-Ayudando a la pareja de Yoongi a sus espaldas-
♡Pedido por sulandstars25
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✎𝓟𝓪𝓻𝓴 𝓙𝓲𝓶𝓲𝓷
Tenías una misión bastante sencilla, tanto que no le habías visto mayor problema a la hora de aceptar y ayudarle en su captura. Después de todo, habías despertado con ganas de romper un poco la rutina y coincidencialmente te había llegado su oferta.
-Recuerda, solo debes engatusarlo y decirle que encontrará lo que busca en Namsan. Es un viejo topo, así que debes ser muy cuidadosa.-Indica a través del celular, tu asientes aunque no pueda verte. Asimismo, vas anotando minuciosamente todo en una libreta.-Espero no estés muy abrumada en el puesto que instalamos, solo finge que no estas si llega alguien distinto al tipo de la foto que te envíe. Además, recuerda cubrirte con el tul, no pretendemos exponerte si esto sale mal.
-Bueno, quería un poco de emoción en mi vida, así que debo atenerme a las consecuencias-Devuelves con tranquilidad, incluso al borde del aburrimiento. Él tipo era un aficionado a la brujería, entonces no tenías mucho por hacer porque caería por sí solo.
-Wow, suenas tan entusiasmada que estoy conmovida-Notas el sarcasmo en su voz, por lo cual sonríes fugazmente.-Colgare, acaban de darnos la señal. El viejo topo está por entrar en la madriguera, suerte.
Dejando tu celular a un lado, esperas con ansias la llegada del prófugo de la ley. De hecho, no te sorprende mucho cuando entra encapuchado y mirando minuciosamente el puesto. Había caído en la trampa, solo faltaba que pícara un poco para poder ser atrapado.
-Déjame adivinar, estas arrepentido de algo de tu pasado-Inicias, incluso antes de que sea capaz de sentarse por completo. Al mismo tiempo adviertes sus facciones plasmadas en sorpresa a través del tul morado, este se apresura a tomar asiento después de haber picado la caña.
-Que talentosa, ¿sabes entonces lo que busco?-Halaga embelesado, y tu maldices en tu interior; hablar tan apresuradamente te había otorgado credulidad, pero había sido un movimiento de doble filo.
Decides jugar un poco las cartas y las castañas sobre la mesa, matando tiempo para recordar la información que la fiscal te había proporcionado como base. Entonces, su delito pasional resuena reiteradas veces en tu cabeza, y esperabas estar haciendo una buena elección.
-En media hora encontrarás el amor en Namsan, es una nueva oportunidad para enmendar tus errores. Así que deberías emprender camino ahora mismo si quieres llegar a tiempo.-La culpa empieza a carcomerte. Sabías que todo era por un buen propósito, pero sentías que estabas siendo muy cruel al ilusionar a esa persona sin importar que tan vil hayan sido sus actos en el pasado.
-Gracias, infinitas gracias-El hombre repite incontables agradecimientos, hasta deja unos cuantos billetes en la mesa con sus manos temblorosas de anticipación. Fuera lo correcto o no, ahora te sentías una pésima persona.
No obstante, es imposible echarse para atrás en ese punto; por ende, una vez el hombre abandona la carpa dejas un mensaje para la fiscal que se encontraba con el equipo competente en Namsan. Ella haría sus veces en la corte, pero necesitaban a quién acusar y el hombre se les había al cuerpo de policías hace unos días.
-¿Que idiota creería en esto?-Bufas, sintiendo lástima por aquella persona que acaba de marcharse con miles de esperanzas creciendo en su mente.
Dispuesta abandonar el puesto como te había indicado la mujer, te ves detenida cuando una persona muy familiar entra a ocupar el asiento frente a ti.
-Oh, ¿ibas de salida?-Cuestionan con una aterciopelada voz, una que conocías como la palma de tu mano.
-Es hora del almuerzo, lo siento-aclaras tu garganta en un intento de cambiar un poco el color de tu voz, un tono más grave para que le fuera difícil asociarlo contigo. Sin embargo, eres consciente que ha sido una pésima excusa.
-Son las diez de la mañana, pero no es como si no pudieras almorzar más temprano. Por favor no me malinterprete; de hecho, lamento la intromisión, solo sentí un poco de curiosidad-Se justifica un apenado Jimin, y entonces quién se sentía ahora un poco fisgóna eras tu.
-Tranquilo, no tenía noción del tiempo. Así que, esta bien si realizo otra sesión-Llevando tus manos hacía las cartas, empiezas a revolverlas bajo su atenta mirada. No podría diferenciarte con los velos que caían sobre tu rostro, estabas bajo anonimato y podrías averiguar un poco lo que traía a Jimin por esos lares-¿Que lo trae aquí, señor Park?
-Wow, estoy paralizado. ¿Los espíritus le dijeron mi apellido? Tengo los pelos de punta-Sonríes complacida, ya lo tenías donde querías.-Quiero saber sobre mi esposa, últimamente es un poco más distante que de costumbre. Acaso...¿Es posible que ella tenga un amante?
Secretea y tu boca se abre de la impresión, sintiéndote algo afligida . ¿Cómo que distante? Incluso habías intentado ser más cariñosa esos últimos días.
-Imposible, la luna en...el oeste da a entender que el amor que siente tu esposa por ti es infinito. Es decir, con este indicio dudo mucho que tu esposa te esté engañando-Lanzas una carta sobre la mesa, el dibujo de la luna estaba expresa en esta. Sin embargo, no tenías idea de que carajos habías dicho.-Deberías sentirte avergonzado por decir algo así de ella, es inaceptable. Llévale donas o algo que le guste, debes pedirle perdón por desconfiar del inmenso amor que tu esposa siente por ti.
-Debería....-Susurra, alcanzando tu mano para llevarla contra sus labios e inmediatamente te sueltas de su agarre. ¿Qué demonios estaba haciendo ese desgraciado, tenía algún fetiche con adivinas? Lo que fuera te estaba rompiendo el corazón.
-¿Que diablos crees que haces? Llamare a la policía, pervertido desquiciado-Sueltas indignada, levantándote de golpe y siendo secundada por él.
-¿Entonces quieres las de glaseado de mora o arequipe?-Pregunta de vuelta, en un comportamiento tan apacible que te deja consternada. Hasta sentías que estaba tratando contigo; sí, como si supiera tu identidad.-No hagas que los policías pierdan su tiempo, no vendrán porque tu esposo tomó tu mano y la besó.
Aun sigues sin comprender absolutamente nada, ¿Cómo lo había descubierto tan fácilmente?. Por lo mismo, tardas en reaccionar cuando Jimin busca de nuevo tu mano y la deja en tu punto de visión.
-Este es el mismo anillo que puse sobre el dedo de mi compañera de vida en el momento en que la hice mi esposa, señora adivina-Comparte contigo, tratándote de nuevo como alguien ajeno a su persona.
-Ash, con razón no quitabas tu vista de mis manos mientras revolvía las cartas. Que tonta, en serio creí que podría engañarte-Sueltas decaída, te habías creído muy astuta por unos instantes.
-Lo habrías logrado sin el anillo, incluso tu voz fue distinta al principio-Intenta consolarte, así decide dejar caricias de aliento a lo largo de tu brazo-No se que rayos estas haciendo, pero vuelve temprano a casa.
-Llévame contigo, ya terminé aquí.-quitándote el velo, tomas tus cosas antes de tenderle tu mano devuelta.-¿Por qué entraste? No me digas que crees en esta basura.
Ambos empiezan a caminar, y en ello Jimin suelta una risa.
-Sentí curiosidad, entré escéptico pero quería ver si cambiaba de opinión. Aunque, definitivamente no me arrepiento, siento que salgo con la mejor de las suertes de este lugar-Dedicándote una fija mirada, te estaba diciendo sin palabras que esa suerte eras tu.
-Ugh, que cursi-Te quejas, empujando suavemente su rostro al frente, pero dejando un fugaz beso sobre su mejilla. Si seguía caminando sin mirar el camino terminarían en el suelo, ya les había pasado muchas veces.-¿Las niñas están con tu madre? Que problemático, deberíamos empezar a buscar una guardería.
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✎𝓚𝓲𝓶 𝓣𝓪𝓮𝓱𝔂𝓾𝓷𝓰
Estabas extraña, no sabía que podía tenerte en un estado tan apático. Pero, aún si estaba preocupado, él había quedado con su madre en ir a visitar a su tía abuela al ancianato.
-Esta mañana llegó una nueva enfermera pasante guapísima, deberías hablar con ella haber si quedan-Recomienda la anciana, a lo que Taehyung sonríe negando levemente por milésima vez. La mujer tiene Alzheimer y había olvidado vuestra boda; por ende, siempre que lo olvidaba de nuevo volvía a tocar el tema sobre esa misteriosa enfermera.
-Mira esto, tía-Taehyung le indica a la mujer, mostrándole de nuevo su anillo de bodas. Entonces, la mujer le observa consternada mientras lleva sus manos contra su boca-Tu estabas ahí pero no lo recuerdas, prometo traer el álbum la próxima vez para que veas a la preciosa mujer con la que me case.
Sin embargo, Taehyung recuerda que no hay necesidad de hacerla esperar tanto. Buscando en su celular, entra a su galería donde no solo tenía fotos tomadas por sí mismo, sino también de aquellas que se encontraba por las redes y le gustaba conservar para su colección de fotos tuyas.
-Me resulta muy familiar, no son unas facciones fáciles de olvidar-Halaga la mujer, haciendo que Taehyung demuestre lo de acuerdo que se encuentra con aquella opinión en su expresivo rostro; aún si era irónico por su situación, lo olvidaría en unas horas.
-Tenemos dos bebés, y dos perritos. Aún tenemos en mente expandirnos en número, ¿Qué opinas?-Indaga con curiosidad, apreciándola admirar con detenimiento vuestra foto familiar. Asimismo, un sentimiento de nostalgia lo envuelve en cuestión de segundos, cuanto le hubiese gustado presentarte a ti y a los niños ante su amada abuela, aunque tenía presente que cuidaba de todos ustedes desde el cielo.
-Dale un respiro, hijo-Dice sin más, ocasionando que Taehyung la estreche en un afectuoso abrazo mientras ríe por ello. Aún así, no descartaría la idea de agrandar la familia.
-Tengo las tablas del Bingo, vamos al salón de una vez-Entra su madre, agitando las tablas en el aire con una de sus manos e indicándoles con la otra que se apresuran.
Así, Taehyung toma de la silla de ruedas para hacerse camino hacia el salón donde se llevaría acabo el Bingo. Es un juego tedioso, pero había una gracia oculta que veían los adultos mayores, y la cual terminaba por contagiar a Kim.
-Oh mira, ahí esta la pasante de la que te hablé. Ahora se me hace muy parecida a...¿Qué estaba diciendo?-Se rinde, pero le agradece a Taehyung por ubicarla cerca de la mujer que tenía su curiosidad por las nubes-Vamos, sientensen antes de que comience.
Tras su invitación, el de sonrisa cuadra no tiene otra opción que tomar asiento junto a la silla que estaban destinando para la joven enfermera. Sí, esa que parecía ser el deleite de todos los vejestorios que recurrían a su ayuda para pequeñeces. Sin embargo, Taehyung parece interesado en algo en particular y su atención se clava de lleno en esa mujer, había mucho en ella que...No, no tendría ni una pizca de sentido.
Debías tener una suerte de mierda. Justo entre todas las personas en la faz de la tierra tenías a tu marido cerca, examinándote con esmero, apunto de ser descubierta.
-Papá oso está aquí, repito, papá oso está aquí-Activas las alarmas desde tu micrófono en nulos susurros, y lo único que recibes en respuesta es una carcajada.
-Entre todas las palabras claves considere que era la más inútil, pero son unos malditos imanes-La fiscal se burla, pero por suerte ya tenían todo lo que necesitaban para la investigación-Solo dale la espalda o algo, sería muy raro si te vas ahora.
-Pero hemos conseguido la información de las casas de apuestas a las que se escabullen estos viejos. Ayúdame a salir, no quiero estar junto a él ahora mismo-Murmuras, pegando tus labios al micrófono en tu ropa para evitar ser escuchada.
Maldecías el día en que esa mujer fue vetada de ese ancianato por perturbar la tranquilidad de los residentes, también el deberle un favor, uno que estabas saldando en ese instante.
-¡Oh vamos, ¿Cómo puedes ser tan lenta?! En este momento tu esposo está con "hermosa" y "cielito lindo". No te esta engañando, solo viene a jugar bingo con su madre y abuela a tus espaldas. ¿Necesitas gafas? Joder, es del que menos esperaría una aventura después de Yoongi-bu, obvio.-La fiscal bufa una vez termina de hacerte entender la situación, se trataba de un malentendido por algo que escuchaste anoche antes de entrar a la habitación-Debes terminar la jornada como una trabajadora normal, solo sobrevive el bingo carajo.
Sin más, él anfitrión hace girar la balotera dándole inicio al juego, y te ves en la obligación de ubicarte en la silla que han guardado para ti. Dándole una sonrisa a los ancianos que anticipaban tu regreso, decides girarte un poco a tu izquierda para que Taehyung no pueda verte o por lo menos, distinguirte por completo.
-¿Te gustaría que vayamos algún día al casino juntos?-Pregunta uno de los viejos, de esos que habían soltado las ubicaciones sin mucho rodeos. Todo un don Juan, incluso en sus últimos años de vida.
-Suena emocionante, pero me conformó con los bingos. No son ilegales...-Sueltas esto último en un murmullo, completamente inmersa en tu tabla y en ocultarla de los curiosos ojos de tu gran amor. Pero debías admitir que estabas apunto de caer dormida, necesitabas algo más emocionante o ibas a morir del aburrimiento.
-Acaban de decir este número, tienes bingo-Indica Taehyung a tu lado, entonces sueltas un suspiro de resignación mientras sigues en la misión de cubrirte y a la tabla.
-Ya se que tengo...¡Bingo, Bingo!-Entonces pasa lo que menos esperabas, y no meditas en lo absoluto tus actos cuando saltas de tu asiento y gritas a todo pulmón.
No eres capaz contener tu felicidad, por lo mismo te aferras al cuerpo que brinca de la emoción junto a ti.
-¡Ganamos, preciosa!-Tus pies dejan de sentir tierra firme mientras giran contigo. Sin embargo, te sientes mareada mientras todo da vueltas ante su efusividad.
Mirándolo consternada, un sonoro beso recae en tus labios antes de que los silbidos se alzaran por el lugar. Definitivamente tu esposo no era ningún idiota; pero, ¿en que momento había sido claro para él? Es decir, ni siquiera le dirigiste la palabra.
-Lamento informarte que no eres alguien a quién puedas pasar de largo con facilidad, no hay muchas personas que se parezcan a ti-Como si fuera capaz de leer tus pensamientos lo esclarece. Realmente una conexión a otro nivel, estabas asombrada.-Ve por tu premio, Osita.
-Eres un demente-Sueltas, al asimilar que acaba de besarte al frente seres arrugados y conservadores a muerte. Aunque se veía tan galán que querías lanzarte devuelta, pero ver a tu suegra por el rabillo del ojo te devuelve prudencia.
Enseñándote el camino a la tarima, te giras por unos instantes hacia tu suegra, y la tía-abuela que te saludan agitando su mano. Se notaban confundidas y con obvias razones, pero su hijo no dejaba de observarte con una sonrisa de oreja a oreja mientras aplaudía con fervor.
Hasta te hacía sentir como si de un gran logro se tratara, y la verdad te sentías un tris abochornada por ello; aun así, debías admitir que era jodidamente adorable.
-Buh, te han pillado.
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✎𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴
Un día despertaste y tenías un mensaje de la chica de Yoongi, uno donde te convidaba a hacer una locura, y como cosa "rara" accediste. No era de sorprenderse, siempre que sonará intrigante y emocionante había una muy baja probabilidad de que te negarás a ello. En síntesis, esa era la explicación de porqué estabas infiltrada como azafata en un vuelo de primera clase.
-Dame agua, por favor-Solicita la fiscal, en una esquina apartada de la vista de vuestro objetivo.
Sacas una botella del carrito y la abres por ella, pues tenía enyesado uno de sus brazos;-Gracias, que considerada eres. Mira, no logramos conseguir la información del asiento de ese cretino antes de que subiera, así que tendrás que improvisar para poner el micrófono en su silla.
-Sí, tengo algo en mente, no preocupes-Le calmas, revisando que tuvieras el micrófono y el bolígrafo con el chip,"obsequio de la aerolínea", que ella te había proporcionado antes de subir.
Sabías partes importantes del operativo, como que tu participación y la suya terminaba tan pronto el avión aterrizará en Japón, y así el moreno fornido que parecía ser su colega a cargo con los investigaciones se encargaría de hacer una emboscada con los datos que recolectaran en esta fase. Pero, mientras conservara el bolígrafo con el dispositivo que mantendría notificados a los detectives con su ubicación en tiempo real, sería más que suficiente.
Avanzando con el carrito, reconoces a dos figuras bastante familiares ubicándose en una de las sillas del centro, pero decides ignorarlo y seguir adelante. Esos hombres estaban metidos en su mundo, conversaban sin ser consientes de sus alrededores entonces no había razón para alarmarse.
-Buen día, señor pasajero. Permítame acomodar su asiento, se ve un poco incomodo-Ofreces al pulcro hombre, él cual era la representación perfecta del dicho "las apariencias engañan". Si te lo cruzabas en la calle jamás se te pasaría por la cabeza que se trataba de un narcotraficante de renombre, uno demasiado buscado.
-Que oportuna, justo estaba batallando para poder inclinarla un poco más.-Finges no sorprenderte ante la coincidencia, y simplemente le dedicas una sonrisa de amabilidad antes de proceder con lo tuyo. Así fue como el micrófono había sido puesto sin mayor inconveniente, tal como robarle el dulce a un bebé.-¿Esta bien ahí o desea que lo incline un poco más, señor?
-Así esta bien, gracias señorita-El hombre hace una leve reverencia sin agregar mucho más, pero eras consciente de cómo te escaneaba de arriba para abajo. Era repugnante, y estabas a nada de no poder seguir conteniendo tu mueca de asco.
-No olviden abrochar sus cinturones, estaremos despegando en unos minutos. Por cierto, un pequeño obsequio por parte de la aerolínea, estamos agradecidos por ser elegidos por ustedes-Te dirijes a ambos pasajeros esta ocasión, extendiendo los bolígrafos y asegurándote que el "especial" fuera recibido por el tipo.
Entonces, este se resbala de entre sus manos. Más bien de las suyas, pues era evidente que se trataba de una estrategia del pervertido para poder admirar tus piernas más de cerca.
-Yo lo recogeré, no se preocupe-Apresuras antes de que este pueda inclinarse por completo, ya que si lo hacía vería el micrófono titilante bajo su asiento y ese sería el final.
-Ha sido mi error, lo haré yo mismo-Insiste, tomándote de la muñeca e impidiendo que pudieras recogerlo.
Tragas saliva con fuerza ante ello, considerando la opción de patear el bolígrafo por "accidente" y mandarlo lejos de su alcance, o patearlo en la cara por "error"; de hecho, en tu balanza mental iba ganando la última opción. No obstante, el pie de un tercero se posiciona sobre la mano del hombre logrando que este se reincorpore de golpe cuando el extraño levanta su pie después de que, sin mucho disimulo, aplastara esta como si de un insecto se tratara.
-Lo lamento, no había visto su mano-Se excusa la persona, inclinándose y recogiendo el bolígrafo. Sin embargo, tu mente estaba en blanco mientras intentabas comprender lo que veías y escuchabas.
-Tenga más cuidado-Responde el hombre, apretando su mano contra su pecho y mirándolo con notorio fastidio, especialmente por la expresión de desdén con le dedica Jungkook. El repudio estaba escrito en sus facciones, en cada una de ellas.
-Sí, lo tendré presente la próxima vez que no intente mirar debajo de la falda de una mujer, exclusivamente de esta-Sentencia Jeon, dejando salir un bufido sin gracia y siguiendo el camino hacía su asiento, aunque se detiene después de unos pasos-¿Tienen agua? Quiero un poco, por favor.
-¿Sí?...-Respondes más como un interrogante; pero, aún así este te indica con su cabeza que le sigas justo después de volver a aniquilar al hombre con su mirada.
No lo dudas ni un instante, tomas el carrito y avanzas dejando atrás al tipo, al tiempo que haces de lado las miradas curiosas de algunos pasajeros. Obviamente, sin haber sido muy escándalos hay quienes notaron el acto de acoso del que fuiste víctima.
Por otro lado, ves a Jin junto a Jimin sentados en la misma línea; siendo estos las personas que viste en un inicio, pero jamás se te cruzó por la cabeza que estarían con tu esposo. Sin embargo, Jungkook no se detiene donde estos, sino que va hasta el final del avión donde se encuentra a la chica de Yoongi.
-Oye-Tirando de los audífonos que esta tenía puestos, la mujer cierra sus ojos con fuerza al verlo ahí-No tengo idea de que se trate eso, pero arresta a ese tipo por acosarla.
-No puedo arrestarlo tan a la ligera, genio. Solo te diré que buscaré expedientes para aumentarle cargos, así que largo.-Le lanza devuelta en un murmullo, pero empieza a preguntarse seriamente cómo se las arreglaban esos hombres para aparecerse por todo lado. Por ende, no lo contiene un instante más.-¿Que haces aquí? Por Dios, empiezo a creer que ustedes son los acosadores.
-¿Yo? Pero si solo se nos antojo un buen sushi, rara-Contraataca en susurros, y tu dejas caer tu cabeza contra los asientos en los que estás apoyada, harta de oírlos discutir.
Claro, para ellos eran tan sencillo tomar un vuelo de primera clase como si de un tren se tratara.
-¿Ya acabaron? El vuelo esta por despegar, así que ve a sentarte antes de que te veten del avión por incumplir con la indicaciones-Le dices exclusivamente a Jungkook, tirando levemente de él para que se fuera a ubicarse en su puesto.
-Antes de irme...¿Ella puede quedarse con ese uniforme, cierto?
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Hace unos días lo subí por error sin haberlo terminado jajajaa, disculpen el despiste.
Espero se encuentren muy bien, mis amores~♡