—Sigame—
—¿Q-Qué? ¿A dónde? —la sonrisa en el rostro de el blondo aún nos e había detenido por lo que con sólo verla un escalofrío recorrió la espalda de la femenina
—¿A donde más? Espero no haya pensado que le quitaría las bragas y la complacería en este lugar—la peli plateada se puso roja de pies a cabeza por su forma de decirlo como si fuera algo tan fácil como eso y tras fruncir su ceño tomó la mano masculina con enojo—¡Hey no te enojes! Te prometo que voy a complacerte—
—Le recuerdo que sigo necesitando dinero—
—Fue un error pedírmelo a mi—exclamo—De todas formas salias ganando de ambas apuestas. Ahora...—antes de que pudiera predecirlo, el mas bajó la atrajo de la cintura hasta pegar sus cuerpo sacándole un respingo y calló su grito con el apasionado beso que le dio en los labios. Aprovechando ese sonido metió la lengua en su boca iniciando con una danza húmeda que la dejó con la mente en blanco y el corazón palpitando fuertemente, ese beso le hacia recordar algunas cosas.