Sr. Le Roux

By _Kelly_B

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Alexander Le Roux, un francés frio, arrogante y mujeriego, incapaz de pensar en algo más que no sea su vengan... More

Sinopsis
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Epílogo ★
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By _Kelly_B

ALEXANDER

La mañana siguiente todo fue casi normal, la única diferencia era Elizabeth preparando los wafles.

Entre a la cocina para ver a Elizabeth preparando wafles y a Nathalie desparramada en la barra, esperando el desayuno, la escuchaba refunfuñar.

— Buenos días mi bella esposa — sabía su respuesta, pero me encantaba molestarla en las mañanas.

— Vete al diablo, Alexander —

— Yo también te amo — y yo respondía de la misma forma cada mañana, era nuestra rutina, y me encantaba.

Cuando Elizabeth sirvió el desayuno la gruñona Nathalie desapareció, corrió a la nevera sacando la lata de crema y un par de fruta que siempre tenía picada, amaba los wafles.

— Deja de ponerle tanto jarabe, estas ahogando el wafle — como cada vez que hacía wafles, había jarabe por todos lados, lo comía tan dulce que hasta yo me sentía empalagado

— Hay que llenar todos los huequitos de jarabe y luego ponerle crema y fruta Alexander, tu cómelo simple si quieres — la vi seguir vaciando la miel.

— Te dolerá el estómago y vas a ensuciar tu ropa —

— Toma, pruébalo y verás que sabe mejor que tu simple wafle con nada — corto un pedazo y lo extendió hacia mí, lo vi escurrir el jarabe y temí por mi traje, aun así recibí su bocado.

— Es muy empalagoso — murmure mientras la veía a ella comer con agrado hasta que el jarabe escurrió en su blusa.

—Maldición—

— Te lo dije — la vi correr escaleras arriba y yo tomé el bote de jarabe para ponerle un poco a mi wafle.

— Ustedes se complementan tan bien, son una hermosa pareja — había olvidado que Elizabeth estaba en la mesa.

— Qué te puedo decir, es lo que hace el amor —

— ¿Sabes?, escuche de papá que Nicholas se retirará este fin de semana — eso me sorprendió, pero lo disimule bien.

— ¿Tan pronto? Pensé que terminaría el mes — dije restándole importancia al asunto.

— Si, también lo decir que el sábado harán una fiesta de despedida y al mismo tiempo elegirá al nuevo vicepresidente — se pasó una servilleta por la boca y parecía pensar algo.

— Acá entre nos, espero que tu quedes, Luke es un pervertido y no quisiera trabajar en el mismo piso que él, menos con mi prima — la vi rodar los ojos.

Entonces el sábado se sabría si tenía el puesto o no, tenía que hacer algo para asegurarme de tener el puesto. ¿pero qué?

— Estoy lista — vi bajar a Nathalie con una de mis camisetas puestas y fruncí el ceño.

— ¿Qué haces? Debemos ir a trabajar en un rato —

— Lo sé, lo sé, pero quiero terminar mi wafle y prefiero que sea tu camiseta la que quede llena de jarabe a otra de mis blusas —

Terminamos de desayunar y Nathalie subió a alistarse, quedé en la sala con Elizabeth.

— Gracias — le dije a Elizabeth, quería ganar puntos con esta chica, era un peón clave en todo y ella sola se estaba poniendo en bandeja de plata, — por acompañar a Nathalie en todo —.

—Ni lo digas Alexander, ella es mi amiga ahora, así que no tienes que preocuparte, cuidare bien de tu esposa —

✶⊶⊷⊶⊷⊶⊷⊷❍⊶⊷⊶⊷⊷⊶⊷✶

La jornada de trabajo iba muy bien hasta el almuerzo. Nathalie volvía de reunir todos los informes semanales para revisión cuando la vi caer, tenía una mueca de dolor muy marcada en su rostro, me acerqué a ella casi corriendo.

— ¿qué sucedió? ¿estas bien? ¿Te lastimaste? — la levanté en volandas y volteé a mirar a Layla quien nos miraba atenta.

— Levanta los documentos y llévalos a ni oficina ahora — le dije mientras caminaba con Nathalie en mis brazos, la senté en el sofá de mi oficina y revisé su tobillo, estaba poniéndose morado.

— Si no te sentías bien debiste decirme y quedarte en casa — le regañe, ella me miro mal

— No sé qué pasó Alexander, la verdad sentí algo enredarse en mis pies antes de caer — me dijo sería.

— Lo siento —, escuche decir a Layla mientras entraba a mi oficina con los papeles. — Se cayó todo mi estuche de maquillaje y parece que tropezaste con mi lápiz labial — la fulmine con la mirada.

— Lárgate — le dije mientras caminaba tras ella hasta la salida, la tomé fuerte del brazo una vez salimos de la oficina.

— Si me entero que esto fue a propósito, sufrirás las consecuencias — la solté de forma brusca.

— Sabes que aún me amas — elevó la voz, — tu hijo aún espera que vuelvas, así que cuando acabes de jugar a la casita, puedes volver — fruncí el ceño, esta mujer estaba loca.

— ¿Tienes un hijo? — me gire para ver a una Nathalie apoyada en la puerta.

— Claro que no — mire a Layla que sonreía triunfal. — ¡Ya Lárgate! —

— Aún lo niegas — miro a Nathalie burlona. — Lo viste el día de la reunión de empleados —

— Vi muchas cosas ese día — dijo Nathalie encogiéndose de hombros.

— Al igual que ahora veo una chica sin dignidad calumniando a un superior, no, calumniando a un hombre casado — Layla se dio media vuelta y salió refunfuñando hacia su escritorio.

Entre a mi oficina rápidamente y tome mi saco del perchero, Nathalie había salido hacia su escritorio, salí tome todas las cosas de Nathalie, apague su computador y la tome a ella en brazos.

— Te llevaré al hospital, y después tendremos mucho que hablar — sentencie de manera firme, ella no decía nada, se dejó hacer estaba pérdida en sus pensamientos.

— ¿En qué hospital te atiende tu seguro médico? — pregunté al subir al auto.

— No tengo seguro médico y no necesito que me lleves a ningún lugar, estoy bien — se escuchaba enojada.

— ¿Como que no tienes seguro médico? la empresa brinda uno —

— Hablé en recursos humanos y pedí que no se me asignará seguro médico para que no me descontaran ese dinero, casi nunca enfermo y el dinero lo usaba para los gastos de mi abuela, no querían, pero cuando les comente mi situación aceptaron — explicó

— Somo esposos, de ahora en adelante usaras mi seguro médico — empecé a conducir hacia el hospital que atendía a su abuela.

— Como digas —

En el hospital Jayden corrió a atenderla, yo la llevaba en brazos, ningún momento quise soltarla.

— ¿Que te paso? — le pregunto mientras intentaba sacarla de mis brazos, cosa que no permití y resignado suspiro.

— Tropecé mientras reunía unos documentos —

— Ven, la llevaremos al consultorio y allá la podre revisar bien — me dijo mientras me hacía señas que lo siguiera.

Luego que la senté en la camilla me pidió quedarme en una esquina, reacio lo hice mientras veía como el tipo le coqueteaba descaradamente.

— Ya deja de coquetearle a mi esposa — me acerqué rápidamente a ella y tomé su mano izquierda, — ¿Ves esto? — le dije mientras le mostraba su anillo — Es la muestra de que es mía, mi mujer — mi lado posesivo había salido a flote.

— ¡Alexander! —

— No Nathalie, no voy a dejar que este tipo te siga coqueteando como si nada en mis narices — estaba muy enojado.

— Ahora termina de atenderla de manera profesional sin malditas insinuaciones o coqueteos — le dije firmemente al doctor quien me estaba fulminando con la mirada.

Al final Nathalie resultó tener un esguince y debía reposar dos semanas para que no fuera peor, me encargaría de hacer despedir a Layla y sabía muy bien cómo lograrlo.

Pasamos a saludar a la abuela, se notaba mejoría y era posible que en tres meses hicieran la cirugía de la cabeza, aún no sabía si después del derrame tuviera muchas posibilidades, pero estaba pagando a especialistas de otros hospitales para que vinieran a hacerle chequeos cada semana.

Estuvimos hasta el anochecer, pedimos pizza para nosotros y de paso pedí varias cajas más para que Katherin las repartiera a todos los huéspedes del hogar, los ancianos estaban felices, algunos se acercaron a la habitación de Rose y se quedaron con nosotros hablando un rato, eran abuelos muy ocurrentes y sentía algo de tristeza al saber que algunos habían sido dejados aquí, pero que nadie los visitaba, sonreían mientras lo contaban pero me imaginaba que se sentían muy solos y abandonados, me prometí venir a saludarlos más seguido y vería que actividades se podrían hacer para que sintieran menos esa soledad.

✶⊶⊷⊶⊷⊶⊷⊷❍⊶⊷⊶⊷⊷⊶⊷✶

Subí a Nathalie en brazos hasta el departamento, tendría que estar dos semanas en reposo, llamaría a mi antigua nana, había quedado con mi hermana, pero según la llamada que me hizo la semana pasada me dijo prefirió quedarse sin empleo que estar con ella, dijo que había cambiado mucho y no quería estar mas en Francia, definitivamente iba a estar mejor conmigo.

Cuando llegue al departamento pare un minuto en la cocina, dejando a Nathalie sentada en la barra mientras yo sacaba un vino y lo abría, serví dos copas y las lleve a la sala antes de volver por ella y llevarla conmigo.

Ella se mantuvo todo el tiempo en silencio, siempre atenta a cada movimiento que saba, la senté y quite sus zapatos y chaqueta, hice lo mismo con mi chaqueta y ambas las deje en el perchero todo bajo su atenta mirada, cuando me sentí listo tome asiento en el sillón frente a ella.

El momento había llegado, le contaría todo, iba a ser honesto con ella, se merecía mi honestidad.

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