La fiesta comenzó un poco más tarde de las ocho de la noche. Era sábado, lo que significaba que la fiesta probablemente terminaría hasta las seis de la mañana del día siguiente.
Esa mañana, Todoroki, Mina, Jiro y Momo habían llegado temprano a la casa para ayudar a recoger y a terminar de adornar para la fiesta. Midoriya apenas se había levantado cuando los chicos tocaron la puerta, por lo que tuvo que recoger y adornar aún vestido en pijama.
Mina estaba fascinada con la decoración y con la casa. Los largos pasillos de la casa hacían que pareciera una mansión, y el candelabro que colgaba en el alto techo le daba un aire a clase alta, pero lo que realmente la dejó atónita fueron algunas fotografías colgadas en la pared.
La primera detallaba un hermoso momento en el que Bakugō (de pequeño) soplaba las velas de su cumpleaños junto con Midoriya. La segunda fotografía era de Midoriya sonriéndole a la cámara mientras se columpiaba en un parque, y la tercera fotografía era de Bakugō enfrente de la U.A.
Mina iba a preguntar acerca de las fotografías, pero Jiro en ese momento llamó por ella, necesitando ayuda para conectar las bocinas. Todos tenían que apurarse y hacer espacio, ya que estaban planeando tener una fiesta de por lo menos cincuenta personas.
Midoriya agradeció a los dioses por haber fingido recoger a _____ en las puertas de la U.A anoche, ya que claramente no hubieran tenido tiempo para hacerlo con todos los presentes.
El resto de la mañana y la tarde pasaron rápidamente, y una vez que la noche cayó, los chicos se fueron de la casa para regresar a los dormitorios y arreglarse. Bakugō había fingido ayudar con algunas cosas, pero lo cierto era que sólo quería ver a los demás trabajar.
Probablemente por venganza.
Cuando los invitados comenzaron a llegar, se encontraron con una extraña escena. Bakugō Katsuki tenía el cabello pintado de color negro y portaba un atuendo verde neón, exceptuando por sus botas blancas. A su lado, Midoriya Izuku vestía de un atuendo rosa neón, y tenía puesta una peluca pelirroja. Similarmente, _____ traía puesto un atuendo azul neón y una peluca rubia.
Al verlos, Kaminari, Sero y Mina, no pudieron evitar soltarse a reír.
Bakugō rodó los ojos— Sí, sí, ríanse, estúpidos.
— Bakubro —Kaminari intentó recobrar la respiración—, ¿Eres... eres bellota?
— No, idiota, soy el hada madrina —Bakugō se dio la vuelta, caminando hacia la mesa de aperitivos—. Cada día pierdo fe en la humanidad.
Sus amigos lo siguieron, reclamándole acerca de su mala actitud y demandando fotos con él. Midoriya se quedó en la puerta junto con ____, recibiendo a los demás. Como habían acordado, todos se vistieron de diferentes cosas.
Uraraka, Iida, Tsuyu y Todoroki se habían vestido de caza-fantasmas. _____ alzó una ceja al ver el disfraz y le sacó la lengua a Todoroki cuando los demás no veían. Para su sorpresa, el chico dejó salir una pequeña sonrisa.
Mina, Kaminari, Kirishima y Sero habían elegido vestirse de Teletubbies. Midoriya rio un poco al verlos por primera vez, ya que los colores realmente funcionaban, y se podría decir que las personalidades también.
Aoyama, Sato, Koda, y Tokoyami venían vestidos de brujos, pero no de cualquier tipo de brujos. Cada uno le había dado un toque mucho más moderno y brillante al disfraz genérico, dejando ver la personalidad de cada uno.
Pronto fueron llegaron los demás invitados, y _____ se perdió un poco entre todas las personas que definitivamente no conocía. Sus ojos cafés de pronto chocaron con los ojos azules de una persona que portaba una máscara de un Kitsune blanco.
— ¿Te puedo ayudar? —la chica le sonrió. El chico se quedó observándola y no dijo nada. La fantasma alzó una ceja—. Uhm, bueno... Los baños están al fondo, a la derecha. La cocina está en la tercera puerta y la mesa de aperitivos está en la esquina —la chica señaló.
El chico la siguió observando. _____, sintiéndose bastante incómoda, simplemente le dio otra sonrisa pequeña al chico y caminó hacia la mesa de aperitivos. Mientras caminaba, siguió sintiendo el peso de la mirada del chico, y volteó por unos segundos, confirmando que él la seguía viendo.
— ¿____-chan? —la chica saltó del susto, haciendo que Izuku estirara su mano para calmarla—. ¿Todo bien?
La fantasma volteó de nuevo, pero el chico ya no estaba— Me acaba de pasar algo muy "Película cliché de terror de los 90" —ante la mirada inquisitiva de Midoriya, ___ le restó importancia—. Nada, no es nada. En fin, ¿qué haces aquí? Creí que ibas a hablar con tus amigos.
Midoriya suspiró e hizo una mueca— No quiero hablar de eso.
Ambos se quedaron callados por unos segundos, escuchando la música. En el cambio de canción, ___ le ofreció su mano a Midoriya.
— ¿Quieres bailar?
Él se ruborizó— Tengo dos pies izquierdos.
— Tranquilo, no te voy a hacer bailar un vals —ella le guiñó el ojo, haciéndolo reír—. Entonces...¿quieres?
Él escuchó la música por un poco más y finalmente asintió. La fantasma lo jaló a la pista de baile, donde ya se encontraban muchas personas bailando. Tardaron un poco, pero finalmente ____ pudo enseñarle a Midoriya a sentir la música y bailar.
Bakugō los observó desde su lugar cerca de las escaleras, ignorando lo que Kirishima les estaba contando. Al ver a la fantasma darle una vuelta a Deku en medio de la canción, no pudo evitar sonreír un poco. Ambos se veían felices, y el rubio tenía que aceptarlo, ____ sí sabía bailar.
— ¿Ves? Incluso a Bakubro le dio risa —habló Kaminari, apuntando al rostro del rubio, ahora pelinegro por su tinte temporal.
Sin embargo, el mencionado seguía sin prestarles atención. Después de unos momentos, y en medio de otra historia del pelirrojo, Bakugō le dio su bebida a Sero de manera abrupta— Cuida esto, ¿quieres? Más te vale no ponerle nada, cinta barata.
Mina y los demás lo observaron caminar hacia la pista de baile. Al verlo, los ojos de Midoriya y ____ se iluminaron, y la chica estiró una mano para aceptar al rubio en el baile que estaban haciendo.
Claro, el rubio se hizo de rogar varias veces, pero quienes lo conocían sabían que sólo era por juego.
La música que habían escogido apelaba a todos los tipos de gustos, pasando desde pop, hasta indie y reggaetón. El último había sido porque Kaminari había tenido una época de sólo escuchar música occidental, y les había tomado cariño a los ritmos latinos.
Muchos de los presentes vieron a las tres personas bailar, y muchos se preguntaron en qué tipo de relación estaban, ya que a pesar de que Bakugō seguía regañándolos y respondiendo con groserías, Midoriya y la otra chica simplemente le seguían el juego o se reían.
Pero para ellos tres, no había un mundo afuera. Sólo existían sus sonrisas, sus miradas pesadas y sus risas que guardaban un sentimiento que ninguno quería nombrar.
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KIRISHIMA P.O.V
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URARAKA P.O.V
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La mitad de la noche había pasado, y para la felicidad de la fantasma, nada malo había ocurrido. Ella había tenido que enseñarles algunos pasos a los chicos, pero finalmente habían logrado hacer que funcionara el baile con tres personas.
Entre gritos de Bakugō, el nerviosismo de Midoriya y la risa de ____, el tiempo pasó volando, dejándolos en una burbuja. La música ya era mucho más tranquila, y la mayoría de las personas se encontraban sentados en las sillas, tomando.
Sweater Weather de The Neighbourhood se encontraba en reproducción y ____ simplemente se movía de lado a lado mientras que se apoyaba en el hombro de Bakugō. La parte lenta de la canción había llegado, y Midoriya los había abandonado para ir por bebidas, por lo que solamente se encontraban ellos dos bailando.
El rubio no había dicho nada, para sorpresa de ___, quien esperaba que el chico la apartara en cuanto las canciones lentas comenzaran.
____ tarareó la canción, y Bakugō no pudo evitar bajar la mirada para ver la cabeza de la chica. Midoriya y ____ habían dejado sus pelucas en una silla, por lo que Bakugō podía ver el cabello café de la fantasma.
Estas semanas habían cambiado algo intrínseco dentro de sí mismo. Él sabía que la mayoría de las veces sólo peleaba con Deku porque quería verlo enojado, ya que mucho del odio que le tenía se había esfumado desde hace tiempo.
Pero cambiar desde no odiarlo a ... lo que sea que fuera esto, había un gran espacio que él nunca pensó recorrer.
Sin embargo, todas las semanas que ellos habían pasado juntos en un esfuerzo por no pelear, le habían hecho recorrer ese camino inconscientemente, y pronto Deku ya no sólo era Deku; el nerd inservible que lo seguía como perro.
Ahora era Deku, el nerd que le calentaba chocolate caliente cuando había tenido un día duro. Era Deku, el idiota que siempre lo miraba con esa estúpida expresión de asombro que hacía que su corazón latiera más rápido. Era Deku, quien le sonreía y esperaba con ansias cualquier comentario de él.
Él no era ciego, él sabía que lo que sea que fuera este sentimiento, su naturaleza no era platónica. Y no sólo existían sus sentimientos hacia Deku. No, también existían sus sentimientos hacia cierta fantasma tonta que siempre buscaba el lado positivo.
Bakugō tenía que admitir que le sorprendieron sus sentimientos hacia ella. Él podía admitir que su dinámica con Deku en cualquier momento pudo cambiar a algo más romántico, pero habían tardado años hasta llegar a donde estaban.
Y lo que sentía por la chica había sido algo espontáneo. De un día a otro, había comenzado a desear que los comentarios coquetos de la chica fueran reales.
Había comenzado a ansiar llegar al dormitorio y encontrarse con ella en algún lado de la casa, haciendo tonterías que sólo ella entendía.
Había comenzado a anhelar más de ella, a observar todos sus rasgos con detenimiento y a desear grabárselos en su mente. Todo de ella era diferente, de una manera refrescante. No le molestaba su mal humor, sabía diferenciar cuando sólo era broma o cuando era enserio, y no invalidaba sus sentimientos.
Si la hubiera conocido durante la U.A, probablemente hubiera caído a sus pies desde mucho antes.
— ¿Qué piensas, psycho?
La chica alzó sus ojos cafés, y al tener el rostro de la chica tan cerca del suyo, las orejas de Bakugō comenzaron a enrojecer. Antes de que le contestara, Midoriya regresó con tres vasos. Las pecas del chico resaltaban bajo las luces, y sus ojos verdes tenían un brillo inigualable, haciendo que el corazón de Bakugō comenzara a latir más rápido.
_____ recibió las bebidas e inmediatamente jaló a Midoriya para moverse suavemente al ritmo de la siguiente canción. Ambos estaban sonriendo, hablando de cosas tontas y riendo de vez en cuando.
Bakugō los observó sin decir nada, dejándose llevar también por la música. Él no sabía si lo que sentía era amor, porque tenía tantas sensaciones al verlos y no estaba seguro si todas podrían ser catalogadas como románticas.
¿Qué es el amor? —Se preguntó, aceptando darle una vuelta a ____ cuando la chica se lo pidió.
¿Cómo puedo amar a dos personas al mismo tiempo con la misma intensidad? —Pensó, mientras protestaba audiblemente a bailar lento con el nerd. Al final, ___ y Deku cambiaron de lugar para que ella pudiera ir por más refresco.
Teniendo a Deku en su pecho mientras que ambos intentaban fingir no estar tensos, Bakugō finalmente pudo observar la manera en la que las mejillas del menor se ruborizaban.
La mirada de Bakugō se suavizó.
No sabía si lo que sentía era exactamente amor, pero por ahora, no tenía que preocuparse por ello. Lo que tenían en ese momento era suficiente.