Es raro decirlo de esta manera, hoy en mi cumpleaños pero decidí hacerles un regalo y un autoregalo
Espero lo disfruten ♡
Por el bien de conversar su salud mental, la Luna decidió dejar de visitar la Tierra a las dos semanas. Cabe destacar que, Lee Yuna desde el primer momento, comenzó a insistir acerca de que no era una acción saludable y mucho menos las más indicada; pero su hermano es la definición concreta de la palabra obstinado.
Decir que había sacado, por lo menos algo positivo de ello, en términos objetivos, era como decir que le gustaba el dolor, aunque la verdad, eso pareciese. Ciertamente no es que pretendiera hacerse daño, era lo último en su lista de preferencias tomando en cuenta el contexto, pero la consecuencia de esa acción era en todo su porcentaje negativa.
El chico rubio al final del día, tenía en claro que estaba mal por más de que él quisiese dejarse engañar con discursos preparados por sí mismo para hacerlo parecer todo lo contrario. Estaba mal, por que sus sentimientos eran los más afectados, pero de la misma manera eran, lo que lo motivaban a seguir haciéndolo.
Y si, sigue siendo aún plenamente sincero, aquello no era más que una condena con la idea de intentar seguir formando parte, de una realidad a la que ya no pertenece. Pero dolía, vamos que dolía como el infierno mismo, nunca pensó que sería de esta manera, sin embargo esta seguro de que no se arrepiente de lo vivido en absoluto.
Porque, eran tantas emociones la que lo conmovían de una manera distinta; siempre creyó tener una idea de que era el amor, había tenido relaciones antes, pero la conexión que llegó a compartir con su pequeño chico era tan única como la existencia de cada astro.
Y era bastante ambicioso pensarlo así, pero no lograba definir con otras palabras que no fueran esas lo que pasaba por su cabeza.
— Min... Min... Minho, Lee Minho.
Un cuarto llamado, de la voz a su lado, por fin logra tener efecto en la Luna quien mira hacia el frente, un poco desorientado.
— Eh, sí... Dime, ¿En dónde estabamos?
Hyewon deja salir un suave suspiro al ver que ha logrado por fin tener su atención, cerrado el cuaderno entre sus manos. Están en una reunión acerca de varios manejos técnicos de como se deben hacer cargo de las zonas. Sus sobrinos llevan apenas un corto tiempo ya con el título mayor; como los responsables cuidadores de los astros. No obstante, aunque es cierto que se preparan desde pequeños para ello, no le gusta la idea de dejarlos solos y siempre trata de orientarlos. Él mismo reconoce que puede sea un poco sobreprotector.
— ¿Qué pasa? — Minho indaga, extrañado, puede que se haya perdido en alguna parte de la conversación.
— Eso mismo me pregunto, ¿Qué te pasa?
— ¿Ah?
Su tío suspira, con un atisbo de preocupación — ¿Estas cansado? ¿Tienes sueño?... ¿Tu padre te esta molestando con algo? ¿Peleaste con Yuna?... ¿O con tu madre?
El pequeño Lee, observa a su tío por varios segundos procesando sus preguntas, tratando de ver si alguna puede ser la más coherente para contestar, tiene claro ha estado disperso al no sentirse bien; aunque trate de hacer todo lo posible por no ser tan evidente, está más que claro, que parece no lo está consiguiendo.
— Yo...
Con la única persona con la cual ha compartido sus sentimientos de manera tan abierta a lo largo de su vida es con Yuna y justamente es ella la única que sabe de sus mas recientes dilemas. En verdad no se cree encontrar de la mejor manera, especialmente porque quería dejar el tiempo pasar y enfocarse en su futuro, el problema, es que sus sentimientos vivían constantemente en un viaje al pasado y era bastante pesado batallar con algo que no precisamente o con facilidad estaba dispuesto a soltar.
— Solo estoy cansado — miente, pero la verdad no cree que suene muy convincente.
— ¿De qué?
— ¿Ah?
Su tío se acomoda en su asiento, esperando de verdad una respuesta sincera a otra de sus presuntas — ¿De tu familia, tus obligaciones, tu hogar, tus sentimientos... Tu corazón?
La última palabra hace eco en la cabeza Minho, que baja la mirada y, puede que haya dejado más que clara la causa, pero no sabía si tiene ganas o en realidad quiere hablar sobre ello. Es bien sabiendo que todos en su familia conocen o por lo menos tiene una vaga idea de lo que pasó, pero no quiere tener que explicarlo; aparte de ser su proceso bastante tedioso de comentar, si iba a pensar en algo que ya no tenía cavida a un futuro, quería aún si era egoísta, que fuese solo suyo.
— Es solo que ser la Luna es complicado — expresa, tratando que sus facciones acompañen sus palabras.
— ¿Entonces ser la Luna es la base de tu problema? — indaga el mayor, con la misma curiosidad de siempre.
Y lo era, Minho a veces se ponía a pensar que quizás si hubiera sido un humano normal, podría haber compartido su vida sin problema alguno al lado del chico que quería. Sin embargo, tampoco quería parecer que se quejaba, a fin de cuentas ser la Luna era su destino, la cual le dio la gracia de conocer al menor y le gustaba, de alguna manera extraña.
— No —Minho es directo, aunque al final suspire levemente en busca de relajarse — De verdad solo es cansancio, tengo veinte años y nunca pensé tener una responsabilidad tan grande.
— Lamento que tengas que llevar este peso encima.
En verdad, Lee Hyewon sabe que convertirse en el cuidador de cualquier astro, era un trabajo pesado, especialmente porque había que estar bien todo el tiempo y es obvio que es una demanda surrealista, más tomando en cuenta la cantidad de tiempo invertido que conllevó todo el proceso y la edad en la cual se entregaba tal título, sin embargo...
— Trata de estar bien, ¿de acuerdo? — aconseja, sabe que en la teoría decir "mantente bien" no se compara en nada a la práctica, pero lamentablemente debe hacerlo, la luz de la Luna depende de su salud emocional y física — Cualquier cosa puedes hablar con tu tío. No se mucho de lo que sientes, pero haré lo mejor posible por entenderlo.
Minho sonríe y asiente, puede que quizás con el hecho de que Yuna se encariño con las estrellas, era la que pasaba mayor tiempo desde pequeña con él y en algún momento se haya perdido un poco de comunicación, mas su tío siempre ha sido una persona en quien confiar, por tanto cuando se sienta preparado no durará en conversarlo. De igual manera, sabe que él es conocedor de todo el viaje a la Tierra, pero solo él sabe de la batalla interna que tiene con sus sentimientos. Por tanto, por el momento, va a cargar con ello solo como lo ha estado haciendo todo este tiempo y no sabe si en realidad es sano de esa manera, pero no quiere cambiarlo.
Después de esa pequeña intervención, el mayor de los Han piensa en que lo mejor sería dar por termina la reunión, otorgando la posibilidad a Minho de descansar, puede que aunque no lo entienda no es ciego como para no darse cuenta que no es el momento para que su sobrino este concentrado en papeles y documetos tediosos; justo antes de irse, da una pequeña palmada en la espalda del menor y suelta una bocanada de aire esperando pronto estuviera todo mejor.
Por su parte, Minho se desploma en su asiento relajando sus hombros y así por consiguiente el resto de su cuerpo. En el camino por estirarse y querer tomar uno de los papeles que estaba por caerse de la mesa, termina mirando el aro que acompaña a su dedo índice. En otras circunstancias, anhelaria poder verlo y sonreír al saber con quien lo compartía pero en el estado actual eso era únicamente un recuerdo del que ya había pasado un tiempo y cree debería poder ser capaz de olvidar pero no lo ha logrado.
— ¿Estas bien?
La puerta principal de la habitación, se abre dejando entrar una hermosa silueta femenina a la estancia que interrumpe sus pensamientos, Minho voltea un poco su cabeza para encontrarse compartiendo su mirada con la de su hermana.
— He estado mejor — responde, sincero.
Yuna camina adentrándose por completo en el lugar; finalmente toma asiento sobre la mesa, quedando en una posición donde pudiera hablar mejor con el contrario.
— ¿Tío Hyewon te dijo que estaba mal?
La chica niega — No nos podemos comunicar tan rápido, es solo mi intuición — responde, a lo que Minho esboza una sutil risita — ¿Quieres hablar?
— Terminare diciéndote lo que ya debes saber — expone, al mismo tiempo que niega algo cabizbajo.
La pequeña Lee, aparta la mirada y suspira con preocupación, es consciente de lo que sucede, pero le entristece no tener la capacidad de hacer nada para solucionarlo o tan siquiera mejorarlo. Con los años y puede que ya con un grado de madurez, pese a cualquier pelea que hayan tenido, Minho lo es todo para ella; siempre ha estado cuidándola desde que tiene uso de razón y siente no se lo ha podido retribuir como le gustaría.
— Lo extraño — Minho suelta de la nada y la chica alza su mirada. Sabe que siempre termina diciendo una cosa y haciendo otra. La verdad le gusta que exteriorice lo que siente — Pensé que serviría aunque fuera verlo aquellos pocos días desde lejos, pero me está haciendo sentir peor, anhelo verlo más.
— Puedes hacerlo — Aunque no este de acuerdo, si él lo desea lo ayudará —sabes que puedo cubrir...
El chico del dúo Lee estuvo yendo unos días a la Tierra, estaba plenamente consciente tal de como al inicio de lo mal que estaba hecho, sin embargo esta vez solo se sentaba en los columpios del parque por la noche al Han marcharse y observar como su espalda era lo último que veía al chico doblar la esquina camino a su casa.
— No te preocupes Yu, ¿De qué serviría? — se cuestiona asimismo, cabizbajo — Estoy seguro que puedo terminar haciendo una estupidez y no puedo permitirme ponerlo en riesgo... aparte esos días verlo de lejos y no abrazarlo es una tortura.
Si Minho vuelve a ver a Jisung, los recuerdos del menor no volverían, bien podría hacerlo y no decirle nada acerca de la Luna, pero sentir que le ocultaba una parte tan importante de su vida, no lo hace sentir cómodo. Lee quería que si algo pasaba el menor lo quisiese por quien era, no por quien pretendería ser.
— Aun así no te preocupes — Minho toma la mano de Yuna, su voz suena entrecortada — Con el tiempo estaré mejor y Jisung solo será un bonito recuerdo.
La rubia decide no decir nada, solo acercándose para abrazar al contrario que la recibe, viéndolo levantarse de su asiento y escondiendo su cabeza en su cuello. Mostrar sensibilidad era una acción que Minho no podía hacer con cualquiera, de hecho no sabía si alguna vez lo había hecho con alguien quien no fuera Yuna.
— Min ... — la chica finalmente, habla — Deja de fingir, soy yo quien esta contigo, si necesitas llorar, hazlo.
El silencio vuelve a verse inmerso en el ambiente, con la única diferencia que está vez, a los pocos segundos de haber dicho aquello la pequeña de los Lee puede sentir como las lágrimas de su hermano tocan su piel y como comienza a sollozar lentamente mientras se aferra más a ella. Los minutos comienzan a pasar en aquella posición sin ninguno decir nada, únicamente con Yuna atenta a cualquier cosa que diga o haga su hermano.
— Yu...
— Dime — la chica sigue acariciando sus cabellos tratando de reconfortarlo un poco.
— ¿Por qué tuvo que ser así?
———
El anillo en su dedo, cambia de color gris a morado en diferentes momentos, no sabe exactamente si es porque la piedra se expone al Sol que provoca aquella reacción, pero es bastante curioso. De hecho, eran curiosas dos cosas más, la primera que al preguntar en tres joyerías, ninguna persona le supo decir que piedra era y la segunda - y más relevante - que no tiene idea de donde lo ha sacado.
Jisung no se quita el anillo más que para bañarse y la vez que pensó se le perdió, terminó casi destruyendo su habitación hasta que lo encontró. De hecho se dio cuenta que tampoco había sido un regalo de sus padres cuando ambos le dijeron que era bastante bonito, por lo que estaba aun más confundido sobre su procedencia.
También había llegado a pensar que sólo era una tontería, quizás lo compro hace mucho en alguna tienda y no lo recuerda, pero aunque aquello pudiera ser cierto, dejaba de tener sentido cuando despertó con el puesto. Es por eso, que las dudas acerca de donde provenía lo tenían desorientado, aunque lo tenía aún más perdido pensar en, ¿Porqué siente que es tan importante?
No tiene mucho recuerdo de como fue el dia de su cumpleaños, en verdad sus memorandos eran bastante borrosos si era objetivo. De hecho hasta a sus padres que les ha preguntado que había sucedido ese día, no recuerdan algunas partes. Y tal vez sea raro pensar en ese día y en el anillo, pero la verdad es que la relación de ambos un tiempo se trataba de un regalo, se debe a que había despertado con ese anillo un día después de su cumpleaños, pero quien se lo había dado no, estaba claro.
Jisung, se arropa y hace una bolita entre sus sabanas, pero sacando un poco la mano en donde estaba el aro que pone sobre una almohada.
¿Por qué sentía que habían partes de su vida que no recordaba? ¿Como si hubiera vacíos o momentos en blanco?
¿Y de verdad era así o simplemente lo había olvidado?
— Es tarde Sung, ¿No tienes clases? — en el marco de la puerta, la voz de su madre entra en su habitación.
Han levanta la mirada, negando inmediatamente con su cabeza viendo como la mujer decide entrar y tomar asiento en la orilla de la cama — No quieres acompañarme a comer.
El peliazul hace un puchero, esperando a que termine de comentarle su plan, aunque tenga clara las respuestas.
— Yun me dijo que fuéramos almorzar, pero no creo se enoje si le digo que iras. Ama hablar contigo.
— No tengo mucho ánimo, mamá — declina su salida.
-— ¿Te sientes mal?
— Estoy cansado — por el momento prefería mentir, estando consciente de que su madre esta bastante preocupada por su actitud últimamente — Pero te digo desde ya, que es peor para ti si tratas de entenderme, realmente solo estoy cansado, mamá.
Cansado... y triste, era extraño definir o en realidad puntualizar de manera acertada exactamente que pasa por su cabeza, pero en un resume concreto llevaba días o mejor dicho semanas sintiéndose mal y algo agotado, pero no en un aspecto físico, sino emocional.
De hecho era todo bastante difuso porque, hasta ha dejado de tener sus reuniones nocturnas en la hamaca de su patio. Llegó el punto en el cual, llegaba del trabajo solo a dormir y no podía tomarse aquellos espacios. Le hacían falta demasiada a decir verdad, pero sentía por más loco y fuera de lugar que se escuchase que era la noche la que se negaba acompañarlo, porque por más de que quisiera y tratara de sentarse a contemplar la Luna y las estrellas estas no parecían querer iluminar para él.
— Pequeño — la mujer ríe — El problema no es que trate de hacerlo, es que ya lo hago. Aun así... confiaré en ti — acerca la mano hasta su cabeza, dando algunas caricias a su cabello — sino quieres decirme no pasa nada, pero quiero que sepas que mamá está para ti cuando me necesites, ¿de acuerdo?
— Y papá también — la voz del señor Han se escucha desde el pasillo a lo que Jisung solo ríe recibiendo un beso en la frente de parte de su madre, antes de marcharse.
Sin embargo, cuando estaba apunto de terminar por salir de la habitación, Han decide que la verdad sería mejor pedir ayuda o algo parecido, sin mucho detalle pero si un consejo.
— Mamá...
La señora Han percibe el susurro un tanto bajo aun así volteando su mirada hasta su hijo.
— La verdad es que creo que me estoy volviendo loco — la mujer frunce el seño confundido — No se si es una etapa de la adultez o sencillamente estoy mal, pero... me siento vacío.
— ¿Vacío?
— Extraño a una persona.
— Eso es normal si te está gustado un chico, Sung — su madre comentan — ¿Conociste alguno?
Han niega — No es un extrañar en ese sentido... y no he conocido a nadie últimamente — o no físicamente.
— ¿Entonces, amor?
— Siento como si hubiera estado enamorado... pero no pudiera recordarlo.
———
En teoría, los dones a los cuales tenían el privilegio de acceder los planetas, nunca presentaban ninguna falla. Sin embargo, había que aprender a dominarlos, no era algo intrínseco por lo menos había que tomarse un mínimo de tiempo en cerciorarse de que todo fuera según lo planeado.
Choi San era un chico que siempre tenía las cosas bajo control, era bastante calculador y solía ser capaz de no dejar nada fuera de sus límites. Cuando obtuvo su don, no obstante, aquellas ideas se salieron un poco de su supervición y hasta el día de hoy no es capaz de saber como llevarlas sin tener algún problema.
La "magia" de Choi era bastante sencilla, duplicar era un término simple sin muchos dilemas y cabos sueltos. No obstante, a la hora de ponerlo en práctica era más difícil de lo que parece. Si bien es cierto era entender que, si Marte tocaba algo, en su otra mano aparecía lo mismo, lo difícil era calcular que tan parecido sería.
Esto tenía una razón sencilla, cada objeto iba más allá de lo que visual y físicamente se establecía, cada cosa por mínima que parezca, está cargada en el universo por energía de las personas con las que ha interactuado y San todavía tenía problemas con dejar ese aspecto de lado.
Es decir, que el objeto que duplicaba aún conservaba energía de su original.
— ¡¿Dime que es una maldita broma?! - Su voz suena exaltada, pero aun más que eso, su semblante muestra todo el enojo que poco a poco va saliendo — Saben que eso es ilegal, que están en serios problemas. Pensé que serías un poco más razonable San, pero ser partidario de esta locura es decepcionante.
La puerta de la habitación comienza abrirse, un chico vestido de azul entra al lugar extrañado de todo lo que iba escuchando mientras se acercaba.
— ¡Vamos, hasta que por fin te dignas a llegar! ¿Dónde demonios estabas? — Su padre, es la primera voz que lo recibe e interroga molesto, al entregar.
Minho mira detras del hombre a San con una ceja alzada producto de la confusión, quien por su parte, se encuentra tratando de con gestos comunicar que estan en problemas, mas el mayor no logra atar cabos de lo que le está explicando.
— Trabajando — contesta, sin entender porque la tensión del contrario.
— ¡Youngjae no era capaz de encontrarte!
— Pues ese será su problema, he estado en la mi habitación todo este tiempo — réplica, ya un poco irritado, aparte de no tener idea de que pasaba en ese momento. Acababa de entrar a la estancia y ya habían gritos de por medio.
— Lee Minho, no estoy para tus juegos ni tu sarcamos en este momento.
— Entonces me dejas saber ¿Qué he hecho para que estés tan enojado? Quizás así logremos entender. Aparte...¿Qué demonios hace San aquí?
— Oh, ¿Es que ahora, supongo me vas a decir, has olvidado en lo que se han metido ? — Minyu, indaga — ¿Dónde está tu anillo?
Y en ese instante lo comprende, Minho muerde su labio inferior tensando por completo su cuerpo por inercia, al escuchar a su padre preguntar por el anillo, comprendido de apoco el contexto de la situación a su alrededor, misma accion que lo hace dirigir su vista con rapidez a San que con la mirada ahora si logra captar un poco de lo que trata de expresarle.
— En mi recámara — Después de tragar duro, murmura.
— Ya veo — su padre, se tarda unos segundos en decir dos palabras que sin embargo presentan un tono seco — ¿Y donde esta la copia?
— ¿Ah?
Esta más que claro que por el momento bajo ningún concepto Minho piensa declarar sus actos, fingir era el arma más enfocada a la situación que estaba viviendo e iba a tratar de mantenerse allí todo lo posible.
— ¿Dónde está la copia? — Cada palabra, vuelve a ser dicha como si golpeara en su cabeza. Esta más que claro ahora dejando esto en evidencia que la característica intrínseca de los Lee, era su persistencia.
— No se de que me hablas — Minho puede sentir, que San no tiene que ver nada con que su padre se haya enterado de aquel suceso. Y podía ser algo cobarde, pero no quería confesarlo, pese a que seguro ya lo sabía.
— Mira, Minho — enojo y frustración, era lo que se había notar encerrar en aura en todo el rostro del mayor — ¡Me vas a decir ahorita mismo! ¡¿Dónde está la maldita copia?!
No tenía escapatoria. Puede sentir como su hermana se están aproximando a la estancia y tanto fue así que también fue capaz de notar como su padre tan solo con un gesto fue capaz de decirle que no se metiera en el problema, al sentirla a sus espaldas
— ¡Habla ya maldita sea! — Volvió a inquirir el hombre.
— Minyu, cálmate — su madre interrumpe al ex cuidador de la Luna, en busca de calmar un poco su temperamento.
-— Yongsu por favor tampoco te metas — Minyu le tiene muchísimo respeto a su esposa pero de los dos tiene un carácter un poco más permisivo desde su perspectiva cosa que en este momento no permitiría — ¿No vas a decir nada? — El hombre, ahora se dirige a a hijo — Oh, supongo que antes estás curioso acerca de cómo lo se. Primero no te preocupes, San no me lo ha confesado, tienes un buen amigo — el sarcamo en cada una de las palabras de su padre era notable — Sin embargo, todavía no es tan bueno con sus poderes...
— ¡Minyu, basta! — la sala termino convirtiendose en una reunión familiar de los Lee, cuando fue su abuela la que comenzó a entrar — Como escucho que eres incapaz de decir las cosas, lo haré yo — Su voz se escucha determinada, los presentes mirando como se adentra por las puerta traseras de la sala — Todos los anillos tiene un sello de seguridad Min, todos por tanto son rastreables con el propósito de conocer la ubicación de cada uno de ustedes en caso de algún altercado. Sin embargo, ayer descubrimos que hay dos frecuencias del mismo anillo, como si fuera dividido en dos. No se para que los duplicaron, pero lo hicieron al completo.
— Veo que también estas sorprendido — su madre, soltando un suspiro acota — y conociéndote pensaste que te habías desecho del problema que seria hubiera dos, pero no fue así.
— Necesitamos traigas ese anillo de regreso — Minyu, un poco más calmado lo mira, aunque se voz suene menos efusiva, su mirada es completamente destructiva — No se como lo vas a resolver y no me importa, lo único que realmente quiero es ese anillo de regreso. Te advierto te veras conmigo si no lo traes — el hombre ahora cambia la dirección de su pasos dirigiéndose a San.
Minho no sabe que decir ni como argumentar, tiene un nudo en la garganta y no está ni en la más mínima posición de poder salir a salvo.
— Y tú — dice señalando a San — Hablare con tu padre.
— No metas a San en esto.
— Yo no lo hice — se devuelve, ante las primeras palabras de su hijo — Lo hiciste tú.
— Hablo enserió.
— Yo también, pero no te preocupes...
— dice con sonrisa cínica.
Sabe que ni su madre, ni su abuela o tan siquiera Yuna pueden hacer algo para ayudarlo y por tanto se han mantenido calladas, había hecho todo mal. La verdad no tenía comprensión y estaba pasando todo tan rápido a su alrededor como para entender que fue lo que salió mal. No iba a pensar ni por un segundo que San tuviera la culpa, eran las consecuencias de sus pedidos o acciones, pero el hecho de que el anillo siguiera en manos de Jisung no tenía relación, había hecho todo lo que Choi le dijo, no cree haberse saltado ningún paso, pero por lo visto no salió tal y como lo planeado.
— Tu también tendrás tu castigo — de igual manera ahora la mirada de su padre se dirigió a su abuela, la mujer suspiro y asintió — Iras por el anillo y yo borraré tus recuerdos acerca de todo esto.
Aunque Minyu no supiera exactamente el porqué habían dos anillos, eso no era muy relevante, para borrar recuerdos, solo necesita una base y esa era el anillo y las connotaciones que Minho le dio al mismo, borraría todo lo que estuviera relacionado al mismo en el último semestre.
— No puedes hacer eso — aquello fue lo primero que se encontró con la oportunidad de decir mientras su corazón comenza aumentar sus latidos.
— ¿Y porqué no podría?
— No tienes derecho a interferir en mis sentimientos.
— Cuando tus sentimientos ponen en peligro el lugar de millones de personas se convierte en mi problema.
El hecho de que el anillo también fuera tan importante es que es un regulador de los estados de ánimos de los astros, por tanto que otra persona lo tenga, quiere decir que hay otra interferencia de emociones que afectan a la estabilidad del planeta.
— Aun así...
— Aun así, ¿qué? Ya tomé una decisión, Minho — afirma — Te di mi confianza y te dije que tuvieras precauciones, ¿ Y estas fueron tus precauciones?
Yuna trato de hacer todo lo posible por tomar la mano de su hermano tras la espalda, era un golpe duro y sabía lo estaba sintiendo de la manera más horrible, sin embargo la mano del rubio temblaba que era imposible querer tomarla sin que no se dieran cuenta.
— Papá por favor...
— Papá, nada he dicho, Minho.
Las ganas de llorar comenzaban hacerse presente en el mellizo, sin importarle quien estuviera su alrededor.
— Mis recuerdos son lo último que me queda, yo... por favor.
Sin embargo, la expresión de su padre no parecía cambiar en lo absoluto, el enojo y decepción eran claras.
— No me lo quites — yo de verdad lo amo, son lo único que me queda.
Un suave sollozo se escapo de sus labios, porque la verdad era que en su corazón, Minho había llegado amar más a Jisung de lo que alguna vez se imagino
— Te prometo que no volverá a pasar.
— Créeme que lo sé — el hombre afirma, Minyu está consciente de que ha dicho todo lo que tenía que comentar, por tanto ha comenzado a caminar para dejar la habitación — Por qué yo me encargaré de que asi sea
La respiración del menor de los Lee no se tranquiliza y su vista solo sigue los pasos de mayor que se alejan.
Su corazón duele aún más, porque sabe que contradecir o hacer cambiar de opinión a su padre es de las cosas más difíciles. Un nudo se forma en su garganta, viendo como su padre le da una última mirada antes de salir del salón.
— Tres días, Minho.
———
Gracias a la ayuda de Felix, Jisung logró salir temprano del trabajo para ir nada más y nada menos que lugar con el que lleva teniendo un conflicto interno hace un tiempo, el mirador. Todo se debía a lo que justamente sentía conrespecto a la falta de conexión, tiempo y hasta rechazo de la noche sobre él.
En general estaba muy cansado como para subir todo el sendero hasta el lugar y pensar en tener que después bajarlo y caminar hasta su casa era todo un dilema.
Sin embargo, hoy decidió que acabaría con el problema y ha tomado como objetivo venir a hablar con quienes considera su espacio de tranquilidad. Puede que o está más que claro que las estrellas no le contestarian, pero más que ello era simplemente poder decir abiertamente las cosas que lo atormentaban. Antes de subir, había comprado una de su amadas leche de fresa que tomaba tratando antes de procesar las palabras con las que le contaría; y decía contaría y hablaba solo de las estrellas porque hoy era Luna Nueva.
Y quizás era un disparate pero ahora que lo piensa, así como desaparece la Luna en etapa Nueva, siente que desapareció esa parte de su vida que no recuerda y ha quedado estancada allí. Han suspira y frota sus manos en busca de calor, preparado por fin para conversar y ver si sacaba algo, logrando renovarse y dejar de darle vueltas a su cabeza de algo que hasta podía llegar a no tener sentido.
No obstante, antes de que pudiera decir palabra, una voz... una voz que por alguna razón su cabeza cree haber escuchado antes lo detuvo.
— Hoy también pareces tener frío.
———
HOLA!!!! Okay este cap tiene más palabras de lo que usualmente tiene BTM y me di cuenta que llevo casi un año sin actualizar :000 (re vergüenza porque mi perrita se paro en mi teléfono, les llego la notificación de actualización con un título todo random, porque no había encontrado la estrellita en mi teléfono)
Pero bueno el caso, porque el cual tarde un poco es que así no terminaba la historia en mi primera idea, en realidad BTM iba a tener in final abierto, pero la verdad no se si me convencía tanto. Por ello, decidí cambiarlo y dividirlo en dos, se supone esta es la primera parte del final. Cuando suba el final les cuento ese final .
PERDONEN la demora ♡
Trabajo, estudio y so soy sincera la mayoría del tiempo lo invierto en mis dibujos (soy artista ♡) Así que esto es más como una salida pasajera de mis obligaciones, aun así espero les haya gustado.
El cap está un poco tenso ajsjsjjaja, si tienen alguna teoría o quieren exteriorizar lo que siente es su momento.
Les amo un montón, gracias por seguir pendiente de mi y de la historia, la verdad es sorprendente de la cantidad de personas nuevas o en general que quería otra parte. ♡ Gracias infinitas. Nos leemos dentro de poco ♡