Advertencia: +18
Scott
Esta noche ella acepto pasar tiempo conmigo y Stiles después de tanto pedírselo.
—¿Todavía sigues molesta por eso? — le pregunta Stiles.
—Me dejaste sola
—Era solo Scott lo único que pudo haber hecho era embarazarte — bromea él.
Pudo haber sido muy posible pienso.
—¿Y crees que eso es poco?
Mi hermosa chica le da una sonrisa sínica junta la imagen de su dedo de corazón.
—Siempre tan educada T/N — mi mejor amigo se levanta y toma sus cosas — Ya me tengo que ir tortolitos, por favor.... No me conviertan en tío mientras no estoy.
Ella procede a tirarle unas de las palomitas que tenía en el bol sobre sus piernas.
No prometo nada me digo mentalmente.
Una vez Stiles se va miro a la chica a mi lado, su olor a moras con chocolate impregnado en toda la casa lo cual me encanta. Con mi brazo que estaba apoyado sobre sus hombros acaricie su brazo llamando la atención ella me da una ráfaga mirada regalándome una de sus hermosas sonrisas.
Últimamente he sentido una profunda necesidad de estar más cerca de ella de lo normal, no querer ni poder despegarme en ningún segundo. Suelo sentir desesperación cuando estoy lejos, o cuando escucho a lo lejos que ella hace algún sonido algún quejido. Su simple aroma me vuelve loco al saber que está en algún lado y no estoy a su lado. Protegiéndola. No soporto ni la idea de pensar que un hombre se le acerque. Aunque en el fondo sé que pueda no haber ninguna intención con ella, ningún otro puede estar con ella que no sea yo. Esta desesperación provoca que mis colmillos salgan sin mi consentimiento.
Como en este momento que esta fuera de mi control volver a la normalidad, solamente por su cercanía y su aroma. Lo que vuelve aún más difícil esta situación es otra cosa siendo controlada sin mi control en mis pantalones. Me remuevo incomodo tratando de aliviar la presión en los pantalones, pero igualmente sin alejarme de ella.
—¿Te pasa algo lobito?
Mi plan de pasar desparecido no me funciono.
—No reina
Ella me mira curiosa y yo actúa natural, lo cual me es difícil considerando que debo hacer una mueca para que mis dientes lobunos no se vieran y sentarme de manera incomoda por que el dolor en mi entre pierna se hace cada vez más incómodo, pero luego ella vuelve su atención a la película.
—¿Esta caliente lobito? — aun con la mirada puesta en la televisión me habla y me es fácil ver que sonríe mientras come una palomita.
—.... Tal vez
—Yo creo que si — ahora su vista baja mis pantalones donde ahora hay un notable bulto, sus ojos encuentran los míos y eso me pone a un peor.
—No me mires — pido pasando mis dedos por sus ojos provocando que los cierre.
—¿Por qué? — la situación le parece causar mucha risa a ella. La veo poner el bol de palomitas en la mesa de enfrente y volver a verme a mí.
—No me ayuda mucho verte a tus lindos ojos — ella ve detenidamente mi rostro, mis colmillos y baja a detenerse en el bulto en mis pantalones.
Su cabello cae a un lado, tan sedoso y suave y deja expuesta su cuello el cual me llama a que me acerque e inserte mis colmillos reclamando lo que es mío.
—¿Te gusta lo que ves? — pregunta acercándose peligrosamente a mí. Me relamo los labios viendo cada movimiento que hace hasta colocarse encima de mí.
—Nena, esto no es buena idea.
—¿No lo es? ¿Por qué lo dices?
—Le prometimos a Stiles que-
—Yo no le prometí nada a Stiles, y no le debo nada después de todo — ríe acercando su boca a la mía la cual me esfuerzo a evadir.
—Sigue siendo mala idea, no me siento en control en este momento.
—Eso no tiene nada de malo — me sonríe de manera picara.
—No soportaría acerté daño
Ambos quedamos en silencio por casi un minuto.
—Sabes... — sigo viéndola a los ojos mientras habla — Nunca e estado con un hombre lobo antes — se mueve encima de mi erección lo cual me hace sostenerla fuertemente de la cintura obligándola a estar quieta en su lugar, pero una vocecita en mi cerebro se altera en una duda.
—¿Habías estado con alguien mas antes? — me esfuerzo por que los celos recorriendo furiosamente mi sangre no me altere. Ella sigue sin borrar la sonrisa de su rostro.
—... Tal vez — aprieto con más fuerza sus caderas, pero al oírla hacer un pequeño quejido suelto mi agarre de inmediato. Ella toma mis manos y las coloca en sus caderas de nuevo.
—Me gusta rudo lobito — aletea sus pestañas al volver verme, un acto tan inocente pero ardiente a la vez —Y la idea de estar con un hombre lobo y mejor aún un Alpha verdadero me pone mucho.
El bulto en mi entrepierna se vuelve aún más grande. Miro de nuevo su cuello y relamo mis labios.
—¿Estas en celo? — pregunta tomándome por sorpresa lo cual lo miro dudoso — ¿No sabes que es? — niego —Cuando un lobo encuentra a su otra mitad y llega a la temporada de celos siente aun mas necesidad de estar cerca, celos incontrolables marcarlos como suyos con una pequeña mordida y .... siempre están calientes.
Eso explica mucho
—¿Cómo sabes todo eso?
—Leyendo unos libros, este mundo sobrenatural de hombres lobos me han dado mucha curiosidad — confiesa acariciando mi cabello.
Mi chica curiosa
La idea de tenerla solo para mi es muy tentadora. Pero no hare nada sin su permiso y mucho menos que pueda lastimarla.
Siento sus labios ser impactados en los míos robándome un suspiro y sin poder controlarlo le devuelvo el beso, roces húmedos y electrizantes. Levanto mis caderas buscando mas de su roce empujando mi pelvis en su entrepierna moviéndola un poco hacia arriba.
Corta el beso
—¿Me vas a marcar lobito?
La miro, con la respiración algo agitada, debato y veo su cuello luego vuelvo a ver sus ojos.
—Marcarme — pide.
—No creo que sepas lo que estas pidiendo reina.
—Dijiste que te pidiera lo que quiera — me recuerda —Quiero que me hagas tuya en todas las formas posibles — pasa sus manos sobre mi pecho recorriéndolo hasta enrollarlos en mi cuello y volviendo a verme directo a los ojos —¿Lo tomas o lo dejas? — su mirada inocente que oculta picardía combinada con su labio inferior siendo sensualmente mordido por ella me saca de los cabales.
El auto control no existe.
Comienzan caricias desenfrenadas, la ropa desaparece, más específicamente la desaparezco arrancado la ropa de su esplendido cuerpo dejando a la vista su apetecible piel volviéndome cada vez mas loco por mas de ella por mas caricias. Me desahogo de mi camiseta y con un brazo enrollado en su cintura la levanto para con el otro como puedo bajar mi pantalón y sin poder esperar mas rompo mi calzoncillo.
Ella ya sin anda puesto encima de mi como toda una diosa en su esplendor. Vuelvo a besarla desenfrenadamente, con mis manos recorriéndola completa, jugando con sus puntos mas sensibles.
Una vez dejo sus pezones erectos tanto o mas o menos como mi miembro. Ella se levanta y con una de sus manos ubica mi miembro en su entrada sentado se sobre el enterrándolo por completo dentro de ella.
Suave
Húmedo
Caliente
Apretado
Una vagina perfecta. Como el control es inexistente en estos momentos sin poder mas la toma de la cintura y la ayudo con los movimientos. Arriba y abajo, arriba y abajo una y otra vez.
Fuerte, rápido, duro.
Sus gemidos se escuchan por toda la casa y doy gracias al de arriba por estar completamente solos. Tal vez solo los vecinos nos escuchen. Pero que nos escuchen, que sepan que yo soy quien la esta haciendo gemir, por mí, por cada penetrada que le doy.
Me besa mientras sigue saltando sobre mi y luego me ve directo a los ojos con una mueca de placer. Se vuelve el cabello a un lado desacelerando un poco sus movimientos sobre mí, dejándome su cuello frente mío.
Entierro mis colmillos y siento que algo sale liberado de ellos, ella hace un fuerte gemido entre dolor y mas que nada placer sigue moviéndose gentilmente. Siento su cuerpo temblar encima mí. Al fin morder su cuello siento cada roce, cada movimiento, todo el placer multiplicado por mil. Gruño intentando aguantar un poco más, pero eso me es muy difícil.
La levanto y saco mi miembro de ella, pero de inmediato con mi mano jalo de ella, solo en cuestión de unos segundos me dejo liberar, disparando mi esperma en su abdomen y piernas. Ella me ve llena de lujuria con la boca entreabierta respirando agitadamente.
Necesito que ella se sienta tan bien como yo. Procedo a meterle los dedos aprovechando nuestra posición.
—Folla mis dedos nena
Ordeno y ella plácidamente me obedece moviéndose sobre ellos. Sus gemidos música para mis oídos, pero me apresuro antes que mi amiguito se vuelva a encender. Muevo mis dedos de arriba abajo también tocando un punto que puedo notar que le gusta mucho por que puedo notar como sus piernas comienzan a moverse y temblar torpemente. Y de golpe siento sus pliegues apretar mis dedos y mas liquido gotear. Ella intenta recuperar la respiración, me mira y sonríe para caer desplomada en mis brazos.
La abrazo y al ver su cuello chupo y limpio un poco la sangre que salió de ahí.
—Eso fue
—Asombroso — termina ella la oración por mí. Lo cual nos hace reír.
Juego recorriendo mis dedos por su espalda desnuda haciéndole ligeras cosquillas por lo visto pero la relajan. Una vez se recupera levanta la cabeza para verme.
—¿Segundo round?
¿Qué les pareció bola de picaras?
Espero lo hayan disfrutado, yo si lo hice escribiéndolo.
Me encantaría saber su opinión ¿Cuánto le dan?
¿Quién más quiere un lobito como Scott? No puedo ser la única.
¿Quieren siga con esta serie?
Hasta aquí por hoy gracias por leer, nos leemos pronto si Dios quiere. Cuídense personitas bellas. XOXO FADUA