Minatozaki Sana's Point Of View
Oí el ruido estridente del despertador al lado de mi cama, ¿tengo que trabajar un domingo?
Sí. En una hora, Jihyo estaría esperándome en Le Café. Me estiré, recordando la noche pasada, una amplia sonrisa salió de mi rostro, las imágenes de Jisoo están en mis pensamientos. ¿Cómo puede ella hacerme sentir tanto? Recuerdo exactamente la sensación placentera al tocarla, por Dios. Podría excitarme imaginándola poseída por mí. Su aire superior chocaba con el mío y me hacía desearla tanto.
"Deja de pensar en ella Sana" dije mientras me levantaba de la cama al baño.
Minutos más tarde yo estaba totalmente preparada, llevaba un sencillo vestido negro con un escote en el frente, tacones del mismo color y mis Rayban.
No tardé mucho para aparcar a cuatro cuadras de mi apartamento, cerca de "Le Café", uno de los cafés que yo he frecuentado durante años en Miami. Parecía ser de París. El edificio tenía una arquitectura antigua pero muy bien conservada, enfrente había numerosas mesas para los clientes que les gusta el aire libre, entré en el establecimiento acogedor, ya que no estaba lleno, gracias a Dios. El lugar tenía un buen ambiente, los muebles de madera con accesorios grandes y un enorme balcón.
En las paredes había varias imágenes de París, mapas, armarios con libros. Es un real pedazo de París en Miami.
-Sana querida.
El hombre de cabello rubio habló acercándose a mí.
-Buenos días, Namjoon. -Le dije sonriendo.
-Tan temprano aquí... ¿A qué debo el honor?
-Necesito un lugar tranquilo para trabajar, y esta fue mi primera opción.
El hombre alto, con su inconfundible voz dijo:
-Perfecto, ¿está esperando a alguien? Tengo una mesa en la parte de atrás, allí es demasiado tranquilo y le garantizo que nadie la molestará.
-Sí, eso sería maravilloso. Estoy esperando a mi secretaria.
-Creo que ella está aquí. Vi a una chica muy bonita caminando por aquí, y estoy seguro de que nunca la había visto antes.
-¿Dónde está ella?
-En el balcón, querida. Sabes que tenemos una gran vista del parque de enfrente.- el hombre hablaba de buen humor.
-Absolutamente, Namjoon, envía a alguien a atendernos, ¿de acuerdo?
- Yo me ocuparé de usted, Srta. Sana.
El hombre me sonrió y me llevó a la mesa donde Jihyo podría estar y no estaba equivocado, era ella. La coreana estaba concentrada leyendo un libro en sus manos, tan pronto como me vio, se levantó rápidamente de su silla con una sonrisa.
-Buenos días, Sra. Minatozaki.
Ella estaba vestida diferente a otros días, Jihyo vestía jeans claro, que marcaba las líneas de sus hermosas piernas, una camisa de seda blanca y una chaqueta de tela azul marino en la parte superior, su pelo suelto y ligeramente ondulado, moldeando su cara fina, cubiertos por unas gafas sencillas, se veía hermosa como siempre.
-Buenos días, señorita Park.
-Permítanme llevarlas a una mesa más reservada. -Namjoon dijo mientras nos llevaba hasta el final del café, donde había una mesa solitaria cerca de la enorme ventana de vidrio.
-¿Qué les sirvo?
-Lo de siempre, Namjoon. -dije sentándome en la mesa.
-Creo que voy a necesitar el menú. -Jihyo dijo sonriendo.
-Permettez moi de vous aider Mlle ("Permítame ayudar, señorita") -Namjoon le dijo educadamente mientras le entregaba el menú a Jihyo.
-Usted debe probar el croissant de aquí, son los mejores de Miami y el chocolate caliente es aún mejor.
-¿Debo creerle?
-¿Le he mentido antes, Srta. Park? - Le pregunté sonriendo.
-Dos Croissants y dos chocolates calientes.
-En un momento se los traigo. -dijo Namjoon dejándonos solas.
-¿Me tardé? - Pregunté, dejando a un lado mi bolsa de mano.
-No señora, soy yo la que ha venido demasiado antes. -dijo sonriendo.
-Llegué tarde porque tuve una noche algo... Agitada. -dije recordando a Jisoo.
Jihyo sonreía, probablemente preguntándose cómo había sido mi noche.
-No hay problema señora, estaba leyendo este libro sobre París, todo es tan hermoso.
Su mirada era de admiración en las fotos expuestas en el libro, ella estaba hojeando todo tranquilamente.
-¿Nunca has ido a París?
-No, nunca he salido de Miami.
-No sabes de lo que te estás perdiendo señorita Park, París es uno de los lugares más mágicos que he visitado. Desde pequeña he venido aquí, casi todas las mañanas mi papá solía traerme aquí.
-¿Desde pequeña vienes a este lugar?
-Sí, todas las mañanas nos sentábamos en ese mostrador y pedíamos un croissant con cacao. -Hablé sonriendo.
Veníamos aquí a pensar y debido a eso, siempre tuve el deseo de conocer allá.
-Me imagino que debió haber sido un gran viaje.
-Y realmente lo fue, pero París es un lugar romántico para caminar y conocer todo, te aconsejo que vayas con alguien que amas.
-Yo pienso lo mismo, aunque nunca he ido. Algún día, realmente quiero ir con alguien especial.
-Hace muy bien, Señorita Park, mientras tanto, usted puede venir aquí conmigo.-dije sonriendo.
-Es un lugar maravilloso y acogedor, señora.
-Me puedes llamar Sana hoy, estamos fuera de la compañía Jihyo.
Dije quitándome los lentes y poniéndolos sobre la mesa. Jihyo me miró a los ojos durante unos segundos, para volver la atención al libro.
-No sé, señora...no creo que sea lo mejor llamarla así.
-Está bien, pero te llamaré Jihyo.
-Por mi todo bien. -Ella sonrió.
-Imagino que tus amigas deben estar enojadas conmigo, ¿No? No te di un respiro esta semana.
-Entienden muy bien la situación, Chaeyoung y Nayeon son maravillosas amigas. -dijo la mujer tranquilamente.
-¿Vives con ellas? Perdón por entrometerme en tu vida Jihyo, pero tenemos para hablar un rato hasta que el croissant esté listo -dije riendo.
-Si, vivo con ellas, compartimos piso cerca de la empresa, así que nos convertimos en mejores amigas.
Se acercó una chica rubia a nuestra mesa sirviendo nuestros croissants y chocolate caliente.
-No pareces ser de Miami, tus rasgos parecen asiáticos. -Hablé tranquilamente mientras vertía azúcar en mi taza.
-Es que no soy de aquí realmente, nací en Corea y luego me mudé a Miami con mi familia. - hablaba con calma, tomando un sorbo de su chocolate caliente, al parecer le gustó.
-¿Te ha gustado? - Le pregunté sonriendo.
-¡Si! ¡Es maravilloso!
-Prueba el croissant, te gustará. -dije poniendo un poco en su plato pequeño.
Jihyo me sonrió y pronto hizo la misma cara que cuando probó la bebida caliente
Limpiando su boca con la servilleta, entonces dijo:
-Es maravilloso, sabe muy bien, a diferencia de cualquier otro que he probado.
-Sabía que te gustaría, es el mejor de Miami, no sé qué hacen ahí, si es una especie de magia o brujería, pero son buenos. Yo también hago, puedo asegurarte. -dije comiendo un pedazo.
Jihyo se echó a reír como si hubiera dicho una broma.
-¿Qué ha pasado?
-No imaginé que usted cocinara.
-Soy una mujer muy talentosa en la cocina, ¿O imaginaba que vivía de restaurantes y comida enlatada?
La coreana me dio una sonrisa encantadora, luego tomó su chocolate caliente. Jihyo tenía una sonrisa tan familiar, es como si la conociera perfectamente.
-Era exactamente lo que yo pensaba, no parece alguien que cocina, lo siento.
-Le mostraré mis habilidades culinarias, señorita Park, cambiará su opinión de mí. No soy lo que la gente piensa.
-Espero estar viva después de eso. - dijo ella sonriendo, ahora más cómoda.
Momo tenía razón, Jihyo es una mujer más interesante de lo que pensaba. Sólo miré a la coreana de ojos tan familiares durante unos segundos.
-Bien, creo que tenemos que empezar a trabajar en el balance de comprobación. - dije avergonzada.
-Por supuesto, podemos comer y empezar.
Rápidamente tomó su carpeta de un gran volumen de papeles que me recuerda las verdaderas razones de estar allí.
Después de terminar, empezamos el trabajo, y pasamos horas bebiendo café y agua para mantener la concentración. Lo que era imposible con la mujer delante de mí, Jihyo tenía una manera tan delicada y dulce que me hizo perder el enfoque, realmente lo que me hizo perder el enfoque fue cuando ella se arreglaba y caminaba con sus pantalones que se veían extremadamente pegados en su cuerpo. Joder, ¿Qué mierda me pasa?
-¿Entendió señora?
-¿Eh? - pregunté confusa.
Jihyo me sonrió con dulzura.
-Pregunté si entendió, Sra. Minatozaki.
-Puedes llamarme Sana aquí, en serio.
Ella sonrió como quien hubiese desistido de intentar.
-¿Entendiste, Sana?
-Si entendí Jihyo, ¿podemos recalcar los gastos de los materiales? admito que me perdí en eso.
-Claro, está bien. -dijo sentándose a mi lado para mostrarme los papeles.
Continuamos en ese proceso por muchas horas, pude percibir que ella era una mujer muy inteligente y enterada de todos los asuntos de la empresa, conocía de negocios y prácticamente, todos los sectores.
-¿Ya pensaste en no ser secretaria? -le pregunté, y ella me miró confusa.
-¿Cómo así?
-Eres una mujer muy inteligente, entiendes de administración de empresas y todo lo demás, tienes capacidad para estar en un lugar como el mío.
Jihyo sonrió.
-Ya lo había pensado, pero no tengo oportunidades para eso, vengo de una familia muy humilde.
-Puedes conseguirlo Jihyo, yo sé que tú puedes.
-¿Quién sabe, no es así?
-Vamos a dar una vuelta por el parque de al lado, y me hablas un poco de ti.
-¿Pero qué pasa con el balance?
-Tenemos tiempo Park, almorzamos juntas y volvemos al trabajo ¿está bien?
Ella asintió y se levantó. le avisamos a Namjoon que volveríamos después del almuerzo, él asintió y prometió cuidar de nuestros papeles. Por algún motivo yo quería conocer más a Jihyo, ella era diferente a las otras personas.
-Parece que conoce Miami muy bien - ella habló caminando a mi lado.
-Soy de aquí, así que conozco este lugar como la palma de mi mano.
-¿Pero tú te mudaste cierto?
-Si, yo viví en Japón por algunos años y volví para cuidar de la empresa ahora.
La coreana escuchaba todo atentamente mientras caminábamos por la vereda cubiertas por enormes árboles del parque, era uno de los mejores de Miami, en el centro había un enorme lago, áreas verdes, pastos. Muchas familias se divertían, personas corrían, era todo muy bonito.
-Y me salvó de Jackson - ella habló riendo.
-¿Cómo lo aguantaste por tanto tiempo?
-Yo no tuve otra opción, no era tan difícil convivir con él, solo cuando quería estar conmigo, yo a veces evitaba estar muy cerca.
-Es un hombre bobo, no entiendo porque los hombres piensan que pueden tenernos en cualquier momento. -voltee los ojos. -Por eso no me envuelvo con ninguno.
Vi a Jihyo arquear su ceja en confusión pero no dije nada, continúe con nuestra caminata.
-¡Ah! Momo me pidió que te hablara de ella para ti. Lo sé, ella está loca, más por usted Srta. Park.
La coreana bajó la cabeza sin sentido.
-Ni siquiera sé si sales con mujeres. De hecho, no parece que saldrías con una mujer. -solté una risa. -pero ella habla mucho de ti.
-¿Tú crees? - ella me preguntó.
-Creo, pero quién sabe. No todo es lo que parece.
-Exactamente, Sana.
-Necesito decirle a Momo que ella tiene oportunidad. -sonreí.
-Quién sabe, tal vez ella la tenga.
Ella dijo sin ninguna vergüenza, Jihyo salió andando por delante dejándome parada. Pensar en mi secretaria teniendo algo con mi mejor amiga sería bueno, ¿cierto? o tal vez no. Por algún motivo desconocido, imaginar a Jihyo y Momo, era algo incómodo. No es que me gustara, al final la única mujer que estaba en mis pensamientos era Jisoo. Pero Jihyo era una mujer muy interesante.
Jihyo y yo trabajamos el resto de la tarde sin pausa y descanso, pero finalmente terminamos nuestro proyecto, el balance estaba listo para ser presentado. Estudiamos todo para no cometer un error al día siguiente, era un proceso un poco delicado y lucrativo que teníamos que conseguir.
-¡Finalmente! - dije tirando los papeles encima de la mesa.
-Hasta yo estaba cansada de los números. -La coreana dijo sentándose en el tapizado de su asiento.
-Tenemos que irnos, Namjoon debe estar queriendo expulsarnos por tantas horas aquí. -hablé riendo.
Jihyo sonrió mientras arreglaba su bolso, se había quitado la chaqueta y se había atado el cabello, todavía luciendo hermosa.
-Tienes razón, pero no creo que vaya a cerrar ahora.
-Realmente no lo hará... Esto está abierto hasta tarde, espérame un minuto voy a despedirme de él.
Caminé hasta el hombre de cabellos rubios que estaba sentado en su silla entretenido con un libro.
-Namjoon gracias por hoy, pero ya tengo que irme.
-Ah, Sabes que puedes venir y estar el tiempo que quieras y tú amiga también. -él dijo un tanto malicioso.
-Ella es solo mi secretaria, Namjoon. -sonreí tocando su hombro.
-Es una gran chica, Sana, bonita y educada.
-¿Estás tratando de conseguirme a alguien?
Él soltó una carcajada divertida.
-No, solo te estoy diciendo que la señorita ahí parece ser una buena persona, piensa eso.
Lo miré con desconfianza, él levantó los brazos como quien dice que era inocente, yo sonreí y lo abracé cariñosamente.
-Hasta luego, adiós también señorita, fue un placer conocerla. - Namjoon le dijo a Jihyo que se acercaba a nosotros.
-Fue un placer conocerlo también.
-Vuelva aquí con Sana ¿de acuerdo? Las estaré esperando.
Lo miré, el hombre sonrió divertido, salimos del café y caminamos hasta mi carro donde guardamos nuestros papeles.
-Bueno Sra. yo voy a tomar un taxi, nos vemos mañana.
-Srta. Park, tranquila. Yo la llevo a su casa en mi carro.
-No es necesario, en serio. Yo puedo irme en taxi sin problema. - ella habló rápidamente.
-Yo insisto Jihyo, ya es tarde, no voy aceptar un no como respuesta.
Ella abrió la boca para protestar, pero yo le ordené que entrara a mi carro y así lo hizo.
Park Jihyo's Point Of View
Ella no aceptó un no como respuesta, y no tuve más remedio que subirme a su carro. El día junto a Sana no fue fácil, las imágenes de ella tocándome anoche se hizo presente en cada momento que teníamos el mínimo contacto físico, hice todo lo posible para mantener mi cuerpo a una distancia a salvo lejos de ella.
- Tiene que decirme dónde está su casa Park - oí su voz ronca.
- A unas pocas cuadras de Industrias Minatozaki, le daré las coordenadas.
Mencioné que era aún más atractiva conduciendo. Parece que realza su aire arrogante y engreído, evité todo el día sus ojos, Sana Minatozaki tenía el poder para dejar hipnotizado con sus ojos cafés. Ella permaneció concentrada en las calles por las que seguíamos, tocó con sus dedos sobre el aparato digital de su auto, iniciando una música lenta.
Permanecer en un espacio tan pequeño al lado de esa mujer parecía ser peligroso en ese momento sólo quería ser Jisoo, yo solo quería parar ese carro y sentir sus manos tocando mi cuerpo otra vez. No pienses en eso Jihyo. Imposible no pensar, su sencillo vestido negro se elevó ligeramente, dando una hermosa visión de sus muslos gruesos, y la iluminación lo hacía misterioso y sensual.
- Sus vecinos pensarán que soy su novia - dijo riendo.
Yo quería que fuera.
- Es cierto, de verdad pensarán... pero no se preocupe, les voy a decir que es mi jefa.
- No te preocupes, Jihyo... Namjoon pensó que tenemos algo.
La miré confundida.
- ¡Oh Dios! ¿Hice algo que no debería?
- No, quédate tranquila. Él me conoce desde que era muy joven y como nunca llevé a alguien conmigo, tú fuiste la primera.
La miré con incredulidad, el lugar parecía ser uno de sus favoritos en Miami, y saber que yo era la primera persona en ir con ella después de su padre, me hizo feliz.
-Espero que no le importe señorita Park, yo le dije que trabajamos juntas, pero Namjoon es terco como una mula. -dijo sonriendo. -No me importa lo que él piense, usted es una mujer hermosa, entonces está bien.
- Si yo fuera una mujer fea ¿Le importaría? Pregunté riendo.
Vi que Sana quedó desconcertada por mi pregunta.
-Tal vez, pero como eres hermosa e inteligente todo está tranquilo, no me juzgues.... Por lo menos soy sincera. -Ella se encogió de hombros.
Nos miramos durante unos segundos, y pude ver lo hermosa que se veía con esa sonrisa. Muchas personas tienen la visión de una Sana dura y grosera, y ella realmente lo era, pero nunca conmigo.
- Tienes que guiarme Park, ¿Estoy cerca de su casa?
Me desperté de mis pensamientos, le indiqué dónde debía ir, hasta que finalmente y por desgracia ella consiguió llegar. Sana detuvo el auto, bajó los vidrios y analizó el enorme edificio donde vivía.
- Es un gran lugar, Jihyo, parece acogedor.
- No es igual que su apartamento que debe ser muy lujoso, pero sí es acogedor.
Sana sonrió.
- Bueno... está en casa, señorita Park, lo siento por haber molestado su fin de semana.
- Fue un placer, voy a pedirle a Dios que mañana en la reunión todo vaya bien y consiga el contrato.
- Lo vamos a conseguir, gracias por ayudarme y hacerme compañía este fin de semana.
- Gracias también Sana, fue un placer pasar el fin de semana con usted.
- Puedo decir lo mismo Jihyo.
Nuestros ojos se conectaron por algunos vergonzosos segundos.
- Bueno, ya me voy. -hablé ajustando mi bolsa. -Buenas noches.
- Buenas noches, Park.
La miré por última vez antes de entrar en mi edificio. Subí a mi apartamento y vi que Chaeyoung y Nayeon ya estaban dormidas, ni siquiera era medianoche. Fui a mi habitación, no tardé en darme una ducha y acostarme para dormir.
¿Dormir? ¿Cómo? si las imágenes de Minatozaki Sana me quitaron el sueño, cada día estuvimos más cerca, el trabajo en "Imperium" nos unía. Mi cuerpo estaba febril solamente de imaginar cómo podía ser audaz y cálida. Cerré los ojos y recreé nuestro tiempo juntas. Como Sana me ponía contra la pared con su cuerpo, tomando mi boca con un beso feroz mientras sus hábiles manos tocaron mis puntos de placer.
Jihyo no pienses en eso, no pienses en eso...
Me incorporé en la cama cerrando los ojos tratando de terminar las imágenes de Sana en mi cabeza. Sentí que mi cuerpo se relajaba en el suave colchón.
Oí el sonido del intercomunicador varias veces, quién podría ser a esta hora, Dios mío, ¿Por qué Chaeyoung o Nayeon no abrieron la puerta? Refunfuñe levantándome de la cama, colocándome un abrigo y caminé a través de la oscuridad de la casa. Ellas deben estar durmiendo como una roca para no oír el intercomunicador, ¡Dios mío!
Abrí las cerraduras de las puertas, y no pude creer a quien miraba.
- ¿Qué haces aquí?