—Mmm —se sentó junto a JaeMin—. Es un poco difícil decirlo pero supongo sabes a qué me refiero, ¿No?
—No, no lo sé. No sé a qué te refieres.
—Es obvio.
—Ni idea.
—Tus sentimientos hacia mi...
—O eso...
—Sí, de eso quería hablar.
—Antes de que me rechaces.
—No te i-...
No dijo más porque para sorpresa de RenJun, JaeMin lo interrumpió tomándolo por el cuello y así mismo, darle un beso.
Sinceramente RenJun no tomó en cuenta que eso pasara. Aunque no le molestaba tener a JaeMin besándolo, solo se sentía nervioso por lo mismo, JaeMin siempre lograba ponerle los nervios de punta.
Sus labios a penas se tocaban, JaeMin fue quien tomó la iniciativa para mover sus labios sobre los del chino puesto que RenJun estaba muy estático al desconcierto de tener a JaeMin besándolo.
Segundos después RenJun cerró los ojos y reaccionó devolviendo el beso con la misma intensidad con la cual JaeMin estaba dispuesto a sobrellevar. Se sentía atraído hacia aquellos labios delgados que lograban estremecer sus sentidos con cada roce, con cada toque de JaeMin en su nuca mientras acariciaba sus cabellos.
Posó una de sus manos torpemente sobre la pierna del coreano, consiguiendo que el mismo colocara su mano sobre la suya, rozándola con sus finos dedos.
El beso fue tan intenso a un grado en el que JaeMin mordió sin fuerza el labio inferior de RenJun, logrando sacar un pequeño jadeo de la boca del chino, causando que RenJun se asustara por aquel sonido y se separara de JaeMin instantáneamente con una mano sobre sus belfos.
JaeMin soltó una risilla y miró coquetamente a RenJun quien sostenía la mirada perdida en el suelo.
Se acercó de nuevo, silenciosamente, tomó el mentón del chino para que este levantara la vista y lo mirase por un segundo.
Quería volver a besarlo.
Eso querían ambos.