Yo solo dejo esto y me voy lentamente...
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-¿A qué hora se supone que llega?.-pregunto Iris a su esposo.-
-Media hora...¿Menos?, no tengo ni idea.-contesto sin mirarla mientras jugaba en el televisor.-
-Hubiéramos evitado esto si tan solo me ayudaras un poco... un jardinero, eso es para gente rica.
-Iris... querías tus planta ahí estan contrate a alguien para que no me molestes.-Iris bufo en respuesta negando y el timbre se hizo presente.-
Iris y Mike tenían aproximadamente 3 años de casados, los mas aburridos del mundo, la relación era monótona, casados por sus padres para mantener la "descendencia" y unir apellidos con beneficio a las empresas.
Mike era aburrido en toda la expresión de la palabra, pasaba mas horas enfrente del estúpido televisor jugando algo estúpido a estar con ella, si tan solo la habilidad que entrega en sus juegos la pusiera en su relación, todo sería diferente.
-Buenas tardes.-contesto el hombre detrás de la puerta.-
-Hola.-Iris sonrió.- ¿Eres el jardinero?.-asintio.- Soy Iris.
-Tom.-sonrió.-¿Puedo ver tu jardín?
-Pe-perdón.
-Si, ¿Es el que tienes en el patio delantero?.-camino hacia atrás un poco frunciendo el ceño.-
-No.-contestó negando.- Es el trasero.-señalo detrás de ella.- Acompáñeme.- Tom asintio y camino detrás de ella.-
-Buenas tardes.-hablo una vez que miro a su esposo. Este claramente estaba tan metido en su videojuego que ignoro su presencia.-
-Discúlpalo.-se encogió de hombros apenada.- Nivel nuevo.-rio negando.-
-Nunca entendí esos juegos.-hizo una mueca encogiéndose de hombros.- Me van otro tipo de juegos.-murmuro.-
-¿Perdón?
-Oh nada.-negó.- Que deben ser divertidos.-Iris asintio y abrió la puerta del patio saliendo con Tom detrás de ella.-
-Y bueno.-suspiro.- Es este, esta descuidado, pero compre plantas nuevas y estoy segura de que algo bonito puede salir.
-Puede ser.-asintio.- Me gustan esas. ¿Puedo tomar medidas?. Para saber la cantidad de césped ya sabes.
-Claro.-asintio.- Estaré adentro, en un segundo vuelvo.
-Perfecto.-asintio mientras sacaba la cinta de medir y ella entraba a la casa.-
-Mike.-Iris se sentó en su regazo.-
-Iris estoy ocupado.
-¿Puedes darme dos minutos de tu tiempo?.-Bufo irritado y pauso el juego.-
-¿Sí?
-No quieres ir a cenar hoy.-paso su mano por su pecho.-Podemos salir y después.-mordió su labio.-
-No.-negó.- Tengo torneo con los muchachos, sabes que es viernes y...
-Si.-suspiro cansada.-Pero...
-Viernes, Iris.
-Viernes.-gruño levantándose molesta.-
Tom veía de reojo lo que estaba pasando dentro de la casa de ambos, ella se veía molesta... muy molesta.
-¿Terminaste?
-¿Perdón?.- giro rápidamente su mirada.-
-Si de medir.
-Ah.- alargo la "a".- Si.- se acerco a ella.- Se nota que lo tiene muy descuidado.- la miro de pies a cabeza.- Es una lástima.
-¿Eh?
-Si.- aclaro su garganta.- El jardín, esta muy descuidado y es una lastima un espacio tan... único debe de ser bien aprovecharlo, trabajarlo de la manera correcta para que este satisfecho.
-¿Satisfecho?-ladeo la cabeza.-
-Claro, el jardín tiene vida propia, nunca subestimes las plantas.
-Uhm... si supongo.
-Quizá me lleve unas dos semanas.
-Esta bien, ese no es problema.
-Iré a comprar lo necesario y regreso para comenzar.
-Excelente.-sonrió.-
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Después de dos semanas reprendiéndose a si misma por hacer justo lo que estaba haciendo en esos momentos, cedió y disimuladamente Iris miraba hacia la ventana donde el hombre trabajaba, sus músculos se marcaban en cada estocada que daba, el sudor hacia que su rubio cabello se le pegara a la frente picaba con tanta fuerza que podría jurar que su piel se estremecía cada vez que el pico tocaba la tierra.
Se enderezo tronando su cuello y estirándose, logrando que la camisa de tirantes que llevaba se le pegara a la gran espalda que tenía. ¿Cómo sus venas se ven desde tanta distancia?. Comenzaba por sus manos y se perdían en sus grandes manos.
¿Qué más sabrá hacer con esas manos?
-¿Iris?.-se sobresalto girando en su propio eje para mirar a su esposo... su esposo.-
-¿Sí?.-aclaro su garganta.-
-¿Sabes donde hay mas baterías?.-levanto su control.- No quedan más.
-Oh si.-asintio.- Estan en el segundo cajón debajo de la televisión.
-Excelente.-sonrió y regreso a la sala, cuando se giro el la estaba viendo, sus miradas cruzaron y el levanto ambas cejas, ella separo su mirada casi de inmediato mirando a la barra con las mejillas sonrojadas.-
Pasaron un par de minutos y cuando sus mejillas volvieron a su tono natural salio lentamente.
-¿Todo bien?.- se estremeció al ver como enterraba el pico en la tierra.-
-¿Perdón?.- se levantó despeinando su cabello.-
-¿Necesitas algo?.. Agua, tal vez...
-No.-negó varias veces.- ¿Tu?
-¿Yo?
-Si bueno, te veía muy... entretenida viéndome por la ventana.- las mejillas de Iris casi de inmediato se volvieron rojizas.-Pensé que tal vez algo de lo que hacía no le gustaba.
-No.-negó varias veces.- Todo esta perfecto, yo... me gusta... supervisar.. de cerca.
-¿De cerca?.-frunció el ceño.- Creo que no estaba lo suficientemente cerca para supervisarlo.-sonrió.-Puedes quedarte.
-Creo que... tengo que ir adentro.-asintio rápidamente y entro casi corriendo a la cocina, se sostuvo de la barra exhalando profundamente todo el aire que tenia retenido en sus pulmones.
Sin darse cuenta sin tener un contacto de verdad su ropa interior estaba mojada, el sin hacer absolutamente nada lo había logrado... pero no, estaba casada.. su esposo no la complacía... pero lo estaba totalmente comprometida a su matrimonio.
-¿Disculpa?.-Iris se giro mientras el estaba recargado en la puerta.-
-¿Sí?
-¿Dónde quieres que plante esa palmera?.-Iris paso la lengua dentro de sus mejillas, tal vez no estaba tan segura de su matrimonio.-
Se acerco a él lentamente.
Mike ni siquiera era bueno.
Dos pasos más.
Jamás le había dado un orgasmo.
Y estaba frente a él.
El olor a almizcle, sudor y vagamente a colonia inundo sus fosas nasales, quería tocarlo, necesitaba tocarlo y como si leyera su pensamiento él se lanzó sobre ella besándola y arrinconándola rápidamente en la barra.
Eran besos demasiado hambrientos mientras las manos de ella pasaban por sus brazos las de el se aferraban a su cintura, la adrenalina del momento era lo mejor para ambos, hacían que todo fuera más rapido.
-No tenemos tiempo.-murmuro mientras el mordía su labio inferior.-
-Lo se.- rápidamente metió sus manos dentro de su blusa levantándola y tirándola por algún lugar de la cocina.-
Bajo su sostén prendiéndose de su pecho derecho, tiro y mordió del pezón provocando un jadeo, lo siguió lamiendo mientras ella jadeaba retorciéndose y buscando el cierre de su pantalón, una vez que lo logra saco su miembro y al tocarlo jadeo de nuevo antes de masajearlo con la mirada perdida en como el besaba su pecho. Se levanto comenzando a besar su cuello mientras ella mordía su labio tratando de no gemir mas de lo que ya lo estaba haciendo.
-Shh.-quito una de las pañoletas que tenia en su brazo y rápidamente lo puso en su boca amordazándola con este.- No queremos que nos escuche. ¿Verdad amor?.- negó frenéticamente antes de que el riera.-
Giro su cuerpo e hizo que pegara su pecho en la barra de la cocina mientras el masajeaba su trasero al mismo tiempo que baja su pantalón en conjunto con su ropa interior y abría sus piernas con su rodilla, se acomodo entre sus piernas y tomo su miembro en su mano para comenzar a llenarlo con los fluidos que salían de ella.
-¿Lo quieres?.- pregunto acercándose a su oído mientras la veía asentir.- Mírate.-tomo su mentón moviéndolo hasta el sillón donde estaba su esposo concentrado en la televisión absorto totalmente a ellos.- Estas aquí como una puta mientras el imbécil de tu esposo esta con sus jueguitos estúpidos.-gimió en respuesta al sentir como colocaba su punta en su centro.-Un puta desesperada.-repitió mientras entraba en ella.-
Sus movimientos eran rápidos y agresivos estrellándose contra ella que si no fuera por el par de auriculares que su esposo tenia hubiera podido escuchar como chocaban los cuerpos de ambos y los jadeos pesados de él.
Tomo ambas de sus manos colocándolas en su espalda para tomarlas de soporte y comenzar a moverse dentro de ella. Lentamente la levanto pegándola en su pecho.
-Si tu esposo pudiera verte amor.-jadeo en su oído antes de lamer detrás de el.- Si pudiera ver lo delicioso que se siente estar dentro de ti.-suspiro profundamente.-Jodidamente delicioso.-repitió.-¿Pero sabes?.-pregunto moviéndose con mas agresividad.- Le doy gracias a ese imbécil por tenerte tan descuidada, por que solo asi puedo tenerte asi.-paso su mano hacia su pecho tomando su pezón entre los dedos para masajearlo lentamente.- Como una zorra gimiendo.-gruño.- Apretando tan bien.-subió su mano hasta su cuello.-Tomándola completa y tan jodidamente bien.-apretó su cuello ligeramente.-Por que sí, lo haces tan.-jadeo.-Bien, que no se si pueda tener suficiente de ti.
Ella jadeaba y cada gemido era callado por la mordaza que mordía fuertemente, su centro palpitaba al mismo tiempo que todo su cuerpo, constantemente ponía los ojos en blanco disfrutando tanto de sus movimientos como de las sucias palabras que le recitaba al oído.
-Me correré dentro de ti.-tarareo.-Te llenare, y sabrás lo que se siente tener a un hombre... un jodido hombre dentro de ti, y lo vas a tomar como la buena puta que eres. ¿Verdad amor?.-asintio frenéticamente como respuesta.-
Siguió moviéndose entre sus piernas cuando sintió como sus paredes presionaban contra él, provocando un par de jadeos de su parte, sintió que el orgasmo de ella estaba cerca y no tardo en llegar a su punto dulce para comenzar a frotarlo dándole un poco mas de estimulación.
Mordió más fuerte la pañoleta mientras ponía sus ojos en blanco dejándose llevar por las olas de placer que su orgasmo le estaban dejando, una vez que trato de regularizar su respiración sintió como se corría dentro de ella mientras mordía su hombro callando sus jadeos.
Se quedaron un par de segundos asi, el silencio se hizo presente y solo las respiraciones entre cortadas de ambos llenaban la cocina, rápidamente ella se aparto levantando su ropa interior y su pantalón buscando su blusa mientras él contestaba el teléfono.
-Si amor.-contesto con tranquilidad logrando que ella rápidamente se girara.- Estaré ahí en un par de horas, nos vemos.-colgó.-Oh mi esposa.-sonrió.-
-Tu...
-Vamos bonita.- se acerco a ella.-Acabas de tener un orgasmo frente a tu esposo, no puedes ofenderte.-sonrió aún más.-
-Pero no...
-El viernes regreso.-asintio.- Para darle más mantenimiento, su jardín aun esta un poco... descuidado hay que dejarlo satisfecho.. ¿No es asi?.-pregunto acercándose a ella.-
-Si.-murmuro.- El viernes.-asintio y comenzó a caminar hacia la puerta.-
-Nos vemos Mike.-sonrió ampliamente al cruzar la puerta.-
Joder.