Nos habíamos separado hace unos 10 minutos y yo seguía sin ver a nadie, tenía que ir andando bastante arrimado a la pared para que las cámaras no consiguieran grabarme.
Cada minuto que pasába adentrándome en este sitio se volvía más aterrador, tampoco os imaginéis una escena de alguna película de terror, pero si daba mala espina.
Estaba andando por un pasillo largo y estrecho con luces que colgaban del techo, algunas parpadeaban pero eso se debía a que esta planta estaba mucho menos cuidada que las anteriores, cosa que había notado nada más entrar por las telarañas y la baja iluminación.
Llegué hasta una puerta corredera de cristal, agradecí internamente haber traído el pase por si sucedía algo cómo esto, lo pasé por la hendidura y las puertas se deslizaron para dejarme entrar, este sitio parecía mucho más grande y moderno que los pasillos por dónde había pasado antes.
Era una sala de gran tamaño y sus paredes se encontraban repletas de puertas parecidas a las que había tenido que cruzar para pasar aquí, todas eran de cristal menos cuatro de ellas, a través de las que estaban hechas de cristal se veían aún más pasillos.
En ese momento se escuchó un ruido por el camino que yo crucé hace unos minutos, asique corrí a esconderme debajo de una de las mil mesas de laboratorio que se encontraban en esa sala.
Las puertas de cristal se abrieron para dejar pasar a dos personas, no era capaz de verles las caras debido al tablón de la mesa, pero se dirigieron a una de las cuatro puertas que no eran trasparentes, ví que introducían un código para poder entrar a lo que parecía ser otro pasillo pero más oscuro, me estaba agobiando ver tanto pasillo.
Me quedé en mi posición porque si habían entrado en algún momento iban a tener que salir, también me pareció raro que todavía quedarán trabajadores cuándo el edificio ya estaba cerrado, efectivamente al par de minutos se volvió a abrir la puerta pero solo salió una persona, entonces lo entendí todo, las cuatro puertas distintas eran las que escondían a los quirky, y este hombre solo lo había traído de vuelta, cuándo este salió de nuvo de la habitación apagó completamente las luces, no se veía una mierda.
A los minutos, tras asegurarme de que nadie iba a volver, encendí la linterna de mi móvil para no dejarme la crisma con alguna mesa, pensé en avisar al resto de que los había encontrado, pero decidí asegurarme primero por si me equivocaba no haber perdido el tiempo.
Alumbré el panel donde el señor había puesto el código y me quedé pensando en que demonios sería, si esta era la sección de mi padre él debió elegirlo, hice memoria para intentar recordar algo que me hubiera contado sobre códigos, pero nada, así que pase a mi segunda mejor opción, recordar las fichas que leí el otro día e intentar adivinar que hubiera pusto mi padre.
El código tenía que estar compuesto por letras y números, pensé en lo único que se repetía en todas las hojas: la palabra quirky o lo de "prueba fatal superada", obviamente poner eso último no tendría sentido, así que opté por poner quirky y cómo también debia tener números conté las puertas iguales a esta de izquierda a derecha y esta era la última, es decir la número 4.
Código: Quirky 4
Sorprendentemente y ante todo pronóstico la puerta se abrió, era la primera cosa que me salía bien.
Empezé a recorrer el pasillo con la luz de mi móvil todavía encendida porque seguía sin verse nada, el recorrido era enorme pero no había nada excepto una puerta al final de este.
Me acerqué para comprobar que era otra maldita puerta de cristal, pero esta no tenía un código, estaba cerrada con llave.
Iluminé el interior, era una pequeña habitación con una cama, un baño y nada más, parecía no haber nadie ahí dentro, pero no era posible ya que uno de los dos hombres no había salido de aquí y este era el único sitio donde podría estar metido, miré una vez más para darme cuenta de que la sábana que se encontraba desecha en la cama se acababa de mover.
Entonces lo ví, una cabeza castaña se asomaba por el final de la manta, se encontraba tapado hasta arriba, eso era lo único que se veía. En ese momento decidí escribir en el grupo "los ninjas" porque ahora si estaba seguro de que eran ellos, solo necesitaba mirar el pelo que me era posible ver, estaba más sucio y largo que en la foto pero lo reconocería en cualquier lado, Louis.
Terminé de mandar el mensaje para decidirme a dar un pequeño golpe en el cristal, estaba demasiado nervioso, y se me vino a la mente una imagen de alguna película mala dónde saltaban hasta el cristal con los ojos rojos y se ocupaba de eliminar al intruso, pero ese miedo pasó cuando ví que estaba pasando de mí, porque era obvio que estaba despierto por el movimiento en las sábanas pero me ignoraba categóricamente.
Decidí dar al cristal con un poco más de fuerza, entonces si pareció reaccionar para bajar un poco la manta con la que se cubría, seguía sin poder verle por la poca iluminación y porque el que seguramente era Louis se encontraba de espaldas a mí, vi cómo giraba su cabeza para mirarme, no debía verme la cara por la luz de la linterna, así que decidí dejar el móvil en el suelo para que siguiera iluminando pero que pudiera verme para saber que no era nadie que trabajara aquí.
Ahora si se había levantado de la cama, y efectivamente era Louis Tomlinson, se acercó hacia el cristal y se quedó mirándome la cara, con mucha curiosidad, así que yo hice lo mismo para acabar descubriendo que la foto no le hacía justicia al verdadero Louis, incluso en la oscuridad podía ver sus ojos azules, su pequeña nariz, sus labios entreabiertos, sus manitas, en realidad él en general era bastante pequeño y parecía frágil, ahora que lo tenía delante y solo nos separaba un cristal comparé su estatura con la mía, me llegaría un poco más arriba de la barbilla, le sacaba casi una cabeza.
Volvimos a mirarnos a los ojos y ví cómo fruncía el ceño, estaba moviendo la boca, ay mi madre, parecía que iba a decirme algo y yo al fin iba a escuchar su voz, pero de repente cerró la boca de nuevo para dar un paso hacia atrás y poner una cara de confusión, yo me asusté por su reacción y le iba a decir algo cuando de repente una mano me tocó el hombro.
El gritó que solté debió oírse en todo el edificio, creía que incluso me había meado del susto, pero entonces oí que la persona que me había tocado soltó un grito igual de alto que el mío, ahí fue cuando me giré a punto de un ataque cardíaco para encontrarme cara a cara con mi amigo rubio, y detrás de este el resto del grupo que estaban con una mano sabre su corazón cómo si este se les pudiera salir.
–¿¡¡Pero que cojones haces!!? –le solté cuando paramos de gritar cómo idiotas– ¿Quieres darme un infarto o qué?
–¿¡Cómo que qué hago yo!? ¿Qué haces tú? Yo solo quería avisarte de que ya estamos aquí.
–¿Y no podías haber dicho: Hey Harry ya hemos llegado? ¿No se te ocurrió nada mejor al ver que estoy en un pasillo oscuro y nervioso al punto de la muerte? No, obviamente es en ese momento cuando decides anunciar tu llegada tocándome el hombro cómo pasa en las películas de terror antes de que alguien muera.
En ese momento oí el ruido mas alucinante que mis oídos habían escuchado en la vida, me giré rápido hacía el cristal para ver que Louis se estaba riendo, sólo un poco y se estaba tapando la boca, en ese momento me dió igual que se estuviera riendo de nosotros y yo también sonreí pese al susto que casi acaba con mi vida.
–Espera –volvió a hablar el rubio haciendo que el castaño parara de reír para mirarlo a él en vez de a mí, anoté mentalmente que al castaño se le hacían los ojos pequeñitos cuando sonreía, el dato más importante que conocía hasta ahora –¿Ese no es louis?
–¿Louis tú novio? –preguntó Zayn, ahora si me giré con la velocidad del rayo para mirar al moreno.
Por favor Dios este es el momento ideal para llevarme contigo.
–No –solté cómo un reflejo– Este no es.
–¿Pero no dijiste qué se llamaba Louis y qué veníamos aquí para hablar con tú novio el inmortal? ¿O todos en este sitio se llaman igual?
–¿Zayn me haces el favor de callarte? Por favor te lo pido.
En este momento recordé que no le habíamos contado toda la verdad al moreno, no porque quisiera mentirle, sino porque se me olvidó antes de entrar. Gran error.
–Él está confundido, se ha pegado en la cabeza cuando nos estábamos intentando colar aquí. Se le ha mezclado la información –expliqué girándome de nuevo hacía el castaño, este se había alejado de la puerta y nos miraba con cara de desconfianza.
–¿Entenderá lo que le estamos diciendo? –preguntó Clara.
–Claro que te entiendo idiota –me quedé en estado de shock momentáneo, el que acababa de hablar era el mismísimo Louis, ¿os acordáis de que su risa era el sonido más alucinante? Pues olvidarlo, su voz si que era el sonido más precioso que había escuchado en mi vida, podría estar toda mi existencia oyendo solo su voz y no me aburríria de ella.
–Ya me cae bien –soltó Niall que seguía riéndose del anterior comentario, yo también me hubiera reido si no estuviera ocupado asimilando tanta perfección acumulada en un cuerpo tan pequeño.
–¿Os habéis colado? –por favor que no dejara de hablar nunca. Parecía que estaba menos nervioso, eso o creía que éramos demasiado idiotas para suponer una amenaza.
–Sí –menuda mierda de respuesta que acababa de darle, pero no era mi culpa que no pudiera formar frases coherentes.
–¿Para? –ahora volvía a parecer confuso.
–Pues verás, el día que os trasladaron vimos el coche y nos preguntamos ¿y estos qué hacen si hoy no es dos? Entonces vinimos a preguntar al compañero de trabajo de Pol, que es padre de Harry, el porqué en el cambio de día, el nos mintió al no decirnos que el coche era blindado, nos colamos en el despacho del padre de Harry y nos aseguramos de que nos estaban mintiendo, luego buscamos información sobre tu infancia y al ver que todos sois muy raros nos entró la curiosidad y vinimos a preguntáros en persona ¿Porqué vuestra investigación es secreta y la del resto no? –pedazo de resumen que le había dado el rubio.
–Me estoy liando un poco, ¿Quién es Harry?
–Yo, yo soy Harry –le contesté.
–¿Entonces Pol es tú padre?
–Sí.
–Pues no me apetece seguir hablando –dijo mientras se giraba para volver a tumbarse en la cama. Miré a los demás un momento para confirmar que estaban igual de perdidos que yo.
–¿Louis? –pregunté para asegurarnos de que nos seguía hablando.
–¿Si?
–¿No nos vas a contestar lo que te hemos preguntado? Porque verás, hemos tenido que colarnos aquí con un super plan maestro con el que podríamos ir a la cárcel solo para ayudaros a tí y a los otros tres –dijo el rubio comenzando a enfadarse porque las cosas no estaban saliendo cómo teníamos planeadas.
– ¿Conocéis a los demás? –preguntó el castaño.
–¿Tú no? –hablé.
–Sé que somos más, pero nunca los he visto. Cuándo nos trasladan nos vendan los ojos para qué no sepamos a dónde nos llevan, y luego nos meten en una de estas celdas dónde no podemos ni ver la luz del Sol, y por último, gente cómo tú padre viene a hacernos pruebas inhumanas por el jodido bien de la humanidad ¿Y ahora queréis hacerme pensar que él hijo del jefe quiere ayudarme? Pues no soy idiota, ir a probar al pasillo de al lado.
Tras decir eso volvió a meterse bajo las sábanas, miré al resto que aún se encontraba detrás de mí –¿Nos dejáis solos un momento? –les pregunté, este era un tema de confianza y mientras Louis no confiara en mí no nos iba a contar nada para poder ayudarle, y yo enserio que necesitaba ayudarlo y saber a lo que se dedicaba mi padre. Estos asintieron y me dijeron que ya estábamos tardando más de la cuenta y que me diera prisa, después de eso les vi alejarse por el largo pasillo.
Esta iba a ser una charla muy entretenida.
••••𑁍
¡¡¡AL FIN A APARECIDO LOU!!!
Jajajsja solo venía para saludar a los nuevos lectores <3
Espero que os esté gustando, este capítulo en especial he amado escribirlo, porque ya sabéis....✨louis✨