El Miedo De Ámbar #1

Oleh LuAnto321

14.9K 3.6K 2.2K

Un simple apodo puede desestabilizarla. Un nombre tan común puede enloquecerla. Una mínima coincidencia se r... Lebih Banyak

Prólogo.
Capítulo 1: Dia anormal.
Capítulo 2: El casi beso.
Capítulo 3: Ethan y Cassie.
Capítulo 4: Ya no está.
Capítulo 5: La foto.
Capítulo 6: Cuando sea el momento.
Capítulo 7: Caso cerrado (+18)
Capítulo 8: El pasado y la visita inesperada.
Capítulo 9: El deseo.
Capítulo 10: Espiando.
Capítulo 11: Despejando la mente.
Capítulo 12: ¡¡¡Aaaaah!!!
Capítulo 13: Su cara...
Capítulo 14: Necesito tiempo.
Capítulo 15: Cansada (+18)
Capítulo 16: La historia falsa.
Capítulo 17: Regalo adelantado.
Capítulo 18: Palabras inesperadas.
Capítulo 19: Recordando algunas cosas.
Capítulo 20: Confesando algunas cosas.
Capítulo 21: Dos amando a una.
Capítulo 22: ¡Felíz cumpleaños Ámbar!
Capítulo 23: Planeando.
Capítulo 24: El secreto de Cass.
Capítulo 25: Otro sueño.
Capítulo 26: Confirmación.
Capítulo 27: Mallacan 18 años triple cask.
Capítulo 28: Rompiendo la regla №2
Capitulo 29: ¿Un error? (+18)
Capítulo 30: En otra mente.
Capítulo 31: La Fräulein Sevedo.
Capitulo 32: El alcohol.
Capítulo 33: El primer "Te amo" (+18) [Parte 1]
Capítulo 34: El primer "Te amo" [Parte 2]
Capítulo 36: Dudas.
Capítulo 37: Borracheras olvidables.
Capítulo 38: Lauralei Weiβ.
Capítulo 39: Sentimientos agridulces.
Capítulo 40: Tres meses.
Capítulo 41: Etapas difíciles.
Capítulo 42: Terapia.
Capítulo 43: El comienzo.
Capítulo 44: Vodka (+18)

Capítulo 35: Tregua.

148 49 48
Oleh LuAnto321

¿Un relación abierta? ¿O una relación "trío?







Narra Ryan.

Martes, 17 de mayo.

Tres días después.

Grito su nombre.

Al escucharme, sus pasos se detienen abruptamente. Tanto que casi tropieza y se cae con el trote que estaba haciendo.

Se gira mientras camino para alcanzarlo.

Como puedo ver, parece que está trotando hace un buen rato porque su frente está mojada, su cabello revuelto por el viento y sus mejillas algo coloradas. Está con un conjunto de campera y pantalón negro porque hace frío el día de hoy.

—Solo... Dame una razón para no golpearte justo que estoy entrenando.

—¿Ámbar no tiene un gimnasio en su casa?

—Si, pero me gusta el cardio y el aire libre— responde seco.

—Okey... Yo, quería conversar contigo.

—¿Sobre qué?— cruza sus brazos.

—¿Podemos ir al café de allá? Hay mucho viento, y te vas a enfermar. Estás todo sudado.

—No me digas— dice con sarcasmo. Agarra su pie llevándolo hacia atrás para estirar las piernas. Luego estira los brazos. Y cuando termina me mira —vamos.

Camina el primero y lo sigo. Llegamos, entramos a la cafetería. Ethan pide agua y yo un café.

Nos sentamos, apartados de la poca gente que hay en el lugar. Son las 9 de la mañana. El sol salió pero está bastante nublado. Un día muy raro y feo básicamente, pero eso no impide que mi ex mejor amigo salga a correr por la plaza del barrio.

Lo mismo hacía todos los días en Estados Unidos. Íbamos los dos siempre a correr.

Hasta que la cagué, lo acepto y lo reconozco.

Una jarra de vidrio con agua y un vaso llegan para Ethan y para mí una taza de café, también con un vasito con agua.

Bebe un vaso entero. Conociéndolo se habrá olvidado de traer su botella de agua.

Cuando toma todo el vaso me observa sin meditar palabra alguna. Yo tampoco hablo. No sé como empezar.

—¿Qué quieres Ryan?— habla después de minutos de contacto visual nomás.

—Tregua— digo solo eso.

—¿Tregua?— frunce el ceño.

—Sí.

—¿Por cuánto tiempo?— apoya sus codos en la mesa, mirándome como un depredador a su presa.

—¿Por siempre?

—¿Por siempre?— repite confundido.

—Quiero arreglar las cosas. La cagué y lo sé.

—¿Te diste cuenta?— su voz derrocha ironía pura.

—Lo siento Ethan...— musito agachando la cabeza avergonzado.

Cuando la levanto me mira asombrado.

»Tardé mucho en decírtelo, yo sabía desde que nos hicimos amigos que tú estabas enamorado de ella, pero me hacía el idiota porque cada vez que me la mostrabas, ella me gustaba más y más. Cuando te pusiste celoso ese día que fui a tu casa, que ví esas fotos en tu cuarto y dije que Ámbar seguía igual de linda.

—Y te dije que tenía novio.

—No era verdad.

—No.

—Y soy malo intentando hablar del pasado. Por eso quise hacerme el chistoso ese primer día que nos vimos en el instituto.

—Y te salió como el culo.

—Lo sé— digo nervioso. Tomo todo el café y vuelvo a hablar.

»Repito que lo siento, no espero que me perdones ahora, ni que seamos mejores amigos de nuevo, pero quería que lo supieras. No me pude contener al no besarla en esa fiesta, la deseaba mucho. No debía hacerlo, tú eras mi único mejor amigo, me sentí muy mal quedarme solo. Estando en la misma escuela, el mismo grado, pero evitándonos, tú molesto y yo algo arrepentido. De verdad lo siento "bro"— se tensa un poco, así le decía siempre.

—Te perdono— se encoge de hombros mirándome.

—¿Qué? ¿Así como así?

—Solo quería que lo dijeras Ryan. Y nunca lo hiciste, por eso estaba enojado, porque nunca reconociste que tú cagaste nuestra amistad. No voy a decirte "seamos amigos de vuelta", pero... poco a poco yo pienso que nos llevaremos bien. ¿Quién sabe?

—Gracias. En serio.

—Gracias a ti, por aceptar que te equivocaste pero lo echo, echo está.

—Ya sé y por eso también yo quería decirte que...— suspiro —la quiero. No es un juego, de verdad la quiero.

—Y yo la amo. Y tú lo sabes más que nadie.

—Lo sé y yo... Trate de olvidarme de ella después de esa pelea y de ese beso. Pero no puedo, cada vez la pienso más y más. Y me atrevo a decir que también la amo. Me hace sentir diferente y es raro, pero agradable. Y joder, me encanta.

—Me enteré que follaron— aprieta su mandíbula, las venas de su cuello resaltan. Cierra los ojos un rato. Los abre y están rojos. No sé si está enojado o triste. O una combinación de ambas —hace un mes y unos días. Yo... me acosté con ella días después de lo de ustedes. Yo no sé si juega conmigo o contigo. Lo hicimos dos veces y joder, me siento tan especial porque ella siempre me dijo que follaba una vez con un chico y luego ya no.

—¿Ustedes... Se acostaron?— lo miro algo triste. Dos veces encima.

—Fue a la noche después de que discutimos y le dije porqué nos peleamos.

—Si, que tú te fuiste y ella se fue también.

—Me siguió a un bar, tomamos, volvimos a casa y follamos. Al día siguiente fuimos al funeral de Anderson— suspira —Y te repito, yo no lo maté, jamás lo haría, él fue mi amigo, no sabía hasta que el murió de que le había sacado la virginidad a Ámbar. Y de haberlo sabido tampoco lo mataría, yo lo quería, antes de irnos a vivir a Estados Unidos éramos un grupo de 4 muy unidos con Cass. Siempre hacíamos travesuras en la escuela y nadie se enteraba— sus ojos quedan en un punto indefinido con una media sonrisa, como recordando lo que hacían —pero volviendo al tema, yo la amo Ryan, más que a nada, me vuelve diferente, otra persona, más buena.

—Yo también... Es distinto, tal vez igual al tuyo, pero la amo, me enamoré de ella apenas la ví, me enamoré aún más cuando la besé, cuando nos acostamos, cuando me sonríe, me abraza o simplemente me habla— respondo honestamente.

Lo veo largar una bocanada de aire, luego toma todo su tercer vaso de agua y me mira.

—Voy a ser egoísta. No la voy a dejar ir para que se quede contigo.

—Te entiendo, y yo tampoco lo haré.

—Y no vamos a hacer esa ridiculez de que ella tiene que elegir a uno de los dos.

—¿Entonces que hacemos?— alzo una ceja confundido.

—Primero que nada ¿Ella te quiere o te ama? ¿Te dijo algo?

—Que me quería... Como un amigo.

—Pero los amigos no follan.

—Exacto. ¿Y a ti?

—El otro día, cuando lo hicimos ebrios le dije que la amaba y ella respondió que me quería.

Auch. Es increíble que me esté controlando imaginando como la mujer que me doy cuenta que amo, le dijo "te quiero" a mí ex mejor amigo cuando follaban por segunda vez. Pero soy muy civilizado, no me van las peleas como a Ethan. Tengo que estar muy cabreado para recurrir a la violencia.

Pero se trata del amor que tenemos hacia la misma mujer, así que estoy bastante controlado. No pienso lo mismo de mi acompañante. A ese no le gusta algo y es capaz de destruir todo.

Yo soy calma y él guerra. Por eso nos complementabamos. Hasta que la cagué metiéndome con la chica equivocada. Pero mierda, no me arrepiento.

Casi.

»Mira, suena mal lo que voy a decir, pero siento que nos usa un día a uno y otro día al otro. Y me duele, porque yo le dije lo que siento por ella y parece que no le importó nada porque luego se fue de viaje contigo y supongo habrán echo muchas cosas.

—Solo nos besamos. Después volvimos por la carta loca que no escribiste al parecer.

—Omite ese "al parecer"— rueda los ojos.

—Yo se lo dije el otro día, que la quería pero se ahogó tomado vino mientras se lo dije y después me dijo que luego íbamos a hablar. Y... Yo también pienso que nos usa. Y concuerdo, duele un poco.

No me responde, se queda mirando al punto indefinido de nuevo. Hasta que habla sorprendiéndome.

—¿Alguna vez pensaste en compartirla?

—¿Qué dices?

—Un trío. Estar con ella los dos, siempre. Que sea nuestra novia. Hasta en el sexo que estemos los tres.

—¡¿Estás loco?!

—No, solo uso la lógica del asunto. Ninguno la quiere dejar. No decimos que es un jueguete, de verdad la amamos, y mucho, pero hay que ser concientes de que no hay otra opción.

—¿Estás dispuesto a hacer un trío?

—Si.

—¿Con tu ex mejor amigo?

—Eh... Si...

Alzo las cejas.

»Okey, no, pero podría acostumbrarme. Si ella se acostó con nosotros dos es porque siente algo por los dos y no se puede decidir. Así que... ¿Por qué no quedarse con los dos en una relación?

—Porque yo no quiero hacer un trío, compartir a la misma chica con mi ex mejor amigo.

—Entonces aléjate de ella porque yo no lo haré, pero te invito a que formemos un trío.

—¿En serio no hay segunda opción?

Y otra vez se queda pensando.

Parece un tema serio. Lo es para los dos.

—No hay opción.

—Joder...

—Aunque... Hay segunda opción.

—¿La hay?

—Intenta enamorarla. Si ella no te acepta o después de un cierto tiempo de plazo no te dice un "te amo", yo intentaré hacer lo mismo. Y así veremos quién ama a quién. Y si nos corresponde a los dos hacemos una relación de tres. Repitiendo que no tengo problema en follar los tres. Pero si tú quieres yo la follo un día y tú otro o no sé. Habría que hablarlo entre los tres para que estemos de acuerdo juntos. Honestamente Ámbar es un tipo de persona que haría un trío, y yo también, que hace un año lo hice con dos chicas— se encoje de hombros y deja caer su espalda en la silla dando por finalizado su discurso algo alocado.

No le respondo al instante. De echo tardo unos varios minutos en los que pienso y no dejo de pensar.

—De acuerdo. Pero esto lo hago por ella, no por ti.

—Lo mismo digo— me paro poniéndole fin a la plática.

Él no lo hace. Se queda mirando su celular.

—Me voy a instituto. Primero pasaré por mi casa a buscar mis cosas y después voy. ¿Quieres venir conmigo?— pago el café y el agua de Ethan.

Me mira mal y serio. Recuerdo que siempre hacíamos eso, uno siempre se adelantaba pagando cuando salíamos.

—No era necesario, tenía dinero. Y no gracias, tengo que bañarme, y después voy con Ámbar, no te preocupes.

—Si quieres te bañas en mi casa así no tardas mucho, total tememos el mismo talle y estilo de ropa.

—No. Gracias.

—Bien. Nos vemos allá luego.

—No intentes ser amable conmigo porque posiblemente vayamos a estar los tres juntos. Es absurdo. Aún te odio, pero dije de a poco.

Ruedo los ojos.

—Eres un idiota. Te quería llevar para que saludes a mi mamá. Ella no tiene la culpa de nuestra pelea.

Suspira.

—Tienes razón. Y la extraño. Siempre fue mi otra mamá cuando la mía se iba de viaje— se para dejando propina en la mesa —vamos. Y no le diré nada a Ámbar de esto porque no entenderá nada.

—Bien, la invitaré este fin de semana al cine.

—No hacia falta que me lo digas. Haz lo que quieras, vamos.

***

—¿U-una ci-cita?— suspira a través del teléfono tartamudeando nerviosa.

—Es lo que dije.

—¿Los dos?

—Si...

—¿Solos?

—Claramente si— sonrío.

—Bien...

—¿Aceptaste?

—No. Solo intento asimilar que aún estoy enojada contigo pero me invitas a una cita. Es... Wao, eres tan... impredecible— murmura la última palabra.

—Lo soy. 

—¿Por qué yo?

—¿Acaso no escuchaste el otro día que me gustas?— sonrío apostando que se habrá sonrojado.

—Ryan... Seré honesta. ¿Cuáles son tus intenciones conmigo? Yo te gusto, quieres ir al cine y ¿Qué? 

—¿Qué de qué?

—¿Cómo terminará esto? Lo... Nuestro.

Me río por su voz nerviosa.

»Joder Ryan, no te rías. Hablo en serio.

—Planeas mucho el futuro linda. ¿Por qué no te dejas llevar?

—Porque lo hice una vez y terminé lastimada— dice molesta lo cual me sorprende. Y la línea queda en silencio.

—¿Linda? 

No responde. Me preocupo viendo si colgó pero no, sigue en su curso la llamada. Mierda...

»Linda, si no quieres contarme lo entiendo pero ¿Sigues ahí?

—Acepto— dice de repente.

—¿Qué?

—Acepto. Y olvida lo que dije recién, fue un impulso.

—¿Pero estás bien? No te sientas presionada si no quieres ir.

—Quiero. De verdad quiero. Hace varios meses no tengo  citas y... Necesito salir, contigo.

—¿Segura?

—Segura. ¿Cuando y a dónde?

—Wow, wow, wow— la freno y suelta una carcajada —primero, que aceptes me pone muy feliz y segundo, no tan rápido fiera. Sé que nadie se resiste a este cuerpo así que siéntete privilegiada estar en una cita con Ryan Cooper— intento aligerar el ambiente y lo consigo fácilmente.

—Yo sabía que la arrogancia aparecería en cualquier momento. Pues no todos tienen el privilegio de follar este cuerpo, así que deberías sentirte afortunado...— canturrea con picardía. Y joder, trago saliva.

—Vamos lento, a la 1 de la tarde, el sábado, luego te paso la dirección del restaurante y te advierto, si no aguanto las ganas de verte tan sexy te voy a follar en la camioneta antes de siquiera bajar a almorzar. Porque te comeré a ti primero linda— suspira haciéndome sonreír —si, aca entre nosotros yo soy más arrogante que tú.

—Entonces te darás cuenta quien de los dos es más activo cuando yo esté arriba tuyo montándote y no te deje tocarme. Si, acá entre nosotros yo soy más pervertida que tú.

—Pelearemos porque igual te voy a tocar y cuando lo haga, vas a dejar de ser la activa para ser sometida.

—No pelearemos porque cuando yo te toque y te haga venir con mi boca, tú serás el sometido. 

—Bien ganaste. Lo que se convirtió en una llamada inocente de pedirte una cita se convirtió en dejarme duro de poder imaginar como se sentiría tenerte arrodillada con la dificultad de respirar cuando no quepa en tu boca. Y eso me va a atormentar hasta que se cumpla. Que posiblemente sea el día de la cita. Osea...

—El sábado. Y acepto que gané pero yo también quedé bastante mojada con esas palabras. 

—¿Te gustaría..?

 —No, ni pienses que tendremos sexo virtual.

—La intención cuenta— se ríe.

—Por cierto ¿Dónde estás?

—En mi camioneta. En mi casa, antes de entrar quería llamarte y menos mal que no lo hice frente a mi mamá porque sería vergonzoso que con solo decirme que me la chuparías y me harías venir en tu hermosa boca a través del teléfono me pondría súper duro.

—Si, pobre Bri se ríe —yo estoy en mi cuarto. Enseguida me voy a preparar para ir a a la escuela. 

—Igual, entro a mi casa, me baño, preparo las cosas y salgo— con Ethan pienso. Pero ni loco se lo digo.

—De acuerdo.  Nos vemos en un rato Ryan.

—Si linda. Y ya quiero que sea sábado— se ríe pero no dice nada. Aunque luego habla.

—Yo también...— y cuelga.

Me río mirando a la parte de arriba de la camioneta. Me está matando pensar tanto en ella y pensar en la propuesta de Ethan.

Espero que la erección baje (porque no me voy a tocar) y luego bajo recibiendo de golpe el viento.

No me consideré nunca una persona pervertida a la hora de hablar con alguien de forma tan sexual, pero el echo de imaginarla a Ámbar arrodillada, me perturba todos los días hasta el sábado cuando estaciono la camioneta en su casa esperando que salga mientras la llamo, pero no me atiende y eso me preocupa.

Y me mintió... Diciendo que estaba en el jardín con su mamá aunque llamo al teléfono de su casa y nadie atiende porque de echo no hay nadie en esta casa.

Si solo hubiera llegado unos minutos antes...

Narra Ámbar.

Sábado, 21 de mayo.

Unas horas antes.

Salgo de la ducha y el baño cantando, sí, "Bye bye, bye" de NSYNC. Son esas canciones que no se olvidan.

Hoy es el día de la cita.

Mí primera cita después de años...

Sonrío al espejo. Mis mejillas están sonrojadas.

Recordando las cosas perversas que nos dijimos por llamada el otro día.

Jesús, que me quiere arrodillada dice. Eso definitivamente no lo espere por que me agarró de forma desprevenida. Y el solo imaginar lo que sería esa alucinación me hace suspirar sintiendo el cuerpo caliente por todos los lados, hasta en mí boca.

Hay Ámbar, si dejas de ser tan pervertida, tu mente pura te lo agradece...

Rodeo mis ojos a mí reflejo.

Lo acepto, soy una pervertida de mierda.

Y me encanta.

Salgo del baño cantando y me llevo una gran sorpresa y una gran confusión al ver dos cosas.

Una es una pistola apuntandóme (nada que no haya visto antes. Lo típico, normal) y la segunda que es la que me confunde realmente más, una chica que no ví en mi puta vida sosteniendo esa arma.

Tiene una sonrisa siniestra, o en su cara sería una muy ridícula. Demasiado ridícula.

—Puta loca...— maldigo cuando tira del gatillo y la bala roza mi cara quedando incrustada en la pared. No hay nadie en casa así que es un punto a favor para mí —no puedes agarrarme indefensa. Hay códigos "conchuda de mierda"— la puteo en Argentino.

Soy paciente, tengo mi autocontrol. Pero no sé hasta donde puedo aguantar.

»Empecemos de nuevo— aclaro mi garganta —hola, mujer-loca-que-se-apareció-en-mi-cuarto-como-un-fantasma-y-casi-me-mata— tengo mi toalla puesta y me siento en el puff agarrando mi teléfono.

—¿No me tienes miedo?— tiene la voz de pito. Dios, comenzamos mal.

—Deberías preguntarme si tengo paciencia y autocontrol— sonrío al mensaje de Ryan diciéndome que ya quiere verme para nuestra primera cita. Le contesto con un "yo también" y leo el mensaje de Liam.

—¿Por qué lo dices?

—Porque si hubieras aparecido hace dos años aquí, me hubiera enfurecido tanto que un segundo te sacaría el arma y te dispararía en el centro de tu cabezita sin dudarlo. Luego me divertiría tanto sacando tus intestinos, tus huesos, y decoraría todo mi cuarto con tu sangre, y tus sesos— respondo con una sonrisa sin mirarla aún —pero tuviste suerte de aparecer justo ahora aunque yo no tanta— memorizo la promesa que le hice a Lim. Maldigo ese día que le prometí no matar más.

Me paro y su agarre en el arma se aprieta. No le presto atención.

Saco del armario un short de jean y una musculosa amarilla con volados. Me saco la toalla quedando con la ropa interior y me pongo mí outfit del día.

—No eres rubia— murmura.

—No, soy pelirroja daltónica, que crees, no, no soy rubia, como ves, tengo el pelo negro natural— ruedo los ojos y me cepillo el cabello.

—No eres tan hermosa.

—Soy un termino medio querida, no quiero destacar y ser una perdición para todo el mundo— agarro mi lápiz labial salmón y me lo aplico. No me ofende que de alguna forma me diga fea. Tengo el autoestima bastante alto el día de hoy para que me vea una perra hermosa. Así que hago caso omiso a lo que dijo.

—¿Por qué él te ama?— frunzo el ceño.

—Sinceramente, no sé de quién hablas cariño, te equivocaste de rubia— me río abiertamente —¿Entendiste el chiste?

—¿Qué tienes que yo no tenga?

—Pues... tengo sentido del humor y tú no al parecer— me encojo de hombros poniéndome mis Vans. Nada de tacones hoy.

—¿Por qué él te ama?— repite.

—Necesito que te especifiques y seas más concreta, ¿Quién me ama según tú baby?

—Ay, Lizzie, Lizzie. Dulce Lizzie, tú no entiendes nada— me tenso de golpe. Me doy vuelta y miro que la que tiene una sonrisa ahora es ella.

—¿Cómo mierda me llamaste?— me muerdo los labios sonriendo de la forma más rara.

—Lizzie— repite —Dulce Lizzie— suelto aire y finalmente la miro con la boca temblando.

—Cierra la boca ¿Quién-quién te dijo eso?— digo con la voz quebrada.

—Tú sabes quién Lizzie.

—¡No me digas Lizzie!— grito furiosa.

—Él vendrá por tí— niego repetidamente con los ojos aguados —Erick vendrá por tí Ámbar.

—Ese hijo de puta está muerto.

—Él está más cerca de lo que crees.

—Sal de mi cuarto ahora mismo— señalo la puerta mantenimiento mi vista fija en su frente. Que ganas inmensas de matarla.

—No me iré, estoy aquí porque quiero que él me ame a mí.

—Te lo puedes quedar tranquilamente, te lo regalo con moño y todo, ahora largo.

—Pero él no me ama, Erick te ama a tí.

—Erick y amor en la misma oración es lo más estúpido y ridículo que oí en mi vida. Métete algo en tu alocada cabeza. Erick no sabe amar. Él no sabe que es el amor. Nunca amó y nunca va a amar.

—Él te ama tanto que me molesta.

—Lo siento pero no es mí culpa que tenga la mente tan retorcida, ¿Cómo lo conoces?

—Era una amiga muy unida de él en Australia y me dejó un día sin decirme a dónde fué. Busqué y supe que volvió aquí. Tengo que encontrarlo.

—Se le da muy bien irse sin despedirse— me río sarcásticamente.

—Yo lo amo y podría matarte ahora ¿No crees? Así él me ama a mí.

—O podrías irte ya mismo de aquí— estoy a dos minutos de sacarle los sesos a esta tarada.

Recuerda las palabras de Liam.

Tranquila hermosa Eli, tienes que controlarte y dejar de ser impulsiva, eres fuerte. Tú puedes olvidarlo y seguir como si nada hubiera pasado en estos últimos años. No dejes que te manipule ni que te controle. Él ya no está. Olvídalo y concéntrate en tí. Solo en tí Eli.

—Pero si te mato, él me matará a mí.

—Sí es que tanto... me ama, probablemente sí, sí te mataría— el sarcasmo se nota de acá hasta Marte.

—Y si no te mato, muero igual porque no podría vivir con el corazón destruido.

Me río tanto que me salen lágrimas. No sé si de rabia o qué.

—Yo también decía eso, era una ingenua como tú. Pensaba que él me amaba, que iba a estar conmigo toda la vida. Pero ¿Qué pasó? ¡Sorpresa!, el jodido imbécil de un día al otro desapareció sin dejar ni una carta o algo que me explique porqué carajos se fué y nunca volvió. Y deseo de todo corazón que no pases lo mismo, porque repito, él no sabe amar y te va a destruir pieza por pieza haciéndose un festín con tu dolor que es lo único que sabe hacer. ¿Y sabes por qué quiero que no pases por eso? Porque tú no serías capas de aguantar lo que yo si. Te lastima, te quema y te mata por dentro. 

—¿Asi como también mata por amor?— abro la boca.

—¿Qué?

—Obviamente ¿Sabías lo que le pasó a tu amiguito Dereck no?— mis labios no paran de temblar porque es eso o simplemente largarme a llorar y cierro los ojos recordando las imágenes de su cuerpo echo añicos en ese bosque que aparecían en los noticieros y diarios—pobre su estómago, lleno de balas, quemaduras, moretones y sangre. Ese... Lo mató tu mejor amigo Ethan. El cual es amigo de Erick. Pobre Dereck. Era muy guapo. Yo también le hubiera pedido que me desflore si estuviera vivito y coleando.

—¡Cállate!— las lágrimas caen sin cesar por mi cara. Me acerco a ella echando chispas de furia y sin aviso previo le saco el arma y le apunto a su cabeza. Unas cuantas técnicas de distracción. Piensa que no haré nada cuando en realidad podría hacer más que ella. Se encoge y por dentro siento el recuerdo de la satisfacción.

»Escúchame bien maldita prostituta, nunca más hables así de Dereck. Tú vas a hacer exactamente lo que te digo. Vas a sacar tu culo de mi cuarto y de mi casa, me dejarás en paz y dile a Erick que si de verdad está por aquí deambulando, que yo no lo amo y que por mí, se vaya a la mierda que es donde pertenece. Ah y lo que tengo que tú no tienes va a hacer una bala en tu cerebro si no le largas ya— le doy mi mejor sonrisa cordial. Me separo de ella, aún con su pistola apuntándola justo en el centro de sus ojos—voy a divertirme contigo. A fin de cuentas nadie se va a enterar de esto más que yo.

—Los vecinos te van a escuchar.

—¿Quién te dijo que iba a dispararte con tu arma?, yo no soy idiota como tú— desarmo toda el arma sacándole dos balas que había. Las guardo en el bolsillo de mi short y una vez terminando, dejo el arma sin nada en la mesa.

Saco de el armario una llave que está escondida en un hueco que yo misma hice y que solo yo sé dónde está.

Con la llave abro una caja que está escondida abajo de el escritorio y dentro de la caja (que se parece más a una maleta) saco una de mis armas con tres balas. Es una de mis favoritas. La PSS (pistola semiautomática especial) silenciosa por su tamaño chico y práctico y especial para disparar hasta 50 metros.

—Tú no me matarías— se ríe despreocupada, aunque sé que está nerviosa.

—¿Quieres apostar loca?— ajusto mi dedo en el gatillo una vez lista.

—No puedes decepcionar a Liam ¿Cierto?— hace un puchero fingido.

Joder ¿Qué mierda?

—¿Cómo conoces a Liam?— aprieto los dientes.

—Erick me habló mucho de él.

—Claro, ¿Seguro también te contó como iba a cagar él, no?— golpeo mi cabeza con mi mano.

—Sería muy triste para él saber que su amiga mató a alguien después de toda el esfuerzo y ayuda que te brindó esos años. Pobrecito.

—Sí me llegó a enterar que tú o el psicópata de Erick le tocan un pelo a Liam, juro por dios que te buscaré por toda la cuidad, todo el país y todo el mundo para asesinarte yo misma.

—Vas a hacer que se ponga triste y se decepcione. Tú no matas más Lizzie. Ya no.

Joder, parece que la estúpida quiere morir.

—Pero contigo podría hacer una bonita excepción. A fin de cuentas se trata de defensa propia.

Tiro del gatillo a su derecha a propósito. Grita asustada y siento y recuerdo la sensación de poder y control absoluto.

—Ups, se me escapó. Quedan dos balas, ¿Que hago? ¿Las vacío en tu cabeza o simplemente te vas y no me ves y me jodes en la vida jamás?

—Vendrá por tí y no vas a hacer nada porque no puedes hacer nada— ríe nerviosa y cínicamente.

Otro disparo a su izquierda.

—¡La tercera va en tu frente y no estoy para bromas, largo puta despechada!— grito.

—¿Qué tienes que yo no tengo?— repite.

Saco una lágrima de mi cara.

—Respondiendo a tu pregunta, lo que yo tengo que tú no tienes es un pasado triste oscuro e ingenuo, y un corazón roto que me atormenta todos los días desde que él se fue y me abandonó. Eso tengo, ¿Contenta? Ahora vete— parece que entendió el puto mensaje y camina hacia la puerta.

La sigo por atrás apuntado su cabeza en todo momento hasta que llega a la puerta de la entrada.

—Él te ama Ámbar— tenso la mandíbula. Él no sabe amar me repito —a su manera, pero él te ama— murmura y se va.

A su retorcida y maldita manera me ama pienso.

Cierro con toda mi fuerza la puerta y grito enojada.

Subo a mi cuarto y respiro hondo una vez y otra.

—¡Joder Erick! ¡Maldito idiota hijo de re mil puta!— mi cara se empapa de nuevo con lágrimas y miro hacia una de las almohadas.

—Esto no servirá Liam.

—Claro que sí, en vez de matar...

—Personas que no son inocentes...

—Pero que matas igual. Cómo decía, en vez de matar, agarra una almohada y tírala con fuerza al piso.

—¿Es una broma, no?

—No Eli, no es una broma. Vamos, agárrala. Esto va a canalizar tu ira y no hará que quieras matar cuando estés enojada.

—Liam, mato a personas que no merecen vivir, no a monjas o curas. Esto es ridículo. Una almohada no se desangra hasta morir, no suplica que quiere vivir, no gime de dolor. Esto directamente aumentará mi ira.

—Te tienes que acostumbrar. Tira cosas de tu habitación, pon música fuerte, no sé. Tienes dieciséis y pronto diecisiete años Eli. Deberías ser una adolescente normal. No una asesina deprimida.

Veo la almohada. Wakala, es peor que ver a una persona morir sin que sufra.

Observo teniendo ganas de quemar la estúpida almohada.

No puedo tirar una almohada al piso o cosas por mi pieza. No, eso no es ni cerca a lo mío.

Corro el armario con los brazos y levanto una madera camuflada con el piso , parecida a una mini puerta de madera y saco de ahí un bolso enorme y pesado.

Le saco la tierra y el polvo que tiene. Fué casi un año.

Abro el cierre y saco a Carly.  Mi arco favorito y flechas. Saco al menos doce dagas y las meto en una mochila vacía.

Dejo todo en su lugar, hasta el armario, desgraciadamente me cambio poniéndome mi calza negra y remera negra, con mis botas.

Me hago una coleta alta y me saco el maquillaje.

Tengo una furia consumiendo todo mi cuerpo por dentro. Necesito sacarla ya.

Me cuelgo la mochila en un brazo, y una correa con veinte flechas en el otro, y con mi arco en mano, salgo de mi habitación.

Esta vez no iré con Kevin. Necesito estar sola. En mi lugar. Mi lugar de entrenamiento, o como lo llamaría yo, "el desquitamiento". Sí, muy original. Voy ahí solo por eso, para desquitarme.

Voy al garage dejando las cosas en el asiento de atrás de mi bebé. Subo en el asiento del conductor y arranco, pero antes le mando un mensaje a Ryan cancelando nuestra cita. Cómo acostumbro, le miento por enésima vez diciéndole que tengo que ayudarla a mi mamá con el jardín del patio. Que no pase por mí a buscarme.

Mientras conduzco, no puedo dejar de reproducir miles de escenas en las que moría la ingenua ilusa loca.

Maldita psicópata obsesionada. Arruinó mi cita.

Y así señoras y señores se arruina un maravilloso día y una tan esperada y primera cita.

Tomen nota por las dudas, la necesitarán.

-----------------------------------------------
Hola gente hermosa!!!!!!

Tanto tiempo, tantos años jajaja.

Nunca más hago una promesa de cuándo les subo nuevo capítulo.

Espero que estén muy bien.

Nos damos cuenta que se descubren más cosas del pasado de nuestra dulce Lizzie. Y faltan más.

Preguntas!!!

♥¿Quieren relación trio?

♥¿Cuándo aparecerá Erick? Muero por saber sus respuestas.

♥¿Mató él a Dereck o fue Ethan en realidad?

Amo confundir sus mentes perversas.

Gracias por esperarme. Estado: Ocupada jsjs.

Los quiero y nos leemos luego ♥

Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

40.4K 2.3K 19
La vida universitaria no es buena para todos, he oído, pero para mí es perfecta, te preguntarás por qué, y es fácil. Estoy descubriendo la carrera de...
70.2K 6K 27
Becky llega a la Universidad con su novia friend Y le toca sentarse con freen Qué es una chica interosexual Y tiene fama De usar a las chicas pero po...
5.2M 453K 83
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...
369K 1.7K 22
Muchas veces se me pasan por la cabeza escenas de como me gustaría que me trataran en la cama. Muchas veces en mis sueños veo como quiero que me trat...