Después de haber hecho todos los preparativos necesarios, Korra pudo partir de Ciudad República de regreso a Ba Sing Se con Kuvira en una misma aeronave, estando la misma llena de centinelas de Loto Blanco. El viaje duró varias horas, y una vez llegaron a la ciudad de los grandes muros, tuvieron que volar un poco más alto debido a proyectiles que buscaban impactar con el casco del dirigible. Finalmente aterrizaron a salvo en el Anillo Superior.
Tras bajar del dirigible, Kuvira se reunió con el Rey Wu y con las hermanas Lin y Suyin. El trato con esta última era nulo, aunque Kuvira le miraba constantemente buscando alguna señal, intentando que la perdone, pero Suyin era bastante arisca y frívola. Tras haber recibido algún que otro impacto cuando entraron en la ciudad y su vuelo era bajo, Kuvira pudo darse cuenta por sí misma el nivel de violencia que había en Ba Sing Se, por lo que estaba más que lista para hacerle frente. Cuando Korra le preguntó si necesitaba algún dato en especial, ella se negó.
-Tengo todo lo que necesito.- Le dijo tan solo Kuvira a Korra, sonriéndole.
Y finalmente, llegó el gran momento. El Rey les propuso a todos los ciudadanos que desearan acercarse, un acto fuera de los protocolos de las Elecciones al frente del Palacio Real. El mismo estaba vallado por Agentes Dai Li, nadie podría entrar a él y mucho menos con la presencia de la mismísima Avatar. El escenario estaba listo y mucha gente se había reunido, miles y miles de personas, entre ellas algunos que vestían de negro y rojo. Korra sabía bien quiénes eran.
-Estaré a tu lado en caso de que te quedes sin palabras.- Le recuerda Korra a Kuvira, estando las dos tras bambalinas.
-Por favor, Korra, ¿alguna vez me has visto quedarme sin palabras?- Le cuestiona Kuvira.
-Tienes razón... pero de igual forma, me quedaré a tu lado.- Le repite Korra.
-No intentaré huir si eso es lo que te asusta.- Le dice Kuvira. –Acepté mi condena, y aun así Suyin me sigue odiando...
-Bueno, la entiendo... Es decir, heriste mucho a su familia, a Baatar incluso cuando lo amabas, disparaste al edificio con intención de matarnos. Es difícil.- Le dice Korra, apenada.
-Todo lo que hice, lo hice por el bien de mi pueblo, de mi gente... Si ella no puede entender eso, es ella quien tiene el problema y quien volverá a mi algún día.- Le dice Kuvira.
-Lamento que sigas siendo tan orgullosa, Kuvira.- Le dice Korra, siendo la primera en subir.
Por supuesto que aunque fuese Wu, Korra o la Reina Tierra vuelta de la muerte, los aplausos no existen y no existirían. Todos los ciudadanos, reunidos de todos los sectores, se hallan esperando que el Rey aparezca y diga "la tontería del día", tal y como algunas estaciones de radio le han llamado. Incluso estas apoyaron la idea de que muchos ciudadanos vayan, para que así se humille a Su Majestad a seis días de las Elecciones presidenciales.
-Su atención, por favor...- Habla Korra a través de los micrófonos, logrando rápidamente el silencio del público. –Ante ustedes, les presento a... Kuvira.- Dice finalmente, sorprendiendo a todos y permitiendo la subida de la misma al escenario.
"¿Qué hace ella aquí?"
"¡Nos viene a oprimir de nuevo!"
"¡El Avatar nos vende al Imperio tras vencerlo!"
"¡Kuvira, eres mi ídolo!"
"¡Que vuelva Kuvira, con ella había orden!"
Y así muchos otros gritos se oyen por todo el lugar, hasta que finalmente la ex Gran Unificadora se acerca a los micrófonos. Por un momento permanece en silencio, solo hasta que la gente hace lo mismo, y aun así permanece unos segundos más, hasta que...
-¿Qué tal, ciudadanos de Ba Sing Se? Creo que las presentaciones están demás...- Dice Kuvira.
"¡Fuera de nuestra ciudad!"
"¡Vil dictadora!"
"¡Mis niños no se irán a tu campo de reeducación otra vez!"
-Sé que no tengo buena fama ni aquí ni en ningún punto del Reino Tierra, pero la situación aquí ha llegado a un punto en el que han aparecido personas muy indeseadas...- Habla Kuvira, mirando a los que visten de negro y rojo y la observan con odio. -...Y ha sido necesaria mi vuelta. No tienen por qué temer, pues no vengo para quedarme. Vengo a establecer el orden.
"¡Déjenla hablar!"
"¡Ella sabe lo que hace!"
"Bueno, es mejor que el Rey patán que tenemos ahora"
-Sé que las cosas han cambiado mucho en cuestión de unos pocos años, y sé que los cambios a veces son difíciles de afrontar, yo misma pasé de estar destruyendo una ciudad a estar encerrada en prisión... pero lo que menos tenemos que hacer contra el cambio, contra eso que llaman progreso, es ir en su contra.- Dice Kuvira, haciendo sonreír a Korra.
>> Estamos en tiempos difíciles, ¿pero cuándo el Reino Tierra no lo estuvo? Incluso en tiempos de la Reina Tierra, los sectores más pobres carecían de la ayuda de la Corona y debían trabajar el doble por poner una hogaza de pan en la mesa.- Dice, con muchos asintiendo. –Hoy tenemos la oportunidad de que eso cambie, y de que todos tengamos una vida más justa y noble.
>> Sé que tengo muy poco poder de palabra en esta ciudad, ante todos ustedes, pero de igual manera Korra y su equipo confió en que yo podría hacer algo, aunque sea la más mínima cosa, para evitar que intenten una locura como tomar el Palacio Real.- Continúa. –No podrán, no con el Avatar aquí y no es que los esté impulsando a hacerlo cuando ella se vaya, pero tienen que aceptar que su situación ahora mismo no es la mejor, y no pueden seguir luchando para que empeore. Tienen que unirse y luchar para que mejore.
>> El Reino Tierra se ha caracterizado siempre porque sus ciudadanos son fuertes, resistentes, honestos y verdaderos. Su esencia es pura, su fuerza es superior. Tienen la fuerza para cambiar su destino, para cambiar su situación, su presente. La estrategia, la convicción, son cosas que vienen y que van, pero la resistencia del cuerpo es algo que no muchas naciones han tenido a lo largo de sus historias.- Cuenta Kuvira, con Korra sintiéndolo como una referencia al genocidio de los Maestros Aire y enfadándose por ello. –Tenemos la oportunidad de que no nos pase lo mismo, de no ceder al exterior, de fortalecernos internamente y ser más que un Reino que no alcanzó a los demás porque sus ciudadanos se peleaban entre ellos.
>> Hoy estoy aquí, aunque antes he dicho que la democracia no salvará al Reino Tierra, para asegurarles, afirmarles, que sí lo hará. Con la democracia, tendremos esa oportunidad de la que les hablo de que ningún otro ciudadano vuelva a ser aplastado por fuerzas mayores. Y le digo a todos aquellos que creen que la solución es adoctrinarse en una organización terrorista, que si siguen por ese camino, el progreso, el pueblo honesto y verdadero del Reino Tierra, terminará por aplastarlos.- Dice Kuvira, viendo a algunos del público quitarse sus túnicas negras.
>> Confío en que juntos podremos llevar al Reino Tierra a la gloria, que podremos estar y vivir en paz, que podremos aceptar los nuevos líderes que vengan, porque les guste o no, los tiempos de los Reyes y las Reinas han terminado, y el Rey que ahora les gobierna, solo es uno de paso. Su última Reina fue Hou Ting, y ella ya está muy por debajo.- Dice Kuvira, enfadando a muchos por sus palabras elegidas. –Debemos avanzar, y no hundirnos con ella.
Retrocediendo de los micrófonos, Kuvira respira hondo y el silencio toma control en todo el lugar. Korra está a punto de sumar algo, cuando entonces se oyen unos pocos aplausos provenir de una misma persona, la cual está en primera fila y observa orgullosa a la ex Gran Unificadora. Sonríe y aplaude con fervor, y pronto se le suman sus compañeros, los de atrás, los de más atrás, y pronto toda la multitud aplaude mientras algunos vestidos de negro intentan huir, siendo detenidos y arrestados por Lin y los Agentes Dai Li.
-Lo hiciste...- Le dice Korra a Kuvira, apoyando su mano en su hombro.
-Lo hicimos, Korra.- Le responde Kuvira, sonriendo un poco.
~*~*~ ACTUALIDAD ~*~*~
El día estaba siendo muy movilizador para todos en Ba Sing Se, pues ese mismo día se celebraban las primeras Elecciones presidenciales en la historia del Reino Tierra. La gente iba y venía por todos lados, y en cierto punto un ciudadano terminó por chocar con un puesto de periódicos, con todos estos volando por los aires. Uno de ellos cayó lejos, sobre una mesa de un restaurante, y quien se hallaba allí tomando un café pudo leer fragmentos de su portada...
"Construiré una Administración que preserve la cultura del Reino Tierra al mismo tiempo que modernizamos la ciudad, a su gente, y nos convertimos en la nueva Nación Tierra", aquel era un fragmento del discurso dado por Thadeo Kross, uno de los candidatos a Presidente.
"Lucharé incansablemente porque el pueblo conozca lo que es la verdadera libertad. Una libertad en la que todos podamos hablar y reír en las calles, en la que el desprecio sea eliminado y en la que la diversidad en todas sus formas sea aceptada", y ese era parte del discurso de Sam.
Los dos candidatos a Presidente habían obtenido gran apoyo en las encuestas previas y en sus campañas que habían durado apenas seis días, pero en esos seis días habían acumulado más seguidores que alguien que hubiese hecho meses enteros de campaña. Al ser todo tan reciente y nuevo, y con la mayoría del pueblo aceptándolo, era fácil encontrar partidarios demócratas.
Finalmente, las urnas fueron abiertas y los votos comenzaron a entrar. Votaba todo el Reino Tierra, pero los contadores eran muy veloces y esa misma noche se conocerían los resultados en cuanto se contaran los votos del resto de los Estados, los cuales llegarían con halcones mensajeros. Las líneas estaban muy ajustadas, cualquiera de los dos podría ganar.
Finalmente, con una victoria del 50,86% de los votos totales, Thadeo Kross se convirtió en el Primer Presidente de la Historia de la nueva Nación Tierra. Fue una participación masiva del 89% de la ciudadanía, la cual eligió de forma muy ajustada a su nuevo líder. Los festejos no se hicieron esperar, pero para ese momento, Kuvira había regresado a prisión, mientras que Korra, Lin y Suyin a Ciudad República. Eso no impidió, no obstante, que Wu celebrara no solo con Thadeo, sino con Sam también pues, para él, ambos habían ganado ese día. Y eso no fue todo, ya que al final de la noche, Thadeo anunció a su vice-presidente: Sam...
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Ese mismo día, en Ciudad República se celebraban sus propias Elecciones. Raiko había hecho una campaña formidable basándose en su constante apoyo a los refugiados por la invasión del Imperio Tierra a la ciudad, sin embargo quien se alzó como tanque de guerra fue Zhu Li Moon, quien fue respaldada por el Jefe Mako, quien presentó ante el Juzgado pruebas que culpaban a Raiko de cometer acciones ilícitas junto a uno de sus más grandes socios: Wonyong Keum.
La misma noche en la que se entregaban los resultados, Zhu Li esperaba ansiosa tras unas cortinas, mientras en el gran salón Varrick estaba deseando presentarla muy atento a la radio al igual que todos los invitados a la gala. Por otro lado, Raiko se hallaba en su oficina expectante también a la radio, sin saber que una patrulla policial le esperaba fuera en las calles, en la que iban Mako, Beifong, y dos oficiales Maestros Metal más.
Finalmente, se dieron a conocer los resultados, y con una aplastante mayoría de votos, el 84%, Zhu Li Moon venció a Raiko en las Elecciones Presidenciales y se convirtió en la nueva líder de la República Unida. Apenas oyeron las buenas noticias en la radio del coche, la policía bajo del mismo y subió al edificio, allí en donde arrestaron al ex Presidente por todos sus crímenes. En cierto punto, es lamentable que las personas que ocupan cargos políticos y tienen un poder casi ilimitado, crean en verdad que pueden burlar al pueblo, a la gente, de esa vil forma...
Pero la Justicia siempre llega.
Asimismo, como su primera medida, Zhu Li Moon anunció en su propia gala de festejo que cedería las tierras que confiscaron al empresario y ya arrestado Keum, a la Nación del Aire, ya que ellos sabrían cómo guiar esas tierras sagradas a un futuro honesto y puro.
Después de haber arrestado a Raiko y de haber visto los festejos a lo lejos desde su sato-móvil, Mako se quedó pensando un momento en el auto mientras veía el cielo explotar en fuegos artificiales. Todo lo que había vivido en las últimas semanas había sido una locura, y sin dudas estaba más que cansado. Beifong le ofreció un puesto como Teniente, ya que ella recuperaba el suyo como Jefa de Policía, sin embargo él lo rechazó, asegurando que sus días en la Policía de Ciudad República, y en general en toda Ciudad República, se habían terminado.
Había algo que le faltaba, y no era exactamente su hermano Bolin quien no había regresado a tiempo para los festejos de Zaofu. A pesar de estar feliz de haber vuelto a ver a Korra y Asami, Mako sentía que su lugar en el mundo ya no era Ciudad República, que debía irse a algún otro lado y buscar nuevas formas de vivir y de sentir, de pensar y de ser.
Finalmente vio un dirigible que estaba a punto de marcharse fuera del país, perteneciente al Señor del Fuego Izumi. La misma no había podido presentarse a la gala a la que fue invitada, pero envió una delegada. Su segunda hija, la Princesa hermana menos del General Iroh. Mako se presentó en la aeronave pidiendo que le lleven, pues aseguraba que su vida allí ya no existía y quería comenzar de nuevo en la Nación del Fuego, cuando entonces la vio, y ella lo vio...
Fue magia instantánea, sus ojos dorados se conectaron al mismo tiempo, y ella, tan encantadora y hermosa, aceptó que la acompañara en su viaje. Mako subió a la aeronave, dejando tan solo una nota en su departamento, en la que aseguraba que necesitaba volver a nacer...
Por último, mientras Zhu Li daba un discurso emocionante e inspirador dentro del recinto, Korra y Asami salieron a respirar un poco de aire fresco en el balcón del edificio, allí en donde tenían el portal espiritual a lo lejos, brillando solo para ellas. Ambas con una copa en mano y vestidas de gala, una junto a la otra a pesar de que sus expresiones eran de angustia.
-¿Qué pasará con nosotras?- Le pregunta Korra. –Yo, siento que estuve mal la otra vez cuando dije que nuestras vacaciones nunca debieron suceder. Estoy muy feliz de que hayan sucedido pues fue allí donde por fin le pude expresar todo mi amor a quien más amo.
-No lo sé Korra, todo ha sido tan confuso y complicado últimamente... No dudo que me ames, y no dudo que te amo, pero ¿crees que estemos listas para esto?- Le pregunta Asami.
-Yo creo que, si estamos juntas, estaremos listas para enfrentar lo que sea.- Le dice Korra. –Mira, pudimos contra Koh, contra el espíritu anguila, contra la crisis en el Reino Tierra.
-Eh, no participé en dos de esas tres cosas.- Le dice Asami. –Y casi que ni hablé con Koh.
-Pero estuviste conmigo, físicamente en una y en mi corazón en las tres. Eres quien más me importa, Asami, no me permitiría perderte. Te amo...- Le dice Korra. –Por favor, no me dejes.
-Yo también te amo.- Le dice Asami. –Y no, jamás voy a dejarte.
Acercándose la una a la otra, Korra y Asami se quedan mirándose por un momento, hasta que entonces ven los fuegos artificiales estallar, el portal espiritual brillar, y una aeronave saliendo en esos mismos momentos de Ciudad República... Acariciando la mejilla de su amada, Korra se acerca lentamente hasta que finalmente Asami rompe con la lentitud y le da todo un beso, muy apasionado y caliente, directo en los labios mientras se acarician el cabello y las mejillas... Sus besos se mezclan con los festejos, y estos con sus besos, y todo por fin culmina bien...
~*~*~ FIN ~*~*~