada y fui directo al gimnasio, es grande; más o menos de tres o cuatro habitaciones juntas, hay espejo alrededor de todo el lugar, está el ring de boxeo, hay máquinas para hacer diferentes tipos de ejercicio, pero lo que ves cuando pones un pie dentro es el lado casi vacío, solo con algunas barras de ballet, esa parte la adecuaron solo para mí. Cerré la puerta porque era muy temprano para que todos escucharan la música, me dispuse a calentar un poco, baile diferentes tipos de baile, empecé con lo que quería lograr esa mañana y a las 7:50 ya tenía lo que estaba rondando en mi cabeza días atrás y lo practique varias veces.
Escuchar "Que calor" de Major Lazer, J Balvin ft El alfa.
Opte por una canción con ritmos latinos, pero específicamente la parte que canta El Alfa mis pasos fueron un poco atrevidos, pero me gustaba y amaba este tipo de baile.
Cuatro pasos con hacia adelante, seguido de un Jiggle, paso mi mano por mi cabello pecho y la subo mi cuello, saco la camisa de mi cuerpo – la que opte para usar solo para este paso – la dejo en mi mano y golpeo cada lado de mi cadera la suelto al frente, me pongo de medio lado de un movimiento hago que mi culo rebote al ritmo de la música, bajo hasta estar en cuclillas hago un movimiento con mi cuello, llegando a estar boca abajo en el piso haciendo un pequeño rebote con mi cadera – sentí que alguien me veía y cuando me di cuenta vi por el espejo a Jeff en el umbral de la puerta, pero seguí bailando y terminando lo que tenía pensado - cuando ya estoy en posición, golpeo el piso dos veces cuando es el momento, me siento de frente con las piernas un poco abiertas, miro a un lado y luego al otro me golpeo suavemente la cabeza la segunda vez que dice "báilalo loco" hago un movimiento con mi cabeza moviendo al tiempo mi cuerpo hasta quedar en cuatro y con mis brazos me muevo para atrás haciendo un movimiento con mi trasero, me levanto con ayuda de mis manos y sigo contoneando mi cuerpo al ritmo de la música.
Vi como Jeff cerró la puerta y segundos después lo tuve atrás de mi rodeando mi cintura con uno de sus brazos pegándome a su cuerpo y pude sentir su dureza en mi trasero, eso solo aumento mi libido, la tensión sexual se podía sentir fácilmente en el ambiente.
- Lo quieres tanto como yo Samantha – no sé qué fue, pero sentí que mi nombre saliendo de su boca en ese instante fue muy excitante – no lo hagamos más difícil – dijo bajando lentamente su mano hasta jugar con el borde de mi short - sé que, si meto mi mano – mi respiración esta un total desastres – vas a estar mojada y lista para lo que sé que también quieres.
- Y si tan seguro estas que te lo impidió – pegunto tratando de no demostrarle absolutamente nada.
- Desde que te tuve frente a frente en el jodido teatro he querido hacerte gemir mi nombre – su forma de hablarme me excitó aún más – no lo hacía por respeto a ti y a tu padre – dijo con la voz ronca por su excitación – pero me lo pones difícil niña – hizo que me diera la vuelta hasta quedar cara a cara con su brazo aun en mi cintura – mis ganas por ti no se quitan, se acumulan – no sabía que responder, pero podía sentir la humedad en mi centro y sin pensarlo más, lo besé.
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