Advertencia: +18
Te espero en mi cuarto en cinco minutos
Trago grueso recordando las palabras de Scott. Mis manos están sudando mientras sigo dudando en subir o no a su habitación.
Se enojo cabrón.
Jamás lo había vistan tan molesto.
Esa mirada en su cara, mientras parecida resoplar al verme.
Mi mente se debatía aun, pero mis piernas se encontraban caminando hacia la habitación de él y minutos después estoy frente a la puerta, sin moverme. Entonces veo a mi lado por la ventana y me llama la atención la luz que proviene de ella, entonces me percato de la gran y brillante luna llena. A lo que maldigo internamente.
—Entra
Oigo la voz dentro de la habitación. Ya sabe que estoy aquí. Inhalo rápidamente agarrando valor. Con los nervios a flor de piel, como perrito con la cola entre las patas entro y lo veo. Me quedo aquí con la puerta detrás mío cuando la cierro. Él está ahí sentado al borde de la cama, con los codos sobre sus rodillas mientras me ve.
—¿Estas molesto?
—¿Molesto?... ¿Por qué lo dices?
—No es que te veas feliz
—Yo supongo deberías saber por que
Entonces reevaluó la escena en que vi su mirada molesta. Había música muy alta mientras sonaba Passion Whine. Es una fiesta de Lydia, todo están bailando como si dependiéramos de eso. Entonces recuerdo que Liam se encontraba detrás mío, intercambiamos miradas y sonreíamos mientras seguíamos bailando entonces los dos comenzamos a perrear hacia el suelo, pero sin realmente tocarnos.
—¿Por... Liam? — pregunto dudosa.
El no contesta, en cambio se levanta y camina hacia a mí.
—¿Amor? — lo llamo asustada, intentando que diga alguna palabra.
Su mano se ubica en mi cuello agarrándome ni muy fuerte pero tampoco precisamente suave.
—Así es Mi amor... creo que por un segundo se te olvido eso ahí abajo — seguí mirándolo con ojos de cachorro sintiéndome con una mascotita regañada —Recuéstate en la cama — ordena.
Me suelta y hace espacio para que siga su orden, mentalmente analice que tan mal me podría ir si ignoraba su petición y volvía a la fiesta de abajo.
—¿Qué esperas pequeña?
Lo escucho y la piel se me vuelve a poner de gallina, es luna llena... no veo ninguna salida cien por ciento segura. Pero voto por la que a él le hará feliz. Me dirijo a la cama me siento como el estaba y me dejo caer sobre el colchón.
Scott no tarda en estar de nuevo cerca de mí.
—Pequeña, te portaste mal — muerdo mi labio.
Me suele gustar mucho que el actúe así, tan dominante y sucio. Pero también se que tal vez esta noche no se pueda controlar del todo... ya que, caminar no es necesidad.
—¿Sabes lo que quiero hacer? — niego —Voy a recordarte a ti mi pequeña y hermosa mujer que eres mía— sus manos fueron recorriendo mis desnudas piernas hasta toparse con la tela cuadriculada verde de mi falda —Entonces vas a seguir todas y cada una de mis ordenes al pie de la letra ¿de acuerdo?
Sus ojos encontraron los míos y como les explico que esa mirada de pervertido es mi perdición entera por lo cual no dude en asentir y dejarme caer a la nube de su dominación.
—Usa tus palabras pequeña
—Si señor
La dignidad y respeto hacia a mi misma no existe en estos momentos ¿ok?
—Así me gusta, ahora abre las piernas para mi preciosa — lo hago. Sus fuertes y grandes manos atravesaron la falda encontrando la tela de mis pantis las cual saco sutilmente. El la tiro quien sabe dónde y luego abrió más la falda dejándome totalmente descubierta ante sus ojos. Una de sus manos paso por mi abdomen y subió por mi blusa negra hasta atrapar en su palma mi pecho derecho.
—Intenta mantenerte callada.
No me dio ni tiempo de digerir cuando siento una repentina sensación que sus labios y húmeda lengua provocan en mis sensibles pliegues. Se me escapa un suspiro e de inmediato apretó mis labios intento hacer lo que me pidió. Pero empieza a mover su lengua como un maniaco sobre el punto mas sensible. Mis piernas por instinto intentan cerrarse de tantas sensaciones placenteras que no puedo contener, el solo me las mantiene abierta con una de sus manos y su cabeza que impide que la cierre por completo. Su boca realizando travesuras entre mis piernas mientras el manosea mi seno que doy por seguro mis pezones ya deben estar duros.
—Quédate quieta — susurra sobre mi humedad.
¿Cómo me puede pedir eso?
Me muerdo el labio de forma dolorosa mientras el sigue sin parar con esa lengua en mi clítoris y por veces metiéndola un poco en mí. Sostengo su cabello de forma brusca y a él no parece para nada importarle y así lo apego mas a mi húmeda moviendo un poco las caderas intentando recibir más pero también alejándolo un poco cuando esta siendo demasiado para mí.
—¿Estas cerca pequeña? — uno de sus dedos invade mi entrada comenzando a bombear —Contéstame amor.
—¡Si! ... Muy cerca.
—Muy bien — succiona por última vez mi clítoris para después dejar un beso —Córrete para mí.
Una vez lo dice solo tardo unos cuantos segundos para poder liberar el nudo poderosamente placentero sintiéndome mas húmeda y como su dedo dentro de mi bombea mas fácilmente.
—Eso es, toda una chica buena — no me molesto en contestarle, me concentro en respirar normal de nuevo y sonrió en victoria.
—Quítate tu camisa y brasier, te quiero coger con esa faldita puesta — ordena y veo que se levanta para comenzar a deshacerse de su ropa.
Encontré fuerzas y me incorpore para deshacerme de la camisa y brasier negro como el pidió. Vuelvo a recostarme y lo siento subirse encima mío. Veo su torso fornido y desnudo, no puedo evitar tocarlo aun que no me diera permiso de hacerlo era muy tentador, para mi suerte no le molesto. Dirigí mi mirada a su rostro, boca entre abierta y húmeda todavía lo cual me provoco lamerme los labios. Lo que me toma desapercibida son esos ojos brillante rojizos que me miran intensamente.
—Quiero que de ahora en adelante me contestes como si Alpha o no Alpha — aun hipnotizada en sus ojos asentí —Se buena para mi — su mano bajo a su entre pierna y lo siguiente que sentí era su dura erección entrando poco a poco en mi —Necesito que tomes todo de mi amor mío.
Un gemido se me escapo de los labios y de inmediato apreté los labios intentando contener los otros como leones enjaulados.
—¡Diablos si pequeña gime para mí! — lo sentí todo dentro de mí y dejé ir un suspiro. Y comenzó a embestir, fuerte y duro, sin dejar a que me acostumbrara si quiera. Tomándome desprevenida recibiendo cada roce y fricción de su erección dentro mío, abriéndome por completa mis pliegues quienes lo aprietan, pero al mismo tiempo se abre poco a poco para recibirlo.
Sin ningún filtro en mi boca dejo ir los gemidos y agradezco a dios afuera no se puede escuchar mis gritos de perra en celo gracias a la música alta. Pero al contrario que abajo esta habitación estaba llena de gemidos, gruñidos, el ruido de su virilidad impactando con mi húmeda vagina, el chirrido de la cama moviéndose de manera brusca. Puedo escuchar como la madera rechina como si estuviera a punto de romperse.
Mi mirada y la suya se mantienen todo el tiempo conectadas sin importar que tan fuerte sea la embestida o que tan fuerte sea el placer intento ver esos ojos de Alpha y me pone mucho, mas ver como arruga las cejas, su boca entre abierta con la respiración agitada combinándose con la mía y mis gritos.
—¡Mas! — ruego.
—¿Mas que pequeña? Pídelo bien.
—¡Mas por favor Alpha!
Entonces sus embestidas aceleran un poco más.
—¿Te gusta así mi amor? ¿Qué te la meta así de duro pequeña?
Gimo ante sus palabras sucias.
—¡Si Alpha!
—Eso así, tómalo todo mi pequeña hermosa — enredo mas fuerte mis piernas en sus caderas —Mia ¿Entendido? De nadie más solo mía pequeña — Asentí frenética tratando de concentrarme en el orgasmo que se esta acercando. Su mano que jugaba con mi pezón cambio a tomar la cabecera de la cama y lo siguiente que escucho es el crujir de la madera, pero el placer me ciega tanto que lo dejo pasar.
—Me voy a venir amor, córrete conmigo — me dice.
Unas cuantas embestidas mas y sentí un líquido cálido en mi interior que impulso a mi orgasmo a liberarse.
Los dos con las respiraciones agitadas. Su cabeza cae en mi hombro y cuando se recupera lo suficiente deja un pequeño camino de beso sobre el para después levantarse.
Se pone su bóxer y corre al baño, cuando vuelve tiene unas tollas húmedas a mano. A lo que me ayuda a limpiarme.
—Toma pequeña, puedes cambiarte
Me pasa mi ropa, no dudo en cambiarme, pero de manera despacio, por que mis pobres piernas están defectuosas y no puedo controlarlas bien. Pero me doy cuenta que me hace falta una prenda. Busco en la cama, pero Scott la tiene en la mano. Hago el inútil intento de quitárselas, pero me esquiva.
—No, no, no. Estas se quedan conmigo hasta nuevo aviso — dice mientras se las guarda en la bolsa del pantalón.
—Estas de broma ¿no? — lo veo negar mientras lo miro indignada.
—Vas a salir a la fiesta sin pantis — me toma de la cintura y acerca su boca a mi oído — para que recuerdes quien te acaba de follar como animal.
....
Sin palabras ¿O qué?
JAJAJA Scott por fin esta devuelta y como todo un Alpha dominante.
¿Cuánto le dan a este capítulo? Me interesa mucho saber.
¿Quién mas quiere un dominante así? Sin pena, yo acepto que si quiero uno así.
Bueno personitas bellas, hasta aquí. Espero lo hayas disfrutado mucha bola de pecadoras. Un beso y abrazo. Cuídense mucho, nos leemos pronto.
XOXO FADUA