Dante.
Me quedo paralizado mirando a Jason, ¿Cómo se supone que voy a hacerle esto?.
-Es mi mejor amiga... No puedo-trato de hacerle entrar en razón con cierto nerviosismo.
-Me la trae floja que sea tu mejor amiga, no la quiero cerca de ti, esa es la condición. Eres una calara amenaza- ras decirlo se gira, con la sonrisa mas mala que le he visto y se va, como si nada, dejándome allí perplejo.
Suspiro mirando al suelo, soy imbécil, no tengo dudas de ello, estoy dejando que un subnormal me manipule por una chica. ¿En qué momento he llegado hasta este punto? Es lo más inútil que me ha pasado en la vida. Mis pies andan hasta mi piso, paso por Jaime y la chica, pero sigo andando sin siquiera mirarles aunque sabían que estaban allí, entro a mi piso y cierro de un portazo, tengo ese sentimiento raro, ese sentimiento del que tanto hablan, querer a alguien y tener que dejarlo ir. He hecho todo lo que he podido por ella, inclusive cambiar mi forma de ser.
Me tiro a la cama abrazado a mi almohada, pero su olor llega a mis fosas nasales, las sábanas mantienen su olor al igual que los cojines y la almohada.
Rabia.
Me levanto y no lo soporto, comienzo a tirar y arrancar las sábanas de la cama hacia la pared, sin poder evitarlo suelto un fuerte grito y golpeo la pared.
No puedo...
Tras un rato en el que solo pienso en como sobrellevar la situación sentado en el suelo de mi cuarto, con mi espalda apoyada en la pared. Su voz me hace salir de mis pensamientos, está quebrada, pero mantiene esa dulzura con la que siempre me llama.
-Dante...-susurra entrando en la habitación pero no respondo, sé que si lo hago me romperé y no quiero que lo vea, pero mi pequeña chica dura no se da por vencida, anda hasta ponerse a mi lado de rodillas en el suelo, acariciando mi mejilla.
"Por favor, no me lo hagas más duro princesa"- suplico en mi mente.
-Lo siento...-susurra con la voz temblorosa la cual me va rompiendo en trocitos.
-Déjame en paz, quiero estar solo. -contesto en un tono frio, se que le va ha doler, pero sé que se curará.
-Dan.. ¿Qué ocurre? -busca mi mirada con la suya, pero no la encuentra, no puedo mirarla si quiera a los ojos.
Me posiciono mirando el suelo, todo me viene de golpe, es una frustración que no puedo manejar, el querer que se quede conmigo, Jason tocando los cojones por detrás.
Duele.
''Los hombres no lloran''-pienso cuando siento que mis ojos comienzan a aguarse.
No puedo con esto, me supera.
-Grandullón...-susurra la chica sentándose frente a mi y intentando levantar mi cabeza para que la mire, pero no puedo hacerlo.
-Que te vayas - vuelvo a repetir con la voz rota.
-No pienso irme -sentencia y con todo el dolor de mi corazón, hago que me suelte y salgo del cuarto dando un portazo debido a la impotencia.
Sigue sin rendirse y me sigue.
-Dime que te pasa, Dante -ruega en una suplica desesperada, quiere intentar ayudarme, pero esta es una guerra en la que no puedo dejarla entrar.
-Que quiero que me dejes en paz ¿Es que no lo entiendes? -me mantengo de espaldas a ella con la cabeza agachada, no puedo mirarla. Escucho sus pasos aproximarse a mi.
-Te prometí estar siempre y siempre estaré...-no me esta poniendo fácil.
-No quiero volver a verte en la vida Irene, no pienso ser más tu juguete, ve con tu marido y se feliz-se me forma un gran nudo en la garganta.
Mierda, quiero gritarle que la quiero...
-¿Qué he hecho...? -su voz suena rota acompañada de un sollozo, no por favor...- La otra noche sentí que...-no la dejo acabar, como siga por ese camino me tiraré a sus brazos de nuevo, tengo que mantenerme fuerte.
-¿Qué sentiste? ¿Qué de verdad te quería?-suelto la risa más falsa de mi vida, necesito que se valla- por dios Irene, entre nosotros nunca ha habido nada -si tan solo supiera todo lo que siento por ella- No puedo hacer una vida normal si tú sigues en ella...-respiro hondo- vete y no vuelvas...-recordaba lo que me había dicho Jason, no quería para nada esto, pero tal vez así ella sería más feliz.
De sus labios sale un sollozo lleno de dolor y aprieto mis puños cerrando los ojos, la estoy rompiendo y me duele más a mi que a ella, le prometí que la haría feliz, y aquí está, llorándome. Ella se pone en frente mía obligándome a mirarla a los ojos, ese azul que desprendía felicidad no está, se ha tornado a un azul apagado, lleno de dolor.
"Perdóname por esto"
-Mírame... Mírame a los ojos y dime que es lo que de verdad quieres -dice firme aun que por sus mejillas no dejan de caer las lágrimas.
Muerdo mi labio con fuerza, con impotencia y rabia inudando de nuevo mis venas. No quería esto.
-¡Dímelo!-exige rota- Mírame a los ojos y dímelo - Yo abro mis ojos poco a poco mirando los suyos, volviendo a tener ese mar nublándome la vista, me importa demasiado como para seguir causándole este dolor que nos involucra a ambos.
-Vete... vete y no vuelvas. - Ella me mira con un brillo triste, finalmente asiente entre en llanto, hace su maleta y solo tengo ganas de correr hacia ella y estrecharla entre mis brazos, pero no puedo hacerlo.
Irene sale por la puerta, así saliendo también de mi vida, sin mirar atrás.
Coloco mi mano en el pecho y me tiro en la cama con los ojos cerrados.
Solo quiero que esto ceda.
Irene
2 meses y aun no puedo creer todo lo que pasó.
Es un dolor que no se como curar, sus palabras siguen clavadas en mi corazón quebrándolo cada vez que las recuerda, es un constante pinchazo que deja paso al vacío, no se como pude ser tan estúpida de creer que él llegaría a sentir lo mismo por mi. Inalcanzable.
Me paso los días en la discográfica, escribiendo canciones, componiendo melodías, pasando el tiempo, tras la jornada laboral me vuelvo a casa, encontrándola vacía como de costumbre, me doy una ducha fría alejando los malos pensamientos.
Me tiro en la cama una vez secada y con el pijama puesto, me dedico a mirar las redes sociales pero lo maldigo enseguida cuando aparece una foto de él, pero no deslizo la publicación.
Parece Dante con 17 años o 18 aproximadamente, esta serio mirando a cámara, con el cejo ligeramente fruncido, no tiene el pelo de león que tiene ahora, lo mantiene repeinado hacia atrás engominado hacia un lado, su mano izquierda esta posicionada en su hombro derecho luciendo un Rolex de lujo, lleva puesto una camiseta negra y por encima de los hombros lleva una gabardina beige. El mejo modelo...
Ni un fallo tiene este hombre.
Suspiro, bloqueo mi móvil y lo dejo a un lado manteniendo la mirada perdida en el techo, pero la voz de mi peor infierno me saca de mis pensamientos.
-Gordi-me llama Jason y bajo las escaleras mirándolo.
-¿Qué pasa?-el me mira sonriendo.
- Ya son 5 años, y se acerca tu cumpleaños -pone el pelo detrás de mi oreja, y hago una mueca alejándome disimuladamente- y se que tu mayor sueño siempre fue ser madre...-No por favor, no lo digas Jason- y creo que ya es hora de dar el paso - y es ahí cuando mi corazón se para y todo empieza a darme vueltas, un ardor me recorre el esófago y corro al baño, echando todo lo que comí, Jason viene corriendo detrás de mi y recoge mi pelo en su mano para que no me manche.
-No me encuentro bien Jason...ya hablaremos del tema...-susurro y me lavo la cara suspirando mientras sale.
Por un momento me paro mirándome a los ojos en el espejo, hago cuentas y palidezco enseguida. No me jodas.
Subo arriba corriendo y me visto poniéndome un chándal ancho, salgo de la casa tras avisar a Jason de que iba a salir.
Ando seria con el corazón a mil por hora, hago una parada en la farmacia y me encamino a casa de mi primo, toco muchas veces a la puerta y me abre la puerta, está pálido con la expresión cansada.
No me aguanto y me echo a sus brazos abrazándolo con fuerza con las lagrimas cayendo, Jaime me abraza con fuerza sin entender la situación pero me da la seguridad que necesito ahora mismo, siempre fue mi mayor apoyo y mi resguardo, mi lugar seguro cuando todo se me cae encima, mi pilar fundamental.
Ambos entramos a la casa mientras limpio mis lagrimas, respiro hondo mirando hacia arriba pasando mi mano por el pelo echándolo hacia atrás.
-¿Qué ocurre Irene? -Se posiciona delante mía y me limpia las lagrimas.
-Creo...Creo...que estoy...-noto como la voz me vuelve a temblar, hago el amago de agachar la cabeza pero mi primo me sostiene la cara entre sus manos mirándome a los ojos mientras levanta las cejas esperando paciente a que acabe la frase. Tomo fuerzas y lo suelto- Creo que estoy embarazada de Dante...-susurro y mi primo abre los ojos como platos y abre la boca sorprendido.
-¿QUÉ?- es lo único que sale de su boca y bajo la cabeza.
-He comprado un test de embarazo... ¿Puedo hacérmelo aquí? -susurro y mi primo enseguida asiente.
-Si claro, pequeña...
Agarro la bolsa de la farmacia, voy hacia el baño, cierro la puerta y me siento en la tapa del W.C., mantengo en mis manos la caja del predictor, respiro hondo, abro la caja y miro las instrucciones;
" Lava tus manos y orina en el bote limpio. Introduce el test en la orina el tiempo recomendado en la caja. Pasado el tiempo recomendado, retira el test de la orina y déjalo sobre una superficie lisa el tiempo necesario, entre 1 y 5 minutos según, una ralla es negativo y dos positivo."
No estoy lista, siento como me esta temblando todo el cuerpo, esto no puede estar pasándome a mi, un bebé es lo que siempre deseé, pero no esta situación, sé que el bebé no es de Jason porque no volví a mantener relaciones con él, me da asco, se me hace repulsivo después de todas las palizas que me da, y me siento como si engañara a Dante, lo cual no tiene sentido porque no quiere saber nada de mi, Pero ¿Y si estoy embarazada? ¿Cómo voy a decírselo después de todo?.
Vuelvo a tomar aire y realizo los pasos del test, me lavo las manos una vez acabo y salgo con el test en la mano, aun sin resultados, me siento junto a mi primo y toma mis manos.
-Salga lo que salga y elijas lo que elijas siempre estaré aquí pequeña...-acaricia mi mejilla y lo abrazo fuerte.
-Gracias...-susurro escondiéndome en su cuello con el miedo de una niña pequeña. El único hombre que necesito en mi vida y el que nunca me fallará.
- Todo saldrá bien pequeña...-me susurra al oído acariciando mi pelo. Eralo que necesitaba escuchar.
Los segundos se me hacen minutos y los minutos horas esperando el resultado del test. Siempre soñé con formar una familia con mi chico de ojos verdes, verlo correr detrás de un niño mientras juegan a la pelota, dejándose manipular por un chiquitín o chiquitina, pero no es el momento, decirle que estoy embarazada ahora mismo solo sería amarrarlo a mi, y es lo ultimo que quiero. Si es que el aceptase, que no creo que fuera el caso.
Escuché que andaba con una chica por ahí y se les veían felices, no quiero meterme en medio si está empezando una relación, aun que también podría ocultar que es hijo suyo... se daría cuenta, las fechas no coinciden y sospecharía, todo esto es una mierda.
-Irene... -Escucho la voz de mi primo sacándome de mi mente, miro hacia el test quedándome sin aliento.