Taehyung abrió sus ojos como platos, luego parpadeó repetidamente. ¿Había escuchado bien? Juraría que no lo había hecho.
—¿Eh...?—se dio la vuelta por puro instinto, debido a lo sorprendido y confundido que estaba ante la pregunta de Jungkook. En seguida se maldijo a sí mismo por haber hecho eso, ahora no le quedaba otro remedio que encarar la intimidante y fría mirada del azabache.
Entró en pánico y trató de alejarse lo más posible del tacto del cuerpo del mayor, inclinando su espalda hacia atrás y apoyando sus codos y antebrazos en la encimera. Desde luego, tampoco debería haber hecho eso, pues ahora la pierna del azabache se encontraba peligrosamente entre las suyas. Cagada tras cagada. Sintió su cara acalorarse.
—Responde —ordenó. Tae odiaba cómo el mayor lo observaba, como si fuera superior a él, como si lo mirara por encima del hombro. Como si debiera de obedecerle por el simple hecho de ser Jungkook.
Un leve roce en sus extremidades inferiores hizo que el chico bajara la vista rápidamente y observara la fuerte pierna del chico entre sus muslos. Sintió que el aire le faltaba cuando la notó acercándose cada vez más a su entrepierna. Su cara se sonrojó aún más y frunció sus cejas, nervioso. Mordió su labio y miró rápidamente hacia un lado, intentando de todas las maneras no cruzar su mirada con la de Jungkook, porque si no, sentía que se desmayaría.
Taehyung no lograba formular ninguna palabra con su boca. Su mente solo estaba en la sensación de fricción entre la pierna de Jungkook y las suyas. Sabía que podía tratar de empujarlo y huir de allí; pero no lo hacía, ni él mismo sabía el porqué.
—Mírame —ordenó de nuevo, esta vez con un tono más amenazante. El menor obedeció, girando su cabeza despacio hasta encarar al azabache. No sabía de dónde mierda había sacado el coraje para hacer eso. Con tal de no clavar sus ojos en los suyos de nuevo, Tae trató de posar la mirada en su nariz, observando el pequeño lunar que tenía en ella. Luego en su mentón y entonces, no pudo evitar examinar los labios del chico.
Abrió sus ojos de golpe cuando se dio cuenta de algo aterrador. Esos labios le resultaban familiares. La mente de Tae proyectó el sueño de la noche anterior, haciendo que este respirara con dificultad y se mareara. Sin duda, el chico atractivo de su sueño húmedo era Jungkook. Su cabello oscuro, sus fuertes manos, sus rosados labios. Era él. Follándolo duro en su cama.
—¿Qué, quieres besarme? —alzó la voz el azabache, divertido.
El rubor de Taehyung se expandió hasta sus orejas al percatarse de cuánto rato había estado mirando los labios del chico. El mayor inclinó su cabeza hacia atrás, soltando una risa falsa, dejando a la vista su marcada nuez de Adán y su definida mandíbula. Pasó su mano por su nuca, despacio.
—¿Y? ¿Vas a responder mi pregunta de antes o no?
—¿...Cuál? —el menor logró hablar. Volvió a mantener su mirada hacia un lado, avergonzado. Ni siquiera recordaba lo que le había dicho.
—¿Por qué mierda viniste con un tío?—repitió. Tae sentía la cálida respiración del chico contra su oreja y la descarada mirada de este en su descubierto cuello y en sus clavículas. Su muslo contra los suyos, rozándolos. Estaba a punto de perder la cordura. Su cabeza daba vueltas sin rumbo y la temperatura de su cuerpo subía instintivamente —Mariah, ¿recuerdas? la morena—continuó hablando— ¿por qué mierda no fuiste con ella pero sí con un chico, Taehyung?
Esa era la primera vez que Jungkook lo llamaba solo por su nombre.
"¿Qué puñetas le importa?"
No es como si hubiera sido el único que había ido con alguien de su mismo sexo; había gente que había ido con amigos cercanos, también gente que probablemente haya ido con su pareja. No eran muchos, pero los había. De hecho, su misma hermana había ido con Yeji.
Y antes que nada, ¿por qué tenía que justificarse ante él? No había hecho nada malo y no tenía que pedir disculpas por nada. No entendía la intención del azabache, ¿acaso le iba a golpear por hacer eso? ¿a burlarse de él?
La parte baja de su espalda había comenzado a doler por tenerla fijamente clavada a la encimera por tanto rato. Los nervios y la excitación de Tae se mezclaron con el enojo inmediatamente. Estaba en un punto que sus emociones se habían desordenado por completo.
—No es de tu maldita incumbencia —respondió firmemente, con la vista fija en la pared del cuarto. El azabache ladeó su cabeza, perplejo.
—Cuidado con lo que dices—Tae se exaltó al sentir el duro muslo de Jungkook rozar su ingle descaradamente. El mayor observó con curiosidad la reacción del avergonzado chico entre sus dos brazos. Repitió la acción de nuevo, entretenido. Alzó sus cejas con sorpresa al oír un jadeo proveniente de los labios del menor— Oye.
—¿Qué? vas... —el menor hablaba con dificultad, pero seguro— ¿no vas a pegarme? No sé por qué... mierda estás tan molesto.
Los labios de Jungkook se separaron, haciendo el amago de querer decir algo, pero inmediatamente los cerró. Su lengua golpeó su cachete interno rápidamente.
—¿Por qué hoy no viniste vestido de chica, eh? —preguntó, tratando de cambiar el rumbo de la conversación— ¿O solo te vistes así para ese estúpido enano?
—Si vas a pegarme, hazlo y déjame en paz —repitió Tae, evadiendo por completo las preguntas del chico. Estaba inquieto y confundido. También caliente, no podía negarlo.— No metas... a Jimin.
—¿Qué? ¿Es tu novio?
No hubo respuesta. Al azabache no le hizo nada de gracia que lo ignorara de esa manera.
Su muslo comenzó a presionar la entrepierna del menor, haciendo que este se estremeciera, arqueara su espalda y soltara un gemido ahogado. Su voz. Su maldita voz había expresado placer. Eso lo había tomado por sorpresa.
El mayor estaba tan fuera de sí en ese momento que ni se había dado cuenta cuando empezó a frotar la zona. Examinó al avergonzado chico durante un par de segundos, su pecho subía y bajaba conforme a sus agitadas respiraciones y su rostro estaba ruborizado como la mierda, algo sudoroso. Tae bajó su mirada, haciendo que su cabello tapara parcialmente su cara.
La mente de Jungkook se nublaba poco a poco y su mandíbula se tensaba de nuevo.
Tragó saliva con dificultad y llevó su mano al rostro de Taehyung, este último se asustó y cerró sus ojos inconscientemente, esperando un golpe por parte del mayor. Jadeó con sorpresa cuando notó los dedos de este apartar los mechones de pelo de su cara.
Quería ver sus reacciones. Lo necesitaba.
Entonces sus miradas al fin se cruzaron.
Jungkook detuvo sus movimientos. Y el corazón de Tae dejó de latir. Su espalda estaba casi apoyada en la encimera, la mano del azabache en su frente sujetando su cabello, su enorme cuerpo entre sus piernas separadas. Odiaba admitir que no odiaba esta sensación del todo.
Sus ojos comenzaron a humedecerse. Estaba excitado, tanto que apenas podía pensar. Necesitaba más. Llevó lentamente sus brazos alrededor del cuello del azabache, acercando poco a poco sus cuerpos.
Jungkook frunció sus cejas, ya no tenía en su rostro una mueca enojada, sino confundida. Su mirada clavada en la desesperada expresión de Tae, su rostro cada vez acercándose más al suyo.
Abrió sus ojos de golpe cuando entró en sí y se apartó del chico. Poco después se oyeron unos pasos dirigiéndose hacia el cuarto. Taehyung se incorporó rápidamente.
—¿Tae? ¿estás acá?—se oyó la voz de Jimin. Los ojos del castaño casi salen de sus orbes al ver aquella escena. Jungkook lo miraba con cabreo y Tae trataba de peinar su cabello, nervioso. Ambos apartados el uno del otro, callados. Incómodos.
Lo primero que pensó era que el mayor lo estaba intimidando. Se acercó rápidamente y cogió de la mano a su amigo, para llevarlo fuera de ese lugar. Tae lo siguió, pero luego se detuvo al sentir el fuerte agarre del azabache en su brazo.
—¿Qué... qué van a...? —Jungkook se calló inmediatamente al darse cuenta de lo que estaba a punto de decir. Soltó el brazo del chico rudamente. Tenía que haber algo mal en su cabeza en ese instante. "Tengo que estar volviéndome loco".
—Déjalo en paz, —respondió el castaño, con una mueca algo enfadada— tonto.
Los dos chicos desaparecieron por la puerta. Jungkook se giró, observando la caja de los refrescos. Pasó su mano por su cabello varias veces, tratando de mantener la calma.
—¿Ryujin? —Yeji sacó a la pelinegra de sus pensamientos— ¿Qué pasa? ¿Por qué no bailas?
—Nada —sacudió su cabeza, luego tomó un sorbo de su cola.— es que me pareció ver a mi hermano y a Jimin yendo al comedor.
—¿Y? Puede que los hayan mandado a hacer un recado.
—Ya pero... Jungkook los siguió.
—Vaya, eso sí es extraño —la rubia rascó su cabeza— bueno, a lo mejor le dijeron que les ayudara o algo.
—No sé, creo que Kook ha estado sentado en el sofá de al lado todo el rato... —dijo, pensativa. Poco después Ryujin se levantó, con la intención de seguir a los chicos. "Solo por si acaso".
Se detuvo cuando sintió un tacto frío en su mano. Yeji.
—Escucha. —dijo, mirando al suelo. Ryujin se percató que la ruidosa música había cambiado a una lenta, su cara se acaloró inconscientemente. La rubia la arrastró hasta la pista de baile, aún sin mirarle a la cara.
—Es tu... deber como mi pareja —decía, avergonzada. Llevó la mano de Ryujin a su cintura y pasó sus brazos alrededor de su cuello.
—Tu pareja del baile —dijo Ryujin, con tono burlón, tratando de ocultar su nerviosismo.
—Podría ser... no solo del baile.
Ryujin notó cómo su corazón se aceleraba de repente, no sabía qué responderle. Yeji escondió su rostro en su cuello y siguieron bailando en silencio durante casi tres canciones más.
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Buenas xd.
Sigo sin creerme que haya llegado a los 11k votos JSJSJ. Muchas gracias T-T.
Tengo preguntas para ustedes lectores 😎🤙:
¿Quién de los dos creen que se enamorará primero?
Después de esto, ¿creen que Jungkook verá a Tae de manera diferente? ¿O lo tratará peor por haber jugado con su sexualidad de esa manera? JSKASKJAKS.
¿Creen que Jungkook sabe la identidad de Kim? ¿Que finge que no sabe que es Tae? ¿Que es demasiado hetero para creer que es Tae?
¿Me aman? Okay no.
Les agradecería muchísimo que respondieran, por acá o por privado. Me da mucha curiosidad jiji <3.
Delia.