Excursión
— ¿Ven esta imagen niños?— obtengo la atención de los seis pequeños que acuden a mis clases, en el orfanato
— ¡Siii!— exclaman
— A ver…—paseo entre los pupitres haciendo mayor el suspenso— dime Melissa, ¿Qué vez en este dibujo?
— ¿Un Ada volando?— contesta dudosa, los demás, buscan la Ada de la que habla su amiga.
—No peque, ¿alguien sabe qué es?— indago
—El ratón Pérez haciendo su trabajo en la noche— exclama eufórica Sofía, escucho risas y más comentarios referentes a que aparece en dicha imagen
—Es un pueblo de noche—murmura casi imperceptible Noah
—Bien, Noah tiene razón; hora les contare como fue que se hizo — me miran fijamente mientras hablo
»Había una vez un chico que no se sentía bien, así que lo llevaron a un hospital para que mejorara, mientras estaba allí todos los días miraba el cielo nocturno hasta que una noche decidió dibujarlo, para sorpresa de todos, aunque existía gran similitud entre el cielo real y el que se exponía en dicho lienzo no era iguales y la técnica que usó no era la común, así que se crearon miles de teorías sobre que representaba exactamente la obra, unos sostenían que era lo que el sentía, otros que era lo que veía del paisaje, que quizás había estudiado astronomía, o que simplemente se había vuelto loco, pero ¿saben lo que dijo el pintor? —niegan con la cabeza
—Dijo: No sé nada con certeza, pero ver las estrellas me hace soñar
»Este cuadro se llama La noche estrellada y lo que quiero que vean es que, como le sucedió al pintor, no siempre van a ser entendidos o aceptados por sus acciones, muchas veces ni ustedes mismos sabrán que los lleva a actuar de esa manera, pero solo una cosa es segura, siempre deben seguir sus principios y valores— concluyo y acto seguido toca la campana
— Una cosa antes de que se vallan pequeños; sueñen…Sueñen despiertos y dormidos, jugando, hablando, estudiando, pensando, riendo y también llorando, mas nunca permitan que nada, ni nadie, les impida luchar por realizarlos— ellos me sonríen y salen del salón
— La forma más sencilla que eh visto de explicar una obra de Vincent Van Gogh y que sea a su vez tan precisa y correcta—comenta una voz detrás de mí
—Eso era porque hasta ahora no me había visto trabajar Elizabeth— respondo con altanería, mientras recojo mis cosas; me importa muy poco lo que piense de como imparto las clases por muy directora que sea.
— Necesito que mañana vengas temprano porque llevaran a los niños a una excursión— informa
—Por si no lo recuerda estoy en la universidad y tengo clases, otra cosa ¿llevaran, quiénes?— pregunto
—Ya lo de las clases está acordado con su director y respondiendo a lo último, serían otros supervisores, Polarys y usted— responde y se me hiela la sangre, aún no me veo capaz de hablar con ella
—No puedo ir
—No te lo estoy preguntando Thomas, solo te informo— decreta girando sobre su eje y marchándose de allí.
***
—
Señorito ¿Qué gusta comer?— pregunta Sarah nada más atravesar la puerta de mi apartamento
—Primero que todo Sarah, no me digas señorito, no soy yo quien te paga, y segundo para mí solo ordena pizza de extra queso, no me apetece nada más
— Pero su mamá dijo por teléfono que no quería que ingiriera comida chatarra
Retrocedo los pasos que había adelantado, concentrando mi atención en la señora de cincuenta años que Helena contrató para los quehaceres domésticos. Llegó hoy en la mañana antes de irme a la universidad y me informó que el retraso de dos semanas se debía a que se encontraba enferma, la dejé instalándose cuando me fui y al llegar, tenía el departamento reluciente de pies a cabeza y de verdad que este lo necesitaba. Soy organizado pero tampoco es que me preocupe mucho de la limpieza, siendo sinceros; solo espero que no haya tocado nada de mi taller de arte, porque me cabrearía mucho.
—Te diré algo Sarah, me importa bien poco lo que diga mi madre, voy a comer lo que me venga en gana, así que o la pides tú, o ya lo hago yo— sentencio y ella solo asiente
Dirijo mi andar hasta la segunda planta más recuerdo algo:
—Ah una cosa más, no quiero que entres a la tercera puerta de aquí arriba, ya lo limpiaré yo si lo creo conveniente
—Como desee seño…— la miro duro, ella se percata y reemplaza la palabra por mi nombre—le informo cuando llegue su cena
Después de una relajante ducha me recuesto en la cama y por increíble que parezca me quedo dormido hasta que llaman a la puerta de mi recámara, por inercia llevo mi cuerpo hasta allí, pensado que me encontraría con Sarah y una humeante pizza, pero para mí desgracia, es Cris con un cuenco de helado de chocolate, automáticamente pongo mala cara.
—Hola Bella Durmiente, acaba de llegar el príncipe a rescatarte— comenta burlón, por lo que recibe un bello portazo en la cara.
Vuelvo y me tumbo de forma descuidada en el colchón, sin embargo mi primo se caracteriza por ser tremendamente insistente así que, ignorando mí no tan discreta forma de echarlo de la habitación, abre la puerta y camina hasta sentarse en la butaca cerca de la ventana.
—Eres increíble
—Eso ya lo sé, capullo— comento altanero con la cara aún en la almohada
—No imbécil, no ese tipo de increíble— ríe y lo ignoro— Se supone que, soy yo quien debería estar cabreado por tu jueguito en la mañana— explica y por tal motivo, a mi cabeza viaja el recuerdo de una foto, sonrío de manera involuntaria— ¡Oye!, no te burles de mí— reclama
—Yo no te pedí que vinieras, así que no me exijas que te reciba con los brazos abiertos y menos si estaba durmiendo, además veo que ya tienes tu bienvenida— comento señalando el helado que trae en sus manos
—Emm…esto— lo alza y ríe nervioso— lo traje de mi casa— miente descaradamente
—Sí y yo soy el presidente ¿no te jode?
—Ok, lo admito, me le escabullí a tu empleada y lo agarre de la nevera ¿contento?— muevo la cabeza en respuesta, el continua hablando de todo su día, pero no escucho ni la mitad
— ¿Verdad que si?— pregunta
—Sí, seguro— contesto, mas reacciono a que no sé a que dije que si— ¿Ehh?— lo miro extrañado, provocando que se carcajee
— En que dimensión andabas primito— se mofa
—En que mañana tengo una excursión con los niños del orfanato
— Valla, que bien, aunque sigo sin comprender que te preocupa
— Mi preocupación tiene nombre, apellido y unos lindos ojos miel
—Explícate mejor porque ya me hice bolas— indaga
— Lo que digo es que Ary será una de las encargadas de la excursión
—Primo— me da palmaditas en el hombro— tienes una suerte de perros
— ¿Me debo alegar? — comento irónico
— Te dije que disfrutaras de lo que venga, pero prefieres complicarte la vida buscando excusas y retrasando lo inevitable
— ¿No me digas?
— Tampoco tienes que usar la ironía conmigo, estúpido— bufa— solo intento ayudarte
Me incorporo apoyando mi espalda en el cabecero de la cama y levanto las manos en señal de rendición
—Ok no te enfades, estoy irritado por todo este tema de Ary, sé que cuando nos volvamos a ver saldrán a relucir cosas del pasado que no quiero contar—
—Algún día tendrás que hablarlo, lo sabemos bien; pero recuerda que me tienes aquí, y que experimente en carne propia lo que sientes…—
comenta, pero por la forma en la que observa el helado me doy cuenta que a su cabeza, llegaron muchos recuerdos.
Abro la boca para decir algo pero nada sale, y por increíble que parezca, Sarah llega con la pizza que había ordenado dando así por finalizada nuestra conversación.
***
— ¡Suban todos al autobús!— ordena la directora
En el momento en que los niños acataron su mandamiento, se gira hacia los supervisores y nos comunica el horario de excursión, las visitas a realizar y el comando que tendrá cada subgrupo.
*— ¡Me pido a Ary!— informa la petulante voz que me atormenta día a día*
— Y… Thomas se encargara del subgrupo de Arte, acompañado por Polarys— notifica Elizabeth
Confirmado, mi conciencia y la directora me quieren volver loco.
Varios museos, galerías y teatros más tarde llegamos a nuestra última parada, comer.
El autobús se detuvo en un pequeño parque rodeado de puestos ambulantes de comidas típicas latinoamericanas. Donde sea que mires, hay más colores y sonrisas que en el anterior, por lo que se siente un ambiente diferente al que estoy acostumbrado.
—Yo pido pizza— comunica Mason, seguido por cinco mini afirmaciones, y no tenemos más remedio que acatar sus deseos, dejando de lado la degustación latinoamericana que estaba preparada
—Siéntense ahí— impone Ary señalando una mesa— de este lado Melissa, William, Sofia y del otro Mason, Nadia y Noah. No se levanten y menos se alejen de aquí, Bell y yo vamos a por las pizzas—
— ¿Quién es Bell?— consulta Nadia dudosa
— Lo siento, me refería a Thomas— explica Ary
— ¿Thom, por qué te dicen Bell?— pregunta William, suspiro y me siento a su lado
— Mi abuela, fue quien descubrió que mamá estaba embarazada, mucho antes de que ella misma lo supiera. En una cena que se llevaba a cabo por principios de mayo mi abuela decoró la mesa con detalles de bebes, todos cuestionaban dicho acto ya que no comprendían la razón, pero al concluir la noche mi abuela llegó a la sala con un pastel mitad azul, mitad rosa y lo poso en las piernas de mi madre, quien se sorprendió por tanto misterio, mas no se percató que en la parte de delante del pastel decía: Voy a por el/la 2 bebe; hasta que mi padre comenzó a llorar tal cual niño pequeño. A la semana siguiente se comprobó que mi abuela tenía razón por lo que dijeron que el nombre del bebe seria en su honor. Ella se llamaba Isabell, si era niña llevaría Isabella, pero como fue varón optaron por reducirlo a Bell, aunque también colocaron el Thomas
— ¿Y por qué todos no te llaman Bell?— cuestiona Mason; tengo que cortar el tema, si aumenta su curiosidad llegara un punto en la historia que aún no soy capaz de contar.
— Bueno eso es porque me agrada más Thomas, Bell es un poco raro
— ¿Y no crees…— interrumpo la nueva pregunta de Mason levantándome
—Ahora vuelvo, voy a por las pizzas
— Lo siento por eso— dice Ary nerviosa, asiento en respuesta y seguimos caminando
—Cuatro pizzas de extra queso y siete refrescos— comunico al que lleva los pedidos
—Marchando joven, en unos veinte minutos está su orden— me informa con un marcado acento venezolano
—Oye Bell— volteo a mirarla
—¿Si?
— No quiero que te sientas incómodo conmigo ¿vale?
— Ok
—No pienses que porque coincidimos hace nueve años te voy a presionar para saber que pasó todo este tiempo
— Vale— acepto, es un alivio saber que no tendré que hablar de ello, aunque esto hace cuestionarme que es lo que ella no desea que yo sepa; pero lo dejaré pasar, cada uno con sus cadenas y ya de por si, las mías pesan varias toneladas.
— Estando eso claro, ¿Específicamente qué estudias?, sé que coincidimos en Historia del arte por todo el tema del dibujo, de hecho, disculpa por si dije algo malo ese día
— Primer año de Bellas Artes y olvida el maldito dibujo— respondo tratando de no discutir sobre el maldito boceto—; ¿tú en qué vas?
— Primero de fotografía; aunque no creo que sea por mucho tiempo
La manera en que lo dijo despertó mi curiosidad pero fui interrumpido por el mesero
— Sus órdenes chicos— comentó alcanzándonos la comida
Caminamos hasta la mesa con todo aquel gigantesco pedido, aunque necesitamos realizar dos viajes para poder trasladar todo.
Los niños comían tranquilos en la mesa a nuestra izquierda mientras nosotros compartíamos una mesa para dos
—Los admiro— comento observando la escena
William se burla de Sofía ya que tiene el rostro embarrado de salsa de tomate, pero inmediatamente Mason le alcanza una servilleta a la pequeña y le lanza una intimidante mirada a Will, quien solo ignora la acción concentrándose en Melissa. Más alejados están los gemelos riendo y jugando como si tuvieran un mundo privado donde no irrumpe maldad.
—Yo también lo hago, llegaron aquí siendo muy pequeños y aun así ven todo esto como una gran familia y eso me reconforta mucho
— ¿Nadie está en proceso de adopción?— consulto y niega cabizbaja
—Hace poco menos de un mes lo intentaron con Mason; pero él dijo que sin Sofía, no se marcharía
— ¿Son hermanos?— enarqué una ceja mientras buscaba relación entre los rasgos físicos de los pequeños, mas no la encontré; ella posee tez y pelo claros, con unos ojos visiblemente azul cielo, él por su parte es castaño, ojos pequeños y rasgos latinos.
— No, aunque ellos se tratan como si lo fuesen. Mason llegó al orfanato con poco más de dos años, acababa de perder a sus padres y hermanita pequeña en un accidente de tráfico. Volvían de recoger a la recién nacida cuando se atravesó un animal en el camino y ya debes conocer el final, apenas él, logro sobrevivir
—Debió ser muy duro
—Y lo fue, al mes de llegar le diagnosticaron trastorno de estrés post traumático. Se cerró herméticamente para el mundo, y como era tan tranquilo los supervisores se descuidaron. Él era reservado, pero muy inteligente, así que aprovechó la oportunidad, se escapó para el área donde están los bebés de hasta un año y conoció a una pequeña Sofía; a partir de ese día surgió la hermandad que vez hoy
— Wow— murmuro incrédulo— Lo sostengo, admiro la fortaleza que tienen estos niños
—Créeme… Son más fuertes que muchos de nosotros— asegura como si luchara internamente contra algo que solo ella conoce.