"Slow down, you crazy child. You're so ambitious for a juvenile".
—¿Te gusta esta canción?
—Aprendes rápido, BeomGyu. Sigue a ese ritmo y en nada ya me habrás superado.
"But then if you're so smart tell me, why are you still so afraid?"
Vagos recuerdos se escapan de la mente de Choi BeomGyu. Su canción favorita resonaba en sus oídos, su cuerpo reposando en su respectiva mesa escolar y su corazón vagaba en un laberinto de recuerdos mientras sus airpods le aíslan por unos momentos del ajetreo estudiantil. Había aprovechado la hora de almuerzo para dormir, escuchaba música para salir del trance en que su cerebro quedaba luego de viajar por unos momentos al país de los sueños. Su cabello levemente despeinado y sus ojos que aún no se acostumbran a la luz que emana el salón.
Su trance que fue interrumpido por el estrépito causado en su mesa, el cual le hizo sobresaltarse por lo repentino y dramático que había sido.
—¿Aquí habías estado todo el receso? – más que una pregunta, es un reclamo por parte de su hyung. Sus manos, causantes del estrépito estaban ambas sobre la mesa al par de la bolsa que trae consigo
—¡No hagas eso de repente! —y el menor le responde con otro reclamo acompañado de un manotazo en el hombro, el mayor se indigna ante tal falta de respeto. —Y sí, tenía sueño y me quedé dormido.
—Tienes suerte de tener amigos tan considerados —coloca la bolsa frente a la cara de su amigo — es un sándwich, será mejor que comas algo si planeas tener energía para no quedarte dormido el resto de la jornada. —dice al par que vacía el contenido de la bolsa y lo deja frente a la mesa de BeomGyu.
El chico observa por unos segundos a su hyung, lo estaba regañando pero a la vez seguía cuidando de él como si fuese un hermano menor descuidado que no puede hacer nada por su cuenta. Lo cual era cierto en algún sentido.
—Gracias, mamá —este último adjetivo lo agrega con sarcasmo antes de comenzar a comerlo. —¿Dónde está SooBin-hyung? —y le da el primer mordizco a su almuerzo.
YeonJun abusa del hecho de que su amigo sea de ese salón y se acomoda en el asiento del frente, colocando sus brazos sobre el respaldar de la silla para quedar de frente a BeomGyu.
—Dijo que me adelantara, no quise preguntarle a dónde se dirigía.
Y como si estuviesen haciendo alguna invocación, lo siguiente que escuchan es la voz del mencionado proveniente de la puerta del salón.
—YeonJun, la presidenta del consejo necesita hablar contigo. —Al lado de SooBin se encuentra la nombrada en cuestión, permanece firme en su puesto mientras sus brazos sostienen diversos papeles contra su regazo. La diferencia de altura en comparación a Choi es abismal, aunque eso aplicaría para cualquier persona normal que se parase junto a él.
—Hablando del rey de Roma. —YeonJun rueda sus ojos con hastío, ¡justo cuando se había acomodado! —Enseguida. —Pero el deber le llama, así que con un asentimiento que le indica a BeomGyu que regresaría enseguida, se levanta del asiento y se dirige hacia la puerta.
A todo esto BeomGyu es un expectante confuso de todo lo que sucede, tanto por la repentina visita como de la llegada de la vista en cuestion con su amigo. SooBin se adentra en el salón y se apropia del asiento que anteriormente ocupaba YeonJun. El menor aún ve con curiosidad como su amigo y la chica saludan con tanta formalidad antes de comenzar a conversar.
—¿Estabas con la Presidenta? — BeomGyu no puede evitar interrogar casi de inmediato al mayor.
SooBin tiene curiosidad de las actitudes del chico, pero se reservaría sus comentarios para después.
—Le dije a YeonJun que se adelantara porque fui al salón de Huening un momento. Casualmente me la encontré de camino hacia acá y me pidió ayudarle a comunicarse con YeonJun-hyung.
BeomGyu asiente, ahora esa repentina visita tiene una explicación racional para él.
— Ya veo. — Sus ojos vuelven a buscar fijarse en la puerta, pero se esfuerza por estar presente en su conversación con su amigo. —Sigues sin despegarte de Huening. YeonJun tiene razón al decir que pareces su chicle.
—Debo robárselo a Kang por un momento —y SooBin no piensa admitir ese hecho tan fácilmente. — de no ser así terminará por contagiarle lo rígido.
BeomGyu no contiene la risa que se le escapa.
—Es más probable que a él se le contagie la energía de Huening, no me lo imagino sin su aegyo tan natural.
— Definitivamente es impensable, sería como que pierda su esencia. — Y una pequeña risa es intercambiada entre ambos. SooBin es el más cercano al chico extranjero en cuestión, pero BeomGyu también ha convivido con él, y al igual que cualquiera que lo conozca, la personalidad tan carismática del muchacho hizo que le fuese imposible de olvidar.
BeomGyu vuelve a ver de reojo el exterior del salón, y lo último que sus ojos captan son una chica que hace una pequeña reverencia antes de seguir su camino, y su amigo devolviendo el gesto para luego volver con ellos al salón.
—Deberíamos volver a planear una salida con Huening y Kang, hace mucho no salimos. — Las palabras de su amigo (a quien por un momento había olvidado) le devuelven su atención a la conversación.
—Deberíamos. —su voz sale en un suspiro, apaciguando el hecho de que una salida representa mucha energía social... y que a pesar de ello le emociona la idea.
—En fin, no recomiendo nacer. —El drama es un indicio de que YeonJun ya está de nuevo entre ellos.
Entonces el calmo rostro de BeomGyu se aliviana para dar paso a una pequeña risa que se entremezcla con sus palabras. —¿Qué es tan malo?
El mayor no desaprovecha la oportunidad para darles su dosis diaria de drama.
—¡Agh! El director quiere que los presidentes de clubes nos reunamos con el consejo estudiantil después de clases.
Y sí, YeonJun era el presidente del club de deportes de la institución. Se ganó esa posicion hace bastante tiempo, cuando solo tenía meses de haberse inscrito. Sus habilidades deportivas y gran carisma le hicieron el candidato perfecto para estar a la cabeza del club. Aunque si le hubiesen dicho que eso conllevaba este tipo de responsabilidades... lo hubiese considerado más.
—Supongo que tendremos que irnos sin ti a la salida —BeomGyu interfiere. —otra vez. O sea que tendremos que gastar en pasaje. —es lo que le indigna en realidad, el mayor hace un gesto de dolor ante tal confesion, traicionado de que se preocupe más por ello que de pasar tiempo de calidad con él (drama).
— De lo que te preocupas... —antes de que pueda seguir reclamando, el timbre resuena por la institución, avisandole a los intrusos que deben regresar al aula a la que pertenece. Es entonces cuando, a regañadientes, ambos jóvenes se despiden de su dongsaeng y se retiran a su salón.
SooBin aprovecha el poco tiempo que tardarían en llegar a su respectivo salón para expresar sus inquietudes.
— Oye, YeonJun... — El mencionado parece estar igual de inquieto por hablar. Un sonido nasal le hace entender a SooBin que puede continuar hablando. —BeomGyu parecía interesado en tu pequeña charla con la Presidenta.
Y él le dedica una mirada cómplice a SooBin.
—Creo que sé cómo ayudar a BeomGyu con lo de su clase.
Decir que SooBin está intrigado está de más.
—¿Qué piensas hacer? —inquiere, tratando de cuidar el tono de voz pues se encuentran en un pasillo transitado. Y la mirada felina de YeonJun se afila, él tiene una idea.
—Le conseguiré un tutor, uno de la mejor calidad.
Reunión de presidentes era sinónimo de hora de castigo gratis para YeonJun. Él ya había presentado su informe, había sido de los primeros; al ser el club de deportes, gozaba de cierto privilegio pues la institución brinda bastante apoyo a las actividades físicas. También había fingido que le tenía importancia al informe de los demás clubes durante veinte minutos, ahora solo le restaba esperar las resoluciones que también tomaban su tiempo en ser expuestas. Todo esto al término de la jornada escolar, momento en el que lo único que quería era estar en su casa y holgazanear.
Un castigo que se ganó al aceptar el puesto como presidente.
De cualquier modo, esta vez las resoluciones sí ameritaban su atención, ya que se les informaba cómo proceder con las actividades de fin de año. Y si algo caracterizaba a YeonJun era su habilidad para hacer que el club de deportes brillara.
— Espero que todos hayan comprendido cuál es su papel como presidentes durante esta temporada. —las palabras de cierre de la presidenta le avisan a YeonJun que su martirio está por terminar. —Por favor, el consejo necesita de todos ustedes para que esta promoción sea memorable.—su voz resuena con firmeza en el silencio de la sala — Con esto damos por finalizada nuestra reunión.
Varios alumnos se estiran en su asiento, algunos intercambian palabras de alivio, otros se quedan unos minutos para repasar lo tratado. Pero esta vez Choi YeonJun no puede unirse a este ambiente típico de una reunión de consejo finalizada. Porque fue arrastrado a esta sesión por un motivo mayor.
Así que, sencillamente espera a que la prisa por volver a sus hogares se encargue de movilizar a los estudiantes fuera del salón. Y no es que él esté a gusto con eso, se muere de ganas de largarse de la institución, pero no planea irse a su casa sin cumplir con su misión. Cinco minutos después, el salón está casi despejado, la amplia y fría sala de reuniones pasa entonces a ser ocupada por dos personas Choi YeonJun, y la única persona que él había calculado que permanecería tanto tiempo ahí luego de haber finalizado la reunión.
—Ya todos los presidentes se retiraron, ¿sucede algo, Choi? ¿Por qué aún no te retiras?
La persona que en ese momento confronta la inusual presencia de YeonJun en el lugar.
—Necesito hablar con usted, Presidenta.
La Presidenta del Consejo Estudiantil.
— Si no te molesta, preferiría que fuese algo rápido, es algo tarde para regresar a casa. —sus manos están afanadas guardando todos sus materiales en su maletín.
Choi YeonJun se levanta de su lugar, sus manos se apoyan en la mesa sirviéndole a su cuerpo como soporte.
—Brevemente, mi amigo necesita ayuda con una clase —su postura indica que se encuentra dispuesto a negociar por obtener el favor que está a punto de pedir. — y considero que eres la persona más capacitada para hacer el rol de tutora para Él.
Las manos de la chica cesan su labor, y sus ojos ahora ven fijamente al joven.
—Así que te quedaste hasta ahora por eso.
YeonJun asiente, nuevamente tratando de demostrar que él también tiene presencia y puede obtener lo que se proponga.
—Sé que al ser la presidenta ya tienes demasiadas cosas en tus manos, — y usa su elocuencia para convencer. —pero he escuchado que como tutora eres excelente Además, sé que mi amigo no es tan desentendido— jamás pensó que diría esa frase.— basta con que se le explique con una claridad mejor de la que usa su maestro para que entienda. No le quitará mucho tiempo.
La joven aún no quita aparta su vista de los ojos del contrario.
—¿Qué clase es?
—Física. — Puede observar como los labios de la presidenta se tuercen levemente.
—Física no es mi fuerte. — explica con calma —Llevo algunos días sin ofrecer tutorías precisamente porque el director exige mucho estas semanas. Además, para asesorar a alguien me aseguro de que realmente exista interés por aprender, ¿Cómo estoy segura de que tu amigo lo tiene? — directo, pero su tono denota curiosidad y lógica, en lugar de reproche o altivez.
Tenía un buen punto.
Así que no sería tan sencillo.
Pero tampoco era inaccesible.
Un "click" resuena en la mente de YeonJun.
—Hablo en nombre de él porque sencillamente es más sencillo que yo cruce palabras contigo a que él lo haga. — aparta sus manos de la mesa y se irgue en su posición. —Pero si no tienes inconveniente, puedes verificar tú misma que no será un desperdicio. Mañana lo puedes conocer.
Un trato algo osado, realmente no le importaba tener que darle un empujón tan grande a BeomGyu en esos momentos.
Y la chica se dedica a terminar de guardar sus cosas. Si no conociese los modales de ella, YeonJun pensaría que lo ignora.
—¿Y bien? — El tiempo le apremia, así que insiste una vez más.
Para entonces ella ya ha terminado su afán. Entonces, se coloca su maletín en el hombro y vuelve su vista hacia YeonJun.
—Si no tengo ningún percance, estaré en la sala de música durante el almuerzo. —Choi puede respirar tranquilo —No me malentiendas, no estoy aceptando aún. — extrañamente se percibe mucho tacto en su tono de voz. —Después de cerciorarme de quién se trata podre decirte si lo haré o no. Espero que por ahora estés satisfecho con eso.
—Lo estoy. —Y le dedica una sonrisa tranquila, aunque por dentro esta festejando. — Muchas gracias por tu tiempo.
De camino a su casa, en su auto, aún tiene muchas cosas que maquinar en su cabeza. Tanto planear las actividades del club conforme a las instrucciones de la reunión como sus responsabilidades como estudiante, pero lo primero que piensa hacer al llegar a su casa es hacerle una llamada a SooBin para contarle lo que hace unas horas acababa de conseguir.
—Lo siento por lanzarte así a esto, BeomGyu. Pero me lo agradecerás luego.
N/A:
La apariencia para tubatu en la cual me inspiré para la historia es la era de 'Way Home MV'. Por eso no puedo referirme a ninguno por algún rasgo en particular como el color de cabello ah.
¡Gracias por leer!
- leviniel