No me dejaba de mirarme con sus ojos oscuros y penetrantes, esperaba una respuesta. Me quede bloqueada, no sabia que decirle.
- me engañantes esa noche, jugaste con ventaja- el me sonrío y acaricio su pelo
- empecemos desde cero, quiero conocerte y que tu me conozcas-me ruborice
- no tengo ganas de conocerte ni que tu me conozcas- solo deseaba que dejara de hablar y me follara estaba muy excitada
- esta noche iré a buscarte a tu casa e iremos a cenar- era tan autoritario y firme
- esta bien, quedaremos esta noche- no quería seguir discutiendo
Beso mi mejilla con dulzura y eso hico que me hechizara de sus labios. Como podía hacerme sentir tan excitada, lo deseaba mas que a cualquier hombre que paso por mi cama. Mi teléfono empezó a sonar, mire la pantalla y era Maika. Me había olvidado de llamar y ese momento no era buen momento para escuchar su sermón
- estaba ocupada, te iba a llamar ahora mismo- intente disimular mi nerviosismo por la cita con Mark
- no me mientas Paulina, no me ibas a llamar- su voz era firme
- ¿Qué tal terminantes con el hermano?- silbé
- No me hace gracias, es un pesado que quería llevarme a su cama- mi carcajada se oyó por todo el campues
- Veo que tiene fijación los hermanos por la cama- se río
- Veo que a ti la noche te salio mejor que el mío- puso los ojos en blanco- ya puedes contarme que es lo que paso con pelos y señales
- Hay poco que contarte, termine sola en la cama y odiando a Mark- su silencio me incomodaba- puedes reírte
- Es muy gracioso la situación, al final te llamo a la cama por unas copas- apreté los dientes con fuerza- el se salio con la suya
- ¡No tiene ni puta gracia! Pero lo de ahora creo que es peor- suspire solo de pensarlo
- No ser peor que lo ayer a la noche, no lo puedes superar- no dejaba de reírse y yo de enfurecerme
- He quedado con el esta noche para ir a cenar- su risa paro
- ¿as quedado con ese hombre esta noche?- se sorprendió- no aprendes, vas a quedar con un hombre que esta muy bueno pero te la a jugado
- No me sermones, no eres la más indicada. Te dejo que tengo que ir a casa a prepararme para esta noche- colgué
Me puse mis gafas de sol y fu a coger el autobús. Llegue a mi portal y abrí la puerta, subí por las escaleras hasta el primer piso. Salude con cariño a la señora James y me metí a mi habitación. Deje mis libros encima del sofá y suspire, ¿Cómo podía ser tan gilipollas? Al final se salio con la suya y yo no, lo deseaba pero sabia que no era como los otros hombres. Era diferente y me lo demostró aquella noche, tan sexy, ardiente, tan seguro de si mismo y rico. “mierda, deja de pensar en aquel hombre. Tengo que dejarle las cosas claras y mandarle a la mierda”.
Me sonó el teléfono, era el de nuevo. Mire el reloj y eran las siete de la tarde. Me arme de valor, aclare mi voz y respondí.
- dentro de una hora estaré en tu casa, espero que seas puntual- no me dio tiempo a responder, su voz era autoritario y sexy
Fui a mi armario a por la ropa, era la primera vez que tenia una ¿cita? Desde que lo deje con Marcos. Me sentía nerviosa y insegura, no sabia que ponerme porque mis intenciones eran diferentes al de el. Saque los pantalones negros de lino que me llegaba hasta la cintura, una camiseta blanca de seda y sin mangas. Tenía los botes detrás de la espalda, saque mis sandalias negras con tacón. Me hice una coleta alta y me maquille. No cuide mi ropa interior, no era necesario esa noche. Mire mi reloj y eran las ocho de la noche, cogí mi bolso de mano negro y cerré la puerta de mi casa.
Como podía ser tan jodidamente tan atractivo. Tenía unos pantalones rotos por las rodillas y desgastados puestos, una camiseta negra muy ajustada con un cinturón negro y una hebilla de plata. Se le marcada cada uno de sus músculos, me mordí el labio inferior al admirar su cuerpo. Al acercarme el abrió la puerta de su porche para que yo entrara, lo mire y le di las gracias. Se sentó junto a mí, puso a Tiziano Ferro y empezó a conducir. Estaba nerviosa, como podía excitarme sin que me tocara. Ese hombre me volvía loca,loca de deseo hacia su cuerpo.
Mis manos estaban intranquilas, no dejaba de apretar el bolso de mano.
- esta noche será tu noche, hoy pasara lo que tu quieras que pase- puso su mano en mi muslo- por mi ahora mismo pararía el coche y te follaria como nunca lo han hecho
- yo…no….- mierda, porque no me salía las palabras- yo solo quiero cenar y dejar este juego que te traes
- yo no me traigo ningún juego, te lo estoy diciendo claramente Paulina, quiero follarte hasta que no puedas mas- ¿Por qué no me hacia que sonara obsceno sus palabras? ¿Qué me estaba pasando que ese hombre?
No quise responder a su proposición, no sabia que decir en esos momentos. Sabía que esa noche no dejaría de decirlo, una y otra vez. Aparco el coche en el parking que en la placa ponía propietario, lo mire y el sonreía
- me traes a un restaurante de tu propiedad ¿tu crees que me va a impresionar por eso?- quito las llaves y se acerco a mi
- no tengo que impresionarte para llevarte a la cama. Solo te he traído aquí porque es donde mejor se come- se iba a decir el, es su restaurante
Bajo del coche y como un buen caballero, me abrió la puerta y me ayudo a salir del coche. El restaurante era precioso, en la entrada estaba iluminada por antorchas y el suelo era de piedra. Nos adentramos a ese castillo, todo era de piedra por dentro, había una barra muy grande y a la derecha unas mesas con sillas. Estaba lleno, el me cogió de la mano y nos acercamos hacia una cortina roja. Cuando lo abrió vi que era el restaurante más lujoso que había estado nunca.
- iremos a la zona vip, tendremos mas intimidad para poder hablar- me deje llevar
Subimos por unas escaleras de caracol, había un chico esperando junto donde terminaba las escaleras.
- danos la mesa de siempre, dile al chef que estoy aquí- el asintió y nos llevo hacia una mesa que estaba apartada al lado de una cristalera
- siempre cenas aquí con todas las mujeres que le vas a hacer la proposición- se sentó riéndose
- esta mesa solo la utilizo para casos especiales y esta es una de ellas- me irritaba, estupido
- ¿siempre eres tan directo con las cosas y tan educado?- apreté mi dientes con fuerza
- ¿Qué te gustaría cenar?- cambio la conversación
- Me da igual, sea lo que sea me gustara- adoraba la comida Italiana
- Pediré para los dos, si no te importa- asentí
- ¿puedes decirme que buscas en mi y que esa proposición?- quería saberlo para mandarle a la mierda y terminar con esto
- Disfrutemos de la cena, no tenemos prisa de empezar de hablar de eso- como me podía irritar tanto y excitarme tanto con sus palabras
El camarero nos trajo un buen vino, no lo conocía pero sabia que seria caro porque en la carta que mire, todo era cara para mí. Mire a mi alrededor, estaba lleno de ricos sin preocupaciones nada mas que por su aparecía.
La cena fue un poco incomoda pero la comida estaba muy rica, el vino era exquisito y la compañía era agradable ¡sí lo admito! Se estaba comportando como un buen caballero, estaba pendiente de mí y en agradarme.
- espero que te haya gustado la cena- cruce mis piernas
- todo a estado perfecto Mark, muchas gracias por esta noche- que esperaba que fuera la ultima
- bueno, ya que hemos cena. Me gustaría que oyeras mi propuesta- empecé a temblar- me gustaría mantener sexo sin compromiso contigo- me empecé a excitar con solo pensarlo- desde que te vi en el hotel, no he dejado de fantasear con tu cuerpo y en tenerte en mis brazos- mi excitación empezó a aumentar- se que no eres como las otras mujeres, no dejo de tener la polla relajada desde que te conozco- ¡dios! Porque hacia que me excitara tanto solo con la proposición
- déjame pensar un momento- me hice la dura-¡ni pensarlo!- me levante de la silla, no podía decirme eso como estuviéramos hablando del tiempo, no le conocía pero esto también hacia que lo deseara mas
- veo que me he equivocado contigo, pensaba que eras otro tipo de mujer- me di la vuelta y me acerque tanto a su cara que podía sentir su respiración agitada por mi presencia
- ¿Qué tipo de mujer?- estaba intentando no tirarme encima suyo- yo decido con quien, cuando y como- mi agitación cada vez era mas intensa
ESPERO QUE OS VAYA GUSTANDO MUCHO LA HISTORIA, UN BESAZO