SEXO O AMOR

Capitulo 3

-         Como dos mujeres tan atractivas pueden marcharse de un club como este- pedazo de impertinente

-         ¡cómo puedes ser tan impertinente! Como se nota cuando un tío tiene metido un palo por el cuelo- Maika recrimino mis modales

-         Perdonarme señoritas, es mi hermano que está muy borracho- no te un escalofrió al ver a ese hombre

-         No pasa nada, si nos disculpan tenemos un taxi esperándonos- el aparto a su hermano y nos sonrió

-         Me gustaría invitarles a una copa como disculpa- estaba furiosa y solo me quería ir a casa

-         Por su puesto, encantada de poder tomar una copa con usted- Maika respondido con amabilidad, creo que también le guste aquel hombre

-         No, yo me quiero ir a mi casa a descansar. A sido una mala noche- Maika se empezó a reír

-         La pobre que esta a falta de sexo y hoy no puede llevarse a nadie para que pueda jugar con ella- oí como se lo decía en su oreja

-         ¡eres una zorra! Si quieres quédate con él, yo me voy- me gire para marcharme

Estaba a punto de llegar a la puerta cuando alguien me cogió de la muñeca y me arrastro hacia él. Puso sus manos en mi tripa y mi espalda pegada a su pecho, no te un perfume muy masculino y excitante

-         Esta noche me encantaría complacerte, me encanta jugar- susurro en mi oído

Me di la vuelta y vi que era ese chico que nos invito a una copa, sus manos apretaron con fuerza en mi trasero y acerco sus labios a los míos. Estaba muy excitada con solo tocarme, sus ojos eran oscuros y penetrantes, sus labios carnosos, el pelo negro y corto, pero las tenia levantados hacia arriba de alguna forma. Tenía barba de hacia tres o cuatro días, sus rasgos eran fuertes y masculinos. Jamás había sentido nada igual cuando un hombre me tocaba con sus manos, el hacía que mi cuerpo se rindiera y lo deseara. Intente reaccionar pero era demasiado tarde, me estaba besando y acariciando mi trasero.

Llegamos a mi casa sin dejarnos de tocar en todo el trayecto, subimos deprisa las escaleras, saque las llaves y abrí la puerta. Me quite los zapatos mientras él hacia los mimo, le desabroche la camisa y deje al descubierto su torso musculado y bien definido. Se veía que se cuidaba mucho, respire un segundo antes de volver a tenerle entre mis labios.

-         déjame que te quite el vestido, estas muy seductora pero estarás mucho mas desnuda- le sonreí

-         quiero que te quites el pantalón y te tumbes en mi cama- le miro extrañado pero le gusto

-         me encanta que lleves la iniciativa y que no seas una mojigata- ella encendió la lámpara de su mesilla y se quedo desnuda delante de la cama

Se sentía como una diosa delante de él, seductora, sexy y atrevida. El estaba tumbado boca arriba encima de la cama con su polla erecta pidiendo guerra. Me puse encima de el con la piernas abiertas, puso sus manos encima de mis muslos y yo me agache para poder besarle de nuevo.