Capítulo 7. La voz de los espíritus

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El mediodía está cerca de llegar, y en las calles de Ciudad República ya se van reuniendo miles y miles de personas. Alrededor de la Estación de Policía, toda vereda y toda calle, ya está repleta de ciudadanos que desean marchar y reclamar por "Justicia de verdad". Aquella frase se repite en multitud de carteles, algunos más grandes que se pueden leer desde los pisos más altos del edificio de la Policía de la Ciudad, allí en donde ya se encuentra Mako.

Después de su paso por el Templo Aire de la Isla, Mako regresó a la Estación de Policía antes de que el número de personas que ocupaban las calles aumentara y le impidiera pasar. Ahora se halla esperando a que sus oficiales terminen de prepararse, aunque no por ello las calles están vacías de agentes. Él bajará a donde se encuentra la acción junto al Equipo Tejón, con el cual comandará la seguridad de la marcha hasta que termine en el Ayuntamiento.

-Para usted, Jefe.- Le dice uno de sus oficiales, mostrándole un pequeño artefacto metálico. –Es una de las últimas invenciones del Departamento de Armas. Dispara choques eléctricos.

-Oficial Sath, lo que esta máquina hace, yo lo hago con mis dedos...- Le dice Mako, sonriendo.

-Supuse que la necesitaría, al no poder hacer Fuego Control.- Le responde el oficial.

-No creo que los ciudadanos busquen una guerra sin sentido con la Policía...- Le dice Mako, con su mirada de nuevo fija en las calles. –Pero está bien, lo tendré en mi cinturón.

Después de equiparse y de asegurar su brazo enyesado, Mako se posiciona al frente de su equipo de élite y juntos marchan hacia los tres ascensores que les llevarán a la primera planta. En esos mismos momentos, en las calles comienza a sonar el fuerte ruido de muchos tambores y trompetas sonando a la vez, con todos los ciudadanos marchando y pisando fuerte el asfalto. Aquello se mezcla y forma un gran barullo sonoro que hace temblar los latidos de Mako...

Una vez salen a las calles, Mako comienza a dar órdenes con su brazo derecho a sus oficiales para que aseguren el perímetro y no permitan que los ciudadanos accedan a puntos como botes de basura, negocios locales o edificios institucionales, siendo prioridad la Estación de Policía. Los cánticos no se hacen esperar, algunos muy pegadizos y otros realmente malos.

"¡Afuera Raiko, adentro la Justicia!"

"¡Justicia real para quienes perdieron sus hogares!"

"¡'Entreguen a Kuvira al verdadero justiciero: el pueblo!"

Después de que la concentración parece encontrarse en su punto máximo, aquellos que han organizado el encuentro y están al frente, comienzan con la marcha por las calles que irá por gran parte de la ciudad hasta llegar al Ayuntamiento, lo que está previsto para dentro de seis horas. Mako va incluso frente a los líderes de la marcha en una patrulla de policía, vigilándolos...

-¡Vean todos!- Oye tanto él como el conductor de la patrulla de repente. Parece que uno de los líderes de la marcha tiene un megáfono. -¡Él es Mako, bautizado como Héroe Nacional! Él luchó contra Kuvira durante la invasión, ¡y ahora nos controla como animales! Deberías marchar con nosotros Mako, ¡sé que estás tan en desacuerdo con la Justicia como nosotros!

Los gritos y repudios hacia Mako no se hacen esperar, pero el joven Jefe de Policía mantiene la calma. Por suerte, nadie se ha sobrepasado y no ha sido necesario utilizar el artefacto que uno de sus oficiales le dio hace unas horas, aunque tuvo que cuidar su mente de aquellos gritos que le dieron y de muchos otros que llegaron después.

Más allá de eso, en ese día el pueblo pudo expresarse libremente contra el Gobierno y contra el Sistema Judicial. El principal reclamo del pueblo para el Presidente Raiko es que se cambie la sentencia dada a Kuvira por los crímenes contra Ciudad República, pero Raiko ya se ha negado a esto asegurando que se respetará la decisión del Juez Stroke.

TLOK Libro 5: ConclusionesWhere stories live. Discover now