ESPECIAL

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JaeMin abrió la puerta del apartamento con prisa y dejó entrar a RenJun.

—¿Dónde está la perri-...?

—Está en el veterinario. —cerró la puerta de golpe y acorraló a RenJun en la misma.

—Esto es... Raro, vine por la perrita. —ladeó su cabeza e hizo un mohín.

—¿Es en serio? —murmuró muy cercano al rostro de RenJun.

—Muy en serio, ¿No notaste mi emoción cuando hablabas de la perrita?

—Claro que sí pero... Dios, RenJun —se alejó para darle su espacio—. Olvídalo. —dio media vuelta para dirigirse a la cocina del lugar.

—Lo siento. No esperé que la invitación por la perrita fuera una clase de soborno para querer besarme. —lo siguió.

—...

—Pudiste haberlo pedido.

—¿En serio?

RenJun no respondió, rascó su nuca con nervios e hizo una mueca: —Tal vez si no me hubieras tomado por sorpresa.

—Lo siento, es solo que te extrañé.

RenJun no dijo nada al respecto, solo bajó la mirada.

—¿No me extrañaste?

—No lo sé...

—¿Ah? RenJun... Tú. ¿No sientes nada por mí? Pensé que el beso de hace dos semanas era... Oh, perdón por mal interpetar las cosas.

—¿Qué? No, no, estás en lo correcto, solo que, uhm, ¿Hablamos esto en la sala?

JaeMin se sirvió agua, la bebió y asintió. Salieron de la cocina juntos y ambos se sentaron en el sillón de tres plazas.

—Te escucho.

RenJun suspiró.

—El día en que te confesaste, no supe qué decir porque no esperé eso y en realidad mis sentimientos no estaban muy claros aún —suspiró de nuevo—. Cuando te fuiste me sentí muy solo, a veces, para ser sincero, me ponía a beber junto a ChenLe, o bueno, más bien yo solo, Lele me acompañaba al principio. En fin, me sentía muy mal sin ti.

—RenJun, ¿Por qué nunca me dijiste? —lo tomó de las manos—. Pude haber ido para cuidarte. Sabías que me gustabas, es decir, me gustas... ¿Por qué no solo viniste hacia mi? —pausó, aún sosteniendo las manos de RenJun—. Yo pude haberlo hecho pero sabía que necesitabas tu espacio para pensar sobre lo que sentías —dijo lentamente—. Igual fui un tonto por no notar lo mal que estabas, perdón.

—No, tu no tienes la culpa de nada, fui yo y mis tontos pensamientos.

—¿Y bien?

—Concluí en que me gustas, y mucho.

JaeMin sonrió y esbozó el gesto más hermoso que RenJun pudo haber visto en su vida en cuanto JaeMin levantó sus manos para besar las mismas.

—Necesitaba tanto escuchar eso.

—Pero-...

—¿Pero? —frunció su entrecejo y bajó las manos de RenJun.

—Necesito resolver algo antes y quiero que me hables con la verdad.

—Por ti lo que sea.

—Quería saber... Verás, DongHyuck me dijo algo y no sé si debí creerle, ¡No! No lo hice, no le creí, solo dudé un poco porque te habías distanciado mucho de mi y no sabía que pensar exactamente.

shut up!    [renmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora