Dedicado a amaiise_205
Bad Era - Bad Tour en
Puerto Rico - 1989
Sus latidos se aceleraban cada vez que tomaba el teléfono y escuchaba su voz tan suave, añoraba tenerla a su lado, cómo todo solía ser antes de salir de gira por el mundo. Él sonreía inconscientemente mientras le contaba sus aventuras de cada día y reía cuando ella también lo hacía, disfrutaba de esos momentos en los que podía hablar con ella; y apesar de estar separados por miles de kilómetros de distancia eran una pareja feliz.
Amaba meterse debajo de las sábanas de la cama junto al teléfono para llamarla y estar por horas bajo las cobijas hablando con ella mientras jugaba a enrollar el cable del teléfono en su dedo. Era cómo un adolescente enamorado. La buena noticia para ellos es que faltaba poco para que el gran Bad World Tour diera por terminado y cerrara en taquillas, lo que significaba que él volvería a casa. Sólo faltaban tres conciertos más.
—Te estoy haciendo un regalo muy especial —. Reveló el rizado con una sonrisa.
"¿Ah, sí?" respondió ella al oírlo tan de buen humor.
—Sí, he estado comprando joyas de todos los lugares a los que voy —eso se escuchaba romántico— así cuando regrese a casa te los puedes poner mientras pongo mi cabeza entre tus piernas y recordarte cómo se sentía que tomara el control sobre ti —. Bueno, no tan romántico.
Ella rio con picardía, pensando en lo atrevido que se estaba convirtiendo su novio en esos instantes. La conversación que había empezado de la manera más tierna comenzaba a tomar otros rumbos para nada limpios. En eso, el mánager de Michael, Frank DiLeo entró a la habitación ya que estaba la puerta abierta. Estaba ahí para decirle que debía arreglarse para el concierto de esta noche, pero se quedó un rato parado cerca del umbral de la puerta, esperando a escuchar algo interesante de su plática.
—No puedo esperar a llegar a casa y volver a saborear tus labios de miel —. Habló entre una combinación de picardía y lamento.
"Yo tampoco puedo esperar a que llegues a casa para poder sentir tus manos en cada parte de mi cuerpo otra vez" respondió ella de la misma forma.
Ambos tan calientes y desesperados por el otro. Anhelaban encontrarse de nuevo, unir sus cuerpos y dejarse llevar por sus instintos. Gritar de manera escandalosa sin importar que alguien pudiera escucharlos. Juntar tanto sus cuerpos que pudieran sentir la calidez que emanaba dentro de cada uno de ellos y expresar lo mucho que se extrañaban usando sus bocas.
Obviamente, Frank no podía escuchar con exactitud lo que decía ella; pero sí podía oír de forma clara lo que decía el rizado a pesar de estar debajo de las sábanas. DiLeo casi no podía aguantar la risa cuando escuchó las cosas calientes que Michael le decía a su pareja por teléfono.
En Jackson predominaba una risita juguetona, se podría decir que algo traviesa; pero de la nada, su risita de calenturiento se apagó. Frank se preguntaba que es lo que ella le había dicho cómo para hacerlo callar de esa forma. Además que era más complicado descubrir que le había ocurrido porque no podía ver sus gestos, ya que estaba cubierto por las cobijas de los pies a la cabeza.
Pero después de escuchar lo que él le respondió supo de lo que ______ estaba hablando.
—¿Qué extrañas besar mi qué? —. En su voz se notaba que estaba avergonzado, y lo más seguro es que así afuera.
El mánager comenzó a especular, aunque no debería hacerlo; tal vez ella sólo le dijo "extraño besar tu frente" o algo así y él simplemente no entendió bien a la primera. No debería ser malpensado.
—Oh —dijo Michael aún avergonzado—. Yo también, extraño besar tu coño y tocar tus bubis.
Por poco Frank no pudo ocultar la gran carcajada que soltó. Alzó la manga de su saco para revisar su reloj, casi era hora de comenzar con el espectáculo. Le hubiera gustado haberse quedado un rato más escuchando la caliente plática de Jackson, pero no había que perder tiempo. Aunque ya estuviere prácticamente dentro de la habitación del cantante tocó la puerta para llamar su atención.
—¡Michael, es hora de irnos!
Inmediatamente Jackson se removió en donde estaba.
—Frank está aquí —le avisó alterado a su novia y de repente comenzó a hablar más bajo— Tengo que irme, pequeña. Te llamo después del show —empezó a despedirse—. Te amo, adiós.
Luego de haber colgado salió de debajo de las sábanas y miró a su mánager cómo un niño inocente.
—¿De qué tanto hablaban, eh? —. Le preguntó DiLeo aunque ya sabía la respuesta.
—Sobre nada, sólo unos temas de trabajo —. Contestó con nerviosismo.
—¿En verdad? Eso no fue lo que yo escuché —. Eso sí que era ser malvado.
—¿Qué escuchaste? —. Tartamudeó el moreno.
—No fue mucho en realidad —habló con maldad viendo sus uñas tal vez con superioridad—, sólo escuché algo así cómo "extraño besar tu polla, Michael" —. Imitó la voz de ella.
El rostro de Jackson ardió en llamas, estaba más rojo que un tomate.
—¡Ella no dijo eso! —alegó— Ella dijo que extrañaba besar mi mejilla —. Alargó las palabras mientras pensaba que mentira inventar.
—Ajá, sí —. No creyó en sus palabras.
Después de haberse arreglado era hora de ir a dar su concierto para esas miles de personas que ya lo estaban esperando en el estadio.
...
Cuando regresó de nuevo al hotel después del concierto estaba literalmente empapado de su propio sudor, con la respiración agitada, la garganta irritada y los pies cansados por tanto bailar. Caminó a través del cuarto, estaba tan agotado que lo único que pudo hacer fue quitarse los zapatos antes de dejarse caer en la cama cómo si no la hubiera visto en días.
Pero ¿en realidad estaba tan cansado cómo para no darse su paja diaria? Él se merecía un descanso.
Estiró su mano hacia el buró al lado de su cama, abrió el cajón y sacó una revista para adultos que databa del año 1986. Una revista que había sido confiscada por su propia novia y la tomó de regreso sin su consentimiento antes de salir de gira. De seguro ella se puso bastante molesta cuando vio que la revista ya no estaba en donde la había escondido; pero seamos sinceros, él no podría aguantar tantos meses sin masturbarse y la revista era el medio que usaba para fantasear con su novia. Imaginarla a ella con poca ropa cómo las sexys modelos de las revistas de Playboy lo ponía caliente.
Cuando estaba por abrir la revista el teléfono comenzó a sonar de forma ruidosa, dejó la revista a un lado y tomó el teléfono. ¿Quién podría ser a estas horas?
—¿Hola? —. Dijo él.
"Michael, cariño ¿cómo te fue en tu concierto?" habló su novia.
—Oh, me fue muy bien, amor —. Le respondió aún con la voz agitada, olvidando que él le había prometido llamarla después del show.
"Te estás tocando con esa maldita revista otra vez ¿no es así?". Le reclamó enojada al oír su respiración.
—¿Cómo puedes decir eso, linda? —contestó nervioso y escondió la revista debajo de la almohada—. Tú me quitaste la revista ¿no lo recuerdas?
"Olvídalo" cambió el tema de la conversación "sólo te llamé para comentarte que tengo un pequeño problema".
—¿Qué sucede? —. Le cuestionó preocupado, sólo por ella sería capaz de cancelar los últimos dos conciertos y regresaría a casa de inmediato.
"Ya no soporto estar lejos de ti" gimió "te necesito".
—Oh, pequeña —se compadeció de ella— No pensé que fuera así de grave —. Se mordió los labios muy suavemente.
Sus jadeos se combinaron con los de ella, haciendo un gran musical de respiraciones agitadas; lo cuál le dio a entender al rizado que ella estaba masturbándose, pues eran los mismos ruidos que hacía cuando él bajaba su mano atrevida hacia su feminidad y la metía dentro de su ropa interior, humedeciendo sus dedos e introduciéndolos dentro de ella.
Por unos cuántos minutos lo único que se oía por la línea eran los calientes suspiros de ella, los cuales cada vez aumentaban de intensidad, convirtiéndose en débiles gemidos. El moreno se sintió tentado por su respiración temblorosa, haciendo que deslizara una de sus manos dentro de su pantalón, masajeando la erección que había obtenido después de haber estado escuchando a su novia gemir de esa manera; ella sabía perfectamente lo que estaba provocando.
—Escucha muy bien lo que estoy a punto de decir —pasó su lengua por sus labios sin dejar de tocarse— quiero que te desvistas —su voz se volvió ronca—, yo haré lo mismo.
Se alejó del teléfono y sin levantarse de la cama empezó a deshacerse de su ropa comenzando por su camisa, desabrochando su cinturón, deslizando los pantalones fuera y quitándose la ropa interior. Él se sentía realmente cómodo con su desnudez, tenía una emoción de libertad. Tocar su propia piel le daba la sensación de que su novia era la que pasaba sus manos por ahí, trazando líneas finas de caricias hasta llegar a su entrepierna, rozando su miembro erecto con uno de sus dedos.
Tomó nuevamente el teléfono.
—¿Ya estás desnuda? —. Le preguntó mientras recordaba cómo se veía su cuerpo sin prendas que lo cubrieran, tan delicado y hermoso cómo las figurillas hechas de porcelana.
"Sí" respondió cuando estuvo lista. "¿Y tú?".
—Ya lo estoy —acomodó el teléfono sobre su hombro—. Ahora, quiero que lleves una de tus manos a tu boca y chupes dos de tus dedos muy lentamente.
Ella siguió sus órdenes al pie de la letra, por la línea se escuchaba cómo succionaba delicadamente. Eso excitó al rizado, recordar los sonidos que ella hacía cuando chupaba su polla lo estaba volviendo loco. La chica suspiraba, probablemente imaginando una escena no tan limpia donde se comía con su boca todo el miembro de su novio.
—Muy bien, pequeña —sonrió mientras tomaba su pene por la base—. ¿Pudiste sentir mi polla en tu boca?
"Sí" contestó con la voz agitada. La situación se ponía cada vez más caliente.
—Quiero que lleves tu otra mano hacia uno de tus senos —habló con su voz ronca— ¿Puedes sentir cómo mi mano traviesa aprieta tu seno? —ella no contestó, tal vez porque en verdad lo estaba sintiendo—. ¿Recuerdas cómo gritabas cuando lo chupaba bastante fuerte y te decía que había sido un accidente? Lo hacía a propósito para escucharte gritar mi nombre.
La risita de ella hizo que él sonriera aún más.
"Eres un diablillo, Jackson" rio estimulando la punta de su seno.
Mientras tanto, él empezó a masturbarse sin ninguna prisa, dejándose llevar por los suspiros de ella, aumentando y a veces bajando la intensidad con la que su mano se movía, manteniendo un equilibrio entre el placer que él sentía y la plática picante que estaba teniendo con su novia.
—Ahora, quiero que lleves esos dos dedos llenos de saliva y los introduzcas dentro de ti —con cada palabra sentía que hasta podía verla haciendo todo aquello—, vamos, házlo, linda.
Cuando escuchó que su respiración se volvía cada vez más temblorosa supo que ella en verdad estaba siguiendo sus órdenes.
—Oh, eres una buena chica —gimió moviendo su mano más rápido alrededor de su miembro—. No sabes todo lo que pienso hacerte cuando llegue a casa.
Ellos siguieron dándose placer a sí mismos, imaginando cómo el otro estaría en esos momentos, fantaseando con el otro hasta alcanzar su orgasmo entre gemidos escandalosos y suspiros calientes. Lo bueno es que no tendrían que acostumbrarse a tener sexo telefónico.
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Nominación
1. Sip, me gusta MJ y Prince 🙂
2. Yo creo fielmente que sí 😔
3. Okis 👍🏼
4. Bueno, quiero que sepan que mi verdadero nombre no es Roxana, pero mi nombre real sí empieza con la letra "R".
5. Orgullosamente soltera ✌🏼
7. Según mi reproductor la última canción que he escuchado es "Boy - Charlie Puth".
8. No se burlen de mi fondo de pantalla, eh 🥺
9. Fue una coincidencia que justo cuando iba a tomar screenshot de mi fondo de bloqueo se puso la canción In The Closet de MJ 😳🔥
10. Todo empezó cuando una amiga me recomendó Wattpad, sólo que la muy maldita no me dijo que aquí escribían cosas para mayores, y así fue cómo a mis 11 años perdí toda la inocencia 😉
11. 7 de septiembre. Mi cumpleaños se acerca ¿qué piensan regalarme, pequeñas? 😎
12. smoxthgirl
13. Rousy1220
14. Creo que ya lo he dicho antes, los taquitos de carne asada 😳🤙🏼
15. Nominaré gente a lo tonto 🙂
Dreamy_MichaelJ
JanetMJ12
jacksonmendesspiller
paulettte_jackson
moonwalker_jackson
phoenix0720fenix
PaulaOrtegaGar97
Rousy1220
rasputiaraspadita
KeniaGmez4
Y hasta ahí porque ya me dio flojera 😙✌🏼
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El nuevo libro ya tiene tres puestos número 1 😈🤙🏼
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